Hay algunas cosas de este mundo que me superan, las peores son tratar con los bancos y la informática.
Desde pequeña tuve dificultad con los números, no sé cómo fui capaz de hacer el bachillerato.
En Bellas Artes tuve problemas gordos, hasta de repetir curso con la descriptiva, al final un compañero me hizo el exámen y el profesor puso notable, supongo que se dio cuenta de mi incapacidad.
El agosto más largo de mi vida ha sido el del año en curso.
No se acaba nunca, tendré que celebrar el día treinta y uno, mañana, ya lo tengo pensado pero todavía no lo he preparado.
Si esta noche duermo y mañana me encuentro un poco mejor que hoy, significará que el maleficio ha terminado y podré dedicarme a disfrutar de cosas sencillas que son las que me gustan, lo que me ofrece la vida sin hacer nada extraordinario.
Volverán las oscuras golondrinas.
Desde mi más tierna infancia me gustó Bécquer.
Todo lo que está pasando me parece difícil de asumir.
La madre de Rubiales encerrada en una iglesia en huelga de hambre.
El aeropuerto de Palma lleno de gente que no puede volar.
El viento se lleva los cruceros, los toros asustados se pasean por las calles.
Es una situación de la que había oido hablar, no sé si en la biblia o en alguna obra de teatro.
¿Por qué no hacen nada en relación al cambio climático?
Podría seguir pero prefiero tomarme un Paracetamol y echar la siesta a ver si se me pasa esta especie de grupo causada por el calor y el frío al mismo tiempo.
Agradezco el cambio de temperatura el calor me estaba matando y aunque el cambio del calor al frío no le sienta bien a mi cuerpo, me compensa y me deleito con el aire fresco.
Me alegro que el tema de Rubiales se esté resolviendo de una manera civilizada, estoy bastante harta de lo brutos que son algunos hombres.
Reconozco que el calor me sobrepasa.
He tenido la suerte de vivir casi siempre en lugares donde la temperatura era agradable pero cuando he sentido exceso de calor, en India y en Australia sobre todo, recuerdo que me resultaba insoportable, es como estar enferma sin solución.
No encuentro nada que me saque de ese sentimiento.
Tengo ventiladores pero no es suficiente.
También recuerdo un verano que tuve que pasar unos días en Madrid y me resultaba horroroso.
No voy a negar que el frío me espanta pero en mayor o menor medida aunque lo he sufrido algunas veces, creo que tiene mejor arreglo.
No me explico toda la gente que hace un gran esfuerzo para venir a España a pasar sus vacaciones que consisten en estar fuera de casa pasando calor.
Sigo pensando que agosto es el peor mes del año incluyendo a época navideña, no obstante he notado que hay algo que ha mejorado es que el cambio de periodistas ha sido un éxito, los nuevos son mucho más guapos que los de antes, me alegro.
Por lo demás sigo con problemas para dormir por culpa del calor.
Creo que el planeta se desbarata, no sé a donde vamos a llegar.
Que ganaran las chicas el fútbol me encantó pero los gestos de Rubiales son imperdonables, no debiéramos dejar que pasen esas cosas ¡que razón tenía Irene Montero! ¿donde te has metido hermanita?
He intentado ver la última película de Tilda Swinton, actriz que me encanta, pero solo he visto la mitad y he sido incapaz de seguir.
Tengo que elegir mejor mis pelis porque si me equivoco me creo que ya no me gusta el cine y me puedo perder maravillas.
Estoy deseando ver Openheimer pero la idea de que dure más de tres horas me asusta.
¿Por qué harán las películas tan largas? No lo considero necesario.
Cuanto mas leo sus textos más me interesa Carmen Posadas.
Es una escritora interesante, culta y ligera, está informada como cualquier ciudadano y me entretengo con ella, creo que comunica bien.
En novela no me gustaba demasiado pero en los textos cortos y los ensayos, me gusta.
