CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y TRES

 

Los últimos días han sido maravillosos y extenuantes, las dos cosas al mismo tiempo, menos mal que con el descanso y los medicamentos me recupero y sigo funcionando, porque en caso contrario tendría que ir a una casa de reposo y nada me apetece menos, prefiero tener paciencia y restablecerme en mi casa que es donde estoy a gusto en mi cama y con mis hijos cerca, además ahora que Pizca está aquí no puedo perderme ni un instante de su alta vibración de amor y sabiduría, aprendo con ella y me divierto.

Mañana y pasado son días de fiesta, me tranquiliza saber que las tiendas están cerradas, así puedo dedicarme a mis asuntos sin preocuparme de otras cosas aparentemente irrelevantes y sin embargo necesarias.

He dedicado la noche y la mañana a descansar a través de la meditación y el sueño, grande es mi necesidad de reposo, me he pasado de la raya, no estoy para hacer cosas extraordinarias, tranquilidad y reposo es lo único que necesito.

Ayer salí y me encontré con algunas personas con quienes entablaba conversación como hace años cuando estaba sana y sociable, me veía a mí misma hablando alto, deprisa y sin parar, prueba de estrés acumulado, no me gusta eso, me temblaba el párpado, necesito una cura intensa.

Parece que las avispas asiáticas_asesinas han desaparecido con la lluvia, me alegro, además me da gusto mirar por la ventana y ver caer el agua, un panorama que responde a mi necesidad actual. 

Estoy empeñada en recuperar Google Analytics para saber la gente que visita mi diario, pero me he vuelto tan torpe en informática que no lo consigo por más que parece fácil y que haya tutoriales para principiantes.

No quiero ponerme nerviosa, ya vendrá en el momento oportuno.

Sigo con las dudas del libro, no obstante estoy encantada con todo lo que aprendo en las reuniones con los autores.

Toda mi vida he desarrollado el hemisferio derecho de mi cabeza y en ese terreno me muevo con soltura, rara vez me falla la intuición, encuentro soluciones sin necesidad de pensar y lo referente a las Bellas Artes me resulta familiar, es el terreno en el que me muevo con soltura, sin embargo el hemisferio izquierdo está sin estrenar y los asuntos de mercado, dinero y todo lo relacionado con los negocios me resulta ajeno, es como si estuviera en la clase de párvulos por eso escucho con tanto interés a los que cuentan sus experiencias.

Me he puesto en manos de Ramón y Cajal que dice que todo ser humano puede esculpir su cerebro. 

Si me empeño lo conseguiré, ya he pedido ayuda, ese ha sido el primer paso.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y DOS

 

He vuelto a tener reunión de Triunfa con tu libro y me ha encantado, he conocido mucha gente interesante que está escribiendo y hablando muy bien de Ana, de su generosidad y apoyo.

Mis dudas siguen revoloteando en mi cabeza, no termino de decidirme sobre lo que voy a publicar si es que algún día llego a hacerlo, lo que sí tengo claro es lo de escribir mi diario cada día, es algo que quiero mantener aunque no me reporte beneficios económicos, me satisface demasiado.

Escribir es una tarea que me realiza como artista de la misma manera que cuando pintaba y exponía, adoraba que la gente mirara con detenimiento mis cuadros y opinara sobre ellos.

Ayer, en un mismo día me dijeron que mi segundo libro "El esfuerzo precede a la satisfacción" es una obra maestra, ya sé que eso es mucho decir, no obstante hace que me sienta mejor y me da seguridad en mí misma.

Creo que las personas que se dedican a escribir son muy disciplinadas y más trabajadoras que yo, no sé si seré capaz de seguir los pasos de mis compañeros.

En el taller de escritura del que me echaron, la gente no tenía demasiada disciplina ni ambiciones, en eso yo era tal vez la más atrevida, ahora en cambio estoy rodeada de gente dispuesta a sacar chispas a su tiempo incluso sacrificando horas de sueño, tampoco mi salud me permite pasarme de la raya, en mi caso cuidar mi bienestar es prioritario y no debo hacer esfuerzos excesivos, ni quiero, lo tengo muy claro, espero poder compaginar ambas tareas, de momento seguiré desarrollando la paciencia, escucharé a mi corazón hasta tomar una decisión que será la correcta, presumo.

La vida me lleva en volandas, va todo tan deprisa, solo puedo pararme metiéndome dentro de mí, fuera solo hay ruido.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y UNO

 

He pasado un día dificilísimo, no solo por la cantidad de acontecimientos extraordinarios que han sucedido, sino porque por otro lado, en lo más profundo de mi corazón he tenido la maravillosa sorpresa de que Carmen Aldámiz, mi amiga escritora cuya opinión respeto en alto grado, me ha felicitado por los últimos diarios e incluso me ha leído las frases que le habían tocado el corazón y he sentido que conecto con su sensibilidad en alto grado.

Siempre es maravilloso tener lectores interesados en lo que escribo, no obstante que sean capaces de tomar notas y comentarlas conmigo es de una belleza fuera de lo habitual.

Desde que he vuelto a publicar el diario no he tenido tiempo de conectar con Google para enterarme de la gente que me lee cada día, todo va tan deprisa en la vida actual, me cuesta acoplarme a este ritmo, creo que por eso soy tan feliz cuando no salgo de casa y respeto mi tiempo de silencio, aunque a veces me pueda llegar a aburrir, es un aburrimiento saludable, mi ritmo interior es único y me interesa bastante más que el ruido exterior.

De las cosas que han sucedido hoy, que han sido variadas y algunas bastante incómodas, la que más me ha afectado ha sido saber que hay avispas africanas en la casa, ha venido la vecina nerviosísima y nos lo ha contado.

Ya pasó otra vez hace años y tuvimos que vivir durante una temporada con las persianas cerradas, era horroroso, ella tenía el nido en su terraza que está pegada a la mía. 

Han encontrado el nido en lo alto de un árbol muy alto que hay en el bosque frente a la casa, parece ser que es difícil acceder, supongo que encontrarán la manera de hacerlo.

Antes de salir de casa hoy por la mañana para ir al hospital de Cruces estaba abierta la mitad de la ventana de mi cuarto y he visto una avispa gigante, que pretendía entrar por lo que he cerrado la ventana.

