CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SIETE

 

Recuerdo los veranos de otros años, antes de que empezara el cambio climático, todo era diferente.

No solo ha cambiado el tiempo, también ha encarecido la vida y la moda se ha vuelto obligatoria.

Los restaurantes tienen más pretensiones, la gente compra coches eléctricos que no hacen ruido, utilizan palabras malsonantes, hay que tener mucha paciencia para adaptarse al estilo de las personas que no tienen demasiada educación.

Instagram hace más daño de lo que debiera, ofrece trabajo para ganar dinero sin hacer nada, adelgazar bebiendo agua de plátano hervido, a veces dudo si debo seguir la corriente de las modas o dedicarme a mis asuntos, en realidad lo que me apetece es escuchar a mi corazón, eso me tranquiliza.

Estoy entusiasmada con mi nieta, es una niña muy consentida y eso me disgusta, no obstante cuando está en su esencia y se comporta con elegancia, es un portento porque tiene mucha inteligencia y talento, además de que habla cuatro idiomas, pero no presume de ello.

Lo que mejor le sienta es ir a la playa y jugar con las olas, lo malo es que a pesar de la crema protectora se pone roja y eso no le gusta, no olvidemos que es sueca y vive en Berlín, difícilmente podrá evitar los efectos del sol.

Le cuesta comprender que para pasar del blanco al moreno tendrá que soportar el rojo como todas las chicas del norte de Europa, incluida su madre que también es sueca, en cambio su padre se puso moreno el primer día y conserva un color precioso, supongo que será verdad que la piel tiene memoria.

Yo todavía no soy capaz de ir a la playa y mucho menos un día de fiesta, no sabía que hoy es fiesta, san Ignacio de Loyola, me ha sorprendido no poder hacer el pedido de la frutería.

No puedo escribir mucho porque he empezado a contar las pequeñas anécdotas cotidianas y me he salido del guión.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SEÍS

 

Estoy entusiasmada, he visto vía streaming la conferencia de Prem Rawat en Brighton y me ha puesto de muy buen humor, he pasado cuarenta y siete años de mi vida viajando por todo el planeta para poder asistir a sus eventos, gastando un dinero que no tenía y cansándome muchísimo, me agota viajar.

Ahora no puedo viajar debido a mi estado físico y agradezco que la tecnología me ayude a estar en contacto con Prem Rawat, incluso más que antes, sin preocuparme de nada, solo de estar pendiente de la hora convenida, lo agradezco en el alma.

Ayer fui a comer con mi hijo pequeño, su pareja y su hija al restaurante de Barrika, el Itxas Gane, que tiene un pescado excepcional, siempre salvaje y muy bien cocinado, solo tiene un problema que para mi resulta insalvable y es que los sábados, domingos y festivos está lleno de gente que habla muy alto y eso me agota, llegué a casa y me metí en la cama donde pasé toda la tarde, disfrutando de la lectura y de la radio.

Estoy leyendo el que creo que es el último libro de Michel Houellebecq, "Algunos meses de mi vida" que  es el escritor que más me gusta de los actuales. Perdón, no es su último libro, me había equivocado, el último es Anéantir, no sé si lo habrán traducido al castellano, me da igual, hablo y leo en francés.

Luego, en la cadena Ser, escuché un programa sobre Stefan Sweig que me entusiasma y de quien creo que he leído todos sus magníficos libros y cuando ya estaba Más que contenta, hicieron un programa sobre mujeres artistas jóvenes que están encontrando trabajos con los que mantenerse dentro de la creatividad.

Poetas que recitan en bares y centros culturales, pintoras que hartas de exponer y no vender, se hacen productoras de cine y asuntos relacionados con las artes plásticas que hasta ahora estaban en manos de los hombres.

Eso me pasó a mí cuando era pintora, me cansé de exponer, es muy trabajoso, para mí era lo peor del mundo que me había creado. incluso en las temporadas que vendía bastante, me agotaba, siempre cargando con cuadros, pagando los marcos, encargando los catálogos y todo lo que requiere la vida del pintor.

Cuando me rompí la pierna y pasé a la escritura, me consideré más feliz, escribir me encanta aunque también tiene el trabajo de publicar y vender, la verdad es que no he acertado con ninguna de las dos profesiones que he tenido, ya no me da tiempo de cambiar, soy mayor y no estoy en plena forma.

En Instagram ofrecen muchas maneras para ganar dinero sin hacer gran cosa pero no tengo a nadie que me aconseje, necesitaría charlar con alguna persona que me ayude a separar el trigo de la paja, además de que ser influencer está descartado, no es mi cup of tea como dicen los ingleses.

