domingo, 31 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS TREINTA Y DOS

 




Ayer salí con la intención de sacar fotos a las nuevas mimosas, me animé y llegué hasta Las Arenas ya que viví allí durante veinte años y lo conozco mejor que Algorta o por lo menos es lo que creo, aunque en realidad casi todos mis recados los hago en Artea, Centro Comercial cuyo acceso ahora está prohibido para los que habitamos en Getxo.

Las Arenas estaba desolado, no había un alma en la calle por lo que me llamó la atención una gran cola de gente extranjera de diversas nacionalidades que no supe distinguir, pensé que serían filipinos, no estoy segura, estaban esperando su turno para enviar dinero en Western Union y pensé que tal vez su vida no estaba resultando fácil, lejos de sus familiares, he visto eso en otros lugares del mundo pero nunca tan cerca de mi casa.

Hoy he pasado un buen rato viendo un documental sobre Cuba, país que me parece muy interesante y he recordado lo bien que bailaba salsa con los cubanos de Los Ángeles cuando acompañada de mi amiga parisina Claudie, acudíamos a clubes de salsa y disfrutábamos dejándonos llevar por los hombres cubanos que son los mejores bailadores de salsa del mundo, allí me aficioné, me recordaba a una época de mi vida que yo me salté porque me casé demasiado joven, no viví la adolescencia.

Entré en un supermercado al que solía acudir cuando vivía en Las Arenas y me olvidé de la macrobiótica, compré jamón y pan blanco, mantequilla y productos que están muy lejos de lo que sé que me convienes, la pena es que de poco me sirve salirme de mis buenas costumbres porque todavía no he recuperado el sentido del gusto, es triste no poder disfrutar de la comida, algo que tanto me gustaba.




 





sábado, 30 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS TREINTA Y UNO

 





Cuando aparecen las mimosas yo ya entro en primavera, me pongo de buen humor y lo único que hago es mirar a ver si siguen las flores donde las dejé la última vez.

Cerca de mi casa, en la curva, hay unos cuantos árboles perezosos, le cuesta florecer y cuando lo hacen no consiguen el amarillo cadmio tan especial que tienen las de la Galea, por ejemplo, las que están cerca del cementerio de Getxo.

El contacto con la naturaleza me llena de alegría y el contacto con las personas más todavía.

Debido a la escasa vida social que he hecho en los últimos años, exceptuando la del hospital de Cruces que es muy satisfactoria, la que hago ahora es virtual, no me quejo siempre es mejor que nada y además no corro peligro de contagiarme.

Tengo débil la voz, lo cual no me impide entablar conversación con las pocas personas con las que tengo ocasión, pueden ser conversaciones muy cortas y superficiales pero me entretienen y dan calor a mi corazón.

El móvil nos ha individualizado, es difícil interrumpir a una persona que está concentrada en su celular, aún así, si necesito una información no me corto, pido disculpas pero pregunto y salvo raras ocasiones, la gente suele ser bien educada y son capaces de quitarse los cascos y hacerme caso, a veces me paso un poco de vergüenza, no obstante me resulta tan difícil ver con las gafas empañadas con la mascarilla, que lo hago y salgo de dudas.

Ahora uso siempre las FFP2 porque con esas no me contagio, son las más seguras, he pedido un paquete de cien en Amazon para que las usemos todos los de casa, así estamos más protegidos que con las quirúrgicas.









viernes, 29 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS TREINTA

 





He empezado a ver Baron noir y estoy fascinada, eso no significa que entienda algo, porque si ya el tema es difícil por naturaleza y mi conocimiento respecto a la política muy deficiente, el ritmo trepidante no ayuda, no obstante sé que lo que estoy viendo es bueno y está hecho con cabeza e información, estoy en la mitad del segundo capítulo y creo que por hoy mi pobre cabecita no me da para mucho más.

Además, ayer me enteré por una fuente fidedigna que en España hay diez suicidios al día relacionados con la pandemia.

Todo me lleva a mi propósito que es mantener mi paz interior, me entra la risa de que me entretenga tanto todo lo que sucede fuera y que mi realidad sea tan diferente, solo me interesa de verdad lo que está dentro de mí, es el único lugar que nunca me ha defraudado.

Ayer tuve clase de Escritura, disfruté como de costumbre, la literatura me deslumbra, el uso de la palabra me seduce tanto o más que la pintura.