De momento voy a intentar dormir tranquila sabiendo que mañana será otro día.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA

 

He tenido seminario de autores y me ha sorprendido lo que aprendo con los escritores a los que entrevista Ana Nieto.

¡Qué diferente es el mundo real del que yo me imagino!

Lo primero en lo que pienso es que tengo que dar gracias a Dios por haber tenido el privilegio de haber sido mantenida durante toda mi vida, algo de lo que a veces he renegado, creía que me quitaba autonomía. 

Siempre he pensado que soy artista, que la creatividad es propia de mi personalidad, inherente a mi ser, viene, me busca y me encuentro con ella y hacemos un buen equipo.

Por eso estudié Bellas Artes y he pasado de la pintura a la escritura alegremente.

Por eso también me sorprende que el escritor al que ha entrevistado hoy Ana Nieto, José De la Rosa, haya contado sin ningún pudor que él es uno de los pocos hombres que escribe novela romántica, vive de la escritura y le resultó muy fácil empezar porque las editoriales le pagaban un sueldo.

El prototipo de la novela consiste en lo siguiente:

Un hombre y una mujer se encuentran, mantienen una relación amorosa, entran en un conflicto que se resuelve felizmente, lo cual significa que el lector sabe cómo va a terminar la historia.

Las lectoras, el autor nunca ha cambiado el género, leen cinco o seis novelas a la semana por lo que el trabajo del escritor nunca termina, al contrario, vive bajo una presión inaguantable, sabe que sus libros se venden  a cambio de que sigan esa pauta.

Pepe De la Rosa dedica el veinte por ciento de su tiempo a escribir y el ochenta por ciento a la promoción.

Me he quedado de piedra. 

Creo que ya está todo dicho.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y NUEVE

 

Un nuevo y maravilloso día se presenta ante mí.

Normalmente tengo dos líneas en las que ocupar mi tiempo:

Una es cuando puedo hacer lo que me apetece, en cuyo caso suelo dejarme llevar por lo que ya es un hábito, escribir, editar fotos, leer, ver cine, descansar, meditar, ocuparme un poco de la casa, cosas cotidianas y la otra línea que respeto como si fuera mi vida en ello, es ir al hospital de Cruces para los controles periódicos, ir al dentista cuando tengo cita, ir a Bilbao para que me miren las plantillas y poco más, esas son las fundamentales. 

A veces tengo que ir a la peluquería, hoy hubiera sido un buen día si no hubiera quedado con mi hijo pequeño para invitarle a comer al indio de Uribitarte, hace tiempo le hablé del tema y como sé que le gusta y a mi también me apetece, me parece una buena idea que vaya él conduciendo y además así estoy acompañada porque cada día me da más pereza ir sola a tomar un menú, prefiero comer en casa mi arroz integral y mi comida sana acompañada por la televisión, voy cambiando de gustos.

Hay asuntos que con la edad mejoran, por lo menos en mi caso, yo antes me enfadaba con facilidad y era una tortura, me destroza estar de mal humor, gracias a la edad y al esfuerzo que he ido haciendo a lo largo de la vida y a que las enfermedades me han enseñado a tener paciencia, me doy cuenta de que me he tranquilizado bastante, aunque no puedo negar que todavía me queda un gran camino por recorrer.

Ayer salí con Pizca, fuimos a tomar algo al bar de La Estación que estaba agradable, poca gente en comparación con la cantidad que había en la playa de Ereaga, estaba lleno , lo cual es habitual en verano, sobre todo los domingos, no apetecía quedarse, en cambio nosotras estuvimos solas dentro del bar, la gente estaba en la terraza, no me fijé si tenían mascarilla, nosotras nos la quitamos y estuvimos a gusto tomando una cerveza 00 y un pincho de bonito picante que picaba más que el plato más picante de toda la carta del indio en donde tengo intención de comer hoy.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y OCHO

 

Nada hay más grande que estar con contacto con la paz interior, experimentar la calma, como la mar cuando está serena y ha pasado la tormenta, así me encuentro yo hoy.

Tras una noche de un sueño reparador me despierto sorprendida de estar viva, contenta, respirando, sin tener que preocuparme de nada, las cosas fluyen y yo me adapto a ellas.

La misma casa, las mismas personas, algunas desayunamos, otras ya lo han hecho y han desparecido,  comentamos algo y cada uno hace su camino que es el correcto.

Alguien pone la música muy alta pero no me altero, intento adaptarme y esperar a que pase, no me molesta, ya ha terminado, ahora puedo escuchar el silencio, nada me molesta, me siento a gusto en este estado.

Esta es la vida, mi vida por lo menos, altos y bajos, momentos de alboroto y otros menos y algunos, los más deseados, tranquilos y confiados.

Hoy es el día de Santiago pero como es domingo no todos se han dado cuenta, en la familia tenemos muchos Jaime, Diego, Santiago, Jacobo y alguno más que se me escapa, pero nadie había felicitado en el chat familiar, he sido la primera, no es que yo lo supiera, sino que he visto que Mencía que tiene un hijo que se llama Diego, ha puesto todos los nombres en su timeline con una foto del apóstol.

Ayer le oí a Sallinger recomendar que los escritores tenemos que escribir todos los días aunque no nos sintamos inspirados, quince minutos por lo menos. 

No solo lo dice Sallinger, lo dicen todos los escritores y no es fácil tener el hábito pero si te sientas delante del ordenador por la mañana, casi se puede decir que viene solo.

Yo tengo mucha facilidad para escribir, Pizca dice que parezco un manantial del que fluyen las palabras sin esfuerzo y es verdad, no me cuesta nada, casi me cuesta más hablar, lo que pasa es que no sé hasta qué punto es interesante lo que escribo, eso es harina de otro costal.

Ana Nieto dice que no corrijamos cuando estamos escribiendo, que simplemente nos concentremos en escribir, me paree buena idea, luego, cuando llega el momento de corregir todo resulta más fácil, el trabajo ya está hecho.

A mí me encanta este modo, primero escribir y dejarlo reposar y luego corregir con calma, es la mejor manera.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y SIETE

 

Cambio de planes, por lo menos de momento.

Echo de menos no publicar cada día, además yo necesito trabajar, el ocio no es para mí, me gusta estar ocupada y sobre todo comunicarme.

Escribir mi diario sin publicarlo y sin que me lean mis seguidores y se identifiquen conmigo no me satisface.

