sábado, 30 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE









Estoy empezando a sentir interés por algo que estaba adormecido en mí.
Se trata de la casa.
Hace años que no me ocupo de ella y de repente, aunque no tengo fuerza, por lo menos voy notando lo que hace falta para que podamos vivir un poco mejor.
Lo primero, fundamental y más importante es hacer un Mari Kondo* con mis cosas de pintura.
Cada vez que miro hacia la zona en la que están amontonados todos los elementos que pertenecen a un pasado imposible de convertir en presente, me acucia la necesidad de dar el primer paso al que se refiere el Tao*
He experimentado su eficacia en otros terrenos y ocasiones, que a partir de ese paso los demás vienen solos o casi, pero hay algo que me frena.
No quiero comprometerme a hacerlo en un momento determinado porque si algo detesto son los "voy a", tanto en mí como en los demás.
Prefiero saber que es algo que tengo pendiente y que en algún momento, de una manera suave y delicada, lo haré sin esfuerzo.



*El método Marie Kondo señala que ordenar la casa ayuda a ordenar la vida. 

*Un viaje de mil kilómetros comienza cuando das el primer paso.
 Tao Te Ching, poema 22






viernes, 29 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y OCHO










Ya he comentado en otras ocasiones que estoy enamorada de mi lengua materna, el castellano y por consecuencia me fijo mucho en la forma de hablar de la gente.
Me llama la atención las palabras que acepta la R.A.E. y el modo en que trabaja, teniendo en cuenta lo que opinan en el otro lado del Atlántico, a pesar de que en España se supone que se habla castellano y en América latina, español.
Los académicos insisten en que somos la gente corriente la que toma las decisiones en último
término lo cual tiene cierta lógica porque el idioma es de todos los que lo utilizamos, no obstante cuando reflexiono sobre ese tema me pregunto por qué no tienen en cuenta la estética de las palabras que van incorporando al diccionario.
Ya sé que soy una maniática y no tengo arreglo.
A pesar de que a veces me molestan los errores gramaticales, también reconozco que me entra la risa con las consultas de los Tuiteros y la procacidad con la que responde la R.A.E.










jueves, 28 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SIETE










He pasado demasiado tiempo dejándome llevar por la enfermedad y eso no me gusta.
No es que me sienta inspirada pero detesto la sensación de no hacer nada, así que he decidido escribir aunque no tenga nada demasiado interesante para contar pero la vagancia no va conmigo.
No es que me exija nada especial excepto sentirme despierta.
Disfrutar de la vida requiere un esfuerzo.
Casi todo requiere un impulso y no quiero ni puedo permitir que la inercia me maneje.
Así que estoy decidida a hacer lo que haga falta con tal de sentirme viva, contenta y agradecida.
De momento tengo intención de ver la película de Scorsese que, aparte de tener una crítica excelente, me la ha recomendado Begoña Zabala de cuyo criterio me fío, ella sí que sabe.








domingo, 24 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SEIS










Estoy muy entretenida viendo la serie The Crown y aprendiendo historia de Inglaterra.
Está basada en la obra de teatro de Peter Morgan "The Audience" y cuenta la relación entre el palacio de Buckingham y Downing Street, además de las interioridades de la familia real inglesa.
A pesar de que ciertas críticas insisten en hacernos creer que han inventado algunos asuntos, me da la sensación de realismo.
La tercera temporada que es la que estoy siguiendo en este momento, es más dura que las anteriores lo que no impide que sea magnífica.
Olivia Colman borda su papel como Isabel II y los demás actores, cada uno en su estilo, están impecables.
Un verdadero regalo en estos tiempos en los que por más que se empeñen no consiguen que las telenovelas nos atrapen.
Respecto a la dificultad de vivir en ese protocolo tan estricto, cada uno puede pensar lo que quiera.
¿Acaso el rey Eduardo VIII se arrepintió de haber tomado la decisión de abdicar?
Geraldine Chaplin aparece como un auténtico regalo interpretando a Wallis Simpson.