Casi siempre intento sentirme identificada con los temas en los que trabajo y en los libros, me doy cuenta de que cada vez me dirijo más hacia la autobiografía, empecé con lo que en Francia llaman autobiografía ficción que es lo que a mi profesor le gustaría, pero yo soy demasiado obstinada cuando se trata de sentir con el corazón y solo me seduce la verdad.

Dejé de leer novela hace tiempo, ni siquiera la buena me interesa hoy en día, de ahí pasé al ensayo, devoraba a George Steiner, me impresionaba la amplitud de su cultura, no obstante todo lo que cae en mis manos hoy en día que acapara mi atención es la autobiografía pura y dura, sobre todo si está escrita con sencillez y sin pretensiones.







jueves, 28 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTINUEVE

 




Me ha contado Mattin que está muy informado de todo lo que sucede en Europa y que se pasa la vida haciéndose PCErres y cogiendo aviones para trabajar en las capitales europeas, que en Oslo les han castigado sin poder comprar alcohol, o sea no solo están los bares cerrados, sino que ni siquiera pueden beber en sus casas, me pregunto qué pasaría si hicieran eso a los vascos, a mi no me pasaría nada porque llevo mucho tiempo sin beber, pero comprendo que poder tomar un poco de jamón con pan y vino, puede resultar entretenido al caer la tarde.

Han dicho en la radio que Pablo Iglesias le ha recomendado a Pedro Sánchez una serie francesa que se llama Baron noir, la he investigado y tiene unas críticas inmejorables, aunque todo trata de política no obstante  parece que es buenísima y que destripa las cabezas de los políticos, hoy no puedo verla porque tengo clase de Escritura de siete a nueve, pero mañana seguro que la empiezo y aunque no me apetezca la veré porque tengo que aprender algo, cada día me siento menos informada, hasta los niños de once años tienen opiniones políticas, yo no sé donde he estado metida toda mi vida, la verdad es que soy tan inculta que debería estar callada y no abrir la boca hasta que por lo menos no lea el Ulises de Joyce, por más que lo intentaba nunca era capaz de pasar al segundo capítulo.

Ultimamente me gusta ver documentales, me paso horas enteras en la sabana africana, viendo como se buscan la vida los animales y los viajeros que se juegan la vida por ver un tigre de cerca, mientras yo veo todo sin salir de casa tomando un té Kukitxa y unas tostadas de pan de esbelta con mermelada de arándanos, todo comprado en herbolario, intento cuidarme aunque mi profesor de macrobiótica dice que tampoco se debe abusar de la fructosa, de momento no tengo intención de quitarme ese placer que me entretiene por las tardes, a la vida confinada hay que buscarle algunas ilusiones.






miércoles, 27 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTIOCHO

 





He estado en el hospital de Cruces y todo han sido buenas noticias, había una hematóloga nueva por lo que me he atrevido a decirle la verdad cuando me ha preguntado qué tal estoy, antes me limitaba a decir que bien porque nunca me aclaraban nada, así que ni me molestaba en dar detalles, las respuestas que me daban es que cada cuerpo reacciona de una manera diferente y rollos por el estilo que no interesan a nadie.

No obstante la nueva hematóloga, Itziar, era donostiarra que no es lo mismo que ser de Bilbao, todo era nuevo para ella e intentaba ser amable, por eso cuando me ha hecho la pregunta de rigor, he contestado que no acabo de recuperarme, que tengo secuelas y que estoy lejos de encontrarme bien del todo.

Le ha parecido lo normal y me ha dicho sin miramientos que a pesar de tener muy bien los análisis, estoy intoxicada, que la medicación que me curó, arsénico, me ha hecho daño y me recuperaré pero tardaré, por lo menos ahora ya sé lo que pasa, estaba harta de que me dijeran que todo el mundo que tiene mi leucemia se encuentra fenomenal después del tratamiento así que yo me preguntaba ¿por qué yo no acabo de encontrarme bien si hace ya una año que terminé la quimioterapia?

También me ha dicho tranquilamente que a mi edad todo va despacio, lógica pura ¿por qué nos cuesta tanto decir las cosas como son? saber el motivo de mi lenta recuperación me da paz, hace que me sienta mejor que cuando me entran las prisas.

