Lo malo de tener un brazo roto es que no puedo manejar el ordenador como quisiera, de hecho estoy intentando mandar un bizum y no lo consigo.
He llamado por teléfono a Kutxabank para que me ayuden pero no saben qué decir, me dicen que vaya a un banco físico pero yo no estoy en condiciones de moverme.
Esperaré a que venga mi hija y le pediré que me ayude.
tengo la sensación de que he dormido en una postura rara que me ha dejado dolorido el brazo.
me ha dicho la doctora que tome Paracetamol en vez de Zaldiar ya que este último es muy fuerte.
Ya notaba yo que cuando tomo Zaldiar me duele menos, es un opiáceo.
Sigo dando vueltas mi brazo roto y a las agujetas que tengo en las piernas.
No sé si me apetece salir, más bien creo que prefiero estar en casa, leer y descansar.
Tendría que llamar a las citas que tengo con los médicos para cambiarlas, pero no tengo ganas de hacer esfuerzos, todos los movimientos me cuestan mucho, creo que de momento me conviene estar tranquila en casa.
Estoy deseando volver al estado normal, poder salir a dar un paseo corto y que no me duela el cuerpo. No me quejo porque he mejorado bastante, sobre todo del estado de ánimo, estoy a gusto leyendo, meditando y descansando.
el paseo que di antes de ayer me ha dejado agujetas por lo que ahora casi no puedo andar porque me duelen las piernas, no mucho pero lo suficiente para que solo me apetezca estar tumbada, leyendo o viendo la televisión, por lo menos estoy tranquila, se me ha quitado la obsesión que tenía de encontrarme bien a toda costa.
cuando me encuentro bien sin que nada me duela, doy gracias a Dios, sé que no todo es jauja en esta vida.
Me hubiera gustado ir a votar pero está muy lejos para ir andando y nadie se ha ofrecido a llevarme. Considero que votar no es solo un derecho sino una responsabilidad, me gusta la idea de sentirme parte de un todo, para eso escucho la radio y trato de enterarme en qué consiste la política.
Por lo menos intentaré a través de la radio enterarme de lo que ha sucedido.
lo que me hizo pensar que tal vez fuera verdad que estaba perdiendo el sentido común fue cuando estaba en el cine viendo la película que había filmado mi hijo y al terminar, sus amigos comentaron:
Qué hacemos ahora? A donde vamos? y mi hijo, sin darle vueltas al tema, dijo:
Vamos a ver a los atados.
Eso era típico de mi hijo, le encantan kas performances, así que se lo conté y negó absolutamente que él hubiera dicho eso.
Le creí porque le creo todo, nunca miente.
Es posible, casi seguro que esa conversación fuera el detonante que me hiciera dudar de todo lo demás, me hizo dudar de todo el viaje, a partir de ahí, dudé y desde la duda empezó a desmontarse todo lo que me estaba sucediendo., hasta tal punto que cuando llegó la doctora, le saludé:
Hola Ester!
Inmediatamente se dió cuenta de que ya estaba curada y me dio el alta.
Mis hijos organizaron todo para que viniera ambulancia a buscarme.
Casi no podía tenerme de pie ni soñar con andar, probablemente haber estado atada tanto tiempo de dejó inútil.
Al llegar a casa mis hijos querían por encima de todo que anduviera, que fuera al cuarto de baño ayudada por ellos, me costó mucho pero lo conseguí com mucho esfuerzo.
Ya todos estábamos contentos.
sigo sometida al brazo roto, parece mentira que pueda limitar tanto, pero lo llevo con aceptación.
haciendo un esfuerzo sobrehumano he ido al Asua Berri para tomar un chocolate a la taza y comprar pan.
He disfrutado del paseo pero me he agotado, está mucho más lejos de lo que yo pensaba.
Me ha gustado el calor del sol y el olor de las plantas verdes que había a los lados del camino.
Tengo muchas ganas de encontrarme bien y coger la mulata con el brazo izquierdo que es el que corresponde a mi pierna derecha.
Sigo con la historia de mi locura, la verdad es que me resultó muy desagradable, pienso que escribir sobre aquellos días me limpiará un poco el horror que pasé.