sábado, 23 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y CINCO









Creo que ya se me ha pasado el susto mayúsculo que me llevé cuando me dijeron que tenía leucemia y tuve que afrontar todos los miedos que se me pasaban por la cabeza y me impedían concentrarme en el presente.
Poco a poco me he ido dando cuenta de que la vida sigue haciendo su trabajo y mi única obligación  es ser consciente.
De momento ya se me ha pasado la infección gracias a la cual he pasado en casa una semanita casi de vacaciones porque a pesar de que la medicación es fuerte, ha resultado muy agradable y me he librado de ir al hospital de día.
Por un lado disfruto de la sensación que me produce ir recuperando mi ser, lo que recuerdo de mí y además, siento agradecimiento por estar viva.
La existencia es una maravilla y algo excepcional.
Mi vida es una linea recta escrita con la palabra gracias.
















viernes, 22 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y CUATRO









Antaño tuve dos sueños premonitorios.
Ambos eran claros y estaban relacionados con los asuntos que tenía entre manos en aquellos momentos.
Ayer tuve un sueño que me gustaría que fuera premonitorio, porque lo de poner orden en la casa y deshacerme de todo lo referente a mi vida cuando me dedicaba a pintar y a hacer exposiciones, me está volviendo loca.
No sé qué hacer con los cuadros, las telas, las carpetas con dibujos, las cajitas de cartón, los barnices, los catálogos...
De los cuadros que estaban en el trastero solo quedan las telas, ya que los bastidores se llenaron de polilla y Jose Ignacio tuvo que deshacerse de ellos y las tengo en casa, algunas craqueladas.
No es fácil manejar los materiales referentes a la pintura, requieren cuidados especiales y en cuanto me descuido se estropean.
En el sueño, no sé cómo ni por qué, alguien me sugirió que llevara todo lo que quisiera vender a una empresa llamada Herranz (sic) en donde se encargarían de hacerlo.
No soy supersticiosa pero supongo que llevada por mi necesidad de resolver este problema, he indagado en Google y he encontrado una empresa madrileña llamada Herranz que se dedica a la enmarcación.
Nada que ver con lo que yo estoy buscando, pero no descarto la idea de que se materialice un hada que se compadezca de mi, que estoy débil y se ocupe de poner al día todo lo que queda de mi antigua profesión.
Mi hijo pequeño que es artista y está muy involucrado en el mundo del arte, me recomendaba hace tiempo que hiciera una exposición antológica exhibiendo obra de todas las series en las que he ido trabajando a lo largo de mi vida.
No era el momento ni creo que sea nunca.
Aparte de mi debilidad actual y del trabajo que eso podría suponer, lo que de verdad imposibilita ese proyecto es que he perdido el entusiasmo.
El único artista plástico con quien hoy en día me siento identificada es Daniel Buren y yo ya pasé mi época de rayas.

















jueves, 21 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y TRES








Casi todo es nuevo para mí desde que me diagnosticaron leucemia.
Creía que sabía lo que era la enfermedad porque una vez tuve hepatitis, pero eso no era nada comparado con lo que tengo ahora.
También he tenido varias infecciones que en principio se solucionaban con antibióticos suaves, no obstante la que he tenido estos días ha sido algo extraordinario.
A pesar de la fuerte medicación que tomaba parecía que no remitía.
No podía hablar ni comer.
Gracias a Dios no me ingresaron ya que el análisis de sangre que me hicieron al llegar al hospital demostró que tenía más de cuatro mil leucocitos, lo cual no solo me tranquilizó sino que me devolvió la alegría de volver a mi casa en donde me siento a gusto.
Así, entre el antibiótico, el fármaco de morfina y papillas de arroz integral como único entretenimiento, he pasado cuatro días tranquilos, permitiendo que el cuerpo se recupere.
Ayer me atreví a tomar puré de verdura y compota de manzana con mucho cuidado.
Hoy me encuentro mucho mejor.
Miro por la ventana y pienso que tal vez mañana o pasado pueda salir a la terraza para regar las plantas.









domingo, 17 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y DOS








Estuve escuchando un programa de radio en el que varios cinéfiloos expertos en Ernst Lubitsch analizaban sus películas.

