martes, 31 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y DOS

 





Cuando ya creía que Ana Nieto Churruca, la directora de Triunfa con tu libro estaba de vacaciones como todo el mundo en agosto, de repente como si fuera un hada del bosque, me ha sorprendido con un test en el que he confirmado lo que ya pensaba de mí misma, que como escritora, mi estilo es el de narradora.

Soy una contadora de historias, a través de la narración puedo inspirar a los demás, bien porque se sienten identificados o porque se les enciende una lucecita que ya la tenían encendida dentro.

Me encanta darme a conocer, me ha sorprendido que todo haya salido tan de acuerdo con lo que yo pienso de mí, porque las primeras preguntas del Quiz no me han resultado claras, aún así he optado por contestar lo que más se acercaba a mi pensamiento y sin lugar a dudas he acertado.

Estoy contenta, aunque lo relacionado con mi autobiografía va lento, recibir una palmada en la espalda me motiva y me ayuda a seguir adelante aunque mis pasos sean de tortuga.

Lo de escribir un libro en sesenta días se sale de mis premisas, es como esa idea de pintar por encargo, jamás he podido, soy demasiado creativa y todo no se puede tener, me conformo con ser como soy y las contraindicaciones que eso implica.

He sido capaz de pintar cuadros que han tenido éxito pero cuando me han insistido para que pintara por encargo nunca nunca he acertado, es algo que está en contra de mi modo de ser.

Me pasaba desde que era pequeña en el colegio, como tenía fama de dibujar bien, cuando necesitaban algo me lo encargaban y resultaba un desastre del que yo era la primera en darse cuenta y me avergonzaba, a las monjas no les gustaba tenérmelo que decir, era yo la que pedía por favor que lo hiciera otra niña.

Lo mismo me ha pasado con los retratos, he hecho algunos retratos bonitos de mis hijos o de los alumnos cuando era profesora de pintura y dibujo en Las Arenas, a lo mejor le pedía a una alumna bonita que posara y tengo algunos dibujos a lápiz que me gustan, eso es todo, el encargo no funcionaba. 

Creo que la creatividad y la rebeldía van de la mano.






lunes, 30 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y UNO

 





La clase de macrobiótica de hoy ha sido muy interesante, el profesor ha hablado sobre los antioxidantes, al principio era un tema que me daba cierta pereza pero a medida que ha empezado a concretar en qué alimentos se encuentran, he prestado atención y me he dado cuenta de que hoy en dia hago una alimentación correcta aunque podría ser más variada, no entran en mi dieta los alimentos prohibidos, el azúcar, el alcohol y algunos más que no recuerdo.


Pasada la primera impresión he merendado dejándome llevar por la gula más que por el deber y me ha sentado tan mal que he visto una película horrorosa del tema que más detesto, la locura.

No he profundizado en la crítica, solo me he dejado llevar porque está basada en una novela de Amélie Nothomb que me gusta bastante y a pesar de que no me estaba gustando sino más bien perturbando, no he sido capaz de dejarla hasta el desagradable final.

Todo ha sido espantoso, incoherente, sin pies ni cabeza, Cosmética del enemigo, no se la recomiendo a nadie a no ser que desee pasar dos horas incómodas.


Mientras me desahogaba del mar rato escribiendo lo mal que lo he pasado han llamado a la puerta para avisarme de que mi coche tenía alguna luz encendida, cosa rara porque no se cierra si no cierro todo y además soy muy meticulosa con esos asuntos, no obstante me he acordado de que Carlos, que se supone conoce bien mi coche, es la última persona que lo ha utilizado para llevarlo hoy por la mañana a la ITV que no la ha pasado por algo relacionado con gases. 

Volverá mañana, simplemente le diré que tenga más cuidado, nunca me había pasado algo parecido con este coche tan bueno que solo me da alegrías, además Carlos es un experto en coches, me extraña que se haya distraído tanto.

Ahora ya solo me queda olvidarme de esos asuntos desagradables y seguir leyendo Escúchate que eleva mi espíritu.






domingo, 29 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS OCHENTA

 




Hoy no puedo escribir, el libro que leo me tiene cautiva.

Se llama Escúchate y su autor es Prem Rawat.

Todo lo que leo me llega al alma, hasta tal punto que tengo que volver a leerlo porque me olvido, es demasiado profundo, no puedo mantener lo que aprendo, es lo más interesante que he leído en toda mi vida.

Lo había leído cuando salió hace tiempo y me pasó algo parecido la primera vez, lo terminé pero me di cuanta de que no me acordaba de nada, así que volví a leerlo con un rotulador con el que iba marcando todas las frases que me llamaban la atención, eran tantas que solo podía leer una página cada día.

El libro en esa época era una traducción del original, que estaba en inglés pero todavía no se había publicado. 

El propio autor lo presentó en Madrid en un evento no muy grande al que fueros invitadas unos cientos de personas, creo que pocas.

Ahora ha llegado el momento del lanzamiento del libro original en inglés, estoy deseando que llegue, ya lo tengo pedido y también tengo intención de comprar el audio ya que me consta que es Prem Rawat quien ha puesto el sonido con su propia voz.

No puedo contaros mucho más, estoy deseando seguir con el libro, despacio y bien concentrada para ver si me entero de algo porque es denso, no es fácil de asimilar.







sábado, 28 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y NUEVE

 





He visto una película que era exactamente la que necesitaba porque habla de la vejez mal llevada, así que me ha servido para recapacitar sobre la mía.

Trabaja Jeanne Moreau con ochenta y siete años, hace un extraordinario papel como de costumbre y todo sucede en París, la ciudad de mis sueños.

Me ha hecho pensar en que si sigo siendo macrobiótica como lo soy jamás volveré a tomar un cruasán francés, solo los franceses me interesan de verdad, me refiero a los cruasanes, de todas maneras tal y como tengo la rodilla mucho tienen que cambiar las cosas para que yo me atreva a salir de casa porque hoy por la mañana he ido a Bilbao y he vuelto con un gran dolor, de momento no mejoro, tendré que seguir retirada.

Es una película dura, cuenta la verdad sobre lo que significan las personas mayores para los que están cerca, sobre todo si tienen dinero.

Me ha dejado un poco apagada pero contenta de tener una vida ocupada en la que puedo disfrutar de muchas cosas para las que no necesito moverme, lo cual me alegra la vida.

De las personas mayores que he tenido cerca debo reconocer que mi madre, que murió a los noventa y nueve años, estuvo bien hasta que se metió en la cama, pensando que moriría pronto pero le costó, tardo varios meses muy malos, con el médico y algunos familiares rezando para que no muriera, creo que es lo que hacen los católicos, menos mal que ya han regulado la eutanasia.

Yo de momento agradezco la vida, me voy encontrando bastante bien a pesar de las limitaciones, no quiero pensar en un futuro problemático.










viernes, 27 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y OCHO

 





La película "Un amor imposible" no solo me gustó y me entretuvo sino que me obligó a recapacitar sobre mí misma, mi comportamiento respecto a las relaciones amorosas y sobre todo al clasismo que tanto detesto, no obstante lo tengo metido dentro de mi de una manera muy difícil de evitar, es como que sin ni siquiera darme cuenta salta y se hace notar aunque no lo desee.

En la película no se ve muy claro al principio, yo creía que la diferencia estribaba más bien en la preparación intelectual, ya que el chico es muy culto y la chica no tiene una formación de ningún tipo, excepto su belleza y simpatía, además de desear lo que considera mejor para su hija.

También se ve que intenta respetarse a sí misma.

A medida que avanza la historia se empiezan a notar ciertas cosas que conducen a un deterioro de ciertos comportamientos que hacen de una película que empezaba como una comedia menor, una obra feminista  muy interesante.