Cada día dormía en la misma cama pero en un lugar diferente, no me explico cómo pude hacerlo estando atada, hablaba con gente y al día siguiente me acordaba de todas las conversaciones, a veces se lo contaba a mis hijos y ellos me decían que todo era mentira que yo lo inventaba, para mi era tan real que hasta lo discutía.
Recuerdo especialmente una noche que pasé en el museo de BBAA de Bilbao escuchando una conferencia sobre la película que había rodado mi hijo pequeño.
Otra noche dormí en la misma cama, también atada, en un bar clásico de Algorta que se llama Zodiakos y estaba esperando a que pusieran a la venta las acciones de Ferrovial, tema del que había oido hablar a mis hermanos.
Otra noche dormí en el salón de mi casa, rodeada de televisiones en las que se podía ver videos de un proyecto que había hecho yo antes de ir a Los Ángeles, esa noche no conocí a ninguna de las personas que andaban por allí dando vueltas.
Una de las cosas más raras que me sucedió fue una conversación que mantuve con Ana Artola, todavía me cuesta creer que fue inventada porque la recuerdo con todos los detalles, me gustaría comentarla con ella si le veo algún día.
Hubo muchas noches y anécdotas que van viniendo a mi cabeza pero de momento ya he contado lo más interesante, aunque la noche que pasé en Los Ángeles y me detuvo la policía americana, no la olvido porque todo tenía sentido.
No estoy segura pero creo que cuando me mantuvieron atada todo el tiempo dejé de pasear.
Ahora que han pasado los días y que ya estoy bien, algunas personas que me vieron en el hospital me dicen lo mal que estaba.
Yo no me daba cuenta de que estaba mal pero los recuerdos que tengo son espantosos, nunca había estado tan loca.
He pasado por momentos raros pero nunca tan escabrosos como los que me produjeron las caídas.
Gracias a Dios creo que lo peor ya ha pasado, ahora tengo que ser muy cuidadosa con el asunto de no caerme y con que no me duela el brazo.
No sé cuanto tiempo tendré que estar sin conducir, el colombiano que hace de chófer es muy caro, ojalá encuentre uno más barato.
Tengo ganas de contar lo que viví cuando me volví loca.
Fue como si hubiera tenido dos semanas de vacaciones o algo parecido durmiendo cada día en un lugar diferente en mi cama del hospital.
El único viaje especial fue cuando fui a Los Angeles porque quería ver una película que había filmado mi hijo el pequeño.
En ese punto creo que me confundí y que el cine estaba en Uribe Kosta, creo que era todo inventado.
Recuerdo con claridad las conversaciones cómo fui al cuarto de baño desde el cual llamé por teléfono a mi hija.
También recuerdo que me escapé por el mismo sitio por donde entré y los guardias me pararon y les expliqué que me tenían atada a la cama, así que no me detuvieron y pude volver a mi casa.
Lo que no recuerdo es en qué vehículo volvía a mi casa.
Incluso estando loca, loca, no entendía por qué no recordaba en qué vehículos me movía.
Cada vez que sin querer veo en la televisión la cantidad de inundaciones que ha habido en España y en Italia, recuerdo lo mal que lo pasé cuando se inundó la planta baja de Las Arenas en la que yo vivía antes de venir a donde vivo ahora.
Recién nacido mi hijo pequeño, me encontré con mi hermano Gabriel que vivía en el segundo piso y venía a buscarnos a mi hijo y a mí para que nos refugiéramos en su casa.
Nos trataron muy bien, pero la situación me afectó bastante, mi casa quedó destrozada y doy gracias al cielo de haber encontrado el piso en el que vivo ahora que está alto con relación al mar y al rio Gobelas, me siento protegida, podríamos tener problemas pero no estarían relacionados con el agua, presumo.
Me parece mentira sentirme como nueve, sin que el brazo me duela demasiado y con ganas de trabajar.
Tengo mucho cuidado en la manera en la que uso el brazo izquierdo.
