Ayer vino mi sobrino Guillermo a visitarme y me dijo que le daba gusto verme andar sin muleta, me hizo gran ilusión porque aunque a mí también me encanta haber dado ese paso, la idea de que me lo digan me obliga a ser más consciente.
Ahora ya solo me falta andar sin cojear.
Estoy leyendo el libro de Urdangarin y me aburre bastante as.i que he empezado el de Jorge Javier Vázquez y ya lo he devuelto, no me ha durado dos asaltos.
Voy a ponerme a buscar a ver si encuentro algo especial, después de la historia de Ágatha Ruiz de la Prada me va a resultar difícil encontrar algo que me encante.
Lo que más me gustan son los diarios, las autobiografías, y también las biografías, pero menos.
Cuando no se tiene ni idea de cómo funciona la economía, es mejor no meterse en berenjenales.
El ejemplo más claro lo tengo en mis propias acciones.
Pensando en vender mis libros a las personas que detestan Amazon y han hecho promesa de no comprar libros en el almacén más grande del mundo, pedí unis cuantos libros para venderlos yo misma si alguien me los pedía, pero pensándolo mejor y habiendo aprendido algo en estos días, me he dado cuanta de que es algo que no puedo ni debo hacer porque el precio que han puesto en Amazon es tan barato 9´99 euros sin envío que sería impropio que yo lo subiera y además no estoy dispuesta a ir a Correos cada vez que alguien me pida un libro, lo cual ha ocurrido algunas veces y me complica la vida y el envío casi cuesta más que el precio que Amazon ha puesto a mi libro, en digital creo que cuesta 0´99, no estoy segura pero está claro que no voy a ganar mucho dinero con este libro, tendré que escribir otro menos interesante pero más vendible, en el que triunfe el amor y tenga un final feliz.
En mi libro actual triunfa el amor a uno mismo, la superación personal, la fuerza de voluntad, el esfuerzo, esas son las cosas que a mí me inspiran pero no tienen gran éxito, de hecho, la mayoría de las personas a las que yo trataba cuando me metí en drogas ya han dejado este mundo, incluso los que hicieron Proyecto Hombre conmigo.
Me encantaría hacer propaganda del libro pero no sé por donde empezar, la mayoría de la gente que conozco no lee ni siquiera periódicos.
Ayer conseguí que Pizca viera a Ágata en el Deluxe que la verdad no resultó nada interesante aunque cualquier cosa con Ágata dentro es interesante por principio, pero es difícil que cuando se interrumpen las conversaciones alguien pueda brillar.
Supongo que Ágata querrá vender su libro y le conviene que se haga propaganda aunque no creo que a estas alturas ella la necesite.
Debido a que Pizca vio a Ágatha ayer, hoy estaba deseando hablar de ella y yo otro tanto de lo mismo.
Además yo he encontrado en el ordenador un "Imprecindibles" sobre Ágatha que me ha encantado así que hemos podido hablar del tema que tanto me interesa.
Tengo intención de seguir investigando a Ágatha porque la verdad es que casi me persigue, ya que una persona muy cercana a mí le daba clases de golf y me cuenta cosas sobre ella.
Me fascina Ágata Ruiz de la Prada.
Siento yo una persona que he necesitado un profesor, a poder ser particular para aprender lo que me interesaba, me asombran los genios.
Considero genios a las personas que tienen dentro todo lo que necesitan aprender para hacer lo que les apetece y Ágata nunca ha estudiado, excepto algo de moda en plan superficial, todo lo que hace lo saca de sus propios recursos.
Ayer por la noche vi una película sobre ella en la que cuenta con toda naturalidad cómo transcurrió su dura vida así como su éxito en lo profesional.
Sigo viendo videos de Ágatha esperando que llegue la noche para verla en Sábado Deluxe.
A las 21:55 en Telecinco.
Ayer me leí el libro de Ágatha Ruiz de la Prada y me lo pasé bomba, esa chica es un genio.