El nivel cultural de Francia trasluce hasta en los menores detalles, raro es que defraude.

A mí me llevaron interna a Burdeos con diez y seis años y me quedé embrujada por todo lo que vi, sentí, leí y aprendí.

Nunca podré agradecer bastante a mis padres que me mandaran a Francia para acceder a una cultura tan superior a la española, de hecho hoy en día solo con pasar la frontera cambia mi estado de ánimo y me delito con todo lo que veo, cómo cuidan las casas, las tiendas, los jardines, cómo esconden las fábricas feas con verde, todo está limpio y en las colas de los supermercados me hacen sitio para que pase la primera por llevar una muleta, en esos detalles se nota un país adelantado y culto.







jueves, 26 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y SIETE

 





He conocido a muchas personas tercas a lo largo de mi vida pero creo que tanto como yo, ninguna.

Para algunas cosas soy tan pesada que hasta me canso de mí misma, por ejemplo para saber los mega píxeles de las fotos, era algo que parecía imposible que alguien supiera cómo encontrarlos y hoy, simplemente por hacer una llamada casi tímida al soporte técnico de Apple, me he encontrado con un chico latino que lo sabía y me lo ha explicado con toda la tranquilidad del mundo, además me ha relajado porque me ha asegurado que la calidad de mi iPhone 11 Max pro es muy muy buena.

Me sorprende un poco porque cuando tengo que enviar fotos para catálogos o asuntos relacionados con mis cuadros me exigen que saque las fotos con la cámara, lo cual implica poner un trípode y todas esas cosas que complican la vida lo cual es justo lo que intento evitar.

Por otro lado noto que la mayoría de la gente que hace tutoriales da por hecho que el aprendiz sabe mucho más de lo que yo sé y me cuesta seguirles por lo que la mayoría de las veces, cambio o lo dejo para otro día. 

Me gustaría ir a Bilbao para comprar un caldo japonés que solo venden en el sitio del Sushi de Mazarredo, pero no soy capaz, prefiero quedarme en casa escribiendo.

El ordenador es mi vida social, una vida social que no elijo y me encuentro con gente que tiene unos gustos muy diferentes a los míos, no obstante me compensa porque me gustan las personas que se expresan escribiendo, cuando me envían wasaps en audio paso de largo.

Hace poco me hice amiga de un instagrammer que tiene gustos de paisajes parecidos a los míos y a veces he mantenido alguna conversación con él, pero no sé si voy a ser capaz de seguir porque me ha llamado "cielo", me parece demasiado cursi.

Carlos Alber a veces me llamaba "bonita" y empecé a llamarle yo también a él y desde entonces ya no dice bobadas de ese tipo.

Txerra Morquillas me llamaba "señorita" y le dije que no, que no soy una señorita y desde entonces ya no me llama nada, creo que yo ni siquiera me pone comentarios, reconozco que soy insoportable.

La vecina de arriba toca el piano y la única manera de que no me molesta es poner mi propia música, estoy tan poco al día de la música actual que pongo la que me gustaba en los años ochenta, no exijo demasiado sino que me guste conocida, ahora por ejemplo estoy escuchando a Rod Stewart y aunque sé que no es una maravilla, me entretiene, recuerdo que fui a verle en concierto en San Sebastián y me encantó su pelo.

Una vez le vi en París, salía del hotel Place Atheneé con su mujer de entonces, Alana  cuando yo entraba.

En París se ve a mucha gente por la calle, los parisinos salen aunque haga frío.





miércoles, 25 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y SEIS

 





Creo que lo que me resulta más difícil de todo lo que hago es intentar estudiar los tutoriales de Blogger.

Me encantaría ser capaz de manejar Google analytics y saber así las personas que ven mis blogs pero no les entiendo, mi cabeza no funciona a todo gas, antes de la leucemia me arreglaba para esas cositas que en principio no son demasiado difíciles, pero ha llegado un momento en que no consigo ni siquiera entender lo que dicen. 

La mayoría de los tutoriales, por lo menos los que yo encuentro, están hechos por personas jóvenes latinas y me cuesta entenderles, en cambio en el soporte técnico de Apple me suelen atender latinos y no solo les entiendo estupendamente sino que me encanta la paciencia que tienen y lo educados que son.

Creo que yo tengo un problema generacional, a mi nieta que tiene once años no le entiendo absolutamente nada cuando me habla de informática, es como hablar con Nicolas Negroponte, fundador y director de MIT*

Es grande la dificultad de los que no hemos nacido con un ratón en la mano sino con un lápiz, por más que me esfuerzo mis adelantos dejan mucho que desear.

Tengo que conformarme con ir dando pasos pequeños y la mayoría de los días ni siquiera doy un pasito, aunque sigo empeñada en aprender.

He preguntado a varias personas a ver cómo puedo sabe los MP* de una foto y nadie me da razón.

Ahora he llamado al soporte técnico de Apple y estoy esperando a que el agente se informe sobre los píxeles.

Imposible, nadie me ayuda, tendrá que deja de lado la empresa de los megapixeles y dedicarme a otros asuntos que me resultan más convenientes. 


Ayer me llamó mi hermano Javier para invitarme a comer con él y su mujer y mis hijos en el golf y no se confirmó el día ni la hora.

En principio dije que sí pero me quedé incómoda por varias razones, ambas de peso, la primera porque estoy muy metida en la macrobiótica, me sienta muy bien y ya he comprobado que cada vez que me salgo me encuentro peor.

Por otro lado a mí me echaron del golf hace muchos años dos veces, la primera para un año y la segunda para toda la vida.

Algunas veces he ido a comer con mi familia y nadie me ha dicho nada, no creo que alguien me vaya a decir algo sobre todo ahora que mi sobrino Guillermo es el presidente, no me sentiría cómoda, así que hoy cuando me ha llamado Javier le he dicho que no voy a ir debido al régimen macrobiótico que estoy haciendo y que tan bien me sienta.

Me he quedado tranquila, me cuesta decir que no, no obstante cada vez lo hago más a menudo y raras son las ocasiones que tengo para hacerlo, ante la enfermedad la gente suele entenderlo.


*Instituto Tecnológico de Massachusetts

*Megapíxeles





martes, 24 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y CINCO

 




Me comunican que se ha muerto mi prima Mariluz del Arenal Moyua.

Le habían cortado una pierna hace dos años y a pesar de que tenía una enfermedad que los médicos no conseguían diagnosticar y por consecuencia tratar, ella no se quejaba nunca, por lo menos eso es lo que me ha dicho su hermana, mi prima Blanca, todas nos llamamos Blanca en la familia por parte de mi madre en honor de nuestra abuela Blanca Maíz Nordhausen.

Cuando yo vivía en las Arenas, en una casa de cuatro pisos y ocho vecinos, llegamos a vivir seis Blancas lo cual no es habitual, es una especie de coincidencia que supongo tendrá algún significado pero nunca me he preocupado demasiado por los asuntos esotéricos a pesar de que en algunas épocas he hecho terapias y he tratado con astrólogos incluso en India que era donde más sabían, aunque la persona que más me impresionó fue un tibetano que conocí en Katmandú y nada más verme empezó a reírse de alegría por hacer encontrado a una persona que estaba en la última reencarnación.

Yo ya sabía eso porque sentía que no iba a volver a nacer, tengo una vida y luego me uniré con el infinito que es de donde vengo, por eso quiero sacarle todo el jugo a la vida que es única e irrepetible.

También en Katmandu conocí a un indio muy guapo, muy moreno con los dientes blancos y me leyó la mano.

