CUATRO MIL CUATROCIENTOS SEIS

 

He intentado por todos los medios ver "Clara Campoamor la mujer olvidada" pero no lo he conseguido.

No solo me interesaba por el personaje sino también porque la dirige Laura Mañá, directora de cine que ha sabido poner a la vista la situación de la mujer en un momento en que todavía todo estaba muy cerrado en España, lo sé por experiencia propia ya que yo nací en el cuarenta y seis y hasta que murió Franco, en al año setenta y cinco la vida era gris, triste y muy católica.

Gracias a Clara Campoamor conseguimos el sufragio feminista las mujeres mayores de veintitrés años, hace noventa.

Aunque a mi me metieron interna a los trece años en el colegio de la Asunción de la calle Santa Isabel en Madrid y más tarde en Burdeos no me enteraba de casi nada, cuando vivía en casa de mis padres también estaba como interna ya que tenía que estar en casa a las diez de la noche todos los días y así fue hasta que me casé.

Entonces se me abrieron muchas puertas, entre otras tuve la suerte de que mi marido era un gran cinéfilo y gracias a él vi mucho cine porque cuando nos, o más bien le interesaba alguna película prohibida en España nos íbamos a Biarritz que era la apertura universal, allí se podía respirar.

Más tarde, cuando empecé a estudiar Bellas Artes, empecé a ir por mi cuanta a cines de arte y ensayo, aconsejada por mis compañeras de la escuela que eran mucho más avanzadas que yo, así supe que existían directores rusos que me abrieron la cabeza y conocí a personas intelectuales muy cultas que despertaron mi interés por todo lo que en el mundo en el que yo me había movido hasta entonces estaba considerada pecaminoso y prohibido, sobre todo los comunistas y republicanos a los que mi madre llamaba rojos como como si eso significara que eran malas personas.

Me sorprendía lo que me enseñaban, no coincidía con mi sentido común, no me entraba en la cabeza que la religión católica fuera la única verdadera ni tampoco que las personas de izquierdas llevaran el mal en la sangre.

Pronto me hice amiga de Cala Ampuero que estaba separada y me comentaba con ganas y riéndose, que en cuanto llegara el divorcio a ella le gustaría ser la primera en acogerse a esa ley.

A mi esas cosas ni siquiera se me habían pasado por la cabeza, creía firmemente que mi matrimonio duraría toda la vida como el de mis padres, mis tíos y la mayoría de la gente que conocía. 

Solo tenía una prima de mi madre que estaba separada y nunca hablaban de ella y cuando lo hacían era con gran secretismo.

Esa época de mi vida yo no era yo misma, sino una especie de cúmulo de todo lo que me habían metido en la cabeza mi familia, las monjas, mis amigas y la iglesia católica, aunque en Francia leí mucho y eso me marcó aunque no comencé a ponerlo en práctica hasta años más tarde, ya casada y con ganas de disfrutar de todo lo que la vida me ofreciera.

CUATRO MIL CUATROCIENTOS CINCO

 

No están siendo días fáciles para mi porque tener que ir a los médicos, hospitales y ambulatorios no es el plan que más me apetece, no obstante no me quejo porque lo estoy haciendo y no me encuentro mal, eso sí sería desagradable pero no es así, me encuentro fuerte lo cual significa que estoy mucho mejor, que la leucemia ya ha pasado y lo que tengo ahora es algo menor a lo que no le dan demasiado importancia y no me causa dolor, solo ligeras molestias.

Lo que reconozco por encima de todo es que el hospital de Cruces es muy bueno, no escatiman en recursos ni en excelentes profesionales ni en hacer todas las pruebas que consideren oportunas.

Parecía que el tumor que tengo es de una clase determinada de la que no puedo decir nada porque soy una ignorante en asuntos tumorales, sin embargo puedo decir sin temor a equivocarme que el trato que me han dado hoy en las consultas maxilo faciales, tanto las cirujanas como las enfermeras ha sido excelente.

Tienen tanta práctica y ven tanta gente cada día que aciertan a la primera y además se atreven con todo.

Todas eran mujeres muy espabiladas, atrevidas y con unos deditos delgaditos que se mueven dentro de mi boca con una agilidad que difícilmente he experimentado en la cantidad de hombres dentistas que me han tratado durante toda mi vida, que han sido muchos.

Yo ya he llegado un poco tarde a que el mundo esté dirigido por mujeres pero me alegra saber que mi nieta  encontrará una vida más delicada que la que me encontré yo misma.

La delicadeza empieza a sentirse en un mundo que hasta ahora solo pertenecía a los hombres.

Es un verdadero placer que las personas que se ocupan de la salud sean mujeres, lo corroboro cada día que tengo la oportunidad de que se ocupen de mis problemas.

También agradezco muchísimo vivir en un país en el que existe Osakidetza, no sé como será la seguridad social en el resto de España, pero aseguro por experiencia propia que la del país de los vascos llamada Osakidetza es estupenda.

CUATRO MIL CUATROCIENTOS CUATRO

 

A medida que voy conociendo a otros autores me sorprendo de la diversidad de ideas e intereses que existen; ayer tuve una conferencia zoom y una chica contó que estaba a punto de terminar un libro en el que lleva trabajando más de cinco años sobre la serie de televisión "Verano azul" y que es importante hacerlo ahora porque se celebra el cuarenta aniversario.

Jamás se me hubiera pasado por la imaginación que ese tema pudiera tener tanto interés como para profundizar hasta tal punto que ha desmenuzado la serie en todos los recovecos, entrevistas con los autores, actores y demás, claro que tampoco yo sabía que estuviera basada en hechos reales.

Por otro lado constato que los autores que voy conociendo son personas que ya tienen una profesión consolidada y los temas que tratan en sus libros tienen relación con su experiencia, por lo que la seguridad con la que hablan y escriben la mayoría de las veces, es notable.

Aprendo mucho en estas reuniones aunque yo todavía no participo ya que no estoy inmersa en ninguno de los grupos que ya están organizados, lo cual es bueno para mí, ya que es un tema en el que estoy tan pez que no tendría nada que decir.

