lunes, 30 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y OCHO








Acabo de ver Hanna con una impresionante Charlotte Rampling en todo el esplendor de su magnífica madurez.
Es una mujer tan valiente que solo su presencia inspira respeto, belleza e inspiración.
También me gusta la construcción del film que permite que el espectador adivine lo que no se expresa.
Sutil, delicada, ligera, no apta para todos los públicos.
Me ha entusiasmado.
Me apetece recomendarla a las personas capaces de apreciar el minimalismo radical.










domingo, 22 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SIETE








Acabo de ver "Los dos papas" y escribo en caliente para que no se me olvide lo que he sentido en algunos momentos.
Aunque no soy rencorosa hay ciertos asuntos que no me conviene olvidar.
La película es muy buena y me ha mantenido atrapada, eso es innegable.
No obstante debo aclarar que he sido educada, a mi pesar, en la iglesia católica tanto dentro de mi propia familia como en los colegios de monjas en los que hice mis estudios durante trece largos años.
No tuve acceso a otra información que no fuera la que impartía la iglesia de Roma.
Viví bajo el temor a cometer pecados mortales y el miedo al infierno.
El misal y la Biblia eran mis libros de cabecera.
No puedo ni debo echar la culpa a nadie pero tengo la sensación de que me robaron la adolescencia y parte de la madurez.
Cuando por fin fui consciente de la privación de libertad mental en la que estaba atrapada, exploté como un corcho de una botella de champán y me desquité como pude, desde la ignorancia supina en la que me encontraba.
Ese fue el comienzo de un rosario de disparates de los que prefiero no hablar, no solo por demasiado trillados sino porque ya no tienen remedio.
Mucho he cambiado desde que aprendí que el mundo es grande y que todos estamos hechos de los mismo: puro amor.







miércoles, 18 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SEIS








Me encanta que me recomienden películas y series.
De momento tengo algunas que me interesan.
El día 20, es decir el próximo viernes, está anunciada en Netflix "Los dos papas" documental basado en la realidad.
Me van mejor las que puedo ver en casa porque no me convienen las aglomeraciones ni los cambios de temperatura, tengo que cuidarme, por lo que de momento no creo que pueda ver "Pavarotti" documental biográfico dirigido por Ron Howard, que según lo anunciado solo estará unos días en los cines, desconozco el motivo.
Me apetece mucho pero me temo que tendré que esperar.
Conocí a Luciano hace muchos años en San Francisco, California y me pareció encantador.
Hablé de aquella cena hace tiempo cuando empecé a asistir al taller de Escritura.
También me apetece "La gran mentira" pero no creo que la pueda ver online.
No importa, esperaré.








martes, 17 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y CINCO








Reconozco, no sin cierto orgullo, que estoy haciendo un buen trabajo en el reto que me propuse de deshacerme de todo o casi todo lo que no necesito y poder vivir en una casa vacía, por lo menos el espacio que yo utilizo.
He tirado a la basura, reciclando, muchas cosas que jamás imaginé que pudiera deshacerme de ellas.
Me refiero a fotos, collages y asuntos de cuando era pintora.
Me quedo más ancha que larga.
Me hace feliz deshacerme de los apegos.
Tengo una caja con películas de super 8 que mandé pasar a otro sistema que he olvidado y que ya no funciona y estoy deseando perderla de vista.
A mí lo que me gusta es que todo esté limpio y ordenado.
Y al decir todo me refiero a lo imprescindible.

¿Para qué habré guardado tantas cosas que no sirven para nada?












lunes, 16 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y CUATRO








Hace unos días empecé a ver la serie americana Big Little Lies que además de tener muy buenas críticas, me la habían recomendado algunas amigas.
Me costó un poco meterme porque las protagonistas son madres jóvenes casadas y con niños pequeños lo cual se aleja bastante de mi circunstancia actua, pero insistí y ahora la sigo con gran interés.
Acontece en Monterrey, California, en un lugar que tiene cierta similitud con Malibu en donde viví tres años extraordinarios de mi vida.
Lo que a mí me llevó allí no tiene nada que ver con la vida que hacen las chicas de la serie, no obstante recuerdo lo feliz que fui y me gusta ver esos paisajes, escuchar ese acento que tanto me complace y recordar la gente que conocí en la Pepperdine University.












domingo, 15 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES








Ha sido una sorpresa ver el sol en el cielo azul y un calor de verano.
Podría alegrarme la vida pero dedico más tiempo al tema, reflexiono y me doy cuenta de que todo es mentira.
Se trata del cambio climático, de lo que nos está llevando a todos al desastre antes o después.
Ese tema me preocupa bastante, sobre todo porque me doy cuenta de que asuntos importantes que conciernen a mi vida están en manos de ineptos.
No me gustan las personas que no reconocen a los que saben más que ellos, en este caso en concreto, a los científicos expertos.
He seguido la COP25 y me ha defraudado.
Aún así no desespero, confío en Greta Thunberg y en todas las personas conscientes de la importancia de reducir el CO2, lo deseo con todas mis fuerzas.
Me pregunto por qué no hablan de la importancia de los árboles.

Ayer escuché una entrevista que le hicieron a J.J. Benítez.
Hacía mucho tiempo que no sabía nada de él, pensaba que todavía se dedicaba a los ovnis pero me equivoqué, parece que ha cambiado mucho.
Escribe libros sobre sus actuales creencias religiosas y predice que en el año 2027 caerá un meteorito que destruirá la tierra.
Asegura que hay vida fuera de nuestro planeta y que son inteligentísimos.
También hicieron una entrevista a la escritora de Llodio Espido Freire que me gustó.
Siempre me ha interesado su trabajo e impresionado que le dieran el Planeta cuando solo tenía veinticinco años, creo que es un prodigio.







sábado, 14 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y DOS









Veo videos de minimalistas japoneses y aunque en el fondo tanto ellos como yo perseguimos lo mismo, noto una gran diferencia y es que yo, sin ser extrema, siempre he tenido tendencia a minimizar, a abreviar, a reducir.
Empecé a darme cuenta de que deseaba expresarme con menos cuando empecé a estudiar Bellas Artes y a pesar de tener que pintar los modelos que exigían los profesores, intentaba expresarme de manera escueta.
Poco a poco, a lo largo de la vida he intentado deshacerme de lo innecesario aunque comparada con los actuales japoneses nadie lo diría.
Tampoco mi meta es llegar a ese punto, no soy tal radical.
De momento me conformo con irme deshaciendo poco a poco de las cosas que no utilizo desde hace por lo menos un año y que no me hacen feliz.
Al mismo tiempo me gustaría que mi entorno vaya adquiriendo la sensación de vacío y pulcritud que solo a través de un orden impecable se puede alcanzar.
La diferencia entre los minimalistas japoneses y mi deseo, es que para ellos empezó con una decisión mientras que yo, en el fondo de mi ser siempre lo he deseado.
Muchas, muchas, muchas veces me he puesto a trabajar en el intento y cuando había avanzado y notaba la sensación de bienestar que produce el Feng shui, lo dejaba sin darme cuenta y empezaba una vez más a acumular objetos innecesarios.
Esta vez me noto más decidida que nunca, creo que lo conseguiré.
Por un lado me resulta mucho más difícil por lo cansada que me encuentro y la poca fuerza que poseo y además porque mis hijos, con quienes comparto la casa, no están en esa línea sino más bien la contraria.
Un reto importante.