Veo series y películas, a veces no me gustan mucho pero me entretienen y así paso la tarde hasta que llega la hora de meterme en la cama y entonces leo, me gusta leer en la cama, si me quedo en el salón y tengo el ordenador delante, siempre se me ocurre hacer algo antes que leer.
Ojalá se me ocurriera escribir como me pasaba antes, tenía muchas ideas, casi siempre basadas en mi propia historia pero algo ha cambiado en mi, mi cabeza funciona de diferente manera.
Lo bueno que tengo como novedad es que no estoy enfadada por dentro, como hace años, recuerdo que tenía rabia interna, no obstante eso ya pasó, ahora me siento limpia y me da gusto.
Me cuesta encontrarme a gusto en agosto, me ha pasado desde que recuerdo mis sensaciones, casi todo me parece vulgar, hostil, sin interés, pero me aguanto, me quedo en mi casa e intento complacerme.
He visto una serie que me ha interesado a pesar de ser una distopía lo que en principio no es santo de mi devoción, no obstante La arquitecta es algo realmente bien hecho en los tiempos que corren.
Pasan los días con el calor con el que ya nos habían amenazado, menos mal que mi casa es fresquita y yo estoy acostumbrada a estar sola y me entretengo con mis asuntos.
Sigo de cerca el asunto de Tailandia, me impresiona que ya haya salido a la luz Frank de la jungla, informando de que la familia Sancho se va a arruinar para evitar que maten a Daniel.
Yo también he estado en Talandia varias veces y así como la primera vez me entusiasmó, luego me he ido dando cuenta de que no todo es maravilloso, hay demasiada diferencia cultural entre ellos y los europeos.
Empiezo a tener problemas con el ordenador o tal vez con mi cabeza.
Me resulta muy difícil lo más corriente y si me salgo de eso todo se me complica.
El libro que estoy leyendo de Michel Houellebecq que era mi escritor favorito hasta ahora, me ha empezado a aburrir, su tema sobre el islamismo se sale de mis conocimientos y ni siquiera me interesa investigar, estoy sumergida en otros temas.
He visto el primer capítulo de las serie The Playlist y me ha despertado algún bloqueo que me impedía añadir una página nueva a este blog, así que ya puedo seguir con mi rutina de escribir en el diario.
He tenido que ir a que me vean una cosa que me ha salido en la encía que es como el tumor que me operaron, supongo que tendré que pasar por los mismos trámites con la diferencia de que ya los conozco y nada me apetece menos, lo pasé bastante mal, creo que a nadie le gusta entrar en un quirófano.
Pasan los días y me encuentro con problemas parecidos.
A veces creo que ya estoy en marcha, que ya he empezado a resurgir de mis propias cenizas pero pronto me doy cuenta de que no es así, todavía no estoy en mi línea, lo acepto, mi paciencia se desarrolla así como mi humildad.
El trabajo del conocimiento de sí mismo es algo que exige toda mi atención y es tan bueno aceptarse que me encanta y lo agradezco.
Hoy es el cumpleaños de Rosalía, la hija de Pizca y ha organizado una fiesta en El Zampa de Las Arenas.
Empieza a las ocho y mi idea es aparecer un momento y marcharme en seguida porque solo de pensarlo estoy agotada, llevo mucho tiempo sin salir y me agobia la idea, no me apetece saludar con la sonrisa puesta, ver gente a la que hace tiempo que no veo, no tengo hambre ni sed pero haré el gran esfuerzo que para eso me he levantado de la cama y he ido a Artea, para comprar el regalo, recoger un pantalón en Zara que me habían acortado y ahora estoy en mi casa, y solo pensar que tengo que vestirme y pintarme los labios me produce desmayos.
Podría no ir porque mis amigas ya saben que no me encuentro muy bien pero voy a ir, por lo menos para dar un beso a Rosalía y otro a Pizca, supongo que Carlos Alber ya estará allí porque es muy puntual.
Veo a bastante gente en silla de ruedas y ma imagino que así terminaré yo si no me muero antes porque mis piernas no están fuertes y les cuesta andar.