Quiero, necesito publicarlo cada día y ver los comentarios o por lo manos saber que me han leído, por lo que de ahora en adelante voy a tener dos trabajos:

Uno: escribir el diario y publicarlo en solomistextos.blogspot.com

Dos: escribir una novela autobiográfica, es decir, no ficción, en la que contaré cómo conocí a Prem Rawat, como cambió mi vida y convirtió un deshecho de tienta en un ser humano resplandeciente y agradecido por cada una de las respiraciones que entran por mi importante nariz.

Me he curado.

No podía seguir con esta vida en la que me faltaba algo que necesito siempre: inspiración.

Estoy encantada.

Sigo alterada porque los nervios no desaparecen en un instante pero me siento orgullosa de seguir  mi intuición y de confiar, sé que siempre salgo adelante aunque me cueste, como dicen en castellano antiguo:

En peores plazas hemos lidiado.

He pasado unos días demasiado aburrida, desarrollando la paciencia, tratando de escuchar a mi corazón y percibir el camino que me marcaba.

Lo he conseguido.

Es posible que me equivoque una vez más, no importa, lo fundamental es seguir mi instinto y ser feliz y ahora es así como me siento.

Ana Nieto Churruca me manda mails todos los días, a los que ni respondo ni doy explicaciones, ni tengo intención de hacerlo.

Ahora solo quiero empezar mi autobiografía que aún no tiene título pero vendrá, porque todo me llega en el momento perfecto.

Así es mi vida.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y SEIS

 

Ya tengo las cosas un poco más claras.

De entrada me voy a tomar vacaciones como hace todo el mundo, es necesario descansar, además me ha empezado a doler la espalda por el lado derecho que es un dolor que me sale cuando he tenido mucho estrés, la última vez me salió en Malibu cuando la policía se llevó mi coche porque no había pagado algo que desconocía y me llevaron a juicio y pasé un mal rato.

Esta vez no sé por qué me habrá venido el mismo dolor pero me resulta incómodo aunque se me quita con un Paracetamol.

Respecto al libro, de momento no quiero hacer nada pero creo que la idea que tengo es bastante buena porque rompo con todas las ideas que había tenido y lo que hago es empezar de nuevo con un texto de no ficción que es contar la gran aventura de mi vida, cómo cambié cuando conocí a Prem Rawat, más bien cuando le reconocí porque tardé nueve años en darme cuenta de que Él era el maestro que necesitaba, desde ese momento todo cambió en mi vida y poco a poco empecé a salir de hoyo en donde me había metido y ahora, aunque en asuntos de salud no puedo decir que estoy perfecta, por lo menos me encuentro centrada, no fumo, no bebo, no me drogo e intento comer bastante bien.

Sigo escribiendo el diario, eso es como estar con mi mejor amigo excepto que no puedo mencionar a mis hijos, no obstante eso es casi bueno porque así me centro más en mí misma y eso es lo mejor que puedo hacer, ya que en el fondo siempre estoy conmigo y con Prem Rawat que es el que mejor me conoce y me ayuda en todo lo que acontece en mi vida.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y CINCO

 

He decidido parar en seco, de momento solo me permito escribir mi querido diario que es mi aliado.

Mi actual estado de nervios no me permite hacer nada excepto tratar de controlarlos.

Me cuesta vivir con tanta gente, no sé donde meterme, solo me queda mi cuarto y no tengo ideas, la cabeza ha dejado de trabajar, ni siquiera sé lo que tengo que comprar para que haya comida.

Ayer se fueron todos a cenar a caso de sus primas y al quedarme sola ordené un poco la casa, puse lavadoras y secadoras, me sentí vida otra vez, me entró el hambree , más que nada recobré las fuerzas que se me habían agotado.

La verdad es que agradezco que Mattin haya venido con Odita, es un placer tenerles en casa aunque la convivencia no sea fácil porque la casa es pequeña, gracias a Dios hay un buen humor ambiental que compensa todo.

Odita está encantadora, más que nunca.

Intento adaptarme a la circunstancia que me ofrece la vida.

Y sobretodo disfrutarla, luego se irán y les echaré de menos.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y CUATRO

 

Cuando ya creía que había encontrado la solución perfecta para publicar el libro correcto, he notado que algo no estaba en su sitio, así que he indagado con la persona idónea, si haber nombrado a mis hijos con sus nombres y apellidos hace ya creo que cinco años no era buena idea y me ha dicho que por supuesto que eso era un error imperdonable.

Estaba todo muy claro.

Tengo que cambiar el proyecto.

De momento se me ocurren dos posibles soluciones:

Una es cambiar el nombre a los personajes que relacionan a mis hijos, el inconveniente sería que las personas que les conocen les identificarían al instante, lo cual enfadaría a mis hijos que es lo que trato por todos los medios de evitar.

La otra solución sería olvidarme de esa libro, por lo menos de momento y publicar "El esfuerzo precede a la satisfacción" del que creo recordar que me quedé muy satisfecha, para lo cual lo primero que tendría que hacer es leerlo y en este momento no me apetece nada.

Todos mis hijos están en casa, yo me siento cansada y quiero aprovechar para estar con mi nieta, además hace un calor insoportable, por lo que no me veo capar de tomar una decisión tan importante.

No me queda más remedio que tranquilizarme y observar las ideas que vienen a mi cabeza.

Siempre está la posibilidad de volver al principio y publicar el primer tomo de mi diario en cuyo caso todo estaría más encajado, porque lo que pide Ana Nieto de momento es un libro de no ficción que en definitiva es a lo que yo me comprometí.

Ahora no quiero pensar en el libro, antes de seguir dando vueltas a ese tema prefiero editar las fotos que presento en el concurso Gurushots.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y TRES

 

Hace varios días que no escribo el diario y lo echo de menos, he estado demasiado ocupada, no me viene bien dejarlo de lado, es como si perdiera una parte importante del contacto conmigo misma. 

Han pasado muchas cosas que requerían mi atención y poco a poco las voy resolviendo.

El proyecto de publicar Reflexiones de una mujer casada se ha convertido en definitivo.

Es el primer libro que escribí y mi arrogancia me hizo pensar que no era gran cosa, no obstante gracias a la leucemia he adquirido un poco de humildad que falta me hacía y he vuelto a leerlo y lo considero interesante, creo que está muy bien para ser mi primer libro, he aprendido cositas que había olvidado y sobre todo he recordado lo valiente que fui cuando lo escribí ya que introduzco personas con nombres verdaderos y considero que es un libro de autoficción, así llaman an Francia a los libros autobiográficos con ciertos adornos.