Me quedé petrificada porque sabía más de mí que yo misma.

Respecto a mi profesión de pintora que descubrió leyendo las líneas de mi mano, me dijo que las épocas en las que no he tenido éxito que han sido las más abundantes, no es debido a la calidad de mi obra sino a la posición de los planetas. 

India es un país que parece de otro mundo, saben cosas muy esotéricas que a veces las trasmiten de padres a hijos.

Una vez en Delhi, en el centro, me paró uno que decía ser yogui y me dijo que quería decirme algo importante.

No me apetecía mucho pero se empeñó tanto que me paré.

Sacó una banqueta de la nada para que me pudiera sentar y me dio un papel y un lápiz, me dijo que escribiera el nombre de mi madre, que doblara el papel y se lo entregara.

Lo guardó en su bolsillo, cerró los ojos, sacó un papel limpio de otro bolsillo y escribió: Leonor Moyua, me lo entregó y me quedé transpuesta.

Hay cursillos en donde garantizan que aprenderás a doblar cucharas con la mente en dos horas. 

La verdad es que hay de todo y además se come muy bien, la vida es barata y la gente encantadora, puede resultar paradisíaco, siempre he sido muy feliz en ese país.





lunes, 23 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y CUATRO

 





Estoy encantada con los documentales que veo, todos me aportan información interesante y me recuerdan lo que había experimentado a lo largo de los años.

Ayer vi el primer capítulo de Museos del mundo que trata sobre el Guggenheim.

Recordé la impresión que causó en mi todavía pueblerina educación.

Era la primera vez que salía de Europa y encontrarme de frente con Nueva York fue una experiencia importante.

Sentí que tenía una carga en la espalda de toda la historia de Europa y en América voló, me sentí libre como un pájaro al que abren la puerta de su jaula.

En el Guggenheim había una exposición antológica de Mondrian, no me lo podía creer, había empezado a estudiar Bellas Artes y jamás pensé que pudiera ver su obra de esa manera tan didáctica.

La espiral ascendiente del museo es la manera perfecta para entender la obra de un pintor que esta montada cronológicamente.

Decidí que tenía que volver a Nueva York, vi mucho, no obstante necesitaba ver más, así que cuando mi padre comentó qué viaje nos apetecía hacer ese año, ni corta ni perezosa propuse Nueva York y aunque supongo que la mayoría de la familia ya lo conocían, mi propuesta tuvo éxito, mi padre no desaprovechaba una ocasión para complacerme, así que volví a Nueva York en un plan diferente, pero con mis aspiraciones de ver pintura intactas, a las que el que era mi marido en aquella época añadió las suyas, teatrales y cinéfilas.

Vimos una obra de Fernando Arrabal en off Broadway* que jamás hubiera sido permitida en España, yo estaba fascinada, jamás pensé que algo tan blasfemo pudiera ser representado en un teatro público.

Creo que esa vez vi la antológica de Kandinsky.

Cuando mis compañeros de clase venían a mi casa se quedaban impresionados de ver posters de esos pintores en una casa que en su día, casi recién casada, estaba decorada con moqueta y cortinas de Gastón y Daniela, me avergonzaba de haber tenido un gusto tan convencional.

Vicente Ameztoy me dio una buena idea al decirme que pusiera sábanas blancas sobre los sofás tapizados a juego con las cortinas, me quité un peso de encima, así empecé a eliminar adornos innecesarios y realicé que la base de mi esencia es el minimalismo aunque todavía me seguían interesando los cuadros.

Hoy en día no me gusta tener cosas, solo lo imprescindible.



*El teatro off-Broadway es un término utilizado para denominar las obras, musicales o revistas representadas en la ciudad de Nueva York pero fuera del circuito de Broadway, que es el de máximo prestigio y que está dominado por teatros con grandes presupuestos.




domingo, 22 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y TRES

 





Más que interesante el documental sobre Peggy Guggenheim, es una manera maravillosa de acceder al arte del siglo veinte.

He tenido que verlo en dos veces e intentaré volver a verlo más adelante porque tiene mucha información sobre el arte del siglo veinte, que es el que más he estudiado y al que pertenezco.

Hoy en día todo va muy deprisa, no permite reposar las ideas ni examinarlas desde varios puntos de vista, casi pretenden darte la opinión que todavía no has formado.

Me siento identificada con Peggy Guggenheim en el sentido de guiarme por la intuición, aunque creo que ella la tenía todavía más desarrollada que yo que es mucho decir, porque la mía ha sido casi clarividente, tal vez hoy en día haya perdido esa conexión directa de la que tanto me he beneficiado hasta el punto de que también a veces me ha perjudicado por confiar demasiado en ella.

Peggy Guggenheim me ha encantado, es una persona auténtica que supo pasar por la vida haciendo exactamente lo que le apetecía y en eso coincidía con los artistas.

Me he sentido fascinada por la confianza en sí misma y su alegría de vivir y divertirse y sobre todo, por su ojo para encontrarse con los mejores artistas de su época y ayudarles para que puedan llevar a cabo su trabajo.

Era una persona que dedicaba su vida a la pintura que hacían los artistas y de paso se relacionaba con ellos  con los cuales se divertía más que con personas de otras profesiones.

Si algún día se me curara mi rodilla me encantaría ir a Venecia para visitar su maravilloso museo, creo que me va a gustar más que el de su tío Salomón de Nueva York, que he visitado todas las veces que he estado en esa ciudad.

No obstante nunca he tenido la oportunidad de ir a Venecia, solo he sentido fuerza para ir a los lugares donde Prem Rawat daba conferencias y mi capacidad para viajar, algo que me resulta tan cansado, la he reservado para verle, no obstante creo que el museo de Peggy merece mi esfuerzo.

No podría decir que me guste viajar, me resulta muy cansino.

En un viaje a California antes de conocer a Prem Rawat, en aquella época viajaba bastante,  en Los Ángeles, en pleno Disneylandia, esperando en una cola a pleno sol, me di cuenta de que a mi me gusta echar la siesta después de comer y eso es más importante que hacer turismo.


sábado, 21 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y DOS

 





Entre ayer y hoy he visto los tres capítulos de una serie australiana fascinante que desde hace tiempo la venía anunciando Nicole Kidman en Instagram.

Me ha impresionado bastante porque me recordaba a la terapia que hice yo para dejar la heroína, me refiero al fondo de la transformación, no al lujo del entorno.

Se trataba de enderezar el árbol caído para lo cual se intentaba llevar al individuo al lado opuesto para que al terminar estuviera enderezado y firme, dispuesto a emprender una nueva vida.

Me ha afectado tanto que hasta he tenido experiencias físicas de tipo térmico en mi cuerpo, a veces hasta creo que me ha dolido la cabeza, la serie se llama "Nueve perfectos desconocidos" y de momento se puede ver en Prime Amazon.

Es fuerte, no sé si en todas las personas que la vean causará el mismo efecto.

Cuando yo hice Proyecto Hombre recuerdo que pensaba que jamás había imaginado una terapia similar ni la había visto en el cine, todo me sorprendió y me parecía extraño, no obstante reconozco que funcionaba, de hecho muchos de los que hemos salido hemos recuperado nuestras vidas aunque algunos han recaído y otros han muerto, ese es el destino de los toxicómanos, ya lo sabían los que habían vivido en Amsterdam y nos lo advertían.

El resultado del proceso de mi toxicomanía lo considero infernal. 