De momento sigo con la escritura, la cual se reduce a actualizar este blog basado en mi propia autobiografía, lo cual me mantiene alerta, pero me gustaría empezar un libro de autoficción que es lo que domino.

Todo se andará, me veo más suelta que hace unas semanas.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CINCO

 

Estoy muy centrada en Instagram porque aprendo mucho aunque algunas de las cosas que cuentan no me interesan demasiado pero para mi inglés me viene fenomenal porque no es académico, sino muy práctico sobre todo para los españoles que tenemos tendencia a traducir del español, eso no funciona, es muy bueno que los bilingües expliquen las diferencias.

Respecto a la moda también he aprendido bastante pero reconozco que estoy harta de ver a todas las chicas vestidas iguales, casi me da asco tener esa tendencia metida dentro de mi.

Por lo menos no me ha dado por ser una barbie, no obstante todo lo demás me desagrada.

Soy minimalista radical, en ese sentido no tengo que cambiar nada, pero me siento incómoda, no me gusta seguir las tendencias.

Me gustaría saber qué puedo hacer para encontrar una red social que me entretenga tanto como Instagram pero sin que me entren en la cabeza tantas cosas que no me interesan además de la desconfianza que me crean, eso me disgusta, no me creo la mitad de lo que cuentan.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y CUATRO

 

Ya pronto me darán el alta en la fisioterapia, lo cual significa que me quedaré libre, me apetece, estoy demasiado acostumbrada a no tener obligaciones ni horarios, lo único que tengo que recordar es que aunque esté en casa y me parezca que me encuentro bien, necesito hacer los ejercicios que me ha recomendado el fisioterapeuta.

En esta casa estoy a gusto, he simplificado tanto mi vida que ni siquiera me molesta dejarle el coche a mi hijo a pesar de que significa que no puedo moverme, lo que hago andando me agota, caca vez que salgo a dar un pequeño paseo vuelvo a casa con ganas de descansar.

Lo bueno de tener tiempo es que leo y me entretengo y cuando salgo me entusiasmo con cualquier cosa, todo me parece excepcional.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y TRES

 

Por fin he visto la película Barbie, soñaba con ella.

Me ha resultado un poco larga pero me ha encantado, me ha hecho pensar, recapacitar, revisar mis ideas y en conjunto me he alegrado mucho de verla y de escuchar la música también, está hecha con inteligencia y con mimo, además he vivido en los lugares donde se desarrolla la acción, California, Málibu y Santa Monica y me ha divertido ver como se recrean en Venice Beach, que es la playa más divertida del mundo que yo conozco.

Estaba bastante preparada para disfrutar de la película, porque conozco esa moda y sabía anécdotas sobre el guión; por ejemplo que Margot Robbie, la protagonista le había sobornado a Gosling, el Ken para convencerle de que aceptara el papel.

El soborno consistió en hacerle un regalo cada día del rodaje, reconozco que está muy bien en su papel.

Es una película que daría mucho que hablar, desde el punto de vista estético, está por encima de Jeff Koons y en plan psicológico me está ayudando a pensar.

Creo que he tenido suerte porque todas las personas con las que he tratado han sido muy amables, casi me sentía en Barbilandia.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y DOS

 

Me cuesta acostumbrarme a la vida de familia, a no tener una buena salud, a hacer ciertas cosas que nadie me las puede hacer, aún así acepto el regalo de estar viva y saber que tengo un techo y una cama además de arroz integral.

Todos los movimientos me cuestan, no obstante me fuerzo pero menos de lo que debiera.

No he perdido la cabeza, eso ya sé lo que es y resulta muy desagradable.

He estado escuchando la conferencia de Prem Rawat en Dublín la semana pasada, en la que cuenta una historia que me encanta:

Se trata de un rey que piensa mucho en el cielo y el infierno, es un tema que se le escapa, los confunde. por lo que se monta en su caballo y sale a pasear por su reino para ver si encuentra un hombre sabio que pueda ayudarle.

Tuvo la suerte de ver a uno en el camino, paró su caballo y dirigiéndose a él, le dijo:

Hombre sabio, quiero hacerte una pregunta.

A lo que el hombre sabio contestó: "No tengo tiempo, estoy en mi camino".

El rey se enfureció:

¡Qué manera es esa de hablar a tu rey! No te das cuenta de que soy el que manda en este reino, deberías ser más amable conmigo.

El rey estaba realmente enfadado, por lo que el hombre sabio le dijo:

"Ahora estás en el infierno. Eso que sientes es estar en el infierno".