Tengo mucho trabajo entre manos porque lo escribí en Pages y ahora tengo que pasarlo a Word, gracias a que los de Apple me ayudan.

Por otro lado están en casa mi hijo el pequeño y su hija Odita, mi nieta de once años, lo cual hace que mis distracciones hayan aumentado porque son una pareja encantadora con quienes tengo muchas cosas en común y hablamos bastante.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y DOS

 

Definitivamente el comportamiento exigido entre humanos en tiempos de pandemia es el que a mi me hubiera gustado y me encantaría mantener el resto de mi vida.

Nunca me ha gustado el exceso de proximidad del que abusan las personas incluso sin tener demasiado trato ni confianza.

Ayer se le debió de olvidar a Pizca que actualmente existen ciertas reglas y casi se abalanzó como para abrazarme y salté cómo una energúmena, no pensando en contagios sino en el horror que sentí al pensar que alguien pudiera apuchurrar mi débil y delicado cuerpo, ni siquiera mis hijos se acercan a mi desde que estuve ingresada en el hospital con leucemia, nadie debía acercarse a mí excepto los hematólogos y las enfermeras siempre con mascarilla, para cuando llego el covid yo ya me había acostumbrado a guardar las distancias y ahora me aterra la idea de que alguien pueda acercarse demasiado a mi frágil silueta.

Tengo la intención de seguir distante el resto de mi vida.

¿Para qué sirven esos besos mua mua de personas que están pensando en otra cosa y te llenan de pintalabios, de babas y de inconsciencia?

De todos los saludos que he conocido a lo largo de la vida los que más me han complacido han sigo los de India.

La primera vez que subí a un avión de Air India me sorprendió agradablemente la bella azafata vestida con su sari, con las dos manos juntas al borde de su barbilla inclinada y unos ojos negros brillantes como estrellas en la noche mirándome con un amor que nunca antes había sentido.

No fui yo sola quien tuvo esa experiencia, la persona que iba detrás de mí, también occidental, me hizo un gesto en el que compartió conmigo una sensación similar.

No voy a negar que también en Japón saludan sin tocarse y son respetuosos, no obstante los indios tienen algo especial.

Lo de darse la mano no está mal pero prefiero guardar las distancias.

Creo que para llegar a darse un abrazo hay que tener mucha confianza y no es algo de lo que se daba abusar.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y UNO

 

Parece que se han puesto de acuerdo todos los publicadores de libros para ofrecerme sus servicios. 

Yo ya he optado por Triunfa con tu libro que fueron los primeros y aunque he tardado en llegar a un entendimiento, ha sido positivo porque he tenido tiempo para cambiar de idea respecto al libro que voy a publicar, definitivamente el primero que va a salir va a ser Reflexiones de una mujer casada que lo estoy leyendo y me está interesando mucho, bastante más que cuando lo escribí, se nota que he adquirido seguridad en mi misma.

Debido a que soy una atolondrada enseguida opino sobre todo, tanto lo propio como lo ajeno y cuando pasa el tiempo me doy cuenta de que todo necesita reposo, es imprescindible dejar que pase el tiempo, me pasa lo mismo con los cuadros, ganan al cabo de los años, no solo los que están en los museos sino también los míos aunque todavía no sé cuando colgarán en el museo de San Telmo los que compraron hace meses.

Estoy contenta porque no tengo prisa, se me ha quitado ese estado alterado que me hacía dudar y me impedía ser feliz.

Ahora estoy en paz, me siento conectada con el ritmo de la vida y siento que mi paz interior guía mi vida.

Estuve a punto de pedir a mi doctora algún medicamento que me ayudara a sobrellevar los nervios que me impedían disfrutar de todo lo que la vida me ofrece.

Ahora tengo mucho trabajo, más que antes, no obstante no me asusta, voy haciendo lo que tengo que hacer poco a poco, un paso detrás de otro y así avanzo sin preocuparme. 

Por encima de todo, el propósito de mi vida es mantener mi paz interior, eso es lo que me satisface y gracias a Dios y a la paciencia lo estoy consiguiendo.

Estoy contenta.

Es bueno terminar el diario con la frase Estoy contenta, ojalá pudiera escribirla todos los días, sería maravilloso.

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA

 

Me cuenta una amiga de Facebook con la que me relaciono bastante que su hija adolescente, quince años más o menos se ha pasado el fin de semana llorando, no quería contarle nada pero al final se decidió y el problema actual es que hay un grupo de niñas en la clase de las irlandesas, el colegio al que va desde que era pequeña, que hacen planes sin contar con ella.

Parece ser que desde que han empezado a fijarse en los chicos ya no cuentan con ella que todavía tiene el carácter aniñado y suele hacer planes con sus padres.

Me ha contado detalles muy dolorosos que a esta pobre chica que es muy sensible no solo le hacen daño sino que además se siente sola.

Su madre le ha ofrecido mandarle interna a Irlanda para distanciarse y aprender inglés de paso, pero la niña ha dicho que no y no, que ella sabe perfectamente lo que tiene que hacer y es quedarse en el colegio hasta el final.

Yo no puedo hacer nada, su madre considera que la niña gestiona muy bien sus asuntos.

Por otro lado leo en un periódico que hay gran preocupación ambiental, por la cantidad de suicidios de jóvenes que ha habido durante la pandemia y mucha gente que piensa en ello.

Me entristece, me preocupa y me recuerda que en la pasado navidad mi sobrino nieto se suicidó con veintisiete años. 

Pienso en mi cuando era muy joven y creo que ni siquiera se me pasaban esas cosas por la cabeza porque ni siquiera me dejaban pensar. 

Tienes que ir al colegio interna a Madrid y después a Burdeos y nadie me preguntaba si estaba contenta o si lo pasaba mal, a nadie le importaba, las cosas eran así, por eso se llevaron un susto tan grande cuando dije que me iba a casar. 

No les hizo ninguna gracia pero ahí fui yo la que tomó la decisión instigada por el que iba a ser mi marido y porque tenía que llegar virgen al matrimonio, eso era lo que me habían enseñado, una educación a la antigua en la que no cabía discusión. 