Todavía me falta un aspirado de médula que me harán en abril y hay cosas que van muy bien como el pelo por ejemplo y el sueño, todo va despacio, solo tengo que tener calma y llegará un momento en que me sentiré mucho mejor, no tengo la menor duda.

Por otro lado Cruces estaba muy alegre, todos los bares abiertos y llenos de gente como de costumbre, allí siempre es así, me he comprado una mascarilla FFP2 y he vuelto a mi casa tan contenta.

Menos mal que no se me ha ocurrido entrar en un bar porque me ha contado Jaime que en la ciudad de Bilbao que también está confinada como Getxo, prohiben entrar a las personas que van allí por motivos de trabajo, así que hay que andarse con ojo, la cosa está muy seria.

Me ha sentado bien la conversación con la doctora, estoy relajada.










lunes, 25 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTISIETE

 




Tengo tan incrustadas mis costumbres que el actual confinamiento que impide salir de Getxo, me ha convencido de que no me queda más remedio que ir a la gasolinera de Artea, cualquier cosa antes que quedarme sin ir al centro comercial donde arreglo todos mis asuntos, así que he llamado a la Ertzaintza que está muy cerca de mi casa y un ertzaina muy amable me ha recordado que hay una gasolinera en Neguri delante de la cual paso casi todos los días, la verdad es que la había olvidado por completo y pensaba que las otras pertenecían a Berango.

En vista de que se me cerraba la disculpa para ir a Artea, se lo he preguntado con claridad y me ha dicho con una voz muy tranquila, que a él también le molesta no poder hacer deporte donde acostumbra, que no nos queda más remedio que cambiar nuestros hábitos, así que he pensado que descubriré lugares nuevos, seguro que salgo ganando.

Si esta tontería me molesta a mí que soy una viejecita enferma acostumbrada a estar en casa ¿qué hará la gente joven que sale y entra, ve a sus amigos y conoce gente nueva todos los días? aparte de volverse locos, claro.

En Berlín están cerrados todos los establecimientos excepto los supermercados y las farmacias pero no están confinados, nunca han estado como nosotros estuvimos el año pasado durante los meses de marzo y abril.

En aquella época a mi no me importaba nada, Beatriz y Jaime se organizaron muy bien aunque Norma dejó de venir y yo estaba muy contenta porque había terminado la quimioterapia, nos arreglamos como pudimos.

Ahora es diferente porque yo me encuentro mucho mejor y aunque puedo salir por Getxo estoy empezando a estar cansada de la situación, no obstante sé la importancia que tiene estar tranquila en mi casa y cuidarme, solo necesito un poco más de paciencia.

Los documentales me encantan, hoy sin ir más lejos he pasado la mitad de la tarde en Kenia, parece que me paso la vida haciendo safaris, por un lado los veo en la televisión y en la radio procuro no perderme ningún programa de viajes de Roge Blasco, aprendo sin moverme de casa y sin que me piquen los mosquitos.





domingo, 24 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTISEIS

 




Estamos atravesando una época que es nueva para todos y nadie sabemos nada, no tenemos experiencia, podemos equivocarnos o acertar en cada paso que damos.

Personalmente llevo una vida casi confinada aunque intento salir una vez al día porque me sienta bien, eso no significa que me divierta, tengo que hacer esfuerzo para llenar todas las horas de cada día y acostarme satisfecha cuando me meto en la cama.

Cambio de actividad para que no me resulte monótono lo que hago, a pesar de que me encanta leer, al cabo de dos horas me noto cansada, la televisión no me entretiene demasiado aunque me gustan los programas de gente viajera, es mi manera actual de moverme, que me enseñen cómo se vive en otros países, yo ya he viajado mucho y recuerdo que hace mucho tiempo que había decidido no viajar excepto para ver a Prem Rawat, viajar es agotador.

Me gusta la radio, sobre todo los programas sobre literatura y por la noche, entre semana, escucho la cadena Ser en donde me informo sobre la política, ya que hay periodistas muy buenos cuyos planteamientos son afines a los míos, con la diferencia de que ellos tienen acceso a los últimos acontecimientos.

Respecto a mis amigos, a pesar de haber sido una gran charlatana, reconozco que he perdido el habla,  prefiero no hablar excepto lo imprescindible.

Estoy al día sobre las exposiciones que hay en los museos de Bilbao pero no voy, a pesar de que podría pedir una silla de ruedas para moverme no me compensa, no tengo ganas de esforzarme tanto.