viernes, 13 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y UNO








Una de las cosas más difíciles y satisfactorias, es deshacerme de todo lo que no me sirve.
Me cuesta muchísimo tirar las cosas que no utilizo desde hace tiempo, me lo pienso durante semanas, meses, años y cuando por fin, casi temblando por el temor a equivocarme, tomo la decisión, siento un gran alivio.
Después, al ver el espacio vacío dejado por lo que ya no necesito, me noto ligera, alegre, con ganas de seguir en el proceso.
Ahora que llevo una temporada deshaciéndome de algo cada día, o por lo menos cambiándolo de sitio para seguir dando vueltas a la idea ¿lo tiro o lo guardo porque tal vez algún día lo necesite? todo se va revolucionando.
Todavía no tengo la sensación de orden sino más bien lo contrario, no obstante me consta que estoy avanzando.
Incluso me he metido en la terraza de servicio, de donde he tirado cubiertos de alpaca que me regalaron cuando me casé, una cafetera exprés del año de la polka y más cosas que ya no recuerdo.
No tengo grandes esperanzas de que la casa quede a mi gusto, eso es imposible porque a mis hijos les gusta acumular y no me queda más remedio que respetarles, sin embargo los espacios en los que yo me muevo acabarán un poco mejor.
Mi fuente de inspiración es por encima de todo Japón, en donde se cultiva el minimalismo extremo, cuyo gurú es Fumio Sasaki de cuyo apartamento en Tokio, sus amigos dicen que parece una sala de interrogatorios.
Budismo Zen: menos es más.






jueves, 12 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA








Ayer no fui capaz de escribir el diario y eso que me siento contenta y satisfecha, pero mi cuerpo protesta.
Estoy aprendiendo mucho con esta enfermedad, no me queda más remedio que estar agradecida.
Creo que hoy me encuentro mejor y aunque solo sea para decir que estoy viva, he decidido sentarme  ante el ordenador.
He empezado a ver una serie que me han recomendado algunas amigas, se llama "Big Little lies".
La acción se centra en California, en la costa y dado que pasé allí tres maravillosos años de mi vida, espero concentrarme aunque del primer capítulo no sabría qué decir.
También he investigado la serie de la que han hablado Pablo Iglesias y el rey "La voz más alta" cuyas críticas me han defraudado.
A veces me cuesta meterme en una serie pero luego me viene bien saber que voy a estar entretenida un rato mientras que con una película, empieza y termina el mismo día.











martes, 10 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y NUEVE







Que todo sucede muy deprisa es un hecho exponencial.
En los últimos días he comprobado que casi todo lo que me rodea está preparado para asustarme.
La serie Years and years de la que ya he hablado se pude interpretar como ciencia ficción pero es mucho más que eso, está directamente interrelacionada con lo que acontece en el planeta tierra.
Están pasando unos documentales en la 2 de TVE que se llaman Humano3.0 que tratan de los trabajos que se realizan en Silicon Valley sobre la inteligencia artificial, que ya está sustituyendo a los seres humanos en varios campos de la salud, no solo en prótesis corporales sino en ayuda psiquiátrica para sustituir a los neurólogos profesionales.
En la radio comentaban que todo lo que acontece que tanto nos preocupa a las personas de cierta edad que no hemos nacido digitalizadas, no causa ningún efecto nocivo en los jóvenes sin contar, claro está, el cambio climático del que tanto se habla gracias a Greta Thunberg de quien ha dicho Harrison Ford que ha estado con ella en la COP25, que es the most important leader in the world right now (sic).
Leonardo di Caprio, tras su reunión con Greta se manifestó como un activista en vez de un actor.
Estoy encantada de no tener prejuicios respecto a la edad de las personas porque me he relacionado con auténtico interés con personas muy jóvenes y con muy mayores y con ambas he aprendido y disfrutado.













lunes, 9 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y OCHO







He estado un par de días sin querer ver la serie Years and years porque me afecta demasiado.
Es tan buena y tan realista que luego me viene a la cabeza y me estremezco.
Tan explícita que resulta excesiva, no obstante mi intuición reconoce muchas de las acciones y conversaciones que aparecen en esa magnífica lección que debería ser pasada en los colegios, escuelas, universidades y sería conveniente que la vieran los políticos también, aunque no sé si se enterarían de algo porque como decía la doctora Verdugo tienen el lóbulo frontal atrofiado (sic).
Mientras tanto estudio las series y películas que pueden interesarme para estar entretenida durante estos días, en que solo me apetece descansar y estar en casa calentita.

Mattin ya está fuera, parece ser que tiene una hernia discal y hoy volará a Berlín en donde se encontrará a gusto con Lisa y Odita y podrá hablar con un médico en un idioma que conoce.
A primera vista el portugués puede parecer fácil pero a la hora de la verdad hay que tener el oído acostumbrado para entenderlo.
Lo sé por experiencia propia, lo mismo que con el italiano, que por mucho que a primera vista se parece al castellano, cuando he tenido cenas con italianos mi torpeza me mantenía en absoluta ignorancia.












domingo, 8 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y SIETE








Ha sucedido un acontecimientos tan inesperado que me parece que ha pasado mucho tiempo y que he entrado en otra etapa de mi vida.
Estaba tranquila y contenta pensando que tenía por delante treinta días para descansar y permitir que mi cuerpo saturado de arsénico, se desintoxicara un poco.
Pasé una tarde estupenda viendo una película muy muy buena, Historia de un matrimonio, dirigida por el gran Noah Baumbach y protagonizada por Scarlet Johanson y Adam Driver, ambos en estado de gracia.
Adam Driver me había entusiasmado en Paterson de Jim Jarmusch.
Me disponía a prepararme la cena, cuando recibí una llamada de Mattin que se encontraba en un hospital de Lisboa a donde había ido días antes para dar un concierto.
Ya me había contado que padecía un fuerte dolor de espalda, que aguantó estoicamente hasta que ayer, yendo en un taxi se quedó inmóvil.
Una ambulancia le fue a buscar y en el hospital le dieron analgésicos y le hicieron un escáner.
Imaginé que habría sido un ataque de ciática pero hasta hoy no sabremos lo que dicen los médicos.
De momento está tranquilo, sin dolor y hoy le verá el doctor y le dirá el resultado del escáner.














sábado, 7 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y SEIS








Suelo ver televisión mientras desayuno y hoy he tenido la suerte de encontrarme con un programa encantador sobre Alaska, a quien tuve el placer de conocer en Bilbao Arte, centro en el que organizan eventos interesantes de vez en cuando.
Durante bastante tiempo han ido mostrando a la Olvido Gara que llegó a Madrid con diez años y su trayectoria hasta hoy en día.
Me ha gustado ella y también he disfrutado viendo a personas a las que conocí en aquellos años de la movida ya que yo iba a Madrid de vez en cuando y viajaba por el mundo con Bocaccio Barcelona.
Desde mi actual situación me parece mentira lo saludable que me encontraba en aquel momento.
Menos mal que tengo un mes por delante para recuperarme de todo el arsénico que tengo en el cuerpo porque lo noto demasiado.
Solo necesito descansar y tener paciencia.