Hice bien en pedir ayuda e invertir mi dinero en el equipo de profesionales porque cada vez que me acuerdo de que en el taller de escritura al que asistía no hacían más que decirme lo bien que escribía hasta tal punto que, aunque no me lo creía llegué a dudar, recuerdo que un día que llevé a su casa al profesor, le dije que por favor, me corrigiera porque así no aprendía nada y él me contestó:

Escribe peor (sic)

No obstante ayer cuando recibí el texto de mi libro corregido, noté la cantidad de anotaciones en rojo que había y al comprobarlas no me quedó más remedio que agradecer la buena labor ortotipográfica que me han hecho de momento.

Supongo que seguirán así porque son campos tan nuevos para mí que jamás pensé que requirieran tanto trabajo y sabiduría. 

CUATRO MIL CUATROCIENTOS TRES

 

He leído y publicado el manifiesto SCUM de Valerie Solanas, porque aunque no he sido capaz de terminarlo me ha parecido interesante en el sentido de que traspasando los límites de la realidad, ha explicado de modo que se entiende, lo que representa el hombre en la sociedad del patriarcado.

Insisto en que exagera, no obstante se acerca a dibujar un retrato de lo que han conseguido hacer en este mundo dirigido por ellos.

Crecí en un mundo de hombres y me casé con un hombre que sin ser tan machista como los de mi familia, se comportaba como si lo fuera aunque en su relación conmigo me concedía mucha libertad, bastante más que la que tenía en casa de mis padres.

Comprendo que el manifiesto de Valerie Solanas que se puede leer en mi blog:

librosparasabermasytextosquemegustan.blogspot.com

puede resultar excesivo, no obstante me ha venido bien para aligerarme la cabeza de tantos contratiempos que han alterado mi vida por haber recibido una educación antifeminista, llegué tarde al feminismo, para entonces ya me habían metido en la cabeza una educación basada en el patriarcado y ya estaba encarrilada en esa rueda de la que es difícil salir, había aceptado demasiadas humillaciones y estaba inutilizada para ser autónoma, aún así pude hacer la carrera de Bellas Artes, pero nunca conseguí mantenerme lo que considero es imprescindible para considerarme un ser humano completo.

He sido muy trabajadora, me gustaba muchísimo pintar, tenía auténtica vocación, hice muchas exposiciones, rara vez con éxito suficiente para ser tomada en serio, nunca tuve la suficiente confianza en mí misma, mis compañeras de BBAA me decían que mi problema radicaba en que ya estaba mantenida, no lo sé, casi siempre he tenido problemas para vender mis cuadros, creo que por eso, cuando me rompí la pierna y tuve que dejar de pintar, fue un alivio y me comprometí con la escritura en donde he encontrado una paz transformadora, cuando se publique mi libro tendré la posibilidad de ver los beneficios que produce, tengo muchas esperanzas en que todo salga bien, no es fácil empezar una carrera de escritora a los setenta y cinco años, por lo menos ahora estoy acompañada de un equipo que me ayuda y me asesora, confío en ellos, son los encargados de esa parte comercial a la que nunca he sabido enfrentarme.

CUATRO MIL CUATROCIENTOS DOS

 

He visto un documental que me ha encantado "Dior y yo" y me ha hecho recordar la temporada en la que Pizca fue directora de Saint Laurent en Bilbao, presentó un desfile en el hotel Carlton y hasta yo, que no había tenido ninguna relación con la alta costura me di cuenta de que lo hizo sensacional y de que sabe más de moda que cualquier persona que se hubiera dedicado toda su vida a ese mundo.

Recuerdo que una temporada en la que hubo rebajas, Pizca me avisó y aunque al principio me sentí desorientada en ese ambiente al que no estaba acostumbrada, asesorada por ella me compré una cuantas piezas que estuvieron en mi armario hasta que me cambié de casa, es lo bueno que tiene la ropa buena, ni se pasa de moda, ni deja de sentar bien.

Luego tuve otra época en que me compré algunas piezas de Kenzo en París, cuando hice la primera exposición en Madrid y vendí casi todo, tuve suerte porque Prem Rawat dio una conferencia y aproveché para vestirme con cierta alegría, nunca me ha sobrado el dinero para gastarlo alegremente, no obstante la ocasión y yo nos lo merecíamos.

Casi podría asegurar que esa han sido las únicas ocasiones en las que me he gastado el dinero en ropa, además de alguna que otra vez en las rebajas de Persuade que es la mejor tienda de Bilbao, me he sentido cómoda con "Comme des garçons", era una de mis firmas favoritas.

Desde énonces creo que ya dejé de ir a fiestas e inauguraciones y ahora me visto en Zara y poco, porque los planes que hago no requieren glamour y ni siquiera me maquillo, además ahora recuerdo de durante los años anteriores a la leucemia tenía sobrepeso y se me quitó la ilusión de vestirme, solo me compraba ropa negra para disimular la gordura, la detestaba y por otro lado me encantaba comer.

Mi problema con la comida y los kilos empezó cuando dejé de fumar a los cuarenta y cinco años, el médico naturista que me ayudó en la menopausia me dijo que era imprescindible que dejara de fumar, porque la danza de las hormonas podía complicarme la existencia.

Me parecía imposible dejar de fumar porque estaba acostumbrada a estar siempre con un cigarro en la mano, en aquella época todavía dejaban fumar en los aviones, todo el mundo fumaba y fue precisamente en un avión volviendo de un evento de Brighton donde conocí a Antonio Moraga que había aprendido PNL*en la universidad de Pune, India y me garantizó que con su ayuda podría dejar de fumar sin esfuerzo, lo único que tuve que hacer fue ir a Madrid y desde entonces nunca he tenido ganas de fumar, no solo yo, sino todas las personas a las que les he recomendado.

*Programación Neurolingüística

CUATRO MIL CUATROCIENTOS UNO

 

Me encantaría ver las películas que han sido premiadas en San Sebastián pero mucho me temo que tendré que ser paciente.