Me pareció interesante no solo porque me fascina su cine, sino porque entre una cosa y otra, dijeron algo que nunca nadie antes lo había mencionado en mi presencia, sino todo lo contrario.
Se trataba del doblaje.
Hasta ahora se comentaba lo triste que nos parece a los que nos gusta el cine, que doblen las películas.
Es algo que no se discute.
Pues bien, el que más entendía de cine en general y de Lubitsch en particular, insistió, dando toda clase de argumentos sobre la importancia de ver una película doblada a no ser que se domine el idioma original.
Hablando de "Ninotchka" que es una de mis preferidas, decía que es imposible fijarse en  el sofisticado vestuario que el director había escogido para Greta Garbo, los guantes, las medias, el bolso, así como en los detalles de la decoración y el guiño de un portero por citar solo algunas pequeñeces.
Argüía también que el cine de aquella época estaba más trabajado que el de ahora.










viernes, 15 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y UNO









Entusiasmada leyendo a Coetzee.
Todo comenzó un día que había terminado el libro que estaba leyendo en Kindle, método poco agradable y me dediqué a investigar en la biblioteca de mi hijo Jaime que es un lector empedernido.
Me llamó la atención una novela en la que nunca me había fijado.
Al ver que el autor había ganado el Nobel en al año 2003 me lo llevé a mi cuarto y desde la primera página me gustó.
Se llama "Desgracia".
Lo comenté con Rita Molina que también va al taller de Escritura y se ofreció a dejarme los cinco libros que ella tenía del mismo autor a quién había leído hace tiempo.
Inmediatamente acepté y quedé con ella para que me pasara todos esa misma tarde.
Tuve la mala suerte de que el primero que tuve entre mis manos "Verano" consistía en entrevistas de un estilo diferente al libro que tanto me había gustado y además, en la mitad me encontré un marca páginas que daba a entender que alguien lo había dejado ahí, lo cual me desanimó más todavía.
A pesar de todo seguí leyendo pero no lo terminé.
Estuve varios días sin atreverme a coger otro libro de Coetzee, hasta que ayer o antes de ayer me decidí sin demasiadas ganas a meter la mano en la bolsa en la que estaban los libros de Rita y elegí casi al azar "Juventud".
Desde el principio me cautivó y ya casi lo he terminado.
No solo está muy bien escrito sino que es entretenido y habla de poetas a los que conozco y que me encantan.
Una gozada.








jueves, 14 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA








He visto el teaser sobre Montse Watkins y me han entrado ganas de ver el documental y conocer a fondo a esa maravillosa mujer.
Ha sido la primera vez en toda mi vida que me he enterado de que una persona a la que le diagnostican cáncer, en vez de decir:

¿por qué a mí? 

cambia la frase por

¿por qué no a mí?

Me ha despertado y me ha ayudado.
La ilusión de mi vida es llegar a ser humilde y la reacción de Montse me ha parecido ejemplar.
¡Cuánto tengo que aprender!









miércoles, 13 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y NUEVE










Empecé a escribir este diario el diez y nueve de julio del año dos mil diez y seis.
Había publicado la segunda novela y no me produjo la satisfacción deseada por lo que decidí escribir sobre mi propia vida y lo que iba aprendiendo en el camino.
Hoy, cuando he pensado en expresar algo sobre ese tema, al intentar encontrar la fecha del comienzo en el ordenador, me he entretenido leyendo algunos fragmentos de los textos publicados y me han sorprendido los cambios efectuados en mi persona y por consiguiente en mi manera de escribir.
Sabía que escribir es terapéutico, eso es más que evidente y además Iñigo Larroque, mi profesor me lo hizo notar al preguntarme por qué ya no contaba nada sobre la relación que tenía con mi madre, de la que antes tanto hablaba y al decirle que no tenía ganas, él me dijo:

¡Ah! Bien, ya te has desahogado.

Así es, pensé.
Hoy constato que esa es otra de las ventajas de ser diarista, que al expresar todo lo que tengo dentro convertido en palabras ordenadas, me libero de las emociones negativas que habían quedado registradas.
Si esto me sucedía con las menudencias que me pasaban antes, imagino que ahora que lo que me acontece son palabras mayores será muy beneficioso.
No lo pongo en duda, lo afirmo.













martes, 12 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y OCHO









Debido a mis limitaciones para hacer algo que no sea ocuparme de mi salud, he decidido poner orden en la casa.
Dentro de poco vendrán Lisa, Mattin y Odita para pasar la navidad y me apetece recibirles con alegría e intentar que se sientan a gusto.
Lo que más me cuesta es desprenderme de todo lo que me queda de cuando me dedicaba a pintar.
Me resulta duro deshacerme de los óleos, los pinceles, los barnices, los bocetos, los trabajos que se han quedado a medio hacer, las telas craqueladas y muchas más cosas que me duele nombrar, pero estoy decidida.
Jose Ignacio es un amigo carpintero y electricista que desde hace muchos años me ha ayudado en todo lo referente a colgar cuadros en las exposiciones, además de hacer arreglos y chapuzas.
Tiene un extraordinario sentido para la distribución del espacio, lo que en esta casa es de gran importancia y me está ayudando.
Gracias a él creo que seré capaz de hacer algo que valga la pena.
Solo quiero tener lo imprescindible, por lo que me paso la vida tirando lo que no utilizo y aún así, la casa está llena de cosas inútiles.
Estoy muy influenciada por la decoración japonesa en la que todo está basado en el vacío.












