sábado, 3 de marzo de 2018

DOS MIL SESENTA Y TRES







A mi madre le molestaban los que querían que el país de las vascos se independizara y todo lo relativo a Euskadi y al Euskera le parecía separatista, lo cual creaba cierta confusión, porque hay gente que se considera española, pero le interesa el idioma, además de los hechos culturales, ya que persisten, a pesar de que durante la época de la dictadura, estaba prohibida hasta le ropa de campo, que tuviera perfiles vascos.

Pues bien, mi madre aprovechaba cualquier situación para ridiculizar todo lo que fuera vasco.
Un día me dijo:

Me doy asco de ser vasca.

Cuando terminaron el aeropuerto de Calatrava, me contó que habían tenido que cambiar el nombre que le correspondería en vascuence, por un españolismo: aireportua, porque si lo hubieran puesto en Euskera, habría resultado:

Haizekae (Haize= viento) (Kae=puerto)

Me hizo tanta gracia, que no podía parar de reírme mientras mi madre no sabía qué hacer conmigo.
No le entraba en la cabeza que me hiciera tanta gracia un asunto tan serio.

A veces, derivaba en una postura solemne y daba importancia a cosas que a mi me parecían bagatelas.
No obstante, cuando estaba de buen humor era encantadora y tenía una risa preciosa y una voz tan bonita, que daba gusto hablar con ella.

Lo del Haizekae todavía me sigue haciendo gracia hoy en día.

Hay tantas palabras que en otros idiomas nos parecen inverosímiles que, o bien nos abrimos para poder salir de nuestra mentalidad cerrada y pueblerina, o nos quedamos en casa viendo la televisión y pensando que lo nuestro es lo mejor del mundo.

En mi familia que es del PP, mezclan churras con merinas y al final resulta que si a alguien se le ocurre decir agur, terminan creyendo que es etarra.
Yo, antes me callaba, ni siquiera me atrevía a decir que estaba yendo al Euskaltegui para aprender Euskera.
Era muy difícil y a pesar de que me encantaba, lo dejé porque la verdad es que mi mundo no es Euskaldun, ni siquiera tengo la oportunidad de decir Kaixo, por lo que con gran dolor de mi corazón, ahora estudio un poco de alemán para estar preparada si algún día voy a Berlín a ver a mi querida Odita, a ver si consigo que me quiera un poco.







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