La vejez es una sorpresa constante en casi todos los territorios menos en el de estar en la cama, ahí me encuentro a gusto.
Tenía razón mi padre cuando decía que la cama es el mejor invento.
Han hablado del fútbol femenino en la radio y han comentado que he mejorado mucho , lo han comparado con algo que dijeron hace años en los comentarios cuando una futbolista le hizo daño a otra:
Le ha hecho pupa!!!! No importa dentro de poco solo tendrá que ocuparse de una batería de cocina.
Ya sé que no está bien que me haga gracia, pero me hace, todavía tienen gracia los que detestan a las mujeres, por eso me hizo pensar tanto, la película Barbi
No sé si tiene arreglos ese asunto mientras seamos las mujeres las que tenemos los hijos, no es posible imaginarse que los hombres sean conscientes de lo que eso significa.
Tengo la desgracia de que la electrónica no es mi fuerte y añadido a eso, mis nervios se alteran con facilidad por lo que cuando tengo un streaming con Prem Rawat, me cuesta bastante conectar aunque haya cumplido todos los requisitos que me pedían, o por lo menos es lo que yo creo.
Hoy tengo un tea party,
El tea no lo transmiten, lo hacen con los presenciales pero la conferencia sí, así que aquí estoy, volviéndome tarumba coordinando las hora, lo cual me resulta muy difícil, los números no son mi fuerte.
He pasado todo el día pendiente de este tema y ahora que está a punto de llegar, me he precipitado y he venido antes de tiempo, a veces me equivoco tanto que tengo que ver el evento con el móvil.
Espero que hoy todo se ponga en orden antes de las 12 pm que es la hora convenida.
Ya estamos solos, toda la casa tranquila, más o menos ordenada y sin ruidos.
Echo de menos a los berlineses pero me encuentro a gusto, no tengo responsabilidades, hago lo que quiero y a pesar de tener el coche a mi disposición, no me apetece salir de casa, prefiero descansar.
También puedo ver la televisión sentada en el sofá pero tampoco me apetece, prefiero escribir y leer.
También quiero ver una película que empecé hace unos días y me pareció interesante, se trata de la familia Saboya, los que fueron reyes de Italia y les echaron, quiero enterarme de la historia.
Sigo leyendo el libro de Michel Houellebecq pero no me gusta tanto como los demás.
También he empezado a leer un libro de Carmen Posadas sobre los artículos que ha publicado en un periódico cuyo nombre he olvidado.
Ayer olvidé comentar la mejor noticia del día que realmente me puso muy contenta: me dieron el alta en la rehabilitación del brazo roto; la verdad es que lo esperaba, no me pilló de sorpresa, no obstante reconozco que me puse muy contenta, tenía ganas de sentirme libre de ataduras.
No significa que ahora no tenga citas que me disgustan porque mi salud es endeble pero me he quitado una gorda, poco a poco todo se irá poniendo en su sitio, presumo.
Ya se fueron todos, hoy no he salido de casa en todo el día, estoy muy cansada y solo pienso en descansar.
Escribir me descansa.
La pintura y la escritura tienen mucho en común, a mi entender escribir es como pintar, se trata de ir dando pinceladas a través de las cuales formo una historia.
Y la parte más difícil es lo que viene después, exponer los cuadros y venderlos, publicar los libros y que los compren al final, el trabajo más peliagudo en ambas tareas es la segunda parte.
Ayer me enteré de que se ha muerto Morquillas, uno de los artistas más importantes que conozco, lo he sentido, tenía una buena e interesante relación con él.
Lo mejor para mí es no ponerme nerviosa nunca, no puedo controlar mi entorno.
Justo hoy que teníamos todo organizado para llevar a los suecos al aeropuerto, aparece la mañana con la noticia de que durante dos horas no va a haber agua caliente, lo cual es un fastidio para todos porque si se usa el agua caliente en un cuarto de baño, en el otro no sale a buena temperatura.