Así que cuando a medida que pasaba el tiempo y me iba dando cuenta de que había metido la pata, me consolaba pensando que por lo menos estaba mejor que en casa de mis padres, ya que aunque aparentemente todo era más fácil y me sentí más querida, estando casada hacía lo que me daba la gana que en definitiva era lo que más me importaba.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y NUEVE

 

De repente me he quedado seca, como un trozo de madera de un árbol roto en medio de la carretera.

Estaba tan entusiasmada con la idea de publicar un libro detrás de otro ayudada por Triunfa con tu libro y de repente he tenido la sensación de que no me están ayudando nada, de que me están tomando el pelo y gracias a Belén Lucas que está pasando mi texto a Word y a PDF y que ha comprendido que los tutoriales de Triunfa con tu libro son demasiado complicados y no hay quien los entienda, he cambiado mi estado de ánimo, me he puesto contenta y he decidido seguir adelante con lo que tengo entre manos. 

Los precios que piden en Triunfa con tu libro me han parecido escandalosos pero creo que voy a poder comunicarme con Clara Castillo que es la encargada de Maquetación y Publicación y eso me ha ayudado a tranquilizarme.

En mi caso concreto escribir un libro no es un problema, eso viene después, cuando se trata de publicarlo y venderlo.

Pasé de ser pintora a escribir con una soltura increíble, me resultaba tan fácil encontrar las palabras como si fueran pinceladas, simplemente cambié en pincel por la pluma, en este caso por la tecla, las ideas en mi cabeza fluían con la misma intensidad que cuando me dedicaba a pintar, la creatividad no es mi problema.

De momento estoy más interesada en publicar Reflexiones de una mujer casada ya que está solo en digital y me gustaría publicarlo de nuevo en papel con ayuda profesional.

El problema de Triunfa con tu libro es la falta de comunicación, eso es todo, en cuanto consiga comunicarme con ligereza, podré tomarme el asunto con más calma.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y OCHO

Sigo dando vueltas a Triunfa con tu libro, aunque me cuesta entender los pasos que tengo que dar, poco a poco me van surgiendo ideas y la última que estoy casi segura que voy a materializar, es publicar por segunda vez, renovado el primer libro que publiqué en versión digital, ahora lo publicaría en papel y me dejaré aconsejar si les parece oportuno que también lo publique en digital.

Tengo la idea de que no me quedé demasiado satisfecha cuando lo publiqué yo sola, me pareció un poco acaramelado para mi estilo, no obstante no me importa cortar el hielo lo antes posible, 

La diferencia está en que ahora pediré a Triunfa con tu libro que se encarguen ellos de la maquetación, la corrección y todas esas cosas en las que ellos son profesionales. 

Lo primero que tengo que hacer es leerlo, hice fotocopias en papel para que lo pudiera leer Pizca que no maneja ningún dispositivo, además mientras lo escribía iba publicando los capítulos y la gente estaba deseando ver el siguiente, lo cual me animaba mucho. 

Lo malo es que cuando lo publiqué, la gente ya lo había leído en mi blog.

Además ya había empezado a escribir el segundo libro y también lo publicaba así que mis seguidores se volcaron en mi blog.

Esa precipitación que me caracteriza me indujo a hacer las cosas de esa manera tan tonta y poco profesional, a ver si ahora espabilo con Ana Nieto y hago mejor las cosas, por lo menos ya tengo el hábito de escribir todos los días al que he añadido el de estudiar los tutoriales de Triunfa con tu libro que me resulta difícil, no obstante creo que voy entendiendo de qué se trata.

El diario es casi como una rutina que me sale solo, no tengo que hacer ningún esfuerzo, las palabras brotan  sin que tenga que forzar nada y disfruto expresándome, sabiendo que un día no muy lejano se publicará y para entonces mis lectores ya tendrán ganas de leerme. 

Es la belleza del mundo de la literatura.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y SIETE

 

Me pregunto si seré capaz de hacer todo lo que me sugieren en Triunfa con tu libro para que tenga éxito comercial.

Reconozco que soy incapaz de poner en un aprieto a una persona preguntándole si ha leído mi libro, lo considero forzado.

Belén Lucas, que me está pasando a Word los capítulos que le voy enviando, me ha pedido que le diga el tipo de letra y esas cosas que me sugiere Ana Nieto.

Leí todo al principio pero ya me he olvidado, tendré que repasar las lecciones otra vez, he perdido memoria, me dicen que es por la edad pero yo creo que es por la leucemia porque antes tenía la misma edad y me acordaba de todo lo que me interesaba. 

Ahora me tomo la vida con más calma, no me queda más remedio, el hecho de andar despacio siendo consciente de los pasos que doy me ayuda a usar la cabeza y a calcular el tiempo, caerme sería brutal, lo evito a toda costa.

¡Qué insustancial era antes! Me caía constantemente y me hacía unas averías tremendas, todo me pasaba por precipitada, ese ha sido el gran error de mi vida, gracias a Dios he cambiado y ahora no tengo tanta prisa, camino despacio y me va mucho mejor.

Tengo que ir al espantoso banco Santander que es un castigo, por lo menos he decidido ir al de Algorta que es más normal que el de Las Arenas, me refiero al trato, además está justo al lado del parking nuevo que es estupendo.

Todo lo que se relaciona con el banco Santander me aterra, nunca en toda mi vida había visto un banco que tratase tan mal a sus clientes, te preguntarás por qué no me cambio habiendo bancos en los que pueden ser encantadores y me facilitarían la vida en vez de complicármela, pues bien, lo tienen organizado de tal manera que no permiten que me vaya a otro banco, lo tienen organizado así en mi caso, ya que soy usufructuaria, es una auténtica pesadilla pero no me queda más remedio que enfrentarme, es mi dinero y tengo que defenderlo.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y SEIS

 

Parece que voy llegando al momento en que termino de seleccionar los capítulos que voy a publicar en el primer tomo y ya solo me falta corregir por enésima vez y tomar la decisión definitiva de arriesgarme a divulgar un diario, que algunas personas que lo han leído consideran que está bien escrito y es entretenido.

Soy incapaz de distanciarme, a veces cuando leo y releo los capítulos que escribí hace años me sorprende que estén escritos con cierta madurez, todo es relativo, soy minimalista y eso me excluye de las descripciones que pueden resultar aburridas, un punto a mi favor.