No olvido que durante años lo he usado para llevar la muleta y todavía se acuerda y tiene tendencia a cogerla, gracias a Dios en seguida me acuerdo de que puede ser peligroso para mi, no debo caerme por nada del mundo, las caídas han sido la causa de mil últimos horrores.
He estado con el traumatólogo y me ha quitado el cabestrillo por lo que me encuentro mucho mejor, estoy contenta, es como si hubiera dado un gran paso en mi curación.
Sigo serie del vestido de boda de Tamara Falcó y echo de menos no encontrar más fotos de mi boda, ya que me gustaría que se viera la cola con el velo encima.
También me doy cuenta de que ha pasado el tiempo y la moda ha cambiado.Enla foto de arriba estoy con mi hermano Javier que es mi padrino.
Boda celebrada en la iglesia salón, San Vicente mártir de Abando, en Bilbao
Debido a que el padre del que iba a convertirse en mi marido murió algunas semanas antes de la boda, se celebró una boda sencilla, con la familia.
Mis amigas vinieron a la iglesia.
Estaba leyendo un libro que me entretenía a pesar de que el tema era bastante escabroso, se llama Las Abandonadoras y trata de madres que abandonan a sus hijos, basado en hechos reales.
Ya lo he terminado y lo siento porque me entretenía mucho y no tengo ningún libro que me apetezca.
Busco en Amazon y no encuentro nada, lo seguiré intentando.
He intentado encontrar un libro que me apetezca para leer antes de dormirme pero no he encontrado nada que realmente me apetezca.
Hoy estoy deseando retirarme y eso que no he hecho los ejercicios, ayer me forcé un poco y hoy me ha dolido el brazo.
El cuerpo humano es sabio.
Lo malo de tener un brazo roto es que parece que nunca acaba, la mayoría de la gente que tiene experiencia en ese asunto me dice que tardará tres meses en curarse, lo que considero es mucho tiempo, ya que ya llevo un mes y me parece difícil hacer todo lo que tengo que hacer en dos meses, ir a la peluquería, a la agencia para hacer la renta y supongo que más cosas de las que solo me acuerdo cuando estoy en la cama.
Solo la paciencia y la aceptación pueden ayudarme.
Mis días son parecidos, la única novedad es que el viernes que viene empiezo la rehabilitación en el ambulatorio de Algorta, no sé si me encontraré a gusto porque hace años tuve que ir para la rehabilitación de la pierna y no me gustó nada, incluso la traumatólogo se dio cuenta de que no mejoraba y me dijo que no volviera.
A ver qué tal me va con el brazo.
De momento hago en casa todos los días los ejercicios que me indicó el médico de Las Arenas, no me fuerzo mucho pero noto que mejoro.
Si no me gusta lo que me hacen en Algorta, seguiré haciendo lo que hago en casa, no quiero sufrir.
Sigo con el brazo en cabestrillo y sin quejarme, lo cual no es óbice para desear que llegue el momento de encontrarme bien y poder salir a la calle.
Leo todo lo que puedo, eso me gusta, me entretiene y me tranquiliza.
Estoy leyendo Las abandonadoras que me tiene absorta, no es fácil, pero me he metido y tengo ganas de seguir, no solo eso sino que estoy deseando encontrar un libro para cuando termine el que tengo entre manos.
Hace tiempo que tenía ganas de ver el programa televisivo de Pablo Iglesias y hoy me ha llegado el momento.
He aprendido cosas que no sabía pero la realidad es que he sentido asco, no me gusta la corrupción.
cada día estoy mejor.
no puedo decir nada nuevo,
se trata de tener paciencia de aceptar y así se puede vivir con alegría.
he estado con el traumatólogo y me ha enseñado unos ejercicios para hacer con el brazo, de momento sigo con el cabestrillo hasta nueva orden.
me resulta incómodo pero poco a poco me voy acostumbrando.
definitivamente tengo que potenciar la paciencia, eso es lo que más necesito, así que ya sé lo que tengo que hacer.
también me ha dicho que vaya al ambulatorio para hacer fisioterapia.