lunes, 11 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SIETE









Hoy ha sido mi primera mañana de hospital en este ciclo y todo ha salido bien.
Me he levantado contenta con la mentalidad de ir al lugar de curación.
Una vez más me ha sorprendido ver que las personas que están en condiciones parecidas a las mías aceptan con elegancia y agradecimiento lo que a mí tanto me cuesta.
Son un verdadero ejemplo.

Ahora tengo intención de ver una película en la que trabaje Marion Cotillard porque, aunque la conocía desde hace tiempo, nunca me había gustado tanto como en "Cosas de la edad" que vi ayer.
No es que el film sea una maravilla, más bien tiene momentos no solo superfluos sino incluso ridículos, pero me reí lo cual no me resulta fácil hoy en día, así que hice un trabajo de investigación y he encontrado con alegría que en Filmin hay muchas películas en las que trabaja ella con diferentes directores que desconozco, por lo que tengo diversión francesa asegurada para una temporada.
Es lo que espero y deseo para las frías y lluviosas tardes invernales que me esperan.












domingo, 10 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SEIS









Ayer me equivoqué.
Había quedado para comer en el vietnamita de Las Arenas con Rosa sin espinas, si el tiempo lo permitía.
La verdad es que el tiempo seguía siendo muy desagradable pero aprovechando un claro allí me fui y disfruté charlando con mi amiga, que no de la comida porque mi paladar no responde a los sabores.
Estaba tan animada que después aproveché para ir a la peluquería Jean Louis David, del centro comercial Artea.
Al salir había mucha gente, algo que debo evitar debido a que mis defensas están bajas y llovía a cántaros, lo cual es nefasto ya que voy con la muleta en una brazo y el paraguas en el otro jugándome la vida.
Me di cuenta, una vez más, de que cuando llueve lo mejor que puedo hacer es quedarme tranquila en mi casa y salir solo para ir al hospital, a donde me llevan y me traen y no tengo que hacer ningún esfuerzo ni pasar miedo.
A pesar de que tengo una edad, sigo cometiendo errores, es como si sintiera cierta atracción por el peligro, hay que ser idiota.
Por la noche, ya en mi cama, me perdoné y decidí comportarme con sensatez.
Debido a que la salud es mi prioridad absoluta, hoy no saldré en todo el día por lo que no votaré a pesar de lo que dijo Platón que tanto me afectó:

“Una de las sanciones por negarse a participar en la política es que termines siendo gobernado por tus inferiores.”










sábado, 9 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CINCO









Desde que he aprendido a aceptar lo que me trae la vida no me llevo tantos malos ratos, aunque ciertos miedos todavía me rondan.
Intento mantenerlos a raya.
Siento que el mes de vacaciones me ha fortalecido.
He afrontado retos que tenía pendientes.
Ocuparme de la casa es uno de ellos.
La tenía dejada.
La realidad es que la leucemia se ha estado incubando durante muchos años.
No me lo ha dicho nadie, pero yo lo sé.
Lo sé ahora.
Vivía en estado de cansancio permanente pensando que padecía una fibromialgia que me había diagnosticado Alvarez de Mon entre múltiples insultos (sic).
Era evidente que no me encontraba bien y que había perdido la vitalidad.
Justo antes de pedir hora en mi doctora de cabecera había estado en Barcelona para acudir a una conferencia de Prem Rawat.
En el hotel manché la almohada con sangre.
Al volver a casa me di cuenta de que tenía manchas en todo el cuerpo y comprendí que era el momento de saber lo que me estaba pasando.
Inmediatamente me mandaron al hospital, me hicieron unas pruebas y dijeron que querían hablar con mis hijos.
Me tomaban la tensión todo el tiempo y cuando mencionaron la palabra leucemia me subió a diez y siete.
Han pasado cinco meses y diez días y mi vida ha dado un giro completo.
Lo he pasado mal de verdad y espero que no me vuelva a suceder algo parecido.
Ahora estoy en otra fase.
Me siento agradecida y doy gracias al cielo.