Solo recordarlo me produce angustia y un gran agradecimiento a todos los que me ayudaron a salir del averno, sobre todo a Prem Rawat que me enseñó a experimentar la belleza de la vida y el regalo que supone cada respiración.







viernes, 20 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y UNO

 





Impresionada por la muerte de Tomo Ellacuría, por la enfermedad de Michael Wood y por las noticias sobre Afganistán, pido por todos los que sufren e intento ayudar en mi medida, somos parte de un todo, como dijo Terencio*:

"Nada humano me es ajeno"

No obstante en mi individualidad consciente agradezco mi circunstancia, me encuentro bien y los míos también.

Prem Rawat dice:

"El tren que no puedes perderte es la vida"

Me obliga a recapacitar, a utilizar la máxima claridad para discernir el significado de esa frase y me obliga a ponerme en el sitio correcto, a centrarme y decir una vez más:

Gracias, gracias, gracias.

No tengo un solo motivo de queja, en este momento siento que todo está en su sitio, incluida yo misma que puede ser lo más difícil.

En el libro  escrito por Prem Rawat, Escúchate, cuyo lanzamiento en inglés está al caer, algunas de las cosas que se dicen, son tan profundas que sobrepasan mi entendimiento, no me queda más remedio que volver y volver y seguir dando vueltas a algo que me consta que tiene tanto sentido que negarlo sería mentirme a mí misma, algo que detesto, lo veo a veces en los demás y me miro y veo que yo también lo hago y me alivia darme cuenta de que durante años he asumido algo que no era verdad, respecto a los demás, no es asunto mío, simplemente han sido un espejo en el que me reflejo y me ayuda a verme mejor.

Se trata de conocerme, ese es mi propósito, es a lo que dedico mi existencia y cada día voy dando pequeños pasos.

A veces, de repente, cuando creo que he adelantado un poco, me veo perdiendo el dominio y no me queda otro remedio que agachar la cabeza, perdonarme y humildemente seguir andando el camino.



*Homo sum, humani nihil a me alienum puto es un proverbio latino que significa "Soy un hombre, nada humano me es ajeno".

Esta frase fue escrita por Publio Terencio Africano en su comedia Heautontimorumenos (El enemigo de sí mismo), del año 165 a.C., donde es pronunciada por el personaje Cremes para justificar su intromisión.






jueves, 19 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA

 





Desde que Pizca está en Bilbao me siento un poco disipada, bien porque salgo con ella o porque hablamos por teléfono largo y tendido.

Tener una buena amiga que puede dedicarme su tiempo y con quién me entiendo, es algo especial y reconozco que no pierdo la oportunidad, a pesar de que algunos días deje de escribir, me compensa. 

Ayer salí por primera vez desde hace mucho tiempo.

Había quedado con mi sobrina Inés en el bar de Zampa, el nuevo que está en Las Arenas y a los que me llamaban por teléfono les conté el plan que tenía, así que poco a poco fueron apareciendo y pasé un rato encantador, llegué a casa a las nueve y cuarto que para mi es algo extraordinario, muy contenta y pensando que el pensamiento que tenía de que sin beber me aburriría en los bares es algo que depende, ya que lo pasé muy bien, por lo menos he perdido el miedo.

Creo que se puede hacer de todo en la vida, cada cosa en su momento y aunque los días se pueden hacer cortos, no se trata de pedir peras al olmo, sino de cultivar la paciencia.

A veces pierdo el tiempo viendo la televisión, no obstante me entretiene mientras como, no me gusta estar en la cocina, prefiero el salón.

He visto El Cover, me ha cansado pero quería ver todas las escenas en las que sale Jorge Calvo y ha valido la pena, es una actor que llena la pantalla aunque su presencia sea breve.

Ahora estoy cansada, deseando irme a la cama, mañana será otro día.






martes, 17 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y NUEVE

 





Desde que me he metido de lleno en todo lo relativo a mi libro encuentro mucha ayuda, tanto gratuita como pagando, todo es bueno, lo importante es seguir en el empeño, no desesperar, lo cual no es fácil porque lo que estoy haciendo, dos cosas similares al mismo tiempo, no es aconsejable pero estoy empeñada.

Publicar un diario accesible a cualquiera parece un contrasentido porque al mismo tiempo estoy escribiendo una autobiografía y además, la idea primigenia era publicar el primer tomo del diario, el cual está casi preparado para mandarlo a Amazon, por eso me permito que pase el tiempo para aprender más y más y que todo vaya encontrando la manera para no meter la pata como lo hice la primera vez cuando publiqué los libros.

Aparentemente lo que pido es un oximoron pero todo depende de la interpretación, tengo la esperanza de que cuando publique en Amazon, la cantidad de lectores sea grande y no impida leerme a los que ahora me siguen que no son muchos pero fieles y constantes y aprecian lo que escribo, hacen que me sienta querida, comprendida y acompañada.

No estoy dispuesta a renegar de la publicación de mi diario, ya lo probé e hizo que lo echara en falta de tal manera que volví a pesar de las consecuencias.

Cada día me llegan descubrimientos que despiertan mi mente y me hacen ver que todo se puede hacer bien siempre que no me precipite y que encuentre la manera de no ser terca y poder hacer lo que deseo sin perjudicar el propósito que es ser feliz.

De momento la única decisión que he tomado es seguir publicando el diario en solomistextos.blogspot.com y escribir mi autobiografía como algo paralelo y sin embargo diferente, considero que son dos maneras de relatar que solo tienen en común al protagonista, los estilos son diferentes.

No se lo he contado a Ana y de momento no tengo intención de hacerlo, ya veré lo que se me va ocurriendo, tengo mucha confianza en mis propias ideas, rara vez me han fallado siempre que tenga paciencia y no las fuerce, ellas se presentan cuando quieren y suelen acertar.






domingo, 15 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y OCHO

 




Estoy en un estado del que no sé si prefiero salir o quedarme, ha sido fascinante ver Bansky, no sé si documental o película, he perdido la capacidad para distinguirlos.

Durante ochenta minutos he estado enajenada, ahora quiero volver a mi realidad y a mi ritmo y si fuera posible hacerlo mucho más lento, mejor.

He recordado la época en que me dediqué al proyecto "Esto es historia" sacaba fotos de las pintadas que había en las paradas de las estaciones del metro basadas en ETA, luego hacía fotocopias, las trabajaba un poco con cera y laca de pelo, las enmarcaba y las exponía si me dejaban y en seguida me censuraban, cerraban la exposición y a otra cosa mariposa, creo que solo vendí una, todavía andan por aquí, Germán, de Subastas Bilbao me dijo que le gustaría subastar alguna, le dije que era demasiado subversivo para su negocio y no insistió.

A pesar de que han pasado muchos años, lo recuerdo como una época muy divertida, me hacían entrevistas en algunas radios y les asombraba que fuera en tren y me bajara en las estaciones para hacer las fotos, no necesitaba gran cosa, no tenía coche pero estaba sana y muy inspirada

Me gustaba tanto la idea de pintar con spray en las paredes que un día hice una pintada yo misma de algo que estaba entonces en todas partes partes:

GORA EUSKADI ASKATUTA*

No contenta con marcharme sin más, no fui capaz de irme sin firmar mi obra, así que debajo puse mi nombre y apellidos como en todo lo que produzco, sabiendo que me estaba jugando el pellejo, yo que no soy separatista ni nacionalista ni estoy en contra de serlo, eso sucedió en plena época de bombas, en la calle Urquijo de Las Arenas que es donde me pasaba la vida.

¡Qué disparate! Ahora lo pienso y reconozco que he cometido más errores de los que recuerdo, menos mal que he dado la vuelta al calcetín y ahora me quedo tranquila en casa y solo pretendo disfrutar de lo que me quede de vida.

Pienso que todo el mundo debería ver Exit Through the Gift Shop, es realmente extraordinaria.