Es más joven que yo, yo era íntima amiga de su tía Cala Ampuero Urruela y le sigo desde entonces.
También conocí a su padre en San Francisco, me invitó a cenar en el primer japonés que fui en toda mi vida.
Me ha parecido interesantísimo el libro, lo recomiendo, además todo lo que hace e hizo le sale de dentro, no ha estudiado nada.
Otra vez ayer fui a Vitoria, me metieron el tercer pinchazo que se supone será el último del tratamiento.
Pregunté si podían hacerle algo parecido a mi hermano Javier que tiene problemas con la espalda y dijeron que no, que ellos solo se dedican a rodillas pero nos dieron nombres de médicos que lo hacen.
A mí de momento me va muy bien, sobre todo porque me lleva mi hermano Gabriel, si tuviera que ir yo conduciendo no creo que tendría fuerza para hacerlo, no es un gran viaje pero yo estoy floja.
Para el control me llamarán por teléfono dentro de dos meses y en mayo tendré que volver.
Yo me encuentro mucho mejor, no tengo dolor y en casa me olvido de la muleta.
Estoy contenta, ha sido una proeza conseguida gracias a mi hermano, si no fuera por él no sé qué habría hecho, me ha salido todo estupendamente.
Ya he recibido los seis libros que pedí en Amazon para ver si soy capaz de hacer algo interesante con ellos en navidad, no me resulta fácil porque la idea es que la gente que quiera comprar el libro lo haga directamente en Amazon o que lo pida en una librería, no sé cómo funcionará los de los precios, es muy barato y yo no tengo intención de hacerme millonaria con este libro, simplemente quisiera que se vendiera porque está escrito con todo mi entusiasmo y pertenece a una parte de mi vida que resulta sorprendente.
www.leer.la/B0B28FL8LP
Han escrito varias críticas sobre el libro y estoy de acuerdo en que puede resultar interesante, no solo por el tema que trata sino por la moraleja, con perdón de la palabra, que se puede sacar de su lectura.
No sé si llevarlos a la librería de Neguri y hablar con Elena, la dueña para que se encargue ella de venderlos.
He empezado a leer el libro de Annie Ernaux, ganadora del Nobel, de quien tengo ganas de leer todos sus libros si me gustan, claro, no con todos los escritores me pega tan fuerte pero con Baroja también me pasó y todavía no se me ha ido, soy capaz de leerme un libro suyo aunque ya lo haya leído más de una vez y eso que considero que no transmite emociones, se limita a contar los hechos, me encanta.
Lo que he leído de "Una Mujer" me ha recordado a cuando murió mi madre, una muerte muy deseada, no llegó a los cien años y estaba agotada, no había parado en toda su vida, era un fenómeno energético, se ocupaba de todo, desconocía la pereza.
Los últimos meses que pasó en la cama no tenía ganas de nada, yo solía preguntarle:
¿Qué quieres, mama?
Y me contestaba:
Morirme.
He estado pensando que Navidad es la época perfecta para hacer publicidad de mi libro, tiene todo para engatusar a cualquiera, sobre todo a personas que me conocen, es barato, se aprende cómo funciona el problemático mundo de las personas adictivas que desean salir.
Muchas de las personas que lo han leído me han comentado que desconocían por completo el tema del que hablo.
El problema es que yo no soy publicitaria, no tengo ni idea de cómo se empieza un proyecto de venta en una época determinada.
Podría empezar publicando en el chat familiar pero ya lo hice una vez, las personas interesadas lo compraron, algunos lo leyeron y los más interesados incluso me dieron su opinión.
Tengo que darme prisa porque de entrada no tengo libros en casa, han salido todos, tendré que pedir algunos para empezar.
Y dejarme llevar por la intuición.
De momento esto es todo lo que se me ocurre.
He tenido una conferencia por zoom de una chica que hablaba sobre las dificultad de hablar en público.