El rey bajó del caballo, se arrodilló, lloró y le pidió perdón con todo su corazón,

Entiendo lo que dices, te entiendo y te ruego que me perdones.

El hombre sabio le dijo al rey:

"Ahora estás en el cielo"

Gracias, gracias, gracias. te he entendido perfectamente, te estoy muy agradecido.

Me gusta tanto este cuentecito que procuro tenerlo presente cuando las ganas de enfadarme intentan apoderarse de mí.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y UNO

 

Sigo sin dar el gran paso que tengo pendiente, el paso que me lleve a sentirme atrapada por las ganas de contar algo concreto, algo que merezca la pena escribirlo y por consecuencia leerlo y acelerarme en cierto modo.

Lo intento, no obstante al no ser capaz de que salga de dentro, me quedo parada ya que prometí no volver a hablar de mis hijos y por la parte de fuera solo me relaciono con ellos, sobre todo ahora que los berlineses están en casa.

Podría hablar del comportamiento de mi nieta pero puedo asegurar que si lo hiciera sería solo para desahogarme y eso si que no me gusta nada, utilizar a una persona para proteger mi propio bienestar, ni soñar, eso no me lo permito.

He terminado de leer una biografía sobre la reina Leticia que no es que me haya gustado pero me ha ilustrado sobre lo que significa la vida que le otorga ese puesto tan relevante y me he quedado relajada pensando que puedo permitirme el lujo de hacer lo que me apetezca y sin testigos.

CUATRO MIL NOVECIENTOS SESENTA

 

Ya estoy totalmente decidida a escribir en serio, de momento seguiré con mi diario pero haciendo un esfuerzo para alargar mis textos, si ya lo hice en su día no tengo porqué dejarme llevar por la vagancia, eso es algo que detesto.

Hasta tal punto he perdido el interés en mi trabajo que ni siquiera miro en Amazon cómo van las ventas de mi libro, he tenido disculpa mientras me encontraba convaleciente de la enfermedad que tuve, no obstante el tiempo hace milagros y ya me encuentro mucho mejor.

Casi puedo afirmar que he recuperado el brazo izquierdo, incluso lo utilizo para escribir en el ordenador.

Acepto con alegría tener a toda la familia en casa, a pesar de que vivamos como gitanos, no todo está lo ordenado que debiera pero mi humor no se altera.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y NUEVE

 

He leído un post de Isabel Allende en Instagram que me ha inspirado bastante, dice que si lo que realmente te gusta es escribir, debes hacerlo aunque no te apetezca, siempre vas a salir renovada y contenta, creo que tiene razón.

Ha tocado justo el tema que me afecta directamente, todos os días queriendo escribir y cuando me llega el momento me remito a dos líneas, no encuentro el interés que tiene mi vida.

Doy por hecho que desde que tuve la leucemia perdí bastante la cabeza pero también reconoa

eco que la he recuperado, no estoy como estaba antes, no obstante a veces dudo si es la pereza lo que me desactiva o realmente he perdido el talento.

Por más que lo intento y que me siento delante del ordenador, las ideas se me escapan.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO

 

Estoy escuchando el concierto que hubo ayer en Cantabria sobre noise en el que se juntaron varios grupos con músicos de diferentes lugares de Europa, Carpenters, Billy Bao y alguno que no recuerdo.

Por lo demás, todo sigue su curso.

La cena del cumpleaños de Jaime, antes de ayer, resultó puro lujo.

Aparte de la deliciosa comida que preparó Mattin, nos trajeron croquetas de huevo y de morcilla, ambas deliciosas.

Yo le regalé el libro que ha escrito Armani, que lo acababa de leer y me había encantado.

Beatriz le regaló una camiseta técnica.

Gabriel y Totola nos visitaron así que hemos pasado unos días estupendos.

De ahora en adelante no sé qué planes tendrán, supongo que yo tendré que acostumbrarme a estar en casa porque Mattin necesita mi coche.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y SEÍS

 

Me ha sorprendido enterarme de que hoy es lunes, han pasado tantas cosas en estos dos días que estaba convencida de que hoy era domingo.

El sábado fui al aeropuerto recoger a mi familia berlinesa y como era de noche y no veía bien, me perdí y se me disparó la imaginación, luego todo volvió a su sitio y ya estoy tranquila en mi casa, sabiendo que lo único que necesito es que pase el tiempo para que abran la frutería y pueda hacer el pedido.

Me han recomendado una película cubana pero he olvidado el título y por más que he intentado encontrarla en internet, en la cartelera de Bilbao y en Filmaffinity no lo he conseguido, seguiré investigando.