viernes, 6 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y CINCO







Greta dice que hay mucho ruido pero todavía no se han tomado las medidas políticas concretas  para frenar las emisiones de dióxido de carbono que siguen creciendo.
Veo a Greta entre la multitud, casi sin protección, me preocupa su seguridad y me conmueve verla tan segura en su determinación.
Estoy emocionada, casi llorando.
Pienso en Juana de Arco, joven campesina francesa y santa por la iglesia católica, cuya biografía todos conocemos.
No intento igualar a Juana con Greta, solo que ambas son chicas muy jóvenes, a mi entender heroínas.
En esta manifestación que hemos tenido la suerte de que se realice en Madrid estamos despertando conciencias.
Nunca ha habido un consenso científico tan potente como el actual.
También valoro a los padres de Greta cuyo proyecto apoyan.
Hoy es un día muy importante para todos los que habitamos este planeta y para nuestros descendientes.









jueves, 5 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y CUATRO







Me pregunto por qué me afecta tanto hablar de hematología y las enfermedades que pertenecen a ese terreno.
En el salón de quimioterapia del hospital, suelo entablar conversación con las personas que están cerca de mí y me cuentan sus experiencias, que escucho con interés, tal vez demasiado porque luego, cuando me quedo sola, aunque por un lado estoy encantada de saber que tengo suerte, me entran los miedos a las recaídas o cosas por el estilo.
No creo en las bondades de la ignorancia de ningún tipo, no quiero estar en la inopia, prefiero saber a pesar de que me cueste asimilar lo que voy aprendiendo.
Cuando me ingresaron en el hospital y me diagnosticaron leucemia me pequé un susto morrocotudo sin saber en qué consistía, excepto que el tenor Josep Carreras la tuvo hace tiempo y había organizado una fundación a la que me he asociado.
Entre otros asuntos no menos interesantes, me he enterado de que en el hospital de Cruces, el mío, ya están funcionando dos máquinas de radio de las que donó Amancio Ortega, que son una maravilla.
Tienen la ventaja respecto a las anteriores de que solo radian el área necesaria.






miércoles, 4 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y TRES









Estoy fascinada con la serie "Years and years" y parece que no soy la única, porque además de haber ganado el premio a la mejor serie del año 2019 y de tener millones de críticas excelentes, una periodista de The Guardian dice que no nos la merecemos.
Lo único que puedo decir es que me tiene tan cautiva que a veces pienso que está realizada a mi medida, como si fuera un traje de chaqueta confeccionado por mi sastre habitual.
Supongo que habrá mucha gente que la esté siguiendo y tanto si están de acuerdo conmigo en que es magnífica como si no, reconocerán que es especial y sobre todo muy moderna.
Consta de seis episodios y está en H.B.O.

Me propuse y lo estoy llevando a cabo, hacer un poco de Mari Kondo cada día y hoy he añadido algo más que es tirar a la basura en el departamento indicado para reciclar, una cosa por lo menos.
También estoy haciendo orden en mi biblioteca retirando los libros que no me interesan para llevarlos a la casa de cultura de Romo, ya que ofrecen un horario amplio de recogida y aceptan todo menos enciclopedias, libros de texto y revistas.











martes, 3 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y DOS








En principio no soy una persona que se emocione con facilidad, sin embargo hay algo en Greta Thunberg que me llega al fondo del alma.
Se me humedecen los ojos cuando veo fotos de ella, tanto sola, sentada en el suelo frente al parlamento sueco al lado de un cartel con la frase: HUELGA ESCOLAR POR EL CLIMA, como al contemplarla hoy, tan tranquila en el puerto de Lisboa, saliendo del catamarán en el que ha atravesado el Atlántico, para poder asistir a la COP25 que se está celebrando en Madrid.
Me gusta su inteligencia, su constancia y su entusiasmo, todo en ella me inspira y suscita admiración.
Cuando me enteré de que es Asperger comprendí que es alguien muy especial.
Tengo un sobrino nieto que también es Asperger y desde pequeño me llamaba la atención su modo de comportarse.
Era tan delicado y único que yo le llamaba "el príncipe".
Cuando me enteré de que es Asperger comprendí muchas cosas.
Su madre escribió, con el consentimiento de su hijo, una valiente biografía de su hijo que leí con auténtico interés.
Poco a poco, a medida que me voy enterando de personas Asperger me doy cuenta de que son realmente importantes, como por ejemplo Bill Gates, Andy Warhol, Albert Einstein y muchos más que lo reconocen encantados, porque las personas Asperger son felices siempre que les dejen en paz.










lunes, 2 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y UNO








Jamás pensé que en algún momento de mi vida me sentiría identificada con Gregorio Samsa, protagonista de uno de los libros que más me ha impresionado en mi vida, La metamorfosis de Kafka, cuyo título original Die Verwandlung significa La transformación.
No quiero acordarme demasiado porque me duele, pero reconozco que cuando pienso en las cinco semanas que pasé aislada en el hospital de Cruces con mi cuerpo llena de manchas, tratando de asimilar lo que me estaba pasando, algo en mí me lleva a esa terrible historia que me llenó de espanto.
No sé por qué me viene eso a la cabeza, justo ahora que he superado lo peor del tratamiento y que lo llevo con cierta alegría, consciente de que cada día que pasa estoy más cerca de la curación definitiva.
Además me voy acercando a la persona en la que me reconozco y eso hace que me sienta bien.



PD: Lo que he escrito hoy en mi diario puede resultar negativo pero lo he sacado de mi cabeza y me he quedado tranquila. 
A veces es necesario soltar lo que anda rondando por ahí.







domingo, 1 de diciembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA








Ayer vi un documental que me mantuvo pegada a la pantalla con verdadero interés.
Se llama Bikram, trata de la biografía de un indio que tiene un método de yoga a 40º Celsius de temperatura, que causa furor en Los Ángeles.
Me resultó interesante y entretenido por varias razones.
He practicado diferentes tipos de yoga tanto en Europa como en India y lo echo de menos.
Aunque desconozco el Bikram y no estoy en condiciones de probarlo, me entraron ganas de volver al yoga ayudándome de un librito que tengo en mi mesilla que lo usé hace tiempo, la última vez que me rompí la pierna.
Resulta muy fácil y práctico porque lo puedo hacer en la cama, tumbada y aunque solo sea un ratito cada día, me sienta muy bien y me alegra la vida.
Es cuestión de dar el primer paso del que hablé hace poco y que me está reportando grandes beneficios.
El primer día solo fui capaz de hacer Mari Kondo durante cinco minutos y me agoté pero me produjo tanta satisfacción que me voy animando y cada día hago un poco más y se empieza a notar el vacío en mi entorno, que es una de mis aspiraciones actuales.




























sábado, 30 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y NUEVE









Estoy empezando a sentir interés por algo que estaba adormecido en mí.
Se trata de la casa.
Hace años que no me ocupo de ella y de repente, aunque no tengo fuerza, por lo menos voy notando lo que hace falta para que podamos vivir un poco mejor.
Lo primero, fundamental y más importante es hacer un Mari Kondo* con mis cosas de pintura.
Cada vez que miro hacia la zona en la que están amontonados todos los elementos que pertenecen a un pasado imposible de convertir en presente, me acucia la necesidad de dar el primer paso al que se refiere el Tao*
He experimentado su eficacia en otros terrenos y ocasiones, que a partir de ese paso los demás vienen solos o casi, pero hay algo que me frena.
No quiero comprometerme a hacerlo en un momento determinado porque si algo detesto son los "voy a", tanto en mí como en los demás.
Prefiero saber que es algo que tengo pendiente y que en algún momento, de una manera suave y delicada, lo haré sin esfuerzo.