Mis estados de ánimo son cambiantes, intento ser estable, no siempre lo consigo, sin embargo el hecho de llevar una vida rutinaria con un horario muy poco flexible ayuda a seguir una línea que resulta sensata, no miento, no invento, mis textos no son de ficción y eso perdura.

Le hicieron una entrevista a Juan Bas, escritor bilbaíno que me dio clase, un verdadero académico y noté que tenía que defender su trabajo a pesar de que el que le hacía las preguntas era Félix Linares que le conoce desde hace mucho tiempo, le sigue y defiende su trabajo, no obstante me sorprendió que a veces le obligara a dar explicaciones sobre lo que había escrito.

Aprendí con él.

Me decía Carmen López Niclós cuando era directora de Arteder y yo exponía mis cuadros:

No te olvides Blanca, que nadie sabe más de tu pintura que tu misma.

Eso es verdad y puede aplicarse a la escritura.

Llevo escribiendo todos los días desde hace más de seis años y sé lo que hago y por qué elijo hacerlo así. 

Me estudio, me conozco, me leo, me corrijo, leo a los demás y distingo lo bueno de lo corriente, lo profundo de lo banal, por eso me considero con derecho a publicar lo que tiene un valor específico.

La escritura está muy relacionada con la pintura.

Ambas son disciplinas que ayudan a comunicarse y en el momento en que haya algunas personas que me siguen con entusiasmo y que me animan a seguir cuando me leen, es ya motivo más que suficiente para hacer el esfuerzo de seguir expresando todo lo que sucede en el interior de mi ser.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y CINCO

Cada día pienso más en las ganas que tengo de escribir y en todo la necesidad de expresarme y comunicar con las personas que compartan mis emociones, considero que identificarse con las personas que estamos vivas en este mundo es más significativo que nunca.

La experiencia de estar viviendo una pandemia nos une más que nunca, es algo desconocido hasta ahora y nos iguala, nos acerca y nos obliga a preocuparnos los unos de los otros, a pesar de que algunos jóvenes parece que no acaban de digerir la gravedad del asunto, eso por un lado y por otro que hay grupos de personas ya mayores que van detrás de algunos científicos que asustan prediciendo un futuro nefasto para los que nos vacunamos.

Me refiero a personas cercanas a mi que me han invitado a enviarme panfletos de muchas páginas en las que eminentes doctores advierten de las nano partículas negativas que nos han inoculado con la inyección.

No soy viróloga ni nada que se le parezca, cuando los asuntos se ponen difíciles obedezco por sentido común, no me queda más remedio, lo mismo hice cuando me trataron la leucemia con arsénico, la quimioterapia era brutal, lo pasé muy mal y hubo personas que me aconsejaron dejar eso y luchar por mi cuenta, me puse muy nerviosa, decidí alejarme de los que me daban esos consejos y seguir haciendo caso a lo que me hacían en el hospital de Cruces.

No sé nada de medicina pero me conozco lo suficiente como para saber que mi paz interior es lo más importante y puedo asegurar que aquellos consejos me alteraban de tal manera, que huí como de la peste y seguí obedeciendo a mis hematólogos, de momento he salido del hoyo aunque las secuelas siguen ahí, todo va despacio, estoy viva y respiro.

Creo que es importante tener paciencia, aceptar el ritmo del tiempo que se requiere para la curación y agradecer el hecho de estar viva, en esas ando, agradezco todo lo bueno que tengo.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y CUATRO

 

La separación de mi madre, espléndido documental que me ha ayudado a salir de la estacada en la que me hallaba inmersa desde hace unos días y que ayer se agrandó después de hablar con Carmen Aldámiz, que me hizo preguntas sobre la publicación de mi libro.

Me quedé pensativa, dudosa, con la sensación de que tal vez sea una equivocación que algunos capítulos sean demasiado breves y cosas por el estilo.

También tuve una webinar con Ana Nieto, la directora de Triunfa con mi tu libro que me instigaba a ver lo que publican los demás y cómo lo hacen para tomar ideas.

Gracias a Dios al ver el documental he coincidido con la protagonista que da importancia a lo que es único, así quiero que sea mi diario, único, mío, personal, algo en lo que he puesto mi alma, corresponde exactamente a mi estilo que es minimalista, que se sustenta de lo más íntimo que tengo, de lo que he ido forjando a lo largo de mi vida.

Me he quedado tranquila, me he relajado, me ha ayudado ver a esta mujer que nunca pudo hacer las cosas a su manera porque tenía que mantener a sus hijos y como era una modelo icónica que tenía que gustar a todo el mundo, se sentía obligada a hacer lo que le pedían.

Yo ya sé que hay patrones que gustan a la mayoría de la gente,  no quiero seguirlos, prefiero hacer las cosas a mi manera, mi modo es escueto y solo interesa a las personas que son capaces de ver la ligereza con la que intento explicar mis emociones, intentando no ser pesada, simplemente comunicarme con aquellas personas que están en un estado similar al mío y que no se dejan llevar por lo que ya está sabido.

Definitivamente sigo adelante con mi proyecto, el hecho de tener un proyecto a mi edad es más que suficiente para dar gracias al cielo y mantenerme en el trabajo cotidiano, intentando llevarlo a cabo de la mejor manera posible, con constancia y decisión.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y TRES

 

Podría estar furiosa si me dejara llevar pero sé que no me haría nada bueno por lo que hago un esfuerzo y me tranquilizo.

Todo está relacionado con el Banco Santander, siempre se han portado mal conmigo, he intentado marcharme pero no me lo permiten.

Es un asunto que me molesta, hace que me sienta impotente y tengo que dominar la rabia que siento porque también están involucrados mis hijos y prefiero no molestarles.

Se trata de unas acciones que recibimos en herencia de mi madre de las cuales yo soy usufructuaria por lo que no estoy capacitado para comprar o vender, solamente para recibir los dividendos.

El problema es que hasta hace poco el Banco Santander se ocupaba o por lo menos así se comprometió, a dar la orden de venta pero en algunas ocasiones se ha olvidado y esto es lo que ha sucedido con la última operación de telefónica.

No me avisaron y han recibido acciones por lo que eso irá para mis hijos mientras yo me quedo con la cara de idiota y con el recado de una persona amable, algo inusual en el Banco Santander, que me ha dicho que tengo que ser yo la que vaya directamente al banco cada vez que haya que dar una orden, es todo un horror, todavía no he conocido una sola persona que esté contenta con el Banco Santander.

