viernes, 9 de marzo de 2018

DOS MIL SESENTA Y OCHO







He tenido suerte.
He llegado a tiempo para la entrevista que le han hecho a Irene Carmena, coordinadora del proyecto Kifubon, en el que estoy participando desde el principio con enorme interés.
Reemplazo mis carencias con el entusiasmo que me anima, porque no me resulta fácil trabajar en equipo, a pesar de que sé que es la manera de aprender lo que yo deseo más que otra cosa:
Paciencia y humildad.

La palabra japonesa Kifubon significa “donación de libros” y se le ocurrió al editor japonés, que fue el primero en publicar el maravilloso libro.
El autor del libro es Prem Rawat, una persona a quien yo sigo, bien en las conferencias en directo como viendo sus videos.

En principio, “Cuando el desierto florece“ es el primero de una serie, a la que añadirá cuatro más.
El primer libro estaba escrito en inglés, se tradujo al japonés y así, poco a poco ya está traducido a varios idiomas que irán aumentando.

El domingo que viene, día 11, Prem Rawat en persona presentará el libro en Madrid, en La caja Mágica, a las 18:00 horas.
Las entradas se pueden comprar en El Corte Inglés con toda clase de facilidades.
Dado que el fin del libro es que lo puedan leer todas las personas, incluidas las más desfavorecidas, tanto para obtener el libro como para asistir al evento, no habrá problemas.

Se trata de que los que puedan comprarlo aporten su grano de arena, para que al final todos podamos tener en nuestra mesilla “Cuando el desierto florece”, porque es un libro que tiene la capacidad de elevar el espíritu al abrirlo y leer un fragmento cualquiera.

Además, Kifubon está preparado para hacer donaciones a instituciones que necesiten muchos libros y no tengan recursos para comprarlos.
Es un proyecto precioso que supera todas las expectativas.








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