Lo malo de haber pasado por un episodio de locura en mi vida es que ya tengo miedo a todo, de momento lo que más temo es conducir por la noche, me siento perdida.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y CINCO

 

Debido a que el mundo del corazón ha dejado de entretenerme y todavía no estoy informada de películas ni de series, he estado viendo un rato la carrera de traineras en la ría de Bilbao, delante del Guggenheim, lástima que al no saber Euskera no he sido capaz de identificar cómo ha quedado Santurce, que es la que más me interesaba porque la familia de mi padre viene de allí y hasta que me casé veraneaba en ese pueblo famoso por sus sardineras.

Siempre he querido saber Euskera, así que hace unos años me matriculé en una escuela de Getxo y me pasé el invierno yendo a clase de cuatro a seis, me resultaba muy difícil y no tenía con quien practicarlo, no conozco a nadie que hable Euskera, así que decidí dejarlo y dedicarme a la escritura, por lo que me apunté a un taller en Algorta en el que aprendí mucho y fui muy feliz pero el profesor se hartó de mi y con la disculpa de que alteraba la clase me invitó a dejarlo.

Desde entonces echo de menos las clases, he intentado en algunas escuelas que anuncian en Instagram pero no me han convencido, así que ahora me encuentro sola, el hecho de no tener un profesor y compañeros limita el atractivo de la escritura que resulta muy solitario cuando solo escribo el blog y me sigue poca gente, aunque reconozco que los pocos que me siguen son muy fieles y les estoy muy agradecida porque me animan.

Lo bueno es que como leo mucho, cada día tengo más ganas de escribir, solo me falta empezar un texto y pensar en lo que quiero contar.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y CUATRO

 

Por más que me empeñe, los asuntos del corazón no tienen mucho recorrido, todo se repite a sí mismo, así que vuelvo a mi interior que en realidad es el corazón de mi blog, o por lo menos lo era cuando lo empecé y yo sigo vivita y coleando.

He ido a Zara, hacía mucho tiempo que no dedicaba mi tiempo a vestirme y aunque me cansa estar de pie, he encontrado algunas cosillas que me han gustado, solo me falta probármelas.

Mañana vienen los berlineses, mi hijo el pequeño, mi nieta y su madre, los tres, me apetece mucho, al chico no le veo desde que estuve en el hospital de Urduliz, me cuidó muy bien, así como mis otros hijos, cuando les necesito siempre están ahí.

Ahora ya es mi momento de retirarme, leer, escuchar la radio y dedicarme a mis temas.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y TRES

 

De momento he decidido seguir con la crónica del corazón porque es como una serie, en el programa de Sonsoles todos los días tienen los mismos personajes con sus respectivas novedades, no tengo necesidad de estrujarme el cerebro para inventar el texto.

Ahora está de moda la chica embarazada de Bertin, de la que él no quiere saber demasiado.

Respecto a Tamara e Íñigo y su viaje de novios, la última novedad es que han ido a Johanesbourgo con seis maletas grandísimas y se han encontrado la ciudad nevada, a ver cómo se arreglan.

Les espero un safari de lujo y un hotel maravilloso en las cataratas Victoria. Irán contando todo en el Hola, que es el que sufraga sus gastos.

Fabiola, la ex mujer de Bertín que además de guapa es encantadora, venezolana, no sé si tendrá problemas con el idioma español, sé que es latina pero no he conseguido enterarme de qué pais

Siguen hablando de la fiesta del churrero a la que asistieron tres mil quinientas personas.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS

 

Empieza a ser más divertida la televisión que la política:

_Ayuso ha perdido el hijo que esperaba de su relación con Alberto González.

_Bertín Osborne ha dejado embarazada a Gabi, una chica latina a quien conoció hace una año, de la que no está enamorado, el bebé no ha sido deseado sino una sorpresa.

_Hasta tal punto alimentan las noticias del corazón en la televisión que hasta las propias periodistas dicen que están más divertidas ahora que con Tamara. 

_El interés del público en Tamara llega a tal extremo que ya han hacho fotos de los hijos que tendrá con inteligencia artificial.

_Cuentan que Mar Flores ha vuelto con su ex pareja el asunto de su hijo es una carga dura.

_Ana Obregón y su nieta pasarán el verano en Mallorca.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO

 

He mejorado tanto de mi brazo roto que estoy deseando que me den el alta porque me gustaría no tener que ir al ambulatorio para la fisioterapia, el día tres de agosto me verá la traumatóloga, a ver lo que me dice.