Era una chica joven y agradable pero me ha sorprendido que tenía lo voz gastada, creo que es imprescindible cuidar la voz, es tan delicada que si se usa demasiado y se fuerza se consigue perderla y resulta difícil recuperarla.
Yo tuve que tener la voz en reposo durante una temporada porque salía tanto y hablaba tanto y me pasaba tanto que me quedé muda, mi madre me decía que le daba miedo cuando hablaba por teléfono.
Obligada por la necesidad, la tuve en reposo una temporada y salí airosa pero se me quitaron las ganas de forzarla, agradezco que esté en su sitio y poder usarla cuando la necesito, la voz es el supremo instrumento del ser humano, más que un piano o que un violín.
Ya me di cuenta cuando volví a casa después de la leucemia de que mi cabeza funcionaba de otra manera, o sea que había perdido mucha memoria, simplemente lo acepté y pensé que poco a poco iría recuperando lo fundamental, pero la verdad es que me falla muchísimo.
Ya tenía todo el plan preparado para ir con mi hermano Gabriel a Vitoria y de repente mientras trataba de dormir me di cuenta, no sé cómo, era una especie de intuición que me decía que no era ese día, así que me levanté, vine al ordenador, revisé todos los mails y efectivamente, me encontré que los días que tenía que ir a Vitoria eran el 15 y el 22 que caen en martes, así que le escribí a Gabriel, me disculpé y me dormí.
Supongo que Gabriel terminará harto porque estar con gente que no tiene bien la cabeza resulta muy pesado, pero me ha dicho que no me preocupe, tengo la suerte de que es encantador.
Pasan los días disimuladamente, sin ruido y sin molestar pero mañana tengo que volver a Vitoria.
Estoy contenta, creo que ha sido un acierto haberme lanzado a algo que en principio parecía complicado, más que nada porque estoy acostumbrada a hacer esas cosas en Cruces que está cerca de casa, que no me cobran nada, que conocen mi historial y donde siempre me han tratado bien pero a veces hay que arriesgarse como dicen y salir de la zona de confort y puedo estar contenta de que mi hermano Gabriel haya accedido a llevarme siempre, además lo hace con toda naturalidad como si no le costase nada.
Yo creo que me encuentro mejor, estoy segura de que estoy mejor que antes, además tengo esperanza.
No sé si seré capaz de ir a Barcelona para el evento con PREM RAWAT, no quiero precipitarme porque los viajes que he hecho con muletas y con dolores han sido muy difíciles, en cambio en casa siempre estoy a gusto, ya veremos, lo decidiré sobre la marcha.
Ya estoy en casa, ya han pasado varios días, me encuentro muy bien aunque no tengo ganas de hacer esfuerzos, me han llamado de la clínica y todo estaba en orden, mi pierna ha reaccionado muy bien y es normal que solo me apetezca descansar, ahora solo tengo que volver el día 15 y el 22, para una inyección, espero que no me duela.
Por lo demás estoy tranquila, deseando meterme en la cama para leer, me gustaría escuchar un podcast, solo escuché uno en inglés y me resultó difícil, prefiero encontrar en castellano, pero que no sea el de Corina, no me apetece nada.
Por fin anteayer, viernes, mi hermano Gabriel me llevó a Vitoria, creían que era mi hijo, no cuando estábamos juntos, sino cuando nos separaban y a mi me hacían preguntas en otras mesas, lo primero que me preguntaban era si Gabriel Oraa Moyua era mi hijo, me gustaba mucho que me relacionaran con él como hijo, todavía no se lo he contado le va a hacer gracia, es un poco mayor que yo pero no tanto como para que se le confunda, además que tenemos los mismos apellidos.
La intervención fue breve y no puedo entrar en detalles porque no me acuerdo absolutamente de nada, se supone que me sedaban pero la realidad es que me dormí de tal manera que entré en otra dimensión.