Antes me gustaba ir al cine, dedicar dos horas a concentrarme en una buena película, muy atenta a la pantalla y sabiendo que todos los que estábamos allí habíamos escogido dedicar ese tiempo a esa actividad, no obstante hoy en día me he acostumbrado a ver cine en versión original con subtítulos y me encanta, ya no soy capaz de disfrutar los doblajes, noto mucha diferencia, además se supone que hablo inglés y francés pero he perdido mucha memoria y no entiendo bien los diferentes acentos por lo que gracias a los subtítulos, puedo enterarme de todo lo que sucede e incluso refrescar un poco las lenguas que tanto me gustan.

La última película que vi en el cine fue de Woody Allen "Días de lluvia en Nueva York" y no me gustó nada porque el doblaje me pareció pésimo y eso que trabajaba Timothée Chalamet que me encanta.

Tengo tanta afición a ver el cine en versión original que incluso las películas suecas o japonesas las veo con subtítulos, es como que el sonido acompaña a lo que se ve.

He leído que en el festival de San Sebastián ha ganado algo una película vasca que se llama "Todas las lunas lunas" de Igor Legarreta, el vestuario de Ágata Ruiz de la Prada, ya estoy deseando verla, seguro que me va a encantar porque cuentan que sacan mucho partido a los paisajes y soy una verdadera entusiasta de los bosques vascos.

He vivido en el campo de Guipuzcoa y he disfrutado de largos paseos, no tanto como en Bizkaia pero todo me entusiasma.

En su día me quedé sin ver Akelarre, no sé por qué pero he visto la crítica y no la ponen muy bien así que no sé si me decidiré a verla, dicen que cuesta entrar en la historia y que además es un topicazo. 

Algunas veces tengo claro lo que quiero ver y luego me defrauda y viceversa. 

Seguiré estudiando el tema.

Casi nunca me defraudan los documentales, investigaré.

CUATRO MIL CUATROCIENTOS

 

La verdad es que saber que me tienen que extirpar un tumor, aunque benigno, me ha afectado más de lo que esperaba, he perdido memoria y me siento débil, me he olvidado de tomar el analgésico para el dolor de rodilla que tomo todos los días después de comer y he empezado a notar el dolor insoportable alrededor de las siete de la tarde, me sentía inquieta y gracias a Dios he recordado que no había tomado la pastilla.

No podía concentrarme en una película española que había empezado a ver y que tiene buena crítica "Sé quien eres" es fuerte y me estaba impresionando por lo que he decidido dejarla en la mitad, ya volveré mañana u otro día si me apetece, para mí es importante encontrarme bien, serena y tranquila, cada cosa en su momento.

Antes de empezar con esa película he intentado ver una de Woody Allen pero no me concentraba, era demasiado deprimente, necesitaría una comedia ligera que se adapte al estado en el que me encuentro.

Descubro que es importante ser fuerte, más fuerte de lo que pensaba, las personas nos vamos ocupando de nuestros asuntos y tenemos que solucionar nuestros problemas de todo tipo, entre los que se encuentran los estados de ánimo.

Escribir me ayuda más que ver películas aunque a veces me entretienen y veo cosas bonitas que me tranquilizan y me distraen, no siempre acierto.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y NUEVE

 

He tenido que levantarme muy temprano para ir al hospital y me ha afectado volver a ese lugar donde tan mal lo pasé.

Me han tratado muy bien, la verdad es que saben trabajar y tratar con enfermos, sobre todo en los asuntos graves, aún así al volver a casa estaba tan agotada que he tenido que meterme en la cama y me he dormido como un bebé, solo me he despertado dos veces, me habían dicho que me llamarían de ocho a tres para darme una cita para otra consulta y así lo han hecho, la segunda para adelantar la primera, con lo cual de momento ya estoy tranquila.

Creo que ya comenté que había enviado la solicitud para exponer en Flecha Artea.

Tenía intención de exponer el proyecto Akelarre que trata de once retratos no objetivos de brujas, cuadros redondos de sesenta centímetros de diámetro y he recibido un mail diciendo que me habían aceptado pero rápidamente he contestado que no me encuentro en disposición de exponer. 

Me ha respondido Jaelius Aguirre, el director, diciéndome que me animara, que le apetecía que expusiera el Akelarre y que ellos se encargarían de todo pero no he sido capaz de aceptar la oferta, no quiero ponerme nerviosa y las exposiciones siempre son trabajosas incluso estando en plena forma, así que le he agradecido su propuesta pero la he rechazado y me encuentro mucho mejor ahora. 

Ya habrá otra ocasión para exponer ese famoso Akelarre, que por algún asunto que desconozco, nunca ha sido expuesto, cosa de brujas.

Por lo demás todo está en su sitio.

Ayer vi un documental sobre Woody Allen que me pareció interesante, hasta tal punto que me han entrado ganas de ver su filmografía, aunque he visto muchas de sus películas, de la única que me acuerdo es de Match Point que me encantó pero no quiero volver a verla porque me resultó desagradable.

Sigo con ganas de ver Rifkin's festival, la que rodó en San Sebastián pero no lo consigo, no la encuentro.

Seguiré intentándolo.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y OCHO

 

Hasta tal punto estoy satisfecha de haberme comprometido a no escribir sobre mis hijos que tengo la sensación de que tampoco debo hablar de ellos para lo cual, lo más conveniente es no pensar, porque los pensamientos tienen mucha fuerza y si no son solo de amor, pueden convertirse en críticas y juicios y eso es lo peor que existe, es meterme cizaña en mi propia cabeza y yo solo deseo tenerla limpia y a poder ser iluminada.

Quitando ese tema tan importante de mi vida cotidiana me voy centrando en mis intereses personales que están enfocados en el conocimiento de mí misma, el conocimiento del ser.

Una vez, hace tiempo, en un grupo terapéutico me preguntaron a ver quién era yo, me quedé un poco perpleja durante unos segundos e inmediatamente recordé un cuento con el que me había sentido identificada.

Se trataba de un bosque en el que a ras del suelo se encontraba un pajarito que había caído en el barro y estaba sucio, con las plumas pegadas, mojado, incómodo, sin ganas de cantar, casi no podía levantar la cabeza pero cuando conseguía hacerlo veía en lo alto del árbol un hermoso pájaro de preciosos colores cantando con alegría.