En la búsqueda exhaustiva mañanera para encontrar una buena película no siempre acierto pero hoy he dado en el clavo de una manera certera.



*VIVA EUSKADI LIBRE" (castellano)





op

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y SIETE

 





He hecho algunos cambios significativos en mi blog solomistextos.blogspot.com debido a que he conocido a un experto en blogs que me va a enseñar a posicionarme donde me corresponde.

Tengo ilusión porque debido a mi dificultad para la informática, no me sentía capaz de meterme en algo que con alguien que me dirija puede resultar mucho mas fácil y divertido, eso es lo más importante,  el hecho de estar en contacto con mis seguidores es lo fundamental, es donde está la gracia del blog sobre todo cuando es algo tan personalizado como lo que yo escribo.

Hasta ahora no me había preocupado de los comentarios, solo algunas personas de manera personal y a través de mail o Facebook me decían lo que pensaban pero ahora ya es otra cosa porque he empezado a interesarme por el SEO* cuyo significado desconocía, no obstante ahora, siguiendo a Rubén Alonso y sus enseñanzas misposicionamientoenlaweb.com tengo la esperanza de que ni blog cobre vida y disfrutar así de lo lindo, estoy entusiasmada.

Tengo muchos blogs y todos me interesan, no obstante la niña de mis ojos es solomistextos.blogspot.com.

Dado que Worpress es mucho mejor intenté meterme pero me resultó complicado así que decidí seguir con Blogger que es sencillo y no me vuelvo loca, ya de por sí la informática no me resulta fácil.

He pasado del pincel a la pluma y de la pluma a la tecla, menos mal que a mi edad, setenta y cinco años tengo la posibilidad de trabajar con los dos hemisferios del cerebro lo cual me tranquiliza y anima a meterme de lleno en el proyecto.

Respecto a mi autobiografía reconozco que no me atrae tanto como el diario, la idea de expresarme a diario y estar en comunicación con mis lectores me encanta y me da fuerza para, además de expresarme,  poner en el diario todo lo que me resulta interesante y compartirlo, necesito contar mis descubrimientos, me gusta que los demás lo hagan conmigo, detesto el secretismo.

Mi última novedad es haber conocido a Rubén Alonso y su blog miposicionamientonelaweb creo que puedo entender lo que hasta ahora me parecía chino con los tutoriales que encontraba en Youtube.




*SEO, acrónimo de Search Engine Optimization -en castellano optimización de motores de búsqueda




sábado, 14 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y SEIS

 





Siempre me he sentido atraída por Egipto y su cultura, no obstante solo se me presentó una ocasión para visitarlo y no la aproveché, me asusté pensando en el calor y el polvo, mi amiga Babet Morlay iba a ser la guía de la expedición, al pasar por Bilbao con sus grupo de viajeros me invitó a comer en el Iruña con ellos y me sugirió que me sumara al viaje, ni siquiera lo pensé, me negué en rotundo, rechacé la invitación.

Mi hermana había estado con su marido para festejar algún aniversario y aunque vino encantada contando maravillas, me aterró la posibilidad del malestar físico.

Viendo la película Luxor he disfrutado, creo que prefiero ver el arte y las tumbas egipcios desde el sofá de mi casa, cómoda y tranquila. 

Me encanta todo lo que voy sabiendo sobre Egipto aunque si supiera más disfrutaría el doble, porque en el museo egipcio de Turín, que es el más antiguo del mundo después de el de Cairo, sentí no estar más preparada, todo era impresionante incluida la instalación, sin embargo con las cuatro nociones que yo tenía sobre la egiptología no le saqué provecho.

Lo mismo me pasó en la exposición de Egipto que vi en el museo nacional de Delhi, muchas momias por dentro y yo sin saber la historia de nadie excepto de Amenófis IV que me le cuanta a conciencia Manuel Vicente Martínez Barrios cada vez que le hago alguna pregunta sobre ese tema que tanto me fascina.

Me daría vergüenza considerarme egiptóloga, ni lo soy ni lo seré nunca, solo puedo asegurar que me atrae todo lo relacionado con ese país aunque nunca haya estado allí ni tengo intención de ir.

No me atraen las antigüedades, ni siquiera las que publica Jorge Portuondo en Instagram a pesar de que reconozco que están muy escogidos y sabe lo que hace.

Una vez estuve en una casa de Las Arenas de la que me llamaron la atención los muebles antiguos que tenía, lo cuidados que estaban y el buen gusto del conjunto pero no es lo que deseo para mi casa, insisto en que lo mío si es que dedicara más tiempo a mi casa, sería Ikea.







viernes, 13 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO

 




Me hablan de personas cercanas que lo están pasando mal, de enfermedades graves y de muerte.

Estoy en contra de las quejas, no soporto a las plañideras que se ahogan en un dedal y las que más me duelen son mis propias quejas que insisten en llamar mi atención en cuanto me descuido, no quiero ser pesada, cambio de tema. 

He pasado varios días sin salir de casa, practicando la macrobiótica y ocupándome de los asuntos que me interesan, estoy viviendo una etapa de mi vida muy enriquecedora, no hacer vida social excepto la que me permiten las redes me satisface enormemente, voy sacando la creatividad, la inspiración ya no se esconde, es casi como si estuviera conmigo esperando a manifestarse, es encantador.

Mentiría si dijera que hago una macrobiótica radical y perfecta, no es así, pero sí es verdad que desde el domingo que estuve en la fiesta de Rosalía no he comido nada que no sea macrobiótico y mi cuerpo lo agradece, el azúcar de la capuchina que tomé me sentó muy mal, el azúcar tiene una composición química muy parecida a la de la heroína, me lo dijeron en Saint Gaudens y lo he mirado en internet y casi me he asustado.

He conocido personas que han tenido que ser ingresadas en un psiquiátrico por su adicción al azúcar, perjudica al cerebro entre otras cosas, es puro veneno. 

En Miami conocí a una chica que llevaba pedazos de tarta en el bolso y de vez en cuando se arrepentía y los tiraba en una papelera, es una adicción peligrosa y afecta al carácter, en los niños se nota muchísimo.

Cada día me encuentro mejor y más estimulada para seguir con la macrobiótica, es mucha la diferencia, me compensa aunque a veces me cuesta, necesito practicar la fuerza de voluntad, casi no tengo nadie con quien hablar de este tema tan importante, la mayoría de las personas con las que me relaciono comen lo que les apetece por lo que me siento sola en este campo, no obstante me compensa el esfuerzo, es tanta la diferencia que no tiene parangón.





jueves, 12 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y CUATRO

 





No sé si el documental que he visto es verdad o mentira ni me importa, solo sé que me lo he pasado bomba y que firmaría por ver algo similar todos los días de mi vida, ha sido tan fascinante que no sé por donde empezar.

Es muy esotérico, está relacionado con el mundo del arte y de la vibración que se siente ante ciertos cuadros, algo especial que he experimentado en algunas ocasiones que está cerrado en mi cerebro con candado como algo muy íntimo y personal que jamás podré explicar, no obstante sé que existe.

La primera vez que sentí esa emoción fue cuando vi un cuadro de Velázquez en el museo del Prado, tenía trece años y me llevaban interna a Santa Isabel, ya sabía que quería ser pintora.

Viví unos cuantos años pensando que Velázquez era el mejor pintor del mundo, no obstante mucho más tarde fui a Milán y lo primero que hice fue acudir al convento dominico de Santa María delle Grazie donde sola, en el refectorio de pie ante La última cena de Leonardo que estaba un poco difícil de apreciar debido a los andamios de los que llevaban tiempo restaurándola, tuve una especie de síndrome de Stendhal y comprendí que era la mejor obra pictórica que había visto en toda mi vida. 