*El método Marie Kondo señala que ordenar la casa ayuda a ordenar la vida. 

*Un viaje de mil kilómetros comienza cuando das el primer paso.
 Tao Te Ching, poema 22






viernes, 29 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y OCHO










Ya he comentado en otras ocasiones que estoy enamorada de mi lengua materna, el castellano y por consecuencia me fijo mucho en la forma de hablar de la gente.
Me llama la atención las palabras que acepta la R.A.E. y el modo en que trabaja, teniendo en cuenta lo que opinan en el otro lado del Atlántico, a pesar de que en España se supone que se habla castellano y en América latina, español.
Los académicos insisten en que somos la gente corriente la que toma las decisiones en último
término lo cual tiene cierta lógica porque el idioma es de todos los que lo utilizamos, no obstante cuando reflexiono sobre ese tema me pregunto por qué no tienen en cuenta la estética de las palabras que van incorporando al diccionario.
Ya sé que soy una maniática y no tengo arreglo.
A pesar de que a veces me molestan los errores gramaticales, también reconozco que me entra la risa con las consultas de los Tuiteros y la procacidad con la que responde la R.A.E.










jueves, 28 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SIETE










He pasado demasiado tiempo dejándome llevar por la enfermedad y eso no me gusta.
No es que me sienta inspirada pero detesto la sensación de no hacer nada, así que he decidido escribir aunque no tenga nada demasiado interesante para contar pero la vagancia no va conmigo.
No es que me exija nada especial excepto sentirme despierta.
Disfrutar de la vida requiere un esfuerzo.
Casi todo requiere un impulso y no quiero ni puedo permitir que la inercia me maneje.
Así que estoy decidida a hacer lo que haga falta con tal de sentirme viva, contenta y agradecida.
De momento tengo intención de ver la película de Scorsese que, aparte de tener una crítica excelente, me la ha recomendado Begoña Zabala de cuyo criterio me fío, ella sí que sabe.








domingo, 24 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SEIS










Estoy muy entretenida viendo la serie The Crown y aprendiendo historia de Inglaterra.
Está basada en la obra de teatro de Peter Morgan "The Audience" y cuenta la relación entre el palacio de Buckingham y Downing Street, además de las interioridades de la familia real inglesa.
A pesar de que ciertas críticas insisten en hacernos creer que han inventado algunos asuntos, me da la sensación de realismo.
La tercera temporada que es la que estoy siguiendo en este momento, es más dura que las anteriores lo que no impide que sea magnífica.
Olivia Colman borda su papel como Isabel II y los demás actores, cada uno en su estilo, están impecables.
Un verdadero regalo en estos tiempos en los que por más que se empeñen no consiguen que las telenovelas nos atrapen.
Respecto a la dificultad de vivir en ese protocolo tan estricto, cada uno puede pensar lo que quiera.
¿Acaso el rey Eduardo VIII se arrepintió de haber tomado la decisión de abdicar?
Geraldine Chaplin aparece como un auténtico regalo interpretando a Wallis Simpson.










sábado, 23 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y CINCO









Creo que ya se me ha pasado el susto mayúsculo que me llevé cuando me dijeron que tenía leucemia y tuve que afrontar todos los miedos que se me pasaban por la cabeza y me impedían concentrarme en el presente.
Poco a poco me he ido dando cuenta de que la vida sigue haciendo su trabajo y mi única obligación  es ser consciente.
De momento ya se me ha pasado la infección gracias a la cual he pasado en casa una semanita casi de vacaciones porque a pesar de que la medicación es fuerte, ha resultado muy agradable y me he librado de ir al hospital de día.
Por un lado disfruto de la sensación que me produce ir recuperando mi ser, lo que recuerdo de mí y además, siento agradecimiento por estar viva.
La existencia es una maravilla y algo excepcional.
Mi vida es una linea recta escrita con la palabra gracias.
















viernes, 22 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y CUATRO









Antaño tuve dos sueños premonitorios.
Ambos eran claros y estaban relacionados con los asuntos que tenía entre manos en aquellos momentos.
Ayer tuve un sueño que me gustaría que fuera premonitorio, porque lo de poner orden en la casa y deshacerme de todo lo referente a mi vida cuando me dedicaba a pintar y a hacer exposiciones, me está volviendo loca.
No sé qué hacer con los cuadros, las telas, las carpetas con dibujos, las cajitas de cartón, los barnices, los catálogos...
De los cuadros que estaban en el trastero solo quedan las telas, ya que los bastidores se llenaron de polilla y Jose Ignacio tuvo que deshacerse de ellos y las tengo en casa, algunas craqueladas.
No es fácil manejar los materiales referentes a la pintura, requieren cuidados especiales y en cuanto me descuido se estropean.
En el sueño, no sé cómo ni por qué, alguien me sugirió que llevara todo lo que quisiera vender a una empresa llamada Herranz (sic) en donde se encargarían de hacerlo.
No soy supersticiosa pero supongo que llevada por mi necesidad de resolver este problema, he indagado en Google y he encontrado una empresa madrileña llamada Herranz que se dedica a la enmarcación.
Nada que ver con lo que yo estoy buscando, pero no descarto la idea de que se materialice un hada que se compadezca de mi, que estoy débil y se ocupe de poner al día todo lo que queda de mi antigua profesión.
Mi hijo pequeño que es artista y está muy involucrado en el mundo del arte, me recomendaba hace tiempo que hiciera una exposición antológica exhibiendo obra de todas las series en las que he ido trabajando a lo largo de mi vida.
No era el momento ni creo que sea nunca.
Aparte de mi debilidad actual y del trabajo que eso podría suponer, lo que de verdad imposibilita ese proyecto es que he perdido el entusiasmo.
El único artista plástico con quien hoy en día me siento identificada es Daniel Buren y yo ya pasé mi época de rayas.

















jueves, 21 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y TRES








Casi todo es nuevo para mí desde que me diagnosticaron leucemia.
Creía que sabía lo que era la enfermedad porque una vez tuve hepatitis, pero eso no era nada comparado con lo que tengo ahora.
También he tenido varias infecciones que en principio se solucionaban con antibióticos suaves, no obstante la que he tenido estos días ha sido algo extraordinario.
A pesar de la fuerte medicación que tomaba parecía que no remitía.
No podía hablar ni comer.
Gracias a Dios no me ingresaron ya que el análisis de sangre que me hicieron al llegar al hospital demostró que tenía más de cuatro mil leucocitos, lo cual no solo me tranquilizó sino que me devolvió la alegría de volver a mi casa en donde me siento a gusto.
Así, entre el antibiótico, el fármaco de morfina y papillas de arroz integral como único entretenimiento, he pasado cuatro días tranquilos, permitiendo que el cuerpo se recupere.
Ayer me atreví a tomar puré de verdura y compota de manzana con mucho cuidado.
Hoy me encuentro mucho mejor.
Miro por la ventana y pienso que tal vez mañana o pasado pueda salir a la terraza para regar las plantas.









domingo, 17 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y DOS








Estuve escuchando un programa de radio en el que varios cinéfiloos expertos en Ernst Lubitsch analizaban sus películas.

