sábado, 17 de marzo de 2018

DOS MIL SETENTA Y CUATRO







En principio prefiero no soñar.
Me gustan esas noches limpias en las que solo recuerdo que he estado dormida como un tronco y que al despertarme, me siento como nueva.
No obstante sé que los sueños vienen acompañados de una lección específica para quien lo sueña, por lo que les presto atención hasta que descubro el mensaje.
Hoy he tenido un sueño maravilloso en el que me hallaba en el jardín del Edén, pero no podía disfrutar del todo porque no encontraba mi coche, lo cual significa que debo aprender a confiar.
El miedo es como un fantasma que no existe.
Aprendo a confiar practicando, tanto despierta como dormida.
Todo tiene arreglo.

Las temporadas en las que como macrobiótica, no sueño nada y resulta encantador.

Prefiero no soñar, ni dormida ni despierta.
Tal vez significa que no soy ambiciosa pero la idea de soñar en algo que me gustaría, una casa en el campo o un apartamento en París, en vez de sueño, para mi sería una pesadilla porque bastante trabajo me cuesta mantener mi casa para que todo funcione, como para meterme en más responsabilidades.
Ni hablar del peluquín.
No soy vaga, me gusta trabajar, de hecho me paso el día delante del ordenador, pero mi casa está preparada de tal manera que casi no da trabajo, excepto lo más elemental.
Me gusta meter la ropa en la lavadora y luego en la secadora y que salga toda seco.
El asunto del lavavajillas me cuesta un poco más, agacharme y sacar las cosas, casi siempre lo hace alguno de mis hijos.

El resto lo hace Norma, la chica boliviana, que viene los lunes desde hace muchos años.
Nos deja algo de comida y como parece ser que en esta casa a nadie le gusta cocinar, cada uno se organiza como Dios le da a entender.
Yo me conformo con arroz integral, fruta y verdura y mis hijos se arreglan solitos, ya que han llegado a una edad en la que no me necesitan.

A veces exagero un poco al escribir, pero es tan obvio que no le doy importancia.
Me considero una mujer eminentemente práctica.






No hay comentarios:

Publicar un comentario