He contado por encima en qué consiste mi vida actual, podría hablar de otros asuntos que me entretienen pero todo me cansa, simplemente he reducido mi vida a lo imprescindible, supongo que esto acabará algún día y para entonces me habré recuperado de mis dolencias y podré disfrutar de la vida sin tenerme que reprimir.

Tener a mis hijos mayores en casa me llena de alegría y de tranquilidad, me siento protegida y cuidada, son muy sensatos y casi no se acercan a mí, es increíble la capacidad que tienen para estar siempre contentos y no quejarse nunca, me dan ejemplo.







viernes, 22 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTICINCO

 




La primera vez que estuve ingresado en Cruces porque me rompí la pierna derecha en cuatro partes en un accidente de moto, vi cosas que me sorprendieron, sobre todo en la gran sala de rehabilitación, donde había personas que tenían que aprender a andar desde el principio y un abogado que había perdido la memoria y no sabía escribir .

Me impresionó tanto todo lo que vi allí, que al salir preparé una serie de cuadros llamada Heridas en los que expresé todo lo que había vivido, los hice con productos de farmacia, gasa, esparadrapo, mercromina y cuando los colgué en una exposición y me quedé yo sola ante aquel espectáculo, me parecía mentira que yo hubiera sido capaz de haber producido algo tan desagradable.

Presenté una Herida muy grande en el concurso de Osakidetza, se llamaba: "Por no ser prudente tuve un accidente" y lo premiaron, creo que me dieron veinticinco mil pesetas.

Expuse las heridas en Berlín y la galerista montó una performance con una enfermera, se habló bastante de aquello.

Una de las heridas se llamaba Herida Kóñika y la presenté como mi manifiesto feminista, fueron a verla los chicos de un instituto y hacían comentarios en voz baja, yo les veía y me entraba la risa.

Alguien la compró y al cabo de unos años apareció en una casa de subastas que ya no existe y la chica que trabajaba allí me dijo:

Eres muy heavy Blanca (sic)

He recordado estas anécdotas porque yo también me encuentro como que tengo que empezar a hacer muchas cosas como si nunca las hubiera hecho, he intentado sacar fotos con la cámara de fotos y no me acordaba de nada, menos mal que Norma me ha dicho que tenía que cargar la batería y poco a poco he ido recordando lo que tengo que hacer, todavía no sé si funcionará bien porque todavía está en rojo, tendré que esperar al martes para que Noma me pueda ayudar.

Por lo menos ya he armado el trípode y he metido la tarjeta USB en el ordenador pero no veo ninguna señal. 

Las cosas de palacio van despacio, paciencia.





jueves, 21 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTICUATRO

 





Hacía más de cinco semanas que no hacía ejercicio y hoy por primera vez me he atrevido a ir a las Arenas para la clase de Pilates.

Me dolía todo el cuerpo, haberlo tenido inmóvil durante tanto tiempo me lo ha dejado estancado y lo peor de todo son las rodillas.

Cuando me he despertado he pensado que podía quedarme en casa no obstante he decidido hacer el esfuerzo, me he arreglado, bien abrigada y con mi mascarilla FFP2 he salido con alegría, que ha ido aumentado a medida que entraba en las tiendas donde ya me conocen, he aprovechado para hacer un par de recados, he sentido una felicidad inmensa al sentir, a pesar de mis limitaciones, que ya formo parte de esa comunidad de seres humanos que pueden ocuparse de sus asuntos.

Encontrarme con Berta la profesora, me ha resultado muy agradable y me ha sorprendido que casi no hubiera nadie en el local, lo recodaba con mucha actividad, supongo que la gente va perdiendo las ganas de esforzarse,  el cansancio pandémico no perdona.

Parece ser que los psicólogos tienen muchas personas nuevas que necesitan ayuda, es duro enfrentarse a esta manera de vivir tan represiva y con la espada de Damocles acechando.

Intento tomarme la vida con calma, limitarme a lo fundamental y confiar en que poco a poco me iré recuperando y volveré a sentirme bien.

Me he encontrado con mi sobrino Leopoldo, me ha gustado verle, a pesar de que tenemos un chat familiar y sé que todos estamos bien, se nota que ponemos distancia en las relaciones. 







miércoles, 20 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTITRES

 




La vida depara sorpresas de todo tipo.