Nuestro pobre y miserable pajarito se sentía desdichado y pensaba:

Me gustaría se como ese pájaro pero ¿cómo voy a llegar hasta ahí arriba si ni siquiera puedo volar?

Empezó a intentarlo y consiguió dar un saltito, se encontraba bien encima de una ramita que casi no le sostenía, se limpió un poco como pudo, le dio el sol que le secó el agua y le limpió el barro y de otro salto llegó a una rama más alta, desde la que veía con más claridad al pájaro que cantaba en lo alto del árbol.

Tanto le inspiraba ver aquel pájaro encantado que hizo un gran esfuerzo y de un salto subió a una rama más alta.

Así pasó el tiempo y cada día conseguía subir un poco, a veces se caía y volvía a empezar, hasta que llego un día en el que llego a lo más alto del árbol y se dio cuanta de que él era esa pájaro al que tanto había admirado. 

Así me describí a mí misma y lo sigo haciendo, sigo pensando lo mismo, esa es la mejor manera de describirme, esa soy yo.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y SIETE

 

Intento y creo que lo consigo, no dejarme afectar por tener frente a mi una cirugía que, aunque pequeña, no deja de tener ciertos riesgos y molestias, de momento esta semana ya he tenido que ir un día a ver al doctor Aguirre, otro a Cruces, mañana tendré que ir al ambulatorio para comentar mi caso con mi doctora de cabecera y pasado mañana tendré que ir a Cruces otra vez, el problema es que la extirpación del tumor corre prisa y me lo tiene que hacer un maxilofacial, no tiene nada que ver con la hematología, gracias a Dios, por lo que se tienen que poner todos de acuerdo.

La frase que más repiten es: "dados sus antecedentes" refiriéndose a la leucemia, claro, ante eso todos se ponen serios, son palabras mayores, lo cual es un alivio porque quita importancia a lo de ahora.

Por lo menos estoy tranquila y aunque me canso de tanto ir y venir, agradezco la suerte que he tenido porque no puedo olvidar que tuve que escuchar varias veces la posibilidad de que tuviera células cancerosas, esa palabra sí que me asusta, es como oír hablar del Lucifer, hasta que lo he conocido en carne propia no sabía lo que era, ni me lo había imaginado, he tenido pocas personas cercanas que hayan pasado por ese trance, no lo suficiente como para darme cuenta de lo terrible que puede llegar a ser, ni siquiera me lo había imaginado, poca gente habla con naturalidad de ese tema, incluso evitan pronunciar la palabra cáncer, no me extraña, es un tema que pone la carne de gallina y los pelos de punta.

Conozco algunas personas que han tenido cáncer de mama en la familia y se han muerto la madre y varias hijas, hasta tal punto que una nieta se hizo extirpar los dos pechos y recuerdo que lo contó en una revista, ella escribe muy bien y daba escalofríos, además me relacionaba con ella a través de Facebook y recuerdo que solo se quejaba cuando no tenía visitas porque se aburría.

Le hicieron una reconstrucción con carne de los muslos y pasado el susto se quedó estupendamente y ahora vive tranquila. 

Hay veces que las cosas tienen solución y eso es maravilloso, se pasa un mal rato pero después todo vuelve a la normalidad.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y SEIS

 

Tengo la sensación de que suceden demasiadas cosas al mismo tiempo en mi entorno próximo y a veces me pregunto si es el momento de tomar decisiones, no obstante la respuesta está claro: no, todo lo contrario, ahora más que nunca debo estar quieta y poner en marcha aquella frase tan sabia que a veces decía mi amiga Dorita que ya se fue:

Espera y ve (sic)

No es fácil ponerla en práctica porque una vez más me recuerda la importancia de desarrollar la paciencia, algo que me suele resultar difícil pero ahora más que nunca, me consta que es el momento perfecto para hacerlo.

Desde pequeña tuve que ir deprisa por la vida, no solo porque ya llegué a este mundo con la prisa dentro de mí sino también porque mis padres eran muy estrictos con la puntualidad y me la metieron en el cuerpo casi sin darme cuenta.

En mi familia todos somos puntuales, me refiero a mis padres y hermanos, de los que llegaron más tarde no lo sé, imagino que habrá de todo pero no me extrañaría que en ese sentido hayan recibido una educación tan estricta como la que recibí yo.

Todavía recuerdo con cierta emoción que siendo mi madre ya mayor, tal vez tendría más de noventa años me pidió que la llevara al oculista Damborenea que estaba en la clínica de la virgen Blanca, en Begoña y quedé en pasarle a buscar a una hora determinada y me llamó la atención a pesar de que conocía su extremo puntualidad que a pesar de su pierna rota, de su edad y de que yo fuera su hija, me la encontré esperándome en el portal de pie, bien arreglada y con ganas de hacer lo que consideraba era su deber.

Cuando pienso en mis cualidades y mis defectos, hay algo que me da cierta seguridad en mí misma, es la puntualidad, rara vez llego tarde a una cita, le doy mucha importancia y cuando salgo con alguna persona que falla en ese sentido intento no quedar con ella, considero que es una falta de respeto, me hace perder un tiempo precioso y además me pongo nerviosa.

Casi todas mis amigas son puntuales y a las que no lo son cada vez les veo menos. 

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CINCO

 

Cada día tengo más claro que si quiero ser feliz tengo que cambiar, es ridículo pretender que cambien los demás y casi patético esperar que sus gustos se parezcan a los míos.

¿Cómo voy a conseguir que las personas con las que me comunico en las redes sociales, dejan de usar emoticones, emojis y steackers cuando es más que obvio que a todos les encantan?

Les gusta comunicarse a través de símbolos, casi siempre los mismos repetidos hasta el infinito y a mí me gustan las palabras bien escritas y a poder ser diferentes y si no entiendo el significado, mejor todavía, me voy a la Rae y me lo explica brevemente, no obstante si quiero saber los detalles, indago un poco más y los encuentro.

Ya sé que soy maniática en bastantes asuntos y sobre todo en lo referente al, castellano que es mi lengua materna y en la que mejor me manejo, aún así disto mucho de estar a una altura convincente.

