jueves, 5 de marzo de 2020

TRES MIL CINCUENTA

Estoy en el Soporte Técnico probando mi ordenador.
Me lo he encontrado tan limpito que no parece el mío sino uno recién comprado.

Espero tranquilamente a que empiece a temblar como lo hacía en mi casa pero todo parece correcto.
¿Qué hago ahora?

El técnico es un polaco a muy elegante que habla un castellano impecable y lingüista de vocación, incluso estudio griego antiguo.
Ya le note a Carlos Alberel primer día que me llevo el ordenador que le había gustado.
Hay personas a las que se les nota cierto refinamiento aunque estén reparando hardware.
Me he quedado contenta, he hecho una gestión importante yendo hasta allí, ciertas cosas necesitan l a presencia de la persona interesada.Beatriz me ofreció su mañana como regalo de cumpleaños y a pesar de que me consta que le horroriza la ciudad, he aprovechado.
Me ha costado hacerlo pero era imprescindible y me he quedado satisfecha.
Casi seguro que para mañana ya lo tengo como recién salido de fábrica.
Ya sé que mi vida no depende del ordenador sino de la respiración Pero reconozco que me hace feliz sentarme frente a mí iMac y dejarme llevar por la corriente.

Más tarde han venido mis hermanos, Gabriel y Totola caragados con las conservas que hace Totola con los productos de su huerta de Ondategui.
Ya he cenado una tortilla francesa con los nuevos de sus gallinas.
Mañana se van a Galicia, allí Totola vera a sus hermanos y será feliz.

Mientras que yo iré a Cruces para la consulta con el hematologo.

Hoy ha sido un día muy especial.
He recibido muchas felicitaciones, algunas incluso me han sorprendido y todas me han hecho feliz.
Consideró importante celebrar el cumpleaños sobre todo cuando he salido de una enfermedad tan grave.
Doy gracias al cielo.








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