Rara vez abro la persiana de mi cuarto cuando está amaneciendo pero cuando lo he hecho siempre me he encontrado que el sol salía por ese este, es decir a la izquierda del centro comercial Artea y sin embargo hoy estaba justo a la derecha y de un rojo tan intenso que no me ha quedado más remedio que sacar videos y fotos, han quedado deslumbrantes.

Después he desayunado tranquila y he ido a Cruces, a pesar de que he aparcado muy cerca hacía tanto viento que he pasado miedo, he estado a punto de pedir a algún viandante que por favor me acompañara, pensaba que el viento podía llevarme con su fuerza desbocada, no obstante he hecho un esfuerzo y he conseguido llegar al hospital yo sola con mi muleta. para que me extrajeran sangre, casi no había pacientes, no sé por qué será, estaba todo muy tranquilo.

Me ha contado Idoia, mi enfermera favorita que ayer le pusieron la vacuna a su marido, a partir de los sesenta y cinco años es mejor la Pficer que la Moderna y mi hija me ha dicho que ha oído en la radio que a mí me vacunarán en marzo.

He ido tantas veces al hospital de día que me siento bien allí, conozco a varias personas que me saludan con simpatía, lo cual no ha impedido que cuando he llegado a casa estuviera tan cansada que me he metido en la cama.

He adoptado una postura nueva frente a la vida, debido a que he descubierto que las secuelas de la leucemia no son pasajeras, he decidido tomarme las cosas con calma y no exigirme demasiado, nada ni nadie me obliga, así que si me canso descanso y si necesito algo lo pido.

En cualquier caso la única obligación que tengo ahora es sacar fotos a los nuevos cuadros que voy a mandar a Madrid y para eso necesito esperar al viernes que vendrá Norma y con ella me resulta más fácil, ayer hice las fotos con su ayuda, pero no tuve el valor de montar el trípode y hacerlas con la cámara, por lo que las hice con mi iPhone 11 max Pro y salieron muy mal, ya lo sabía no obstante soy tan terca que lo intenté, parezco una niña pequeña repitiendo los mismos errores una y otra vez.




lunes, 18 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTIDOS

 




Ya está, ya he mandado tres mails con lo que me pedían, ahora ya es cuestión de obedecer, hacer lo que me pidan y esperar.

Ha sido espantoso, los asuntos de papeles, información, fotos de los cuadros, títulos, medidas, todo eso me mata, de verdad que prefiero pintar treinta cuadros y no tener que hacer esas cosas.

Justo ahora me he acordado de que no he puesto los precios, eso también me cuesta muchísimo, casi lo que más, por eso estoy tan contenta con los de Subastas Bilbao, ellos vienen, se pasean por mi estudio, cogen los cuadros que les da la gana, los apuntan en el albarán o como se llame el papel, ponen el título y el precio, a veces me preguntan algo y me da una especie de ataque, por lo menos ellos ya me conocen y saben que todo me parece bien aunque no me parezca, prefiero estar de acuerdo en todo antes que tomar ese tipo de decisiones.

Ser pintora es algo muy individual, se toman todas las decisiones, desde tener una idea de lo que se va a pintar hasta elegir la técnica, luego hay que pintar, enmarcar y entonces empieza el trato con las galerías en donde pueden querer exponer tu obra o no, depende de lo que se venda, en ese momento ya no se habla de arte, sino de asuntos comerciales.

Si yo fuer Jeff Koons y supiera todo lo que sabe él sobre el arte de vender, daría igual lo que pintase, ni siquiera pintaría, diría a la gente de mi equipo lo que quisiera que hicieran, podría explicar lo que deseo en un papel y ellos seguirían mis indicaciones.

Mientras tanto yo me encargaría de hacer las gestiones pertinentes para que todos los coleccionistas interesados en el arte Pop, aprendieran lo que todavía no saben para ser capaces de apreciar lo que hace Jeff Koons.

Hablo de Jeff Koons porque es el artista vivo que considero es el mejor pagado en este momento.