Yo me dejo llevar, ellos sabrán lo que hacen, son bastante tranquilos, sobre todo mi hijo y están tan acostumbrados a viajar que pueden con todo, lo que para mí sería letal, para ellos es el pan nuestro de cada día.
Mañana vendrá Norma, la boliviana, y toda la casa volverá a sus ser, les echaré de menos pero también disfrutaré del orden habitual.
Hoy vamos a comer en una cafetería de Barrika en la que comieron ayer Mattin y Lisa y les encantó, comida limpia, casera, sin pretensiones, es bastante nueva y está enfrente del frontón.
Han hablado en Radio Euskadi de una mujer que no podía vivir si estaba embarazada, lo cual significaba que tenía que abortar si quería vivir, pero se lo estaban poniendo muy difícil.
He recordado que mi madre me contó varias veces, ella lo tenía muy presente, que antes de que yo naciera estuvo embarazada de trillizos y se encontraba muy mal, el doctor le dijo a mi padre que tenía que elegir entre la vida de la madre o los hijos.
Mi padre estaba perplejo, hasta tal punto se pusieron difíciles las cosas que mi padre llamó al obispo para que fuera quien tomara la responsabilidad.
Según mi madre, al ver la situación en la que se quedaría mi padre si se muriera mi madre, cinco hijos ya criados además de los trillizas, el obispo dijo que salvaran a la madre.
Ante la palabra del obispo, la familia Oraa, los padres de mi padre, que eran los que más apabullados se encontraban, accedieron a que salvaran a mi madre.
Su padre, el abuelo Leopoldo, hermano de Federico Moyua, alcalde de Bilbao a la sazón les amenazó que si no trataban bien a mi madre, se la llevaría a su casa.
La familia Oraa era muy católica practicante, varios sacerdotes y monjas en la familia y todos de misa diaria.
Finalmente, mi madre salió adelante, viva y sin los trillizos, lo cual no le privó de tener dos hijos más, yo y mi hermano el pequeño, Jose Manuel.
Para mi madre este suceso fue algo terrible, le cambió bastante la vida, vio de cerca la muerte y lo difícil que es tener muchos hijos, en total ella tuvo once, de los cuales solo quedamos cuatro, mis tres hermanos varones y yo.
Cuando ya pensaba que estaba empezando a recuperarme y a encontrarme más fuerte, me ha empezado a doler el pie izquierdo cuando lo apoyo en el suelo, lo cual me impide andar, he tenido que cancelar la cita que tenía hoy por la tarde con el dentista, no sé si llamar a mi doctora o ir a urgencias, por lo demás estoy bien siempre que me quede quieta, sentada o tumbada.
Reconozco que he desarrollado la paciencia, lo cual me tranquiliza, no me importa estar en casa.
Ayer fuimos todos a comer a casa de mi hermano Gabriel y disfruté mucho, vi a algunos sobrinos nietos que hasta hace poco vivían en USA, por lo que casi no les conocía.
También vi a dos sobrinas muy pequeñas, guapísimas que viven en Francia, así que pasé un dia agotador pero estupendo.
Mañana se van los berlineses, por un lado me da pena, les echaré de menos pero recuperaré mi coche que me da libertad.
También podré trabajar en el ordenador cuando me apetezca, cedo muchas cosas cuando vienen a casa y lo hago a gusto porque les quiero muchísimo, no obstante quedarme sola con los mayores simplifica la vida.
Los berlineses son maravillosos pero consideran que están de vacaciones mientras que yo intento seguir con mi vida rutinaria y ellos me la complican un poco.
Estoy leyendo un libro de Michel Houellebecq, escritor francés que me fascina y aunque el tema no me interesa demasiado, me gusta leerle por lo bien que escribe, tiene una especie de obsesión con los musulmanes que me aburre.
Se llama "Algunos meses de mi vida".
Me gustaría leer el último que ha escrito "Anéantir" pero no lo encuentro en Amazon que es con lo que mejor me arreglo, perdón, ya lo he encontrado, parece ser que lo compré en febrero en francés, ya puedo leerlo cuando me apetezca.