Me pareció interesante no solo porque me fascina su cine, sino porque entre una cosa y otra, dijeron algo que nunca nadie antes lo había mencionado en mi presencia, sino todo lo contrario.
Se trataba del doblaje.
Hasta ahora se comentaba lo triste que nos parece a los que nos gusta el cine, que doblen las películas.
Es algo que no se discute.
Pues bien, el que más entendía de cine en general y de Lubitsch en particular, insistió, dando toda clase de argumentos sobre la importancia de ver una película doblada a no ser que se domine el idioma original.
Hablando de "Ninotchka" que es una de mis preferidas, decía que es imposible fijarse en  el sofisticado vestuario que el director había escogido para Greta Garbo, los guantes, las medias, el bolso, así como en los detalles de la decoración y el guiño de un portero por citar solo algunas pequeñeces.
Argüía también que el cine de aquella época estaba más trabajado que el de ahora.










viernes, 15 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA Y UNO









Entusiasmada leyendo a Coetzee.
Todo comenzó un día que había terminado el libro que estaba leyendo en Kindle, método poco agradable y me dediqué a investigar en la biblioteca de mi hijo Jaime que es un lector empedernido.
Me llamó la atención una novela en la que nunca me había fijado.
Al ver que el autor había ganado el Nobel en al año 2003 me lo llevé a mi cuarto y desde la primera página me gustó.
Se llama "Desgracia".
Lo comenté con Rita Molina que también va al taller de Escritura y se ofreció a dejarme los cinco libros que ella tenía del mismo autor a quién había leído hace tiempo.
Inmediatamente acepté y quedé con ella para que me pasara todos esa misma tarde.
Tuve la mala suerte de que el primero que tuve entre mis manos "Verano" consistía en entrevistas de un estilo diferente al libro que tanto me había gustado y además, en la mitad me encontré un marca páginas que daba a entender que alguien lo había dejado ahí, lo cual me desanimó más todavía.
A pesar de todo seguí leyendo pero no lo terminé.
Estuve varios días sin atreverme a coger otro libro de Coetzee, hasta que ayer o antes de ayer me decidí sin demasiadas ganas a meter la mano en la bolsa en la que estaban los libros de Rita y elegí casi al azar "Juventud".
Desde el principio me cautivó y ya casi lo he terminado.
No solo está muy bien escrito sino que es entretenido y habla de poetas a los que conozco y que me encantan.
Una gozada.








jueves, 14 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SETENTA








He visto el teaser sobre Montse Watkins y me han entrado ganas de ver el documental y conocer a fondo a esa maravillosa mujer.
Ha sido la primera vez en toda mi vida que me he enterado de que una persona a la que le diagnostican cáncer, en vez de decir:

¿por qué a mí? 

cambia la frase por

¿por qué no a mí?

Me ha despertado y me ha ayudado.
La ilusión de mi vida es llegar a ser humilde y la reacción de Montse me ha parecido ejemplar.
¡Cuánto tengo que aprender!









miércoles, 13 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y NUEVE










Empecé a escribir este diario el diez y nueve de julio del año dos mil diez y seis.
Había publicado la segunda novela y no me produjo la satisfacción deseada por lo que decidí escribir sobre mi propia vida y lo que iba aprendiendo en el camino.
Hoy, cuando he pensado en expresar algo sobre ese tema, al intentar encontrar la fecha del comienzo en el ordenador, me he entretenido leyendo algunos fragmentos de los textos publicados y me han sorprendido los cambios efectuados en mi persona y por consiguiente en mi manera de escribir.
Sabía que escribir es terapéutico, eso es más que evidente y además Iñigo Larroque, mi profesor me lo hizo notar al preguntarme por qué ya no contaba nada sobre la relación que tenía con mi madre, de la que antes tanto hablaba y al decirle que no tenía ganas, él me dijo:

¡Ah! Bien, ya te has desahogado.

Así es, pensé.
Hoy constato que esa es otra de las ventajas de ser diarista, que al expresar todo lo que tengo dentro convertido en palabras ordenadas, me libero de las emociones negativas que habían quedado registradas.
Si esto me sucedía con las menudencias que me pasaban antes, imagino que ahora que lo que me acontece son palabras mayores será muy beneficioso.
No lo pongo en duda, lo afirmo.













martes, 12 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y OCHO









Debido a mis limitaciones para hacer algo que no sea ocuparme de mi salud, he decidido poner orden en la casa.
Dentro de poco vendrán Lisa, Mattin y Odita para pasar la navidad y me apetece recibirles con alegría e intentar que se sientan a gusto.
Lo que más me cuesta es desprenderme de todo lo que me queda de cuando me dedicaba a pintar.
Me resulta duro deshacerme de los óleos, los pinceles, los barnices, los bocetos, los trabajos que se han quedado a medio hacer, las telas craqueladas y muchas más cosas que me duele nombrar, pero estoy decidida.
Jose Ignacio es un amigo carpintero y electricista que desde hace muchos años me ha ayudado en todo lo referente a colgar cuadros en las exposiciones, además de hacer arreglos y chapuzas.
Tiene un extraordinario sentido para la distribución del espacio, lo que en esta casa es de gran importancia y me está ayudando.
Gracias a él creo que seré capaz de hacer algo que valga la pena.
Solo quiero tener lo imprescindible, por lo que me paso la vida tirando lo que no utilizo y aún así, la casa está llena de cosas inútiles.
Estoy muy influenciada por la decoración japonesa en la que todo está basado en el vacío.












lunes, 11 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SIETE









Hoy ha sido mi primera mañana de hospital en este ciclo y todo ha salido bien.
Me he levantado contenta con la mentalidad de ir al lugar de curación.
Una vez más me ha sorprendido ver que las personas que están en condiciones parecidas a las mías aceptan con elegancia y agradecimiento lo que a mí tanto me cuesta.
Son un verdadero ejemplo.