No quiero seguir hablando de este tema porque me pongo de mal humor y eso es lo peor, detesto salir de mi paz interior.

Así que me tranquilizo, acepto lo que viene y recuerdo la frase de Confucio que tanto bien me hace:

Si pierdes tu dinero no has perdido nada,

Si pierdes tu salud has perdido algo,

Si pierdes tu paz interior has perdido todo.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y DOS

 

Ayer tuve una reunión zoom del club de autores, en el que Ana Nieto nos explicó algunos asuntos importantes a la hora de publicar el libro.

Para mí todo es nuevo porque cuando publiqué mis primeras novelas en Amazon nadie me aconsejó y todo lo hice mal, de hecho ahí siguen ofreciéndose al público, yo no recibo información ni dinero. 

Espero y deseo que a medida que vaya tomando confianza también podré aclarar ese asunto, de momento prefiero no complicarme la vida.

Contó Ana que se encuentra en pleno lanzamiento de un libro, es un asunto que requiere mucha atención y está pendiente de todos los detalles, en eso se encuentra la llave de que resulte un éxito, supongo que se refería a uno de los autores que estamos con ella.

Lleva quince años haciéndolo y ya se conoce los pormenores, por eso estoy tan contenta y confiada, me doy cuenta de que no se nada y ella sabe mucho, me encuentro en buenas manos.

La verdad es que tengo muchas ganas de que salga el libro, pero sé que las prisas no son buenas y el trabajo que estoy haciendo ahora, selección de capítulos y corrección de textos requiere toda mi atención, no debo descuidarlo, a pesar de que contrataré los profesionales necesarios del equipo de Triunfa con tu libro para no hacer las cosas de manera casera, que es en donde se encuentra la gran diferencia para que mi libro alcance el éxito deseado. 

Había tenido un problema gordo con el blog en el que publicaba los capítulos hasta que me aconsejaron que no lo hiciera, algo tan de cajón en lo que yo no había reparado, pues bien mi amiga Carmen Aldámiz, que me sigue con entusiasmo, me hizo ver que seguía leyéndome todos los días por lo que me quedé de piedra, casi no podía dormir ayer por la noche pensando en la manera de arreglar el entuerto, pero hoy por la mañanita, bien despejada, he repasado la configuración del blog y he conseguido que nadie pueda acceder al blog sin mi permiso, lo cual quiere decir nadie rotundo porque no tengo intención de dar un solo permiso.

Ya Carmen me ha ratificado que no ha podido acceder al blog, ni ella, ni nadie, estoy contenta.

Prem Rawat dice:

Todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles.

Es una frase que siempre la tengo presente cuando veo que los asuntos se complican, pienso en ella y sigo adelante aunque lo vea negro y al final todo se pone en orden y me divierte recordar los malos ratos que pasé cuando no encontraba la solución.

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA Y UNO

 

Llevo una temporada difícil, estoy nerviosa y solo me tranquilizo cuando medito.

Hasta tal punto me afecta el estado de nervios que me duele la rodilla y otras partes del cuerpo.

Me preocupan algunos asuntos familiares de los que me han prohibido hablar, así que ni siquiera puedo desahogarme escribiendo, ese es el problema que tenemos los escritores, que tenemos que ser prudentes si no queremos que se enfaden todos los que están a nuestro alrededor, en mi caso lo he aprendido, no estoy dispuesta a que mis hijos se enfaden y a que no quieran hablar conmigo.

Ya le pasó algo parecido a Emmanuel Carrére, su mujer, además de divorciarse le obligó a firmar un contrato en el que se comprometía a no volver a mencionarla en toda su vida, por lo que tuvo que corregir su último libro Yoga que ya estaba casi terminado, se nota que tiene cortes, algo hace que no resulte redondo.

También yo sé que si hablara de mis experiencias sexuales mi diario estaría más completo pero he tenido tantas que me da cierta vergüenza porque cuando dejé de ser católica practicante me dejé llevar, a veces me lo pasaba bien y me divertía, no obstante a la larga me di cuenta de que era una pérdida de tiempo, además de que tenía que hacer muchas concesiones por lo que a los cincuenta años hice voto de castidad y desde entonces solo me interesó un artista irlandés que vivía cerca de mi casa en Australia y no me dejé llevar, desde entonces nunca he sentido atracción hacia nadie y veo a los hombres desde un punto de vista muy distante.

Ahora tengo muchas ocupaciones, la principal cuidarme lo más posible y tratar de encontrarme bien, lo que no resulta fácil con una salud mas bien floja. 

CUATRO MIL TRESCIENTOS TREINTA

 

Cada domingo escucho con auténtica pasión el programa de RNE* La estación azul, que aborda la buena literatura, incluida la poesía actual.

Me cuesta leer poesía, no obstante me encanta escucharla cuando la recitan, me deleita y me sobrecoge que gente tan joven como suelen ser los premiados, sean capaces de encontrar las palabras adecuadas para expresar esos sentimientos tan profundos. 

No me siento capaz de hacer poesía a pesar de que veo poesía en la vida, no tengo ningún problema para encontrarla en cualquier esquina tanto física como psicológica.

Poder leer es algo mágico que enseña y ayuda a vivir desde diferentes perspectivas, es importante, doy gracias de poder saborear el placer de la lectura cualquier día, nada lo impide, no es que me guste leer en mi móvil pero me resulta fácil, cómodo y práctico.

Cuando descubro un libro que me interesa, leo los primeros capítulos en el Kindle y si me interesa lo pido y en menos que canta un gallo ya lo tengo, es una de la enormes ventajas de pertenecer a la era tecnológica, lo agradezco.

Un escritor famoso y mayorcito ha recomendado escribir solo por necesidad, es el único requisito no solo necesario sino imprescindible, se refería al corazón.

Me ha recordado a la última entrevista que tuvimos en el club de autores en el que Ana Nieto Churruca interrogó a Megan Maxwell, sinónimo de la autora que mas libros vende en Amazon.

Es una mujer muy normal y simpática, esposa, madre y ama de casa que escribe y publica tres libros al año. 

El tema es erótico caliente con cierto toque feminista ya que según ella en sus novelas se desmaya el hombre, no la mujer.