Debido a que mi ambición es ilimitada y mi tiempo breve, he tenido que elegir entre ampliar mi vocabulario o perfeccionar el que tengo y he optado por lo segundo, me parece más práctico.

En esa búsqueda sin freno en la que me hallo, he comprobado que la mayoría de las palabras que me resultan novedosas provienen del inglés y como el inglés es el idioma que se utiliza en las redes sociales también hago mi pequeño esfuerzo para ponerme al día en la lengua de Shakespeare, no tanto en el francés que tanto me complace, debido a que aunque es más poético resulta menos práctico.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO

 

Estaba tranquila delante del ordenador, editando las fotos que he sacado hoy por la mañana en Bilbao y he recibido una llamada de un número desconocido; no solo no suelo coger esas llamadas sino que incluso las bloqueo porque estoy harta de que me llamen de Vodafone o de otras compañías para ofrecerme sus servicios, pero como soy muy bruja he tenido la intuición de que podía ser interesante y he estado muy acertada porque ha sido el doctor Aguirre, que es con quien tuve la consulta el lunes pasado, que además es el patólogo que ha estudiado el trocito de encía inflamada que la cirujana cortó.

Me ha dado la gran noticia de que lo que ha encontrado no tiene nada de maligno y lo único que requiere es una cirugía para extirparlo, además no tiene nada que ver con la hematología por lo que en Cruces, donde tengo una cita el jueves con el hematólogo, me derivarán a donde sea menester.

Así que aquí estoy más que contenta, porque justo cuando he recibido esa llamada estaba pensando en que nunca había apreciado la vida como esta semana de incertidumbre, en la que lo único que tenía asegurado era cada minuto que vivía, creo que han sido los días más intensos de toda mi vida.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y TRES

 

Sigo experimentando la vida desde el presente y eso me ayuda a no pensar en el futuro, sería ridículo porque no tengo la menor idea de lo que puede suceder, a veces se me escapa el pensamiento pero no lo permito, lo cazo al vuelo y le ordeno que se quede en su sitio, sabe menos que yo y no me ayuda, más bien lo contrario así que lo mantengo a raya, aquí solo se vive el ahora.

Tal vez insista demasiado en la importancia de vivir en el ahora, no obstante hay que ser fuerte para hacerlo, sé que es lo correcto y también sé que es bueno, la única manera de ser feliz y disfrutar.

A pesar de que no me conviene comprometerme a nada, ya estaba apuntada a un cursillo corto de macrobiótica para la semana que viene y hoy he recibido la lista de productos que necesito, los he pedido a las tiendas correspondientes porque voy a intentar seguir las clases, el profesor Daniel Mayor, director de Esmaca lo ha preparado con verdadero entusiasmo y reconozco que a mi me ha ayudado, ya que a pesar de que tengo la experiencia de que la práctica de la macrobiótica me sienta muy bien, me ha costado ponerme firme conmigo misma y dejar de caer en las tentaciones, no ha sido fácil pero me he levantado muchas veces y he vuelto confiando en fortalecer mi voluntad y lo estoy consiguiendo.

Según el profesor llega un momento en que es tan potente lo que la macrobiótica hace en mí que incluso podré salirme de vez en cuando sin que eso suponga un retroceso.

He dejado la heroína, el tabaco y el alcohol, nada me interesa menos, lo tengo muy claro.

Hago una vida en la que me produce más satisfacción todo lo relacionado al trabajo, escribir, fotos y RRSS y sobre todo la práctica del Conocimiento que me reveló Prem Rawat.

Estoy contenta y me encuentro bien, estoy agradecida a la vida.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y DOS

 

Mis días están tan ocupados que casi no tengo tiempo ni de pensar en el problema de salud que se me ha presentado, ni falta que hace porque no me queda más remedio que ir dando los pasos que me marcan los doctores, me limito a obedecer, pedir las citas y escribirlas en mi agenda para saber los días y los horarios exactos y que no se me acumulen mis actividades aunque tengo claro que de momento no puedo comprometerme a lo que tenía costumbre antes del verano, Pilates y masaje.

Ayer resultó un día maravilloso con el evento de Prem Rawat en Nueva York, ha tenido tanto éxito que era como si todo el mundo estuviera vibrando al unísono, un paso más en el terreno del conocimiento del ser.

He recibido el libro en digital, parece mentira pero prefiero tenerlo en el iPhone y en el iPad porque así lo puedo leer en una sala de espera o en una terraza , han cambiado mis prioridades.

Por otro lado hoy he tenido una reunión del club de autores en la que, como de costumbre todo o casi todo lo que dice Ana y los demás autores cuando hacen preguntas me parece nuevo, es como si estuviera aprendiendo un idioma que desconozco, espero que me vaya entrando lo que cuentan poco a poco, por lo menos que me suene el vocabulario empleado, es como si hubiera empezado la casa por el tejado, sé escribir un texto pero desconozco todo lo que implica publicar un libro, no importa, aprenderé, no tengo prisa, nada es imposible y como decía santa Teresa de Jesús: La paciencia todo lo alcanza.

Así como a lo largo de mi vida he tratado con muchos artistas plásticos, le verdad es que he conocido a pocos autores de libros, he ido a muy pocas presentaciones y todavía siento que no estoy en mi elemento, ni siquiera sé por donde empezar a hacer preguntas, me siento como un pez fuera del agua, conozco esa sensación y me consta que pronto me sentiré en mi elemento, es cuestión de insistir.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y UNO

 

Gracias a Prem Rawat que me ha enseñado a vivir en el presente consigo, no solo no pasarlo mal sino todo lo contrario, mi futuro es tan incierto que le pone intensidad a cada acción, es una vibración muy valiosa, loa actos más nimios se convierten en joyas que van saliendo de la caja de Pandora, todo resulta sorpresivo y encantador. 

Trabajo mucho, voy poniendo las cosas al día, hoy hasta he ordenado los papeles que había en la guantera de mi coche, he encontrado cosas del año dos mil seis y me entraban ganas de echar la culpa a alguien, esa suele ser mi primera reacción cuando me sucede algo negativo, no obstante me paro en seco y empiezo a ser consciente y me veo tan ridícula que me centro y me convierto en un verdadero ser humano, la verdad es que la consciencia eleva mi espíritu.

