Ayer estuve escuchando un programa en radio euskadi que trataba de cómo eran acogidos los emigrantes en el país vasco.
En realidad solo hablaban mujeres y todas ellas elogiaban la generosidad y el calor con el que son recibidas, me pareció muy bonito lo que pensaban de nosotros, no sabía que fuéramos tan cálidos.
Contaban anécdotas de la gente que les recibió al llegar y casi me daban envidia.
Cuando leí "El camino del artista" de Julie Cameron, me dio la sensación de que aprendí mucho y además me Dino bien porque estaba atravesando una época difícil como pintora.
Llevaba poco tiempo viviendo en Los Ángeles y todavía no me había organizado, no obstante al cabo de unos meses ya tenía montado un estudio muy simple y los materiales con los que trabajar cuando no se tiene nada, excepto ideas.
Me compré carones y cartulinas de colores y empecé con la obra llamada Stapling porque consistía en hacer collages con grapas, pronto tuve un marchante y un chino que me enmarcaba los cuadros bastante bien.
El marchanta se llamaba Leonardo, era simpático y educado y se comprometió a hacerme tres exposiciones al año.
La primero, en santa Mónica tuvo cierto éxito, de la segunda no me acuerdo y la tercera fue en Beverly Hills,y todos fuimos a cenar al chino de Hollywood, nos invitó Jean Perramon, me dijo que quería comprarme un cuadro pero se murió antes de hacer el trato.
Hace muchos años, cuando todavía vivía en Las Arenas, una amiga me pidió que le dejara dormir en mi casa una noches creo.
Estaba sola en casa, no recuerdo donde estarían mis hijos.
En principio no me gusta tener gente en casa pero supongo que me lo presentó de tal manera que no le dije que no.
Al día siguiente apareció su novio y sin pedirme permiso se instalaron ambos en mi cuarto.
Me puse nerviosa y les dije que se marcharan, a lo que hicieron caso omiso, por lo que no me quedó nás remedio que poner un cartel en el cuarto que se habían instalado al ver que yo no parecía contente en el que escribí que se fueran y que si no lo hacían llamaría a la policía.
Acerté porque esa noche habían desaparecido y me encontré toda la casa vacía para mi solita.
Es lo malo de meterse en mundos que no son de mi agrado.
Para cuando llegaron mis hijos ya estaba todo ordenado y cada cosa en sus sitio.
Las llaves, las puertas cerradas, hay cosas que me pueden poner nerviosa.
En este momento están arreglado toda la casa por fuera o sea, la pared y las terrazas, así que llevo varios meses rodeada de andamios, con las ventanas cerradas y si me descuido y abro una persiana me puedo encontrar a un albañil haciendo tranquilamente su trabajo, lo cual significa que es muy difícil ventilar la casa, lo cual se nota.
No sé cuánto tiempo seguiremos así.
Lo peor aparte de la dificultad de ventilar es que comparto terraza con la vecina de enfrente, había y habrá una pared de separación de un material parecido al cristal,
Lo pinté de blanco y no nos molestábamos. Yo tenía muchas plantas pero ahora no me apetece ni siquiera ver cómo va, parece que les está costando mandar ese aparato de separación porque las demás terrazas ya están separadas, mientras las nuestras siguen formando una gran terraza sin separación, a ninguna de las dos nos hace gracia pero tenemos que aguantarnos.
Antes de empezar la obra me dijeron que me tocaba ser presidente de la comunidad, no me entra en la cabeza que, sabiendo como todos saben y me han visto coja y con la leucemia, cómo se les ocurrió pensar que me negaría en rotundo y sin embargo es lo que hice.
Mis hijos mayores, con quienes convivo, se negaron en rotundo a pesar de que ellos están sanos y fuertes, mientras que yo no estoy en plena forma ni nada que se le parezca, no tengo fuerza ni ganas.
A nadie le apetece hacer un trabajo que es pesado, exige responsabilidad, por lo que un vecino al que no le apetecía nada, creo que por educación se ofreció a hacerlo y así estamos desde antes del verano, creo, ruidos, lámparas encendidas, persianas cerradas, imagino ser feliz cuando todo vuelva a la normalidad y pueda abrir las ventanas con alegría, añado lo de la alegría porque esta casa tiene la ventaja de que está muy bien situada respecto al solo, entre por todas las ventanas y no tenemos cortinas por lo que antes teníamos la sensación de estar en plena naturaleza, lo cual ha cambiado.
He sentido una necesidad imponderable de escribir lo desagradable que me resulta el sonido del teléfono, sobre todo en mi propia casa.
No me puedo explicar cómo han hecho que los sonidos de los teléfonos resulten tan negativos tanto los fijos como los móviles, tanto los que suenan de verdad como los que suenan en las películas.
También me resulta bastante incómodo ver a gente hablando por teléfono en voz alta cuando pasean al perro por la calle y hablan en voz alta.
Hay cosas de la vida moderna que me gustan mucho como es internet, no obstante reconozco que la vida anterior, cuando había un solo teléfono para una familia, cualquiera podía cogerlo y enterarse quien llamaba y para quien.