viernes, 8 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CUATRO










Podría ponerme furiosa si quisiera porque no me faltan motivos pero no me da la gana.
Prefiero mantener la calma y disfrutar de cada momento de mi vida.
Poco a poco voy aprendiendo a aceptar lo que viene y a poner en práctica lo que sé.
Hoy he tenido consulta con la hematóloga que me atendió al empezar el hospital de día.
Aquella vez me acompañó Beatriz y la doctora dijo que tenía que tomar quimio durante un mes y luego descansar y así tres veces.
Empecé, era espantoso pero como no me quedaba más remedio lo hice dos veces protestando lo menos posible.
Se suponía que esta semana terminaba el segundo mes de descanso y que ya solo me quedaba un mes de quimio.
No ha sido así, sino que me han añadido otro ciclo más, no porque tuviera un problema o porque mi salud lo requiriera sino porque la doctora se equivocó debido a que el programa que muestra el ordenador "no es amable" (sic)
La verdad es que no me lo podía creer.
Me había hecho demasiadas ilusiones.
He dejado ver que Beatriz estaba presente para que conste que yo no inventé nada.
Ha sido un golpe duro pero lo mejor de todo es lo bien que estoy respondiendo.
Estoy tranquila.
Todos los días paso por diferentes estados de ánimo que en la superficie van cambiando.
Así que mejor me engancho a la paz que hay en mi interior que es inmutable.







jueves, 7 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y TRES









Ayer me equivoqué con la película. 
A pesar de haber pasado bastante tiempo estudiando críticas y viendo trailers, metí la pata.
Hace tiempo vi "Perfectos desconocidos" de Alex de la Iglesia que me gustó mucho.
Es del año 2017.
Sabia que en Francia habían hecho algo similar por lo que guiándome por la debilidad que siento por todo lo francés, pensé que me encantaría, que sería todavía mejor que la de Alex de la Iglesia pero no solo no acerté sino que me pareció tan vulgar que la dejé en la mitad.
Se llama "El juego" y es del año 2018.
No todo lo francés es tan bueno.
He pasado mala noche, preocupada porque tengo que ir al hospital para la extracción de sangre y empezar una fase de quimioterapia. 
Creía que me había mentalizado y que estaba preparado pero me confundí.
Estaba asustada.
Me he puesto el termómetro a las 7:45 y tenía 38º de fiebre.
En Cruces dan mucha importancia a la fiebre, tal vez demasiada. 
Me he tomado un Paracetamol y ahora que son las 8:45 ya no tengo nada me encuentro bien.
Por las noches me entran pensamientos oscuros que se me pasan en cuanto sale el sol.








miércoles, 6 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y DOS











Otra película francesa que no solo no me defraudó sino que me hizo pasar una tarde entretenida sin salir de casa.
"Clara y Claire" de Safy Nebbou con una maravillosa Juliette Binoche en estado de gracia como protagonista indiscutible.
Una historia interesante y desconcertante al mismo tiempo, con diferentes matices.
El mundo íntimo y muy personal de la mujer se toca desde cierto riesgo que no queda otro remedio que aceptar, no resulta fácil juntar las piezas que componen una historia poco verosímil y bastante literaria.
Personalmente no pude apartarme de la pantalla.
Además, tengo la sensación de que no he visto ninguna película del director nacido en Bayona.
Fue una especie de revelación.


Antes de meterme en la película vi el primer capítulo del documental de Netflix "El nazi Iván el terrible" cuyas críticas son excelentes.
No me disgustó porque está realizado con soltura pero el tema me resulta escabroso y muy manido.
No sé si seguiré.
De momento me voy a Filmin a ver qué me depara el destino para disfrutar desde el sofá.


