He leído una frase de Claudio Naranjo* que me ha sacado una sonrisa: 

Prem Rawat es el Einstein de la consciencia (sic)

He experimentado tantas maravillas con lo que me enseña Prem Rawat que no necesito que nadie corrobore su grandeza, aún así reconozco que me produce cierta satisfacción comprobar que personas de prestigio y con muchos seguidores hablen bien de él.

Alguna vez ha habido gente que dicho algo negativo e intentando no alterarme le he preguntado:

¿Le conoces?

¿Has visto sus videos?

Y cuando medio contestan sin saber lo que dicen, intento sofocar la furia que quiere apoderarse de mí y me retiro a mis aposentos interiores.

Soy muy feliz con Prem Rawat, aprendo a conocerme y a vivir en un estado de dicha y paz interior inigualable. 

He tenido tiempo más que suficiente para cometer muchos errores, demasiados, producto de la ignorancia.

Sé lo que es estar en el infierno y aseguro sin miedo a equivocarme que es horrible. 

A veces, cuando vuelvo de las Arenas paso por delante de la casa en la que vivía cuando era heroinómana y solo siento la necesidad de dar las gracias al cielo por haber salido de ese estado tan negativo y oscuro.

   

*Claudio Benjamín Naranjo Cohen

más conocido como Claudio Naranjo, fue un psiquiatra y escritor chileno que se convirtió en uno de los pioneros y máximos referentes de la psicología transpersonal.

CUATRO MIL TRESCIENTOS NOVENTA

 

Una de las cosas buenas que he hecho en mi vida fue el voto de castidad cuando cumplí cincuenta años.

En esa época vivía en Los Ángeles y había terminado una relación con un tío que cuanto más le conocía menos me gustaba, me costó dejarle porque soy una colgueta.

He hablado un rato con la hija de Pizca que se acaba de separar y lo está pasando mal, he comprendido que ya llevo veinticinco años sin pasar un mal rato por un hombre.

Además me he distanciado tanto de ellos que he perdido la ceguera que me entraba cuando todavía entraba en esos juegos, ahora les veo tal y como son desde el principio, es difícil que me deje engañar, no tengo ni un minuto libre para dedicar mi atención a un hombre, estoy demasiado ocupada con lo que de verdad me interesa, se acabaron las concesiones, intento estar pendiente de mis hijos porque me sale del corazón y ahí se acaba todo.

Tengo una vida llena, tanto por aprender, tanto por disfrutar, cada segundo de mi vida me ofrece la posibilidad de sentir la plenitud dentro de mi.

He perdido mucho tiempo tratando de ser complaciente con los hombres y creyendo que estaba enamorada cuando la verdad es que simplemente estaba colgada, me creaba yo mis propias adicciones.

He aprendido muy poco con los hombres, me he divertido con ellos, no puedo negarlo, no obstante he perdido un tiempo precioso que podía haberlo dedicado a cuidar de mí misma y a completar mi educación, que quedó truncada en el momento que me enamoré del que más tarde sería mi marido y al que dediqué diez años de mi vida, aunque por lo menos todavía tenía la suficiente claridad como para estudiar la carrera  de Bellas Artes y no perder tanto tiempo como me sucedió en otras etapas de mi vida.

Se acabó, ahora me dedico a agradecer la tranquilidad que tengo en mi vida sin nada ni nadie que interrumpa mi paz interior y poder dedicar todo mi tiempo a lo que de verdad me interesa.

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y NUEVE

 

He visto la mitad de una película que se suponía que trataba de una concertista de piano, francesa y he pensado que me encantaría pero me he equivocado, ya que es una comedia que ha tenido mucho éxito en Francia, cuyo sentido del humor a veces es diferente al mío.

Resumiendo, la chica se queda embarazada sin desearlo y he recordado lo desagradable que me pareció todo lo referente a tener hijos excepto los hijos en sí, ya que la naturaleza puso en mí un amor y una ternura que desconocía, no obstante no solo tuve tres hijos seguidos sino que a los dos primeros incluso les di de mamar, algo que me pareció espantoso y que con el tercero me negué en rotundo, no digamos ya con el cuarto.

Recuerdo aquella época como algo infernal, me habían mentido, me mentían todos incluidas las monjas de la clínica donde di a luz a mis hijos, era la que me había recomendado mi hermana que tenía mucha experiencia y me daba consejos en asuntos que yo desconocía, es decir, los referentes a la maternidad y a todo lo que sucede en ese entorno.

Para mí todo era espantoso, todo menos los niñitos cuando estaban limpios y olían bien.

Ya me había asustado bastante con el embarazo del que no puedo quejarme porque aparte de la gordura no tuve demasiadas molestias, aunque pensándolo bien prefiero no seguir hablando de este tema.

Todo me decepcionó, el matrimonio, la maternidad, ser ama de casa y lo que conlleva.

No voy a seguir hablando de este tema, tengo tantas cosas bonitas que prefiero centrarme en el presente y sacar el néctar a cada segundo de mi vida de la que tengo la capacidad de disfrutar con todo lo que he aprendido a lo largo de mis setenta y cinco años de experiencia. 

Ahora solo debo vivir el presente, llamado así porque es el regalo del creador.

Respecto a lo demás también es importante que esté tranquila porque el lunes tengo una cita con un dentista especialista en un asunto de encías, para que me haba una biopsia y decida si tengo un tumor benigno o maligno.

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y OCHO

 

He pasado un día difícil.

Poco a poco y a pesar de no querer dejarme llevar por la negatividad, me voy dando cuanto de que por un lado el hecho de estar débil me hace pensar que dependo de las personas en alguna medida y al mismo tiempo, no me queda más remedio que soportar a la gente que tiene poco dinero y hablan de ese tema todo el tiempo, me resulta desagradable.

Por fin he conseguido relajarme, he visto una película coreana muy bonita, sensible y realista, en la que trabaja Isabel Huppert que es una de mis actrices favoritas, se llama La cámara de Claire.