Por lo demás todo va bien, intento moverme, ahora hago bicicleta, me canso pero sé que es bueno para mis músculos.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CINCUENTA

 

Sigo con el libro de la baronesa Thysen pero ya he empezado a aburrirme, me gustó más cuando se casaba con Lex Baxter que le puso los cuernos pero ella le perdonó.

Ahora ha conocido a Heini, que está casado a punto de divorciarse porque aunque se ha casado cuatro veces, todas sus bodas han sido errores.

 Se enamora locamente de ella y viceversa, se ve que se casarán y no sé si seguiré leyendo, tengo muchas ganas de leer a Elisabeth Duval, que es una chica trans que sabe mucho de arte pero todavía no le conozco.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y NUEVE

 

Últimamente he estado muy ocupada con la boda de támara pero ya me he aburrido de ese tema y me parece que ahora me interesa más el hijo de Mar Flores, espero que se libre de la cárcel porque es demasiado joven y guapo como para empezar ya con esos temas, más le vale trabajar como Dios manda y ganar su dinero como hace su madre.

Ahora estoy leyendo el libro de la baronesa Thysen cuya primera parte me ha gustado bastante porque habla de pintura y eso que fui a ver la colección en el museo Thysen y no me gustó demasiado, no es mi estilo, la verdad es que la pintura que realmente me interesa es la que se hizo a partir del constructivismo ruso hasta ahora.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y OCHO

 

Hablo de arquitectura con Pizca que ahora está viviendo en Mallorca y me explica los arreglos que ha hecho su hijo que es el que hizo la casa, no me gustan mucho las ideas de los arquitectos porque no son prácticos.

Lo más gracioso de la boda de Tamara es que el Hola le ha dicho que solo puede invitar a cuatrocientas personas, es lo que están dispuestos a pagar , así que Tamara ha tenido que desinvitar al resto de las personas que estaban invitadas, no sé cuantas, unas cincuenta más o menos.

El Hola paga todas las fiestas de la boda pero solo a cuatrocientas personas y a los novios les da un millón de euros que se lo reparten entre los dos.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y SIETE

 

Estoy bastante cansada de la rehabilitación del brazo, no solo llego a casa dolorida sino también muy cansada. 

Hoy me ha visto la traumatólogo y me ha visto muy mejorada, lo cual es verdad pero ¡a qué precio!

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y SEIS

 

Me pregunto por qué yo nunca he sentido el racismo, nací abierta y por eso me sorprende la xenofobia.

De momento me refiero a miss España, actual, una chica murciana cuya madre es negra y ella mulata y le ha costado muchísimo llegara a donde ha llegado no solo por guapa, sino por inteligente.

A ella le apetece ser miss Universo, ojalá lo consiga.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y CINCO

 

Echo de menos las temporadas que me dedicaba a escribir, me salía tan fácil y disfrutaba tanto!

Pienso mucho en ello y me gustaría volver pero no sé por donde empezar, estoy demasiado ocupada con el brazo roto, con la herida y con las citas que tengo en el ambulatorio.

Por otro lado estoy contenta porque la revisión de la leucemia me la han retrasado hasta octubre, así que no tengo que preocuparme de nada durante tres meses; ese asunto es bastante más serio que lo que tengo entre manos ahora.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y CUATRO

 

Hoy he visto otra película antigua que no era muy buena pero me ha entretenido, se llama "Caprichos del destino", con Harrison Ford y Christin Scott Thomas, el director Sidney Pollak.

Aunque no me encantan las películas que estoy viendo últimamente, por lo menos me entretienen, hace tiempo que no veo una peli que me encante.

Ayer empecé a ver Maixalen pero la dejé en seguida, tendrá que intentar verla otro día aunque solo sea por la fama que tiene.

Tengo ganas de encontrarme bien y de que me apetezca salir de casa.

CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y TRES

Por pura casualidad he visto una película que me ha encantado: "el príncipe de las mareas" .

Barbra Stresand y Nick Nolte.

Es dura, un poco antigua pero muy entretenida, además conocí a los dos actores, a Barbra cuando vivía eb Malibu y a Nick Nolte en Australia.

Nick Estaba en su mejor momento, en cambio en Australia ya estaba muy deteriorado, Gracias a Dios conoció a Prem Rawat y salió de la mala vida.

La directora es Stresand.

Mi hijo pequeño trabajaba en un restaurante muy discreto a donde iban muchos actores de cine y yo solía ir a buscarle y veía a gente interesante, el manager del local era español y tuvo colgados mis cuadros durante mucho tiempo.