Cuando expuso en el Guggenheim de Bilbao me impresionó tanto que me puse a estudiar no solo el arte Pop tal y como lo explicaba Calvo Serraller, sino también la trayectoria de Koons y entonces comprendí que todo se puede aprender si se pone el suficiente interés y se está en la circunstancias adecuada.






domingo, 17 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTIUNO










Había olvidado el trabajo que exige ser pintora, en el que el hecho de pintar no es lo fundamental o tal vez lo que menos me costaba debido a la pasión que sentía, lo que me cuesta mucho mucho mucho, es la relación con las galerías de arte.
Ahora estoy preparando lo que tengo que mandar a la galería de Madrid y menos mal que estoy tranquila y nadie me presiona, puedo ir poco a poco, ya llevo dos días dedicados al tema y por lo menos he escrito uno de los textos que trata de explicar en qué consiste el arte para mí.
Al principio no tenía ni idea de expresarlo en palabras, luego he empezado y todo me iba saliendo, no con la misma facilidad con la que escribía mis manifiestos de artista en los que me consideraba experta, ahora soy más sencilla, necesito menos palabras para exponer el concepto, no obstante lo he conseguido y me he quedado satisfecha.


A continuación publico el texto que enviaré a Madrid, junto con las fotos de los cuadros y una breve biografía:


Creo que el arte puede significar muchas cosas, en mi caso concreto, el arte as algo a lo que me agarro desde que era muy pequeña, ni siquiera recuerdo cuando pero tengo muy claro que pronto me di cuenta de que quería ser pintora aunque no sabía lo que eso significaba, supe que el arte hacía que la vida pudiera ser mágica y que me hacía sentir algo especial que solo a mi me pertenecía, me hacía feliz y me ayudaba a olvidar lo que no me gustaba de lo que acontecía en mi entorno.
Más tarde, poco a poco he ido comprendiendo que el arte eleva el pensamiento, se puede aplicar a todo, no es exclusivo de algo o alguien, simplemente se aplica a lo que se desea, está basado en dar importancia a una estética determinada, que hace grande lo pequeño y embellece la vileza.
En pocas palabras, el arte es mi compañero de vida, no permito que se separe de mí.













sábado, 16 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTE

 




De repente se me complican las cosas, justo cuando había decidido estar tranquila y no meterme en berenjenales, recibo una invitación para exponer en una galería de Madrid para artistas con discapacidad que corresponde exactamente a lo que me conviene, porque se ocupan de todo.

Ocuparse de todo significa que lo único que tengo que hacer es meter en una caja los cuadros que me parezca oportuno y esperar a que vengan a buscarlos y a que los vendan.

A primera vista es una maravilla, tengo mucha obra de la que deseo deshacerme, he aceptado la propuesta encantada de la vida, cuando me invitaron a exponer en el Museu de l'Art Brut de Barcelona se portaron estupendamente, no obstante hay ciertos detalles que exigen de mi un esfuerzo metafísico, me refiero a las decisiones que tengo que tomar, elegir los cuadros, hacer las fotos, dar las explicaciones que solicitan, poner precio, son cosas que me cuestan bastante.

He intentado hacerlo y me he quedado paralizada, no obstante a medida que escribo  el problema que se ha planteado se hace más pequeño, parece que empiezo a ver con claridad los cuadros de los que me gustaría desprenderme, corresponden a la serie de las playas de Ondarreta y Zarauz, algunos de los cuales aunque tuvieron mucho éxito en su momento y se vendieron muy bien, se han quedado rezagados y tengo la sensación de que me encantaría que se vieran en Madrid, en Bilbao se han expuesto demasiado, aún así esperaré hasta mañana para tomar la decisión definitiva, me viene a la memoria lo que decía mi madre que sabía mucho:

Duérmelo Blanca.

Me parece una magnífica idea, no tengo que hacer nada, si mañana cuando me despierte lo siento así, me pongo a trabajar, es solo cuestión de ir dando pasos.

También me han dicho que tengo que escribir sobre lo que significa el arte para mí, no creo que sea muy difícil aunque a veces las cosas que se dan por sabidas, a la hora de explicarlas pueden resultar un quebradero de cabeza, no obstante ahora y gracias a mi querido diario, he tenido una buena idea que a primera vista no se me había ocurrido, porque había pensado es mandar los cuadros abstractos que son posteriores a las playas.

He experimentado en múltiples ocasiones que aunque se tengan buenas ideas, es preferible dejarlas en reposo hasta que tomen forma y se materialicen, esa evolución suele requerir un tiempo y cierta paciencia.