Ahora tengo intención de ver una película en la que trabaje Marion Cotillard porque, aunque la conocía desde hace tiempo, nunca me había gustado tanto como en "Cosas de la edad" que vi ayer.
No es que el film sea una maravilla, más bien tiene momentos no solo superfluos sino incluso ridículos, pero me reí lo cual no me resulta fácil hoy en día, así que hice un trabajo de investigación y he encontrado con alegría que en Filmin hay muchas películas en las que trabaja ella con diferentes directores que desconozco, por lo que tengo diversión francesa asegurada para una temporada.
Es lo que espero y deseo para las frías y lluviosas tardes invernales que me esperan.












domingo, 10 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SEIS









Ayer me equivoqué.
Había quedado para comer en el vietnamita de Las Arenas con Rosa sin espinas, si el tiempo lo permitía.
La verdad es que el tiempo seguía siendo muy desagradable pero aprovechando un claro allí me fui y disfruté charlando con mi amiga, que no de la comida porque mi paladar no responde a los sabores.
Estaba tan animada que después aproveché para ir a la peluquería Jean Louis David, del centro comercial Artea.
Al salir había mucha gente, algo que debo evitar debido a que mis defensas están bajas y llovía a cántaros, lo cual es nefasto ya que voy con la muleta en una brazo y el paraguas en el otro jugándome la vida.
Me di cuenta, una vez más, de que cuando llueve lo mejor que puedo hacer es quedarme tranquila en mi casa y salir solo para ir al hospital, a donde me llevan y me traen y no tengo que hacer ningún esfuerzo ni pasar miedo.
A pesar de que tengo una edad, sigo cometiendo errores, es como si sintiera cierta atracción por el peligro, hay que ser idiota.
Por la noche, ya en mi cama, me perdoné y decidí comportarme con sensatez.
Debido a que la salud es mi prioridad absoluta, hoy no saldré en todo el día por lo que no votaré a pesar de lo que dijo Platón que tanto me afectó:

“Una de las sanciones por negarse a participar en la política es que termines siendo gobernado por tus inferiores.”










sábado, 9 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CINCO









Desde que he aprendido a aceptar lo que me trae la vida no me llevo tantos malos ratos, aunque ciertos miedos todavía me rondan.
Intento mantenerlos a raya.
Siento que el mes de vacaciones me ha fortalecido.
He afrontado retos que tenía pendientes.
Ocuparme de la casa es uno de ellos.
La tenía dejada.
La realidad es que la leucemia se ha estado incubando durante muchos años.
No me lo ha dicho nadie, pero yo lo sé.
Lo sé ahora.
Vivía en estado de cansancio permanente pensando que padecía una fibromialgia que me había diagnosticado Alvarez de Mon entre múltiples insultos (sic).
Era evidente que no me encontraba bien y que había perdido la vitalidad.
Justo antes de pedir hora en mi doctora de cabecera había estado en Barcelona para acudir a una conferencia de Prem Rawat.
En el hotel manché la almohada con sangre.
Al volver a casa me di cuenta de que tenía manchas en todo el cuerpo y comprendí que era el momento de saber lo que me estaba pasando.
Inmediatamente me mandaron al hospital, me hicieron unas pruebas y dijeron que querían hablar con mis hijos.
Me tomaban la tensión todo el tiempo y cuando mencionaron la palabra leucemia me subió a diez y siete.
Han pasado cinco meses y diez días y mi vida ha dado un giro completo.
Lo he pasado mal de verdad y espero que no me vuelva a suceder algo parecido.
Ahora estoy en otra fase.
Me siento agradecida y doy gracias al cielo.









viernes, 8 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CUATRO










Podría ponerme furiosa si quisiera porque no me faltan motivos pero no me da la gana.
Prefiero mantener la calma y disfrutar de cada momento de mi vida.
Poco a poco voy aprendiendo a aceptar lo que viene y a poner en práctica lo que sé.
Hoy he tenido consulta con la hematóloga que me atendió al empezar el hospital de día.
Aquella vez me acompañó Beatriz y la doctora dijo que tenía que tomar quimio durante un mes y luego descansar y así tres veces.
Empecé, era espantoso pero como no me quedaba más remedio lo hice dos veces protestando lo menos posible.
Se suponía que esta semana terminaba el segundo mes de descanso y que ya solo me quedaba un mes de quimio.
No ha sido así, sino que me han añadido otro ciclo más, no porque tuviera un problema o porque mi salud lo requiriera sino porque la doctora se equivocó debido a que el programa que muestra el ordenador "no es amable" (sic)
La verdad es que no me lo podía creer.
Me había hecho demasiadas ilusiones.
He dejado ver que Beatriz estaba presente para que conste que yo no inventé nada.
Ha sido un golpe duro pero lo mejor de todo es lo bien que estoy respondiendo.
Estoy tranquila.
Todos los días paso por diferentes estados de ánimo que en la superficie van cambiando.
Así que mejor me engancho a la paz que hay en mi interior que es inmutable.







jueves, 7 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y TRES









Ayer me equivoqué con la película. 
A pesar de haber pasado bastante tiempo estudiando críticas y viendo trailers, metí la pata.
Hace tiempo vi "Perfectos desconocidos" de Alex de la Iglesia que me gustó mucho.
Es del año 2017.
Sabia que en Francia habían hecho algo similar por lo que guiándome por la debilidad que siento por todo lo francés, pensé que me encantaría, que sería todavía mejor que la de Alex de la Iglesia pero no solo no acerté sino que me pareció tan vulgar que la dejé en la mitad.
Se llama "El juego" y es del año 2018.
No todo lo francés es tan bueno.
He pasado mala noche, preocupada porque tengo que ir al hospital para la extracción de sangre y empezar una fase de quimioterapia. 
Creía que me había mentalizado y que estaba preparado pero me confundí.
Estaba asustada.
Me he puesto el termómetro a las 7:45 y tenía 38º de fiebre.
En Cruces dan mucha importancia a la fiebre, tal vez demasiada. 
Me he tomado un Paracetamol y ahora que son las 8:45 ya no tengo nada me encuentro bien.
Por las noches me entran pensamientos oscuros que se me pasan en cuanto sale el sol.








miércoles, 6 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y DOS











Otra película francesa que no solo no me defraudó sino que me hizo pasar una tarde entretenida sin salir de casa.
"Clara y Claire" de Safy Nebbou con una maravillosa Juliette Binoche en estado de gracia como protagonista indiscutible.
Una historia interesante y desconcertante al mismo tiempo, con diferentes matices.
El mundo íntimo y muy personal de la mujer se toca desde cierto riesgo que no queda otro remedio que aceptar, no resulta fácil juntar las piezas que componen una historia poco verosímil y bastante literaria.
Personalmente no pude apartarme de la pantalla.
Además, tengo la sensación de que no he visto ninguna película del director nacido en Bayona.
Fue una especie de revelación.


Antes de meterme en la película vi el primer capítulo del documental de Netflix "El nazi Iván el terrible" cuyas críticas son excelentes.
No me disgustó porque está realizado con soltura pero el tema me resulta escabroso y muy manido.
No sé si seguiré.
De momento me voy a Filmin a ver qué me depara el destino para disfrutar desde el sofá.


















martes, 5 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA Y UNO












El viento y la lluvia siguen con su trabajo, lo cual me impide salir de casa.
Ayer hice una búsqueda intensiva que me condujo a una película encantadora.
Es francesa y se llama "La biblioteca de los libros rechazados".
El director es Rémy Bezançon y la protagoniza el afamado actor Fabrice Luchini.
La historia, sin ser gran cosa es entretenida, así como los paisajes de Bretaña que es donde se desarrolla.
El momento álgido a mi entender, lo alcanza una extraordinaria Hanna Schygulla interpretando a una mujer rusa.
Disfruté mucho porque tengo una debilidad especial por la cultura francesa.
Todo me emociona en Francia empezando por el idioma.
La voz de Luchini es grave y su magnífico francés toca las profundidades del alma.
Comprendo a Michel Houellebecq cuando se fue a vivir a Irlanda para huir de la fama y tuvo que volver a París porque echaba de menos su lengua materna.
No me extraña.