También he comprobado una vez más que los seres humanos somos parecidos aunque pertenezcamos a culturas muy diferentes, así como que las mujeres nos sentimos afines entre nosotras, aunque reconozco que hay hombres que tienen una sensibilidad especial y con ellos me siento a gusto, casi tanto como cuando estoy con una mujer.

Lo que realmente me cuesta es estar con hombres machistas y egoístas que ni siquiera piensan en los demás, yo no puedo ir por el mundo dando explicaciones de comportamientos que me disgustan y afectan.

Decía una amiga muy inteligente, Miren Rementería cuando le pregunté algo sobre la última relación que había tenido con un chico, que estaba harta de ir de maestra por el mundo y yo sentí lo mismo.

Es cansino ser mujer y sentir que para que no estalle la guerra es necesario dominarse, callarse y dar el brazo a torcer, en el momento que intentas explicar lo que has sentido en una situación determinada te das cuenta de que ellos gritan más, tienen más poder y ni por un momento van a entender cómo me siento.

No hablo de tener la razón sino de emociones y de sentimientos, de tener que hacer un gran esfuerzo para mantener el espíritu alto y que haya paz, eso sobre todo, La Paz.

Por otro lado ha sido un día fructífero ya que he mandado a la maquetadora el libro que voy a publicar con Triunfa con tu libro, he tenido que hacer un trabajo importante ya que lo he tenido que repasar en Pages para pasarlo a Word y ahora espero que solo tenga que ir dando pasos y me sentiré ayudada y apoyada.

Es muy difícil hacer todo sola, por eso es precioso el trabajo en equipo que es lo que propone Ana Nieto Churruca.

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y SIETE

 

Me encantaría hablar de la antiestética y mal utilizada palabra "espectacular" solo pensar en ella me produce urticaria, al mismo tiempo que siento un infinito agradecimiento al profesor de Escritura que tuve durante muchos años, Íñigo Larroque fue él quien me enseñó la verdad sobre ese vocablo que tanto detesto.

Lo fundamental sobre las palabras es saber su significado para lo cual solo hay que ir al diccionario de la RAE:

espectacular

1. adj. Que tiene caracteres propios de espectáculo público.

2. adj. Aparatoso u ostentoso.

No hay que ser Einstein para llegar a la conclusión de la ignorancia que demuestra el uso de esa palabra ya que en el mejor de los casos la ostentación es inadmisible a no ser que se quiera demostrar algo que no se tiene, lo cual es sinónimo de pretensión, es decir lo peor que existe.

Además de esta voz que tanto me molesta, aprovecho para decir que expresarse a través de emoticones, emojis, gifs  y stickers no solo me disgusta y me parece infantil sino que demuestra vagancia y falta de imaginación, me resulta mucho más agradable ver un término escrito, lo considero un detalle mientras que esas cosas que se repitan hasta el infinito me aburren, ni las miro.

Mentiría si no dijera que al principio me divertían pero ahora que han pasado los años creo que ni los infantes las utilizan, la repetición y la falta de creatividad no me interesan y la vagancia menos todavía.

También me resulta desagradable las personas que añaden una ese a la segunda persona del pretérito indefinido, como por ejemplo "estuvisteS" "fuisteS" etc. 

No solo lo utilizan las personas que se creen cultas sino incluso los periodistas que tiene programas de radio y televisión desde hace muchos años, me pregunto si no les dirá alguien cercano que eso es un error craso.

Hay muchos más errores que me disgustan como confundir el verbo ver con mirar, oír con escuchar, buscar con encontrar, pero no me queda más remedio que tranquilizarme y presagiar que con el tiempo la RAE accederá a admitirlos como palabra correctas como lo ha hecho con tualla, Grabiel, cocreta y muchas más porque según la Rae es la calle la que manda en el idioma.

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y SEIS

 

Ya he tomado la decisión del libro que voy a publicar en Amazon ayudada por Ana Nieto Churruca y su equipo Triunfa con tu libro, he dado tantas vueltas al tema que tengo la cabeza como si me estuviera mareando, creo que como buena bruja, en el momento preciso he visto lo que tenía que hacer.

Empecé a leer mi libro "El esfuerzo precede a la satisfacción" y mantuvo tanto el interés que no lo dejé hasta que se me cerraban los ojos del sueño así que hoy, al despertarme he seguido leyendo y casi lo he terminado, estoy intrigada para ver cómo ser resuelve el final, que suele ser lo más conflictivo.

Lo bueno es que me he dado cuenta de que es un libro con sustancia, que cuenta una historia de no ficción que ayuda a quien lo lea, tanto si tiene problemas de adicción como si quiere saber de qué se trata ese tema que tanto nos perjudica a casi todos hoy en día, tanto a niños como a mayores en muchos y diversos campos.

Reconozco que me ha gustado, me ha interesado y aunque tengo que corregir algunas erratas, la parte más importante está correcta.

Que soy escueta es un hecho, no sé si irremediable o corregible pero me aburro tanto con las descripciones cuando se expanden en los libros que leo, que me mantengo a raya, bastante me explayo cuando hablo, por lo menos cuando escribo me atengo a la frase del escritor y profesor Juan Bas: Escribir es abreviar (sic)

He mejorado mucho en las comas, la verdad es que creo que voy a tener que eliminar o cambiar todas las comas, los signos ortográficos es un tema en el que trabajé bastante en las clases de escritura.

Así que ya solo me falta corregir el libro, no creo que demasiado, pasarlo a Word, encargar maquetación, corrección y todas esas cosillas que me las hacen los de Triunfa con tu libro y adelante, lo importante y definitivo ha sido tomar la decisión y sentirme satisfecha de mi trabajo.

Es un libro fuerte, duro y creo que necesario para las personas que han pasado por esos trances y para las demás también, porque es saludable saber los problemas que atravesamos algunas personas, nos hace más humanos y como decía Publio Terencio Africano: "Nada humano me es ajeno".

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y CINCO

 

Entre brujas anda el juego.