Pasan los días y empiezo a encontrarme mejor y la esperanza sale de mi cuerpo, creo que ya estoy en una nueva etapa, aunque será mañana, en la consulta con los traumatólogos cuando sabré de verdad lo que me espera.
Tener un brazo roto significa una limitación inesperada, hasta hoy ni siquiera me atrevía a pelar una fruta, hoy he pelado dos kiwis y he sido muy feliz.
Todo pasa, no es la primera vez que estoy enferma, no obstante y empiezo a ser mayor y todo me afecta.
Van pasando los días y no acabo de sentirme a gusto.
el martes tengo radiografía y consulta otra vez, pueden decirme que siga esperando o que me van a operar, ambas cosas me asustan.
por lo demás sigo igual, con ganas de meterme en mi cama, tomar las pastillas para dormir y disfrutar del mejor momento del día.
por la mañana he intentado entretenerme con la coronación de Carlos III pero no lo he conseguido, me he aburrido muchísimo, ni siquiera les he visto salir al balcón.
Por la tarde he visto un rato de una película de Hércules Poirot pero no he podido soportarla.
He intentado encontrar una película apetecible pero no lo he conseguido, así que me voy a la cama antes de lo previsto.
estoy un poco mejor, sobre todo de ánimo, pero si me miro en el espejo me siento como un monstruo, supongo que tendré que olvidarme de que una mujer debe estar arreglada aunque solo sea por respeto a los demás.
ya he empezado a leer el libro de las abandonadoras, lo había empezado entes de lo sucedido pero no me acordaba de casi nada, excepto de que es interesante.
ahora estoy viendo la preparación de la coronación de Carlos III, me entretendrá.
por lo demás todo sigue su curso, gracias a Dios estoy bien cuidada y aunque voy lenta, tengo esperanza en que me arreglen el brazo.
pasan los dias y aunque me cuesta aceptar mi enfermedad a pesar de que cada dia estoy un
poco mejor, me cuesta verme tan inutil, hoy ni siquiera he desayunado no se si será capaz de ir a la cocina y prepararme algo.
hace un dia esplendido, veo la terraza tentadora, no obstante nada me apetece mas que meterme en la cama y dejar que la television me medio entretenga.
estoy escuchando un podcast de Prem Rawat, me cuesta entenderlo pero me tranquiliza.
y asi pasan los dias, todo pasa, he tenido muchas enfermedades, no creo que esta sea la peor, la acepto y pasará.
parece que hoy me encuentro mejor, he salido a la terraza y hace un dia esplendido pero sigo pensando que donde mejor me encuentro es en la cama.
tengo esperanza de que me arreglen en brazo roto, me molesta, me duele y me impide hacer cosas.
todavía no he empezado a leer, veo la televisión y me atonta, rara vez me interesa.
me gustaría saber el motivo de lo que me ha pasado, posiblemente sea debido a las primeras caídas porque me di un gran golpe en la cabeza y tuve la frente morada.
me hicieron muchas pruebas en el hospital, está especializado em doctores para la cabeza, psiquiatras y otros cuyo nombre no recuerdo pero no me encontraron nada excepto un soplo en el corazón que ya me lo habían detectado hace tiempo.
también me dijeron que lo que me ha sucedido podía tener relación con la época en la que tomé drogas.
de momento por lo menos me encuentro bien de la cabeza ya que cuando perdí la realidad era una locura porque me creía que todo lo que hacía era real.
me pregunto como soy capaz de escribir en el ordenador con el brazo roto.
me compensa por todo el cariño que recibo de vosotros.
a pesar de lo difícil que me resulta todo, me compensa el esfuerzo que he hecho con el soporte técnico de apple, me hace muy feliz comunicar con vosotros.
Tratando de fortalecerme y superar lo que me queda de haber pasado por una fuerte enfermedad.
Estoy un poco mejor pero me duele el brazo roto y no saber lo que piensan hacerme.
Veo televisión, casi no me entretiene, intento no pensar en el brazo, no me duele muchísimo pero me molesta.
Tengo paciencia, estoy bien cuidada, no tengo quejas, simplemente ha sido un gran susto, nunca me ha pasado algo parecido, creo que mis hijos me han salvado la vida.