Escribir es una maravilla, es lo mejor que existe, ya lo decía Oteiza hablando de la poesía:

No hay nada más sencillo que poderse expresar con una hoja en blanco y un lápiz

¡Qué razón tan grande tenía en todo lo que decía! 





viernes, 15 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS DIEZ Y NUEVE

 





Estoy muy centrada en los diarios, es mi tema, ya que me dedico a escribir el mío, me apetece leer los de los demás, son como una continuación de mi mundo, lo amplia y se expande.

Ahora estoy leyendo el que escribió Elvira Lindo cuando vivía en Nueva York con su marido Antonio Muñoz Molina que dirigía el Instituto Cervantes, se titula "Noches sin dormir".

Estoy disfrutando mucho, me encanta cómo escribe y todo lo que cuenta sobre su vida en esa ciudad tan interesante, aunque he estado varias veces nunca he vivido allí y a través de sus descripciones voy recordando mis vivencias, han sido importantes en muchos sentidos y he recordado que la última vez me caí por uno de esos agujeros que hay en las aceras, por donde sale humo y cuando iba rodando por las escaleras, pensé que podía matarme ya que no sabía cuando terminaría de dar vueltas.

Al final, cuando casi había perdido la esperanza, paré, abrí los ojos y me encontré en una especie de almacén de un restaurante de no sé qué tipo de cocina, los que me atendieron eran mejicanos.

Tenía intención de cenar, por eso me caí, me distraje mirando la carta en el escaparate y no vi el agujero, los americanos hacen cosas muy raras, eso de los agujeros me sorprendió la primera vez que fui a Nueva York, no obstante jamás pensé que podría caer en una trampa semejante.

Mi hotel estaba enfrente así que me metí en la cama, descansé y al día siguiente también, no me sentí capaz de ir a la exposición que tenía programada.

En el fondo solo fue un susto del que poco aprendí, porque después me he caído muchas veces sin agujeros, solamente por no poner atención, por distraerme pensando en mis asuntos o en algo que ni siquiera tiene por qué ser especial, me ha pasado tanto en casa como en la calle.

Soy terca, terca, terca, me cuesta aprender, ahora parece que he aprendido, cuando me diagnosticaron leucemia me dijeron que tenía que tener mucho cuidado, una caída podía ser mortal, me asusté tanto que desde entonces no me he caído, camino con los cinco sentidos, con mucho cuidado y sabiendo a lo que me arriesgo, ojalá fuera así de cuidadosa con todos mis acciones y sobre todo mis palabras.









jueves, 14 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS DIECIOCHO

 




Escribir el diario es como verse en un espejo, ayer por ejemplo, mientras estaba escribiendo que me encontraba un poco vaga y que no pensaba ir a la peluquería que es lo que debería hacer, algo en mí saltó y me hizo dar un giro a mi deseo y ponerlo en la dirección correcta así que llamé, pedí cita y antes de una hora ya estaba delante del espejo de Jean Louis David, que es donde arreglan mi pelo con amor.

Como está en un centro comercial tiene la ventaja de que aprovecho para hacer algunos recados que tenía pendientes, disfruté de la tarde con la alegría de participar en la vida con la gente, hacía un mes que el lumbago me había impedido salir, hice más de lo adecuado y hoy me he levantado con agujetas, dando gracias al cielo por no tener ese dolor tan horroroso que no me permitía disfrutar de cosas tan aparentemente fáciles, como sentarme delante del ordenador y sentirme cómoda.

Parece mentira la fragilidad del ser humano, depende de un cuerpo que se comporta como le da la gana, he pasado una temporada tan difícil que me costaba creérmelo y me decía a mí misma que con todo lo que he atravesado, cosas serias de verdad, no voy a entrar en detalles pero una leucemia es algo muy grave, ante lo que por un miserable lumbago debería haber sabido comportarme, no obstante me costaba aceptarlo y me ponía de mal humor, que es lo que más detesto.

Ahora ya me encuentro mucho mejor, siento que la inspiración me acompaña, está conmigo y lo único que tengo que hacer es estar atenta y observar cómo todo se va poniendo en su sitio.




miércoles, 13 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS DIECISIETE

 




De repente el día que menos esperaba me encuentro con el mensaje de un banco y me doy cuenta de que tengo que despertar mi cabeza en una zona que suele estar adormilada y al ver lo tengo que hacer, dejo de pensar en preguntarme si me apetece y lo hago, me meto en la acción, cambio el registro tranquilo y poético en el que intento estar aposentada y salgo de ese estado aparentemente letárgico, espabilo y activo el trabajo financiero del que tan poco conozco.