Sabía que no tardaría demasiado tiempo en encontrar el texto sobre las brujas, en efecto, justo ayer me mandó el enlace una amiga, me encantó aunque me resultó un poco escueto, tenía el recuerdo de haber sido más explícita en la descripción de las brujas contemporáneas, aún así, me divierte.

En cambio el dossier que mandé para la selección de artistas me pareció patético, definitivamente la informática no es mi terreno.

Ha sido divertido recordar mi época de pintora y sobre todo me ha servido para confirmar el acierto que ha sido cambiar el pincel por la pluma.

A pesar de que no tengo una carrera de filología hispánica sino de Bellas Artes, me siento más segura escribiendo que pintando.

Además adoro el castellano, me encanta cada palabra que utilizo y aunque mi vocabulario es corto, no encuentro demasiadas dificultades en juntar las palabras para que compongan frases que se hagan entender.

Soy escueta por principio, eso se llama minimalismo pero yo era escueta antes de que esa palabra se pusiera de moda y me sigo considerando escueta.

Me complace sobremanera la idea de hacer algo encantador con lo elemental.

Mi paleta era corta y si en algo me distinguía era en el color, la asignatura Composición y Colorido ha sido mi fuerte.

Me gusta tener poca ropa, justo lo imprescindible para estar mona y no repetirme.

Cuando tenía sobrepeso me vestía siempre de negro porque no soportaba verme gorda y el negro adelgaza y disimula, ahora ya estoy en mi peso gracias a la macrobiótica así que puedo disfrutar un poco más escogiendo la ropa, no obstante me cuesta andar de un sitio para otro con la muleta y el dolor de rodilla.

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y CUATRO

Como buena bruja vasca que soy, no pude dejar de materializar mis conocimientos sobre las sorgiñes, así que aún a riesgo de ser quemada por Torquemada conformé un akelarre metafísico-plástico en plan óleo sobre lienzo para que no llegara la sangre al rio.
En algunos posts menciono la relevancia de los akelarres y cito a los Baroja, que han estudiado el tema a fondo.

Tengo un complejo de idiota que ni aunque Jung saliera de la tumba y me hiciera un tratamiento potente conseguria devolverme la seguridad en mí misma.

Estoy encantada de haber dejado la pintura, es de esas cosas que jamás te arrepientes, como cuando te separas de un marido que te ha hacho la vida imposible.

He disfrutado sacando los cuadros de sus paquetes y viéndolos en el estudio pero cuando le he explicado a Jose Luis Aguirre, director de Flecha, de qué se trataba, me ha dicho que eso no vende y ha sido "como bajar del guindo"*.

No tengo arreglo, de repente me vienen las ideas a la cabeza y casi me obligan a ponerme a trabajar en proyectos complejos con toda clase de riquezas añadidas, textos, manifiestos, videos, performances y todo para nada.

Si por casualidad en alguno de esos proyectos salta la liebre y me quitan los cuadros de las manos como cuando empecé con las Karpas de Ondarreta, entonces me paso, sigo y sigo sin freno y me salen playas hasta por las orejas y me convierto en la pintora de los "toldos" que es como los llama la gente y de repente dejan de interesar y se me ocurre otro proyecto hasta que me rompo la pierna y digo "basta ya" se acabó, ya no pinto y me vuelvo escritora.

Disfruto mucho con la escritura, iba feliz al taller, hasta que me echaron, menos mal que ahora con triunfa con tu libro me aconsejan en la parte comercial y me dejan escribir lo que me da la gana, solo tengo que poner dinero para que ellos se encarguen de transformarlo en un objeto vendible.

Respecto al Akelarre, recuerdo que escribí un texto que me gustó sobre lo que significa ser bruja pero no lo encuentro. entre la pérdida de memoria y las dificultades informáticas, tengo que esperar a que suceda un milagro y aparezca, porque parte de la gracia de Akelarre consiste en las explicaciones que doy para que se entienda.

*expresión que utilizaba mi hermano Javier para decirme que algún día espabilaré.

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y TRES

 

A pesar de que no ne encontraba bien y tampoco estaba animada para exponer cuadros, he decidido presentarme a la selección de Flecha en Artea, aunque llevo muchos años sin exponer en Flecha Madrid, la idea de Artea me apetece, claro, es casi como estar en mi casa.

Además llevaba días pensando en que es una pena tener esos cuadros redondos que representan a brujas y nunca han sido expuestos, los tenía envueltos en el papel de burbujas y hoy por la tarde he hecho casi todo, solo me faltan los papeles que es lo más difícil porque en informática tengo dificultades.

Los cuadros son redondos, retratos de brujas que he conocido incluida mi madre, la mujer de mi hermano Gabriel que es gallega, dos pintoras, Carmen Olábarri y María Seco, una poeta que ya murió, Emilia Palacios, otra bruja gallega que conocí en Las Arenas, Teresa Rodriguez, que también murió, Miren Itziar, la dueña del restaurante que está en Achuri, Pizca Riviére que es catalana.

Actualmente la colección consta de diez piezas, ya que la de Emilia Palacios pertenecía a su propia pinacoteca y no sé lo que hicieron sus herederos con el cuadro, el artista es el último que se entera de la trayectoria de sus cuadros, es una sorpresa llegar de pronto a un lugar y encontrarse con algo tan personal como un cuadro que he pintado yo misma, me suele producir un efecto especial, cierta emoción y también una crítica cariñosa.

Tengo dos amigos artistas a quienes he propuesto enviarles las bases y han accedido, uno es joven, Martín del Busto, creo que todavía no ha terminado la carrera de fotografía, estudia en Londres y hace una piezas preciosas, muy especiales, desde pequeño se veía que era un artista muy dedicado, con gran sensibilidad y talento.

También he mandado las bases a Alejandra Icaza que suele exponer en Arco pero le ha gustado la idea de exponer en Artea.

A los artistas no nos queda más remedio que ser humildes porque podemos pasar del éxito al fracaso en cuestión de segundos.

Yo antes era muy chulita pero la vida me va bajando los humos a través de todos los acontecimientos, no solo los pictóricos. 

"La nada, representada por la forma redonda, tiene un sentido positivo. Generador". 

Tadao Ando