Más tarde, mucho más tarde cuando iba a la Pepperdine University en Malibu, California, me pusiera a Leonardo en el examen de historia del arte y a pesar de mi más que imperfecto inglés, no les quedó más remedio que ponerme un A que era la mejor nota.

Había pasado tiempo en la biblioteca estudiando La última cena y me había sentido fascinada por todo, incluidos los conceptos esotéricos de los que ya tenía referencias.

Ante un cuadro auténtico se siente algo especial que no está en las reproducciones. 

Al ver "El Salvador del mundo" me he preguntado por qué no acceden a los registros akáshicos cuando tienen dudas sobre la autenticidad de una pintura.

Solo puedo decir que he disfrutado muchísimo viendo "The last Leonardo" en Filmin, dirigido por Andreas Koefoed.






CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y TRES












Tengo que ser más consciente. 

He publicado en Facebook un post sobre una mujer que tiene una pierna que pesa ciento cincuenta libras que es el equivalente a sesenta y ocho kilos y me quejo por tener una inflamación en las encías que me molesta cuando me paso la lengua, he tenido que estar diez días tomando antibióticos que me han dejado extenuada, me cuesta perdonarme.

En realidad no tengo motivos para quejarme, estoy a gusto, ya no tengo la infección y nada me obliga a salir, puedo quedarme en casa tranquilamente, donde yo vivo, en el norte, no hace el calor del que se quejan en el resto de España, no obstante tengo una especie de tendencia a querer algo más y mejor, encontrarme en plena forma en vez de agradecer que estoy viva, que puedo cuidarme, que no estoy sola y que además, por si fuera poco, tengo millones de documentales interesantes que no he visto, por lo que puedo sentarme cómodamente y entretenerme sin hacer esfuerzo.

Me siento muy ignorante, me avergüenzo de mi carácter impulsivo y de no soportar la mínima contrariedad, sabiendo por experiencia propia y ajena que es necesario aceptar, que el hecho de respirar es más que suficiente para sentir gratitud.

Una vez que fui consciente de lo que supone estar viva, experimenté algo que quise convertir en lema:


Mi vida es una línea recta escrita con la palabra gracias.


Me encantó y me quedé satisfecha, sin embargo lo olvido con frecuencia.

He sido muy sociable y he salido muchísimo, no solo he cambiado por la pandemia, sino que también he comprobado que dedicarme a lo que hago en casa me complace más que estar con gente, lo cual me entretiene, no puedo negarlo, pero no me da la satisfacción que me produce escribir y publicar mi diario o lo que suponía volver a casa con una acuarela pintada del natural.


Ayer estuve pensando por qué me cuesta tanto aceptar lo que me toca vivir ahora, la enfermedad y la vejez y 

comprendí que aunque a veces pensaba en que me haría mayor, nunca lo relacioné con la enfermedad, a pesar de que mi madre tuvo sus problemas y mi padre estuvo enfermo antes de morir, podía haber pensado en que yo no sería diferente, supongo que mi orgullo no me lo permitía, he sido arrogante sin intención de cambiar, he necesitado atravesar un pequeño calvario para darme cuenta de la importancia de ejercitar la humildad.

En esas ando, a ver si poco a poco soy capaz de doblegar mi ego, me está costando pero no desespero.















martes, 10 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y DOS

 





Estoy emocionada, acabo de ver una película que atañe directamente a mi vida: Fantastic fungi, está en Netflix.

He recordado la parte buena de la época en la que tomé drogas, sobre todo las alucinógenas.

No podría decir que sea algo bueno en su totalidad, porque el ácido lisérgico es demasiado químico y hace daño al cuerpo e incluso al cerebro, no obstante es una experiencia muy interesante desde el punto de vista místico y espiritual.

En el documental no habla de ácido lisérgico sino de las setas y los hongos.

Yo tomé psilocibina y me gustó, aunque me resultó demasiado suave al estar acostumbrada al LSD.

No me apetece hablar de aquella época, he aprendido mucho desde entonces, sobre todo a conectar con la vida directamente, sin intermediarios, Prem Rawat es quien me enseña a hacerlo.

Solo quiero decir que Fanatic fungi es de visión obligada para todas las personas que deseen estar informadas de cómo funcionan la tierra y sus elementos.

Estoy muy agradecida a las personas que la han producido, es un auténtico regalo para la humanidad.

Es inefable.









lunes, 9 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y UNO

 





Reviso las películas que se ofrecen y al leer las críticas reconozco una vez más desde hace cierto tiempo que solo me apetece ver comedias, lo tengo claro.

Me ha dado tantos golpes la vida por todas las esquinas, incluida la física que no quiero dramas de ningún tipo, hasta una pequeña desavenencia con alguna persona próxima me lastima.

Tampoco soporto ver pistolas.

Manuel Vicente, mi amigo del alma venezolano de quien me fío bastante me recomendó una película y una serie, así que con mis expectativas bien altas me dispuse a disfrutar de ambas, empezando por la película "Vestida para matar" en la que trabaja Michael Caine que me encanta y que según mi amigo está relacionada con lo que sucede actualmente, es decir, el coronavirus. 

Ni siquiera la empecé, solo en el trailer vi pistolas y pasé a la serie "Sensa8" dirigida por los hermanos Wachowski, los que dirigieron Matrix y ahora son mujeres, la vi un rato y me estaba encantando porque es muy estética y moderna, la foto y las locaciones son maravillosas pero en cuanto vi pistolas la quité y le expliqué a Manolo algo que él desconocía de mi vida y es importante saberlo para comprender mejor mis rechazos a ciertos asuntos relacionados con la violencia y las armas.


Transcribo lo que le conté: 

[18:54, 7/8/2021] Blanca Oraa Moyua: Estaba muy contenta pensando en que con tus recomendaciones cinéfilas ya tenía plan para mis tranquilos días en la casa y cual ha sido mi sorpresa cuando he comprendido que hay algo importante que desconoces de mi vida:

No puedo soportar las armas. Dos hermanos muertos a tiros. El primero, Carlos con diez y seis años, cuando yo tenía once. Le mató mi primo cuando jugaban con una pistola que se suponía descargada.

Esa fue la primera tragedia que cambió mi vida y la de mi familia.

Lo del otro hermano fue hace poco, cuando yo vivía en Malibu.

Me llamó mi hija Beatriz para decirme que mi hermano el pequeño, mi amigo del alma, había aparecido muerto en su coche de un tiro en la espalda. Algo relacionado con negocios, nunca lo he sabido excepto que el que le mató era un sicario, me quedé destrozada.

Ha habido bastantes más tragedias en mi vida pero de momento considero imprescindible que sepas las que se relacionan con armas.


Al releer el texto he sentido algo que siempre que lo recuerdo me hace pensar en mi madre y en el derecho que tenía a ser tan dura porque perder un hijo es algo que cambia la vida de una madre y jamás volverá a ser la misma, lo se por experiencia propia y mi madre perdió tres.

Cuando en la navidad pasada se suicidó mi sobrino nieto, me alegré de que mi madre no estuviera en este mundo porque habría resultado excesivo para ella.









domingo, 8 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SESENTA

 





Vivir con una piedra en el zapato es ser idiota.

A veces pienso que mi rodilla es como la piedra del zapato de la que no consigo deshacerme, no obstante si no ando, si salgo de casa lo menos posible, si como lo que debo y duermo bien, al levantarme no me duele, por lo que me pregunto si tendré que limitar mis acciones a lo que me sienta bien, porque el dolor de rodilla es insoportable y cuando me duelen las dos veo las estrellas, eso sucede cuando de verdad me excedo.