Hoy en día, gracias al móvil, se respeta más lo privado, lo cual es una ventaja.
Llevo varios días viendo películas de Pedro Almodóvar, las he visto todas y aunque las antiguas no son tan buenas, la verdad es que me entretienen mucho, siempre me ha gustado Almodóvar, sobre todo ahora que veo el proceso, me parece mentira lo que es capaz de hacer una persona con talento.
De tosas las actrices. con quienes trabaja, creo que la que más me gusta es Marisa Paredes, Carmen Maura y Verónica Forqué que me encanta y me da mucha pena que ya no esté.
En mayor o menor medida todos los personajes que trabajan con Pedro me gustan y me entretienen. Ayer vi: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? me gustó menos que las demás pero la vi.
Creo que hoy no voy a pensarlo mucho, me limitaré a ver: "Entre tinieblas".
Es tan fácil que te guste un director y tener todas sus películas en Netflix sin hacer grandes esfuerzos, da gusto tener plan asegurado sin salir de casa.
Recordaba que todos los años, cuando llegan estas fechas me pongo más contenta de lo habitual porque se habla de la mujer, se convierte en protagonista de todos los medios, radio, Televisión y entrevistas varias, es un tema que realmente me concierne y por consecuencia todo mi interés se centra y enfoca en todo lo que cuentan.
Soy feminista desde antes de saber lo que era el feminismo.
A medida que empezaron a hablar de feminismo cuando empecé a estudias Bellas Artes, me di cuenta de que mi pensamiento y mis sentimientos eran feministas.
En casa de mis padres había gran diferencia en el trato a los chicos, parecía que solo lo que ellos hacían era importante, nunca noté que mis notas interesaban a mis padres a pesar de que eran buenas, no obstante no se celebraban y nadie me felicitaba.
Poco poco me fui dando cuanta de que a mi me trataban de una manera diferente, tenía que estar a las diez en casa y más cosas de las que prefiero no acordarme. como el Quijote.
Me consideraban una niña pequeña, así que me casé muy joven y así cambié mi vida, con diecinueve años ya podía hacer lo que me apetecía.
Y así ha sido desde entonces, eso no significa que el matrimonio me hiciera feliz pero gané mucha libertad que, en definitiva, era lo que deseaba.
Me gustaría recordarme cuando tenía una facilidad milagrosa para escribir.
Una hoja en blanco delante de mi y los dedos se ponían a teclear palabras, palabras que formaban frases y frases que contaban una historia.
La mayoría de las veces la historia surgía de la realidad, algo que me había sucedido y de alguna manera me había despertado el humor o el asombro y se me había quedado instalado en mi cabeza, no obstante aquel día no lo había considerado con suficiente interés como para publicarlo, en el fondo, tal vez tampoco para escribirlo.
Suelen ser ideas que me vienen por la noche, cuando estoy dormida y aunque pienso que debería escribirlo, me parece excesivo salir del confort que siento cuando estoy dormida por lo que se sigue quedando en el sueño de los justos y tal vez en otra ocasión haya más suerte y me pille en un momento activo y así todos sabremos a donde me habían trasladado los viajes astrales nocturnos.
No os conté porque no sabía cómo hacerlo que empecé a hacer el cursillo llamado "Mente y suelo pélvico" con lo que estoy aprendiendo muchísimo, no solo del conocimiento de mi cuerpo, de mi mente y de mi anatomía sino también de mis funciones corporales, de las que nadie nunca me habían hablado en profundidad.
Se trata de un cursillo dirigido por una chica canaria, psicóloga especializada en enseñar a las mujeres que tienen problemas de incontinencia urinaria e incluso fecal, ambas se tratan con ejercicios hipopresivos, de Hegel y se hace acompañada de muchas mujeres que pueden tener problemas serios más o menos graves y entre todas conseguimos aprender a reforzar el suelo pélvico que es de donde vienen ese tipo de problemas.
Llevo poco tiempo, no obstante no solo he aprendido mucho sino que he tenido excelentes resultados.
Hasta tal punto estoy aprendiendo que me dan ganas de montar mi propio cursillo porque es asombroso lo que se mejora.
Me impresiona la cantidad de personas cercanas que tienen más de noventa años y se encuentran estupendamente, hasta tal punto que piensan seguir hasta cien si la vida se lo permite.
Yo voy a cumplir setenta y siete años dentro de unos días y ya empiezo a ver que todo se me pone difícil, empezando por el carnet de conducir que me lo han renovado para dos años y ya será la última vez, lo comprendo porque no veo bien y me doy golpes.
Se trata de aceptar la vida y lo que te trae consigo, espero que con las clases de Pilates el tema del ejercicio, tan importante, me sirve para mantener la musculatura, por lo demás, aparte de que ya no tengo la vitalidad de la que gozaba hasta que tuve el cáncer, ha desaparecido pero no me importa, tengo muchos asuntos para entretenerme y extraer el néctar de la vida.