Solo sé que de repente me volví a encontrar en la cama con una enfermera que me dijo que ya me habían hecho la infiltración y me estaba dando el alta.
Así que solo puedo decir que pasé un rato que quedó en el olvido, pero vi los gasas y esas cosas, me vestí , me encontré con mi hermano y volvimos a Getxo que es donde ambos vivimos.
Comí en su casa, volví a la mía, me trajo mi sobrino Leopoldo que vive cerca y me metí en la cama en donde pasé una tarde muy agradable, quité el teléfono, estaba cansada, solo me apetecía descansar, sin hacer nada.
Así que resultó un día estupendo, tomé la medicación que me habían recomendado, pasé una noche medio dormida sin molestias y al día siguiente, ayer, me levanté con dos muletas y hoy ya estoy andando con una.
Hago todo lo que me dijeron en la clínica UCA, incluido ponerme frío en la rodilla, que es lo que más me cuesta y pasé un día muy tranquilo, he dormido plácidamente y hoy sigo con la idea de seguir en casa, encontrándome mucho mejor.
Todavía no puedo cantar Vitoria pero creo que ha sido un acierto haberme lanzado a este tratamiento, no podía seguir así, casi sin moverme, sin salir de casa, soy demasiado joven como para no intentar recuperar la vitalidad que tenía aunque no vuelva a ser tan activa, por lo menos encontrarme bien y poder dar un paseo.
Cuando llegué a casa después de haber estado varias semanas en una burbuja con el tratamiento para la leucemia, llegué a casa con muchas ganas pensando que me encontraría mucho mejor aunque tuviera que seguir el trapiento de quimioterapia en el hospital de día.
Pronto me di cuenta de que no solo no me encontraba bien sino también de que había perdido la cabeza, no me acordaba ni siquiera de entrar en el ordenador.
Casi nadie me creía, me decían que ya se me pasaría, bobadas para tranquilizarme que solo conseguían ponerme nerviosa.
No me acordaba de cosas fundamentales, menos mal que Beatriz se hizo cargo desde el principio de la medicación con mucho orden, le organizaron en la farmacia una caja con cuadraditos en los que estaban las pastillas y las que tenía que tomar con los días indicados.
Pronto me di cuenta de que me dejaba el fuego encendido y cosas por el estilo.
Daba gracias a Dios todos los días por vivir con mis hijos mayores porque no sé qué hubiera hecho si me encontrase sola, ellos han sido mi tabla de salvación ya que pronto empezó la pandemia y tuvimos que confinarnos, ellos se ocuparon de todo.
Yo notaba que había perdido la cabeza, no del todo pero bastante y aunque la voy recuperando poco a poco, todavía tengo que estar atenta porque ayer, sin ir más lejos, llené el depósito del coche que es de diesel, con gasolina.
Lo peor de todo es que estaba segura de que le había puesto diesel y en la cámara se ve perfectamente que mi intención era poner diesel pero de repente cambié de opinión y le metí gasolina.
Eso es lo malo, que yo estaba segura de que le había llenado de diesel, así que tengo que estar doblemente atenta porque me engaño a mí misma.
He tenido una reunión de autores en la que nos han explicado en qué consiste pertenecer a un mercado digital que se llama Opensea, qué es un NFT, la mayor promoción de obras de arte mundial, me he cansado tanto que no he sido capaz de llegar al final.
Yo no sé si voy a ser capaz de meterme en este mundo tan digitalizado, no tengo salud, hace falta cabeza y fuerza.
Por más que lo intento no consigo eliminar una cuenta de Instagram que se ha creado sola.
En el soporte de Apple que siempre me ayudan muy bien, no se atreven a hacer algo que no es corresponde y ya lo he intentado de otras maneras pero no lo consigo, sigo aumentando mis seguidores y sin hacer nada trabaja ella sola., la verdad es que no estoy desesperada pero casi, resulta muy desagradable encontrarme con algo que no me corresponde.
Ya no sé qué hacer.