lunes, 4 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS SESENTA











Debido a un tiempo en alerta amarilla llevo varios días sin salir de casa y ayer, domingo, llegó un momento en el que me sentí invadida por el aburrimiento.
Me había saturado de leer a Coetzee y de ver capítulos de Suits así que intenté por todos los medios encontrar una película que me entretuviera, pero no lo conseguía, nada de lo que veía me atraía.
Justo en ese momento llamó por teléfono mi sobrino Leopoldo que es un gran pescador para ofrecernos una ijada de bonito que había pescado en el Cantábrico.
Beatriz se encargó de traerla y yo de cocinarla.
Me salvó la temida tarde de domingo.
Estaba excelente, nada iguala a un pez recién pescado, eso sí que es un manjar.
Nos regalaron dos ijadas, así que hoy tenemos otra para la comida, que la prepararé con huevos duros y patatas panadera para que quede más completa.
Todavía no he recuperado el sentido del gusto por lo que aunque comer me encanta y me hago ilusiones, a la hora de la verdad disfruto más con el recuerdo que con el paladar.











domingo, 3 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y NUEVE










A medida que pasan los días voy notando pequeñas mejorías que dependen bastante del tiempo que pasa y de no excederme en los esfuerzos. 
Noto que es bueno y me conviene dar pequeños pasos que me acercan a una vida normal pero si me animo demasiado, voy para atrás en vez de avanzar. 
Cada vez son más sutiles los cambios que experimento.
No puedo negar que me encuentro mejor y que he salido del infierno en el que he estado durante casi cinco meses, pero tampoco debo olvidar que la semana que viene empieza otra fase de quimio y lo notaré.
Es parte del tratamiento.
He cambiado bastante la mentalidad.
Ahora acepto lo que viene con toda la tranquilidad de la que soy capaz y agradezco estar viva y poder disfrutar de la existencia aunque no esté en plena forma.

Hoy, por ejemplo, un amigo me ha invitado a comer pero he dicho que no porque hace un viento espantoso que tira los árboles.
Mejor me quedo en casa.

















sábado, 2 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO










Necesitaba un tiempo de silencio y tranquilidad.
Tras unos días en los que creí que ya estaba casi curada, el sol radiante y un cielo azul contribuyeron a fortalecerme, pero no era así, me equivoqué.
Me pasé, abusé y ahora solo deseo quedarme en casa, tranquila y agradecida, viendo caer la lluvia desde la ventana.
Hablar me gusta pero me cansa y poner la voz en reposo contribuye a mi bienestar.
En la meditación Vipassana no se habla durante diez días y cuentan que, pasado ese tiempo, la voz sala pura, nítida, sin esfuerzo.
Después de estar casi sin hablar durante cuarenta y ocho horas, me ha llamado Pizca por teléfono y casi no he podido hablar con ella, no tenía voz.
Necesitaba un descanso así que voy a aprovechar este largo fin de semana.
El hematólogo que me diagnosticó la enfermedad dijo:

"Has tenido suerte: esta clase de leucemia se cura. Toma su tiempo pero se cura y el tratamiento es natural"








viernes, 1 de noviembre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y SIETE










Ayer me descuidé.
Estaba tan eufórica que olvidé por un momento que estoy baja de defensas y me dejé llevar al terreno de una persona que lo estaba pasando mal y permití que me traspasara su negatividad por lo que he pasado una noche no muy buena y hoy me noto cansada.
Me creo que estoy mejor de lo que realmente estoy.
Tengo que ser más consciente de que mi recuperación es lenta.
Estoy contenta porque noto que voy mejorando pero tengo que respetar los tiempos.
Solo ha sido un descuido, suficiente para darme cuenta de mi actual situación y obrar en consecuencia.
No tengo mucho más que contar excepto que ser consciente es mi prioridad absoluta.
Agradezco la vida y todo lo que aprendo cada día.







jueves, 31 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y SEIS











Sigo animada con ganas de incorporarme a la vida normal y lo hago con entusiasmo.
A pesar del cansancio me compensa la alegría que me produce.
Ayer llevé mi coche para que cambiaran la rueda pinchada y mientras tanto fui a Zara, compré un par de pantalones y recorrí el supermercado con un carrito en el que iba metiendo todo lo que probablemente haga falta en casa.
No me acordaba de los productos de limpieza, pedí ayuda y estuvieron muy solícitos, entendieron mi situación y quedaron en traerme todo entre las ocho y las diez.
Fácil y cómodo.
Creo que antes hacía el pedido en Amazon pero terminé harta de que sonara el timbre todo el tiempo o de que molestaran a la vecina.
El método de Eroski me satisface más.
Al salir me encontré con Jaelius Aguirre que está dirigiendo Flecha, la exposición itinerante en la que yo exponía hace años, al principio, cuando solo existía en Madrid en el centro comercial Arturo Soria.
Me contó que ahora también la organiza en Miami, Londres y Perú.
A las diez de la noche había quedado con Manu, el transportista que se encargaba de llevar y traer mis cuadros, para que llevara a los contenedores los colchones que he cambiado.
Durante el tiempo que transcurrió entre las visitas que esperaba, estuve viendo una serie que me entretiene bastante "El método Kominsky".
Trabaja Michael Douglas y lo que me gusta es que trata asuntos de personas mayores con las que en mayor o menor medida me puedo identificar.

La única preocupación que surgió es que una amiga que vive en Los Ángeles me mandó un wasap diciendo que había tenido que evacuar y se dirigía a Santa Mónica, a la ciudad.
El fuego no remite porque los vientos son muy fuertes.
Hoy no he tenido noticias de ella "pas de nouvelles bonnes nouvelles".
Me mantendrá informada.
Cuando mi hijo pequeño y yo vivíamos en Malibu también tuvimos que evacuar por un fuego.
Gracias a Dios para nosotros no fue grave, solo pasamos una noche fuera de casa en la furgoneta de Mattin y al día siguiente volvimos a casa pero hubo gente que perdió todo y se quedó en la calle.
Son momentos de mucha angustia.












miércoles, 30 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y CINCO










Tengo suerte.
Últimamente todo me viene a domicilio.
Tenía ganas de ver la película "Parásitos" del coreano Boong Joong-ho que solo la ponían en Bilbao y de repente ayer pude verla en el puerto deportivo de Getxo.
Comprendo que esté considerada como una obra maestra porque es extraordinaria.
Tan buenas son las críticas que incluso llegan a decir que es lo mejor que se ha filmado en varios años.
Durante la primera hora no pude dejar de estar absorta, luego ya me resultó excesiva.
Abarca un espectro muy amplio de posibilidades tanto desde un punto de vista sociológico como intelectual y cinematográfico.
Respecto a la estética de la película solo puedo decir que es fascinante, cuidada en todos los detalles.
También me sorprendió la música.
No tengo nada que objetar excepto esa segunda parte tarantiniana que la pude soportar porque la viví como si fuera un cómic.
Yo he crecido en un mundo en el que se rendía culto a la utopía y me sentía a gusto así, no obstante a medida que ha pasado el tiempo, ha llegado un momento en el que casi todo lo que me rodea es distópico.
No me queda más remedio que meterme dentro de mí que es dónde encuentro todo lo que necesito.
