Al darme cuenta de lo que llamo excesos me entra la risa, vivo casi como un bebé, me cuido como si fuera mi propia madre.

Aprecio mi vida y estoy casi segura que moviéndome menos no voy a dejar de apreciarla, no es la amplitud lo que cuenta sino la calidad.

Siento hablar de dolores, no obstante necesito desahogarme y nada mejor que mi querido diario que es mi amigo del alma con quien intento ser sincera.

Cuando estaba en el hospital con leucemia me llamó por teléfono Charanand, un indio al que conozco hace tiempo y me dijo que él había estado ingresado en Miami, que es donde habita, a causa de una neumonía, él estaba muy bien, era su cuerpo el que tenía la neumonía.

Me hizo y me hace pensar, en realidad mi yo real puede estar siempre bien, el asunto de los dolores y las enfermedades es pasajero y además se puede paliar con medicamentos. 

Solamente me falta comentar que estoy tomando unos antibióticos muy fuertes para una infección que tengo en la boca y aunque me sirven para eliminar el dolor, me crean una sequedad que me incomoda y ya por hoy no hablo más de enfermedades, me parece horroroso recrearme en esos asuntos a los que aquel médico eminente que me trató en Madrid, Melchor Álvarez de Mon llamaba insultos.





sábado, 7 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE

 





Todos los años llega el mes de agosto y me pregunto por qué me produce tanta desazón.

Se van de vacaciones a lugares llenos de gente, cierran los comercios y los dentistas y yo me quedo mirando al infinito con cara de idiota, siento lo mismo que cuando me toman el pelo y no sé qué hacer.

Entre agosto y navidad ¿con cual me quedaría? ambos me desequilibran.

Respecto al agosto de este año, ahora sonrío, me encanta que llueva, soy como los que tienen huerta y añoran el agua.

En mi caso los motivos de mi alegría son diferentes. 

Ya conté aquí que tuvimos que cerrar ventanas y persianas porque las avispas asiáticas habían hecho un nido en el bosque frente a mi casa y merodeaban tratando de entrar.

Me afectó muchísimo, me gusta tener la casa bien ventilada y esos insectos gigantes y asesinos me producen terror, no obstante cuando llueve desaparecen y eso me complace aunque nunca las tengo todas conmigo, no se sabe cuando pueden volver.


He visto lo que me faltaba de la película "La número uno" empecé hace un par de días y no me había llegado el momento de seguir, es una buena película feminista y francesa que pone a la luz las miserias del poder, la política y esos asuntos que hacen que se mueva el mundo.

Hasta ahora no podía soportar a la protagonista, Emmanuelle Devos, sentía una especie de repulsión casi física ante ella desde que la vi en el papel de amante de Simone de Beauvoir y a pesar de que me interesaba, no fui capaz de terminarla, no obstante en la película que he visto hoy, he valorado su magnífico trabajo interpretativo y he sido capaz de sobrellevar su físico al que me cuesta acostumbrarme.

"La numero uno" es una buena película y aunque no es alegre, dibuja cierta esperanza para el mundo de las mujeres.

Cuando la protagonista habla de su madre he pensado en la mía, en el potencial que tenía, podía haber sido lo que habría querido si no hubiera vivido en momentos tan difíciles de guerra y posguerra y casada con un hombre, mi padre, encantador como padre pero demasiado conservador como marido.

Mi madre, Leonor Moyua Maíz hizo todo lo que pudo, condicionada a sus circunstancias personales, familiares y católicas sobre todo, a pesar de lo cual consiguió la medalla de oro de Isabel la católica por su excelente trabajo como presidenta del cáncer.






viernes, 6 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y OCHO

 





Ya pasó mi santo, la virgen Blanca, ya lo celebré, me felicitaron todos los de mi familia y algunos que no lo son, me cansé tanto que tuve que meterme en la cama tempranito, me dolían las dos rodillas, no sabía qué hacer, por fin se me pasó el dolor y descansé, solo puedo celebrar la vida en soledad, todo lo demás ya no es para mí.

Sé perfectamente que no puedo hacer excesos porque los pago caros, los excesos son cosas que no lo parecen, comer fuera de casa, andar mucho, subir escaleras, estar tiempo sentada en algún sitio, he cambiado tanto que ni yo me reconozco.

He sido una bruta toda mi vida, me he excedido tanto que ahora es lo contrario, todo me hace daño y lo único que me sienta bien es estar en casa, salir un rato para lo imprescindible, tomar un poco el sol y aumentar así la vitamina D, poco más.

Gracias a Dios ya no tengo nada que hacer hasta el domingo, ni siquiera devuelvo las llamadas de teléfono, todo me cansa, decía Ohsawa que la salud es no estar nunca cansado y tener buena memoria, pido a Dios que me ayude porque creo que mi estado actual no corresponde a lo que decía Ohsawa, para conseguirlo tengo que practicar la macrobiótica más a fondo, es algo que lo he experimentado tantas veces que no puedo negarlo.

Pizca me recuerda a Iván Turguéniev, ella no lee lo que escribo pero me escucha con gusto cuando le leo mis textos y me anima, dice que escribo bien, que parezco un manantial, la verdad es que yo no estoy segura de escribir bien, tampoco sé en qué consiste, si me comparo con Borges me considero una rata, no obstante si me lo dicen tanto por algo será, lo que sí reconozco es que no me cuesta nada, me sale con facilidad.

Se ha puesto de moda no preguntar qué tal estás cuando te encuentras con alguien, ya me han dicho en varias ocasiones que no debe hacerse porque si te contestan la verdad te pueden tener una hora contando toda clase de enfermedades y tragedias, entonces yo me pregunto a ver si ya todo lo externo se va a convertir en el gran teatro del mundo del que hablaba Calderón.

Las mentiras me aburren a morir, casi prefiero mirar al horizonte que estar con mentirosos y con hipócritas.







miércoles, 4 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y SIETE

 





He hablado con Pizca, estaba triste, le he leído lo que escribí ayer y parece que lo ha entendido, a pesar de que ella no había leído "El esfuerzo precede a la satisfacción" porque a pesar de haber sido una gran lectora, no tiene bien la vista.

Mañana es mi santo, la virgen Blanca, me pusieron ese nombre en honor a mi abuela Blanca Maiz Nordhausen, así que la he invitado a comer en el Itxas Bide que es un sitio encantador, está en el puerto viejo de Algorta y ella lo conoce, ya que lo montaron los porteros de la casa en la que vivía cuando estaba casada con Moncho.

Es un lugar donde se puede comer el pescado fresco, a menudo llevado por los propios pescadores del puerto viejo que salen a pescar por la mañana temprano.

Por otro lado me ha llamado Rosalía para invitarme a su fiesta de cumpleaños el domingo, a la que asistiré encantada porque mi problema no es ella, sino estar sola con la madre y la hija o que la madre me hable de la hija, además estaré encantada de estar con más gente y participar en conversaciones simpáticas en las que nadie discute ni habla de cosas desagradables.

Creo que no hay que guardar los rencores, es mejor hablar y dar o pedir explicaciones si se desea mantener una buena amistad.

Tengo en gran estima a mis amigos que son pocos pero duraderos y casi siempre he conseguido que se arreglen los malos entendidos cuando los ha habido y si las cosas se ponen imposibles, prefiero cortar por lo sano porque si no me fío de alguien, considero que no vale la pena alimentar la relación.