No pude evitar la tentación de investigar su trabajo y me quedé pasmada, es todo lo que puedo decir.

*Radio Nacional de España

CUATRO MIL TRESCIENTOS VEINTINUEVE

 

Hasta tal punto estoy contenta con Scott y Milá que hoy he visto un episodio por la mañana, algo muy raro en mi, no es mi estilo, no obstante ha sido una buena idea porque aparte de que creo que ya no me quedan más, Mercedes habla de su amor por los libros y del miedo que tiene a escribir el libro que le han encargado.

Yo no tengo miedo a escribir, es un acto que me sale solo, sin esfuerzo, todo lo contrario, es precisamente por eso que disfruto con mi diario porque es tan personal, que requiere una valentía que no todo el mundo tiene.

Yo estoy de vuelta de bastantes cosas en la vida, no solo porque tengo una edad, sino también porque me he puesto el mundo por montera en muchas ocasiones y tengo poca vergüenza.

Ultimamente pienso mucho en la teoría de escribir un diario.

Me gustaría leer algún texto erudito sobre la diferencia entre un diario y lo demás. 

No soy capaz de decir algo concreto todavía pero cada día siento que hay gran diferencia entre un diario y otro tipo de escritura, lo sé, me vienen ideas y pensamientos que se van materializando y me muestran que escribir un diario que va a ser publicado tiene una fuerza especial, quisiera informarme, investigaré al tiempo que sigo juntando mis textos ya escritos para que el primer tomo de mi diario se publique lo antes posible.

Incluso para hablar del primer tomo tengo que ser valiente porque ¿quien me asegura que habrá un segundo y un tercero? 

Se necesita confianza y seguridad en mí misma.

Roland Barthes decía que el estilo es fundamental, creo que eso es lo que Ana Nieto denomina como marca personal y yo lo tengo, de eso estoy segura.

Así como lo de que escribo bien que me lo dicen a menudo no lo tengo claro, no sé exactamente a qué se refieren, es tan sencillo mi modo, tan escueto que parece basado en aquello que decía Juan Bas, cuando me daba clase:

Escribir es abreviar.

Intento ser concisa y no aburrir, además de no hacer faltas de ortografía y evito utilizar palabras que no se utilicen con frecuencia, lo veo en el libro de Escohotado que estoy leyendo, parece de andar por casa pero mete palabras que me obligan a detenerme y buscar el significado exacto, por ejemplo idiocia*, me imaginaba que venía de idiota pero no entra en mi vocabulario habitual.

*Trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida.

CUATRO MIL TRESCIENTOS VEINTIOCHO

 

Soy una persona torpe y bruta, en vez de mejorar cada día me encuentro peor, ayer llegué a pensar que tengo un toque de masoquista, el periodoncista me había hecho una limpieza de encías y me había anestesiado, era la primera vez en mi vida que me hacían algo semejante, gracias a la anestesia pude aguantar la parte desagradable del asunto.

Me quedé muy contenta pero al llegar a casa tenía hambre y me preparé un sandwich primavera y lo comí con tanta ansiedad que no me di cuenta de que tenía la boca dormida por lo que me mordí el labio y empecé a sangrar y era todo un disparate, me puse muy nerviosa, me acordé de un amigo que hizo Proyecto Hombre conmigo, me contó que se clavaba cuchillos en la tripa y me impresionó, luego ha sabido que hay personas que se autolesionan, lo que hice ayer era algo parecido, cada día me encuentro un defecto nuevo. 

He dormido muy bien y hoy estoy mejor, más tranquila pero he cancelado el masaje que tenía a las doce, prefiero quedarme en casa tranquilamente a pesar de que por primera vez desde hace tiempo ha amanecido un día maravilloso.

Me apetece estar unos días en casa tranquila, la calle me excita, desde que han quitado las mascarillas la gente está más nerviosa y me contagian, la verdad es que la mayoría de la gente sigue con la mascarilla. 

Solo me apetece estar en casa, descansar, trabajar en el diario y vivir muy tranquila.

CUATRO MIL TRESCIENTOS VEINTISIETE

 

Primer día que escribo sabiendo que no voy a publicar en el blog.

Cuando ayer me di cuenta de que no podía comentar lo mucho que me gustó el capítulo de Mercedes Milá sobre los chimpancés, sentí una especie de angustia en el estómago, como un vacío, soy una persona a la que le gusta compartir todo lo que me parece interesante y disfrutable, no obstante este paso que he tomado hacia la profesionalidad requiere una actitud madura que tengo que respetar, estoy segura de que me va a hacer muy feliz, solo necesito tener paciencia.

De momento estoy deseando ver el documental sobre Jane para conocer más de cerca a esa mujer que siempre me ha fascinado y al verla en la casa de Mercedes Milá a donde fue a visitarla, me  rendí ante su delicadeza, su ternura, su amor incondicional y sabio hacia los animales.

Me han entusiasmado todos los capítulos de la serie de Milá, le he mandado un mensaje para darle la enhorabuena por su trabajo, me ha parecido lo más interesante que he visto últimamente, ojalá hiciera más, he aprendido muchas cosas interesantes que no sabía que ya estaban en marcha, hay ayuda para todo, es cuestión de buscar.

Hoy empieza una etapa nueva de mi vida.

Paso de ser una mujer mantenida a una persona que se gana la vida con su trabajo, el paso ya está dado, tengo plena confianza en que lo voy a conseguir, mi trabajo de escritura ya está hecho, eso es lo más importante, lo demás es cuestión de seguir los pasos que voy aprendiendo con Ana Nieto Churruca que no solo sabe mucho sino que además me siento cómoda, es como si ella tuviera exactamente las herramientas que a mi me faltan.

Ya solo me falta terminar de preparar el primer tomo, aceptar toda la ayuda que me brinda el equipo de Triunfa con tu libro y seguir en el camino.

Teniendo en cuenta lo que decía Ramón y Cajal sobre le cerebro, me visualizo despertando las zonas adormiladas y las voy moldeando, el poder de la visualización es inmenso.

Estoy muy contenta de haber tomado esta decisión tan importante que está cambiando mi vida.

Parece mentira. 

Nunca pensé que podría salir del mundo de la pintura al que había entregado toda mi creatividad, la verdad es que escribir es como pintar pero más sencillo, adecuado para mi actual situación.