martes, 5 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y UNO












El viento y la lluvia siguen con su trabajo, lo cual me impide salir de casa.
Ayer hice una búsqueda intensiva que me condujo a una película encantadora.
Es francesa y se llama "La biblioteca de los libros rechazados".
El director es Rémy Bezançon y la protagoniza el afamado actor Fabrice Luchini.
La historia, sin ser gran cosa es entretenida, así como los paisajes de Bretaña que es donde se desarrolla.
El momento álgido a mi entender, lo alcanza una extraordinaria Hanna Schygulla interpretando a una mujer rusa.
Disfruté mucho porque tengo una debilidad especial por la cultura francesa.
Todo me emociona en Francia empezando por el idioma.
La voz de Luchini es grave y su magnífico francés toca las profundidades del alma.
Comprendo a Michel Houellebecq cuando se fue a vivir a Irlanda para huir de la fama y tuvo que volver a París porque echaba de menos su lengua materna.
No me extraña.









lunes, 4 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA











Debido a un tiempo en alerta amarilla llevo varios días sin salir de casa y ayer, domingo, llegó un momento en el que me sentí invadida por el aburrimiento.
Me había saturado de leer a Coetzee y de ver capítulos de Suits así que intenté por todos los medios encontrar una película que me entretuviera, pero no lo conseguía, nada de lo que veía me atraía.
Justo en ese momento llamó por teléfono mi sobrino Leopoldo que es un gran pescador para ofrecernos una ijada de bonito que había pescado en el Cantábrico.
Beatriz se encargó de traerla y yo de cocinarla.
Me salvó la temida tarde de domingo.
Estaba excelente, nada iguala a un pez recién pescado, eso sí que es un manjar.
Nos regalaron dos ijadas, así que hoy tenemos otra para la comida, que la prepararé con huevos duros y patatas panadera para que quede más completa.
Todavía no he recuperado el sentido del gusto por lo que aunque comer me encanta y me hago ilusiones, a la hora de la verdad disfruto más con el recuerdo que con el paladar.











domingo, 3 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y NUEVE










A medida que pasan los días voy notando pequeñas mejorías que dependen bastante del tiempo que pasa y de no excederme en los esfuerzos. 
Noto que es bueno y me conviene dar pequeños pasos que me acercan a una vida normal pero si me animo demasiado, voy para atrás en vez de avanzar. 
Cada vez son más sutiles los cambios que experimento.
No puedo negar que me encuentro mejor y que he salido del infierno en el que he estado durante casi cinco meses, pero tampoco debo olvidar que la semana que viene empieza otra fase de quimio y lo notaré.
Es parte del tratamiento.
He cambiado bastante la mentalidad.
Ahora acepto lo que viene con toda la tranquilidad de la que soy capaz y agradezco estar viva y poder disfrutar de la existencia aunque no esté en plena forma.

Hoy, por ejemplo, un amigo me ha invitado a comer pero he dicho que no porque hace un viento espantoso que tira los árboles.
Mejor me quedo en casa.

















sábado, 2 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO










Necesitaba un tiempo de silencio y tranquilidad.
Tras unos días en los que creí que ya estaba casi curada, el sol radiante y un cielo azul contribuyeron a fortalecerme, pero no era así, me equivoqué.
Me pasé, abusé y ahora solo deseo quedarme en casa, tranquila y agradecida, viendo caer la lluvia desde la ventana.
Hablar me gusta pero me cansa y poner la voz en reposo contribuye a mi bienestar.
En la meditación Vipassana no se habla durante diez días y cuentan que, pasado ese tiempo, la voz sala pura, nítida, sin esfuerzo.
Después de estar casi sin hablar durante cuarenta y ocho horas, me ha llamado Pizca por teléfono y casi no he podido hablar con ella, no tenía voz.
Necesitaba un descanso así que voy a aprovechar este largo fin de semana.
El hematólogo que me diagnosticó la enfermedad dijo:

"Has tenido suerte: esta clase de leucemia se cura. Toma su tiempo pero se cura y el tratamiento es natural"








viernes, 1 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y SIETE










Ayer me descuidé.
Estaba tan eufórica que olvidé por un momento que estoy baja de defensas y me dejé llevar al terreno de una persona que lo estaba pasando mal y permití que me traspasara su negatividad por lo que he pasado una noche no muy buena y hoy me noto cansada.
Me creo que estoy mejor de lo que realmente estoy.
Tengo que ser más consciente de que mi recuperación es lenta.
Estoy contenta porque noto que voy mejorando pero tengo que respetar los tiempos.
Solo ha sido un descuido, suficiente para darme cuenta de mi actual situación y obrar en consecuencia.
No tengo mucho más que contar excepto que ser consciente es mi prioridad absoluta.
Agradezco la vida y todo lo que aprendo cada día.