martes, 29 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y CUATRO










A menudo tengo la sensación de que he nacido con suerte.
Se me presenta lo que deseo sin hacer nada por mi parte.
Desde que estoy tan entusiasmada con la literatura han empezado a llegarme libros que me encantan y no solo eso, sino que veo películas cuyos temas se relacionan con escritores.
Ayer terminé "Desgracia de Coetzee" y ya tengo en casa cinco libros del mismo autor con los que espero deleitarme.
Respecto al cine el asunto no es tan fácil pero aún así tengo la sensación de que se me acercan películas cuyo tema está relacionado con la escritura y las editoriales.
Ayer vi "Más extraño que la ficción" la cual, sin ser la octava maravilla me mantuvo entretenida.
Los actores que en ella trabajan me complacen. 
Cuando vivía en Los Ángeles le vi a Dustin Hoffman paseando por Rodeo Dr. en un Rolls Royce blanco descapotable encantado de la vida, como un niño con zapatos nuevos a pesar de que tiene fama de tener mal carácter.
Una chica que conocí en Malibu me contó que tenía el mismo profesor de tenis que Dustin y le había dicho que se enfadaba fácilmente.










lunes, 28 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y TRES









Hoy me he levantado con ganas de trabajar a pesar de que sé por experiencia que no tengo mucha fuerza y que me canso en seguida, no obstante he tomado decisiones que se arreglan a través del teléfono y del ordenador.
He cancelado una cena a la que me había invitado mi hermano Javier porque me asusta la idea de estar fuera de casa cuando ha oscurecido.
Me he acostumbrado a retirarme temprano.
Prefiero salir durante el día a tomar el aire por lo que he quedado con Rita, compañera del taller de Escritura para intercambiar libros.
Ella me va a dejar los de Coetzee a quien me he enganchado desde que he leído Desgracia y yo le voy a pasar unas maravillosas novelas cortas de Stefan Zweig.
Además he encargado un colchón ya que he notado que el futón que tenía desde hace mucho tiempo ha envejecido.
Son cositas pequeñas que en mi caso significa que empiezo a revivir y a ocuparme de la casa.
Tengo intención de que todo vuelva a su ser sin prisa pero sin pausa.









domingo, 27 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS









Me pregunto, sorprendida, por qué me resulta mas fácil concentrarme en un buen libro que en una película.

Estoy leyendo "Desgracia" de Coetzee, a quien se le otorgó el Premio Nobel de Literatura en 2003 por «la brillantez a la hora de analizar la sociedad sudafricana», según el acta de la Academia Sueca y no consigo despegarme.
Ya he quedado con Rita, compañera del taller de Escritura para que me preste tres libros del mismo autor que ella tiene en su biblioteca.
Sin embargo, ayer por la tarde empecé a ver "Dinero sucio", la película en la se comenta que Meryl Streep puede ganar un Oscar y no podía concentrarme.
¿Por qué será?
Todo tiene relación con la recuperación de mi cabeza que está bastante despistada.
Menos mal que poco a poco está volviendo a su ser.


















































sábado, 26 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO










Me pregunto cómo he sido capaz de pasar de la pintura a la literatura casi sin darme cuenta.
Había dedicado toda mi vida a las artes plásticas, sabiendo desde muy pequeña que quería ser pintora. 
Nunca lo dudé.
Cuando tuve la oportunidad, estudié Bellas Artes en Bilbao, primera promoción y desde entonces me dediqué a pintar y a exponer.
Hace unos años me rompí la pierna y se me complicaron las cosas.
Hasta entonces había pintado de pie.
Me di cuenta de que mi manera de pintar no estaba diseñada para estar sentada por lo 
que de repente y casi sin darme cuenta, me apunté al Taller de Escritura de Íñigo Larroque, me senté delante de mi ordenador y me puse a escribir.
Publiqué dos novelas y decidí escribir un diario que publico cada día en un blog.
Ha sido una transición tan natural que no me ha supuesto ningún inconveniente, excepto que todavía me queda material de dibujo y pintura que ocupa un espacio que me vendría mejor que estuviera vacío.
Respecto a la lectura, siempre me ha gustado leer y lo sigo haciendo, forma parta de mi vida.









viernes, 25 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CINCUENTA










Por fin ayer mejoró el tiempo y Pizca y yo nos animamos a salir de nuestras casas para ver "Mientras dure la guerra" la película de Amenábar.
Aunque el tema me daba cierta pereza, mi hijo Jaime me había comentado que daba gusto oírle hablar a Unamuno y reconozco que tenía razón.
Karra Elejalde borda el personaje.
No había una sola persona joven entre el público.
Me gustó volver a ver Salamanca, es una ciudad preciosa. 
La última vez que estuve allí asistí a una conferencia de Prem Rawat en el paraninfo de la universidad.
Al finalizar la película, Pizca, como buena catalana, empezó a aplaudir pero poca gente la siguió, en Bilbao no tenemos esa costumbre.
Le pregunté a ver a quien había aplaudido y me contestó:

A Amenábar y a Unamuno.









jueves, 24 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y NUEVE










Cada día me encuentro mejor y estoy más contenta.
No quiero hacerme demasiadas ilusiones porque todavía tengo pendiente un mes de hospital de día, pero sentir que recupero el bienestar que había perdido me llena de esperanza.
Hace mal tiempo y llevo varios días sin salir de casa, sé que tengo las defensas bajas y no quiero arriesgarme.
Cuando me decían que me curaría me costaba creerlo.
Ahora doy gracias al cielo de día y de noche.
Lo he pasado tan mal que me parece mentira empezar a recordar lo que significa la salud.
Me siento con fuerza para afrontar los veinte días que me quedan de arsénico y el mantenimiento del que todavía no me han explicado nada.

La película que vi ayer "La carta final" me gustó mucho.
Es antigua, delicada y muy agradable.
En principio me apetecen los estrenos y las películas actuales pero a la hora de la verdad disfruto más con el cine clásico.








miércoles, 23 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y OCHO









Ayer hizo un tiempo endiablado por lo que desde la mañana decidí no salir de casa.
Después de la siesta me puse a estudiar películas, convencida de que encontraría alguna que me apeteciera pero no solo no encontré ninguna, sino que me entretuve y me divertí con la tarea de estudiar las posibilidades en los servidores que tengo: Netflix, HBO, Amazon y Filmin.
Pasé mucho tiempo leyendo las críticas y a última hora decidí ver Greta, ya que la protagonista es Isabelle Huppert, que me encanta y que según un amigo francés está considerada como la mejor actriz del mundo.
A pesar de que las críticas no eran buenas y de que la película es irlandesa y se desarrolla en Nueva York, tengo tanta debilidad por todo lo francés, que durante un buen rato la vi con agrado hasta que de repente, la locura se apoderó del guión y decidí dedicarme a la lectura.
Hoy también se supone que va a llover lo cual significa que me quedo en casa, así que he pasado la mañana intentando encontrar una película para pasar una tarde entretenida y creo que la he encontrado: La carta final.

Tiene buena crítica y trabajan buenos actores:

Anne Bancroft
Antony Hopkins
Judie Dench

Voy haciendo progresos.
Ahora tengo a mi lado un papel y un bolígrafo en donde apunto lo que puede interesarme.