martes, 13 de marzo de 2018

DOS MIL SETENTA






Salir de casa siempre es saludable, aunque solo sea por higiene mental y si además el motivo que me impulsa a hacerlo es ver a Prem Rawat, la vuelta es como empezar a vivir.
Todo me parece nuevo.
Tengo la sensación de que me conviene renovarme, parece que ya no tengo costumbres, que debo poner atención a cada movimiento, como si hubiera olvidado mis rutinas.

Ha sido tan intenso, tanto tanto, que no me queda más remedio que volver a ver el video de la conferencia, porque no recuerdo ni la cuarta parte, decía cosas nuevas e interesantes.

Anne Igartiburu presentaba el evento, tanto en inglés como en castellano, lo hizo estupendamente, con alegría y soltura y estaba muy guapa, en plan minimalista, vestida de negro con un toque blanco, sin joyas, me encantó.
Creo que a Prem también le gustó, porque al final nos pidió un aplauso para ella.

Había mucha gente en la famosa Caja Mágica, donde tantas veces se le ha visto a Nadal jugando al tenis.
Es un edificio considerado como el mejor del mundo para asuntos de tenis, cuyo arquitecto, Dominique Perrault adquirió fama mundial con su obra más destacada, la biblioteca François Mitterrand de París.

Me encontré con amigos de todas partes que habían acudido como abejas a la miel, lo mismo que hago yo.
Así, una y otra vez y siempre deseando más de lo mismo.

¿qué nos da Prem Rawat?

Nos preguntan con curiosidad los que nos conocen y ven que pasan los años y seguimos entusiasmados con él y con lo que nos enseña.
La respuesta es fácil y difícil al mismo tiempo.
Es fácil porque lo que hace es presentarnos a nosotros mismos, a cada uno le muestra su esencia y es difícil, porque para llegar a conocerse es preciso seguir las pautas que Prem Rawat marca, lo cual, para empezar, se consigue viendo videos de sus conferencias.
De esta manera, poco a poco se logra que el corazón se ablande y cuando esté preparado, con humildad y respeto, Prem Rawat ofrecerá su regalo, que no es otro que el conocimiento de uno mismo.








No hay comentarios:

Publicar un comentario