viernes, 12 de mayo de 2017

DOSCIENTOS SETENTA Y SEIS







Hace ya tiempo, el profesor de escritura dio una charla sobre Emily Dickinson, a quien ha estudiado en profundidad.
En aquel momento yo solo sabía que era una poeta estadounidense.
A partir de aquel día me interesé por ella, tanto por su obra como por su vida.
Poco después estrenaron la película de Terence Davis “Historia de una pasión” basada en su biografía, que me habría gustado bastante más, si no hubiera asistido a la presentación de Íñigo Larroque, de la que salí extasiada.
No tanto de la película.
Creo que todavía existe demasiado misterio alrededor de la vida e incluso de la obra de esta extraordinaria mujer, ya que ahora que han expuesto gran parte de su obra en “The Morgan Library and Museum” de Nueva York, se han descubierto nuevas facetas de su vida en lo relativo a su vida social, que ha no sido precisamente la de una reclusa., como se creía.

La constelación de objetos se ha ordenado bajo el nombre:

I’m Nobody! Who are you? The Life and Poetry of Emily Dickinson*

Me parece un hecho relevante.
No solo porque nos acerca a la posibilidad de conocer más y mejor a una gran poeta, sino porque en EEUU está tan considerada como Whitman, Emerson y Poe.



En el texto que publiqué ayer, conté que de ahora en adelante tendré que poner esmero en no hablar de mis hijos.
Consideran que es un terreno en el que no debo entrar.
No sé si tienen razón o no, no es tener la razón lo que yo busco, sino ser feliz y si para que haya buena armonía en mi entorno, tengo que sellar mis labios, lo haré.
De lo que sí estoy segura, es de que ellos tienen sus razones para pedírmelo.

Yo he pasado por tantas etapas en mi vida, que no doy demasiada importancia a ciertas cosas.
Lo que para mí son menudencias, para otras personas pueden ser montañas difíciles de escalar.

Me viene a la memoria la archiconocida cita de Oscar Wilde:

“The only thing worse than being talked about is not being talked about”*

Reconozco que hoy por la mañana, al sentarme frente al ordenador con la hoja en blanco, sabía que han cambiado algunas cosas, que no debo dejarme llevar por lo que me pueda apetecer, sino que tengo un filtro importante, así que me he dedicado a otros asuntos y al ver la noticia de Emily Dickinson me ha parecido un tema interesante, con el que he podido distraerme durante un rato.
Además he recordado a mi amiga Emilia Martínez, que también era poeta, además de una gran persona.
Cuando volví de EEUU me enteré de que le habían cortado una pierna y me afectó de tal manera, que no sabía cómo acercarme a ella.
Afronté el tema, la llamé y fue maravilloso ver que había aceptado lo que le había pasado y conservaba la alegría de vivir, que siempre le había caracterizado.
Seguía siendo tan guapa y cariñosa como de costumbre, salía y entraba y acudía a las inauguraciones en su silla de ruedas, daba fiestas en su casa y nos veíamos de vez en cuando. 

Hace unos años murió de un cáncer de pulmón y antes de irse dejó escrito un poema, en el que se veía a sí misma volando hacia el infinito.
La gravedad no le afectaba.




*¡Yo no soy nadie!¿quien eres tu? Vida y poesía de Emily Dickinson.
*“que hablen de ti aunque sea bien” (no es una traducción literal)

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