Con la familia es diferente, la considero sagrada y aguanto lo que sea necesario, de la misma manera que ellos lo hacen conmigo, les he dado motivos más que suficientes para enfadarse a lo largo de la vida, y excepto Fernando que parece que no quiere hablarme, me llevo estupendamente con todos a pesar de tener ideas muy diferentes respecto a temas religiosos y políticos, no obstante cuando me ingresaron a causa de la leucemia, hasta Fernando vino a verme al hospital, supongo que por si acaso me moría ya que es lo que dijeron.

Gracias a Dios todavía estoy viva y con unos análisis estupendos aunque la rodilla me limite los movimientos, eso no es fundamental para los hematólogos, para ellos solo la sangre y la médula son importantes.












martes, 3 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y SEIS

 





En mi segunda novela de autobiografía ficción que publiqué en Amazon llamada "El esfuerzo precede a la satisfacción" traté el tema de las adicciones, era un tema fuerte, se podía llegar a la conclusión de que para que una persona pudiera dejar su adicción y llevar una vida limpia y satisfactoria, no lo quedaba más remedio que abandonar a las personas tóxicas con las que trataba.

Me inspiré en mi propia experiencia, había hecho Proyecto Hombre para dejar la heroína y aprendí todo lo que sé sobre el tema de las adicciones.

Reconozco que no es fácil vivir de acuerdo con los principios personales, en un mundo en donde el tabaco, el alcohol y las drogas están a la vuelta de la esquina invitando al consumo.

Pues bien, ahora estoy en una tesitura difícil que no sé cómo se solucionará.

Como ya sabéis, Pizca Rivière es íntima amiga mía desde hace más de cincuenta años.

Ambas hemos hecho el camino de la vida casi de la mano, me la presentó su marido, el arquitecto Moncho Lecea que había estudiado en los Jesuitas con el mío y eran amigos. 

Desde el primer momento en que nos conocimos notamos que teníamos algo importante en común y poco a poco fuimos desarrollando una amistad que se hizo más profunda cuando conocimos a Prem Rawat.

Pizca le reconoció enseguida, yo tardé unos años hasta que fui a París y al verle en persona me despertó.

El problema actual es que Pizca vive con su hija Rosalía que tiene problemas con su pareja y Pizca intenta contarme todo lo que sucede en esa casa, lo cual me impide concentrarme cuando medito.

No estoy dispuesta a escuchar esas historias de terror que me impiden mantener mi paz interior, así que ayer le dije a Pizca que por favor no me hablara de su hija y ella pensó que tal vez sea conveniente que dejemos de hablarnos durante unos días.

Supongo que resultará duro para ambas, no obstante lo que más defiendo en mi vida es la práctica del conocimiento que Prem Rawat me reveló, es lo más importante que existe en mi vida ya que es inseparable de mi propia vida, es mi vida.





lunes, 2 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y CINCO

 





Magnífica entrevista de Ana Nieto a Valeria Schapira, periodista y escritora argentina, me ha encantado, entretenido y divertido, deseando meterme un poco en sus libros.

También ha interrogado a Andrea Golden, informática murciana, interesante y sabedora de muchos recursos para la auto publicación.

Me siento desbordada por todo lo que estoy aprendiendo desde que pertenezco al grupo de autores de Triunfa con tu libro.

Por fin, a estas alturas de la vida, cuando parece que las mujeres se retiran para dedicarse a cuidar nietos o a viajar o a lo que les apetezca, en mí ha nacido la necesidad de estrenar el hemisferio izquierdo de mi cerebro y me está costando, me canso muchísimo al escuchar las técnicas comerciales para promocionar los libros y lo que supone darse a conocer, ahora no me extraña que yo no triunfara con mis cuadros cuando era pintora, hacía todo lo contrario de lo que aconsejan los que saben.

Lo primero y fundamental es ser humilde y al mismo tiempo el autobombo.

Parecen dos cosas contradictoria pero no lo son. 

En cuanto a la humildad hay que tener en cuenta que se refiere a obedecer y acatar los consejos que dan los profesionales y en mi caso concreto dedicarme a escribir mi texto y dejarlo en sus manos para que hagan lo que consideren oportuno.

Es como si tuviera que dar la vuelta al calcetín de mi rebeldía.

No importa, estoy dispuesta a hacerlo.

De momento creo que lo que estoy haciendo es correcto porque aunque me dijeron que no publicara el diario cada día, es decir que no regalara mi trabajo, no lo estoy haciendo porque no considero que ese texto sea la base de un libro, lo considero la transición de un artista que está pasando de pintora a escritora.

Por lo demás hago lo que Dios me da a entender y es tanto el cambio que está sufriendo mi cabeza que a veces hasta me duele el cuello porque no sabe cómo sujetarla.

En muy poco tiempo me encontré con que me echaban del curso de lectura, me invitan a Triunfa con tu libro que es justo lo que necesitaba y cuando me doy cuenta de lo difícil que me resulta lo que me enseñan, conozco a Ramón y Cajal, de quien solo había oido hablar y me anima a esculpir mi cerebro.

Hasta ahora me sentía orgullosa de mi propia intuición hasta tal punto que hasta titularon una entrevista que me hicieron en El Correo cuando hice el homenaje al Athletic en Arteder 84 con el siguiente título:

No diga intuición, diga Blanca Oraa.

Ahora todo ha cambiado, no me queda más remedio que obedecer y discurrir.








domingo, 1 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO

 





Me ha impactado el documental "El chico más bello del mundo" que narra la historia del famoso Tadzio, protagonista de "Muerte en Venecia" de Luchino Visconti, que tanto me afectó en su momento.

Lo que consiguió Visconti fue algo especial, único y muy grande, por lo menos en mi caso.

Creo que fue la primera vez en mi vida que sentí que había otras personas a quienes la belleza emocionaba de una manera extraordinaria.

Al ver aquella película me quedé conmocionada, no me atrevía a expresar lo que sentía.

Fui a verla con el hombre que más tarde sería mi marido, cinéfilo convencido al que le encantaba comentar las películas, sacaba chispas, conocía a los actores, directores, guionistas, todo lo que contribuía a producir una película y sin embargo en "Muerte en Venecia" yo me quedé callada y él no consiguió sacarme una palabra de mis emocionas, consideré que lo que yo había experimentado me pertenecía.

Muy joven fui consciente de que yo sentía una adoración especial por la belleza, tanto física como la más profunda, notaba el alma de las personas y en un gesto, una sonrisa, la manera de presentar los cuadernos mis compañeras de clase, todo era motivo de interés para mí.

Tomas Mann, Mahler, Visconti, Venecia, un conjunto de sensaciones que nunca me han abandonado, siguen vivas aunque gracias a Dios están superadas y he tocado cotas más altas relacionadas con el conocimiento, ante lo cual todo lo demás empequeñece. 

Respecto al documental diré que el principio es soberbio pero luego decae aunque no me importa, tenía miedo de que hubiera algo sórdido, solo cuenta la verdad, lo que sucede con los juguetes rotos.

Me alegro de haberlo visto, me he quitado cierto peso de encima. 

Mientras pienso en esa falta de comunicación que yo he experimentado en relación a Muerte en Venecia, vuelvo a pensar algo que estos días me viene a la cabeza con cierta insistencia: todavía no he hablado con nadie sobre lo mal que lo pasé durante la leucemia.

A pesar de que hice mucho esfuerzo para mantener el ánimo alto, no he tenido la oportunidad de conversar con alguien sobre lo que significa un cáncer tratado con arsénico.

Lo hablaba un poco con mi compañero en el salón de la quimioterapia pero él no reconocía que lo pasaba mal, lo aguantaba estoicamente en incluso iba en autobús cada día al hospital a pesar de que su esposa estaba dispuesta a llevarle en coche, no obstante él prefería estar solo, era duro.