He tenido una vida demasiado fácil en ese nivel, siempre me han mantenido y aunque he pintado mucho y he hecho muchas exposiciones, nunca he podido vivir de la pintura. 

A veces pienso que soy vaga, incapaz de saber cómo buscarme la vida por mí misma, no obstante me consuelo pensando que ya es demasiado tarde para pensar en remediar lo que no hice cuando era joven y hubiera podido pensar en los asuntos prácticos de la vida. 

Ayer vi el último video de Prem Rawat y decía, muy acertadamente a mi entender, que hay una época de la vida en la que se piensa en money and honey* y a partir de cierta edad todo se reduce al dinero, me hizo gracia porque creo que tiene bastante razón, aunque en mi caso concreto estoy más interesada en la salud, cuando me encuentro bien todo es gloria bendita. 

Tendría que ir a la peluquería pero miro por la ventana y veo el cielo gris, encapotado y se está tan a gusto en casa, calentita que prefiero dejarlo para mañana, eso que llaman procrastinar y que desde pequeña me enseñaban contrario:

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy


* dinero y miel, la miel es el amorcito de pareja.





martes, 12 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS DIECISÉIS

 




Me pregunto cómo soy capaz de sentarme delante del ordenador sin tener pensado de antemano el tema que voy a tocar, confío demasiado en mis poderes de bruja vasca que en general me sirve de ayuda, no obstante reconozco que a veces se niega a hacer su trabajo y prefiere que sea yo la que discurra y saque de mis entrañas algo que está escondido en el lugar más recóndito de mi ser.

En realidad el problema principal reside en que prefiero no hablar de lo que de verdad me interesa, que es Prem Rawat y el conocimiento que me reveló hace casi cuarenta años, gracias al cual he podido tener una vida intensa y plena, él me sacó de las tinieblas en las que me hallaba en aquel momento de mi vida y por más que lo intentaba, no conseguía que nada me satisficiera y el motivo por el que prefiero no tocar ese tema, es porque a pesar de que lo he comentado en varias ocasiones e incluso he invitado a mucha gente a sus conferencias, pienso que es algo tan íntimo y personal que cuando alguna persona tenga interés en saber en qué consiste, es preferible que lo busque en internet y pueda saber directamente, sin intermediarios, lo que Prem Rawat explica.

Hasta tal punto es importante lo que supone en mi vida, que lo considero demasiado personal como para explayarme con personas que ni siquiera sé si quieren saber de qué se trata, por eso me suelo limitar a contar cosas de mi día a día, que aparentemente no se relacionan con algo que es tan individual.

Al opinar sobre las películas que veo, los libros que leo o mis estados de ánimo, me siento más afín a las personas que me siguen y eso hace que pueda vivir en un asunto que no es secreto, pero solo está al alcance de las personas que se interesen con el corazón.








lunes, 11 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS QUINCE

 




Desde que me encuentro mejor físicamente disfruto de todo lo que hago, es una gozada, cuando estaba con lumbago me resultaba difícil sentirme a gusto excepto cuando estaba en la cama, más que nada porque no podía estar sentada y para algunas cosas es muy importante tener una postura confortable y no sentir dolor.

Ayer vi una película que me encantó, Una razón brillante sobre todo porque se manejaba un francés excelente, el protagonista es Daniel Auteuil cuya manera de hablar la lengua de Molière es incomparable, creo que es el mejor, además la película trataba de oratoria y retórica, pasé un rato estupendo, me gusta el francés en casi todas sus vertientes, por encima de todo por el idioma, una frase correcta y bien pronunciada me hace feliz, así de sencillo.

Mientras escuchaba recitar a Auteuil recordaba mis clases de literatura francesa en Burdeos, nos enseñaban casi como si fuera música la entonación para recitar a los poetas, todavía recuerdo los versos de Victor Hugo y los recito en mi coche cuando voy sola conduciendo.

Hoy he visto dos capítulos breves de la nueva serie de Scorsese sobre Fran Levowitz y Nueva York, era otro mundo, me ha divertido cambiar tanto ¡qué importante es saber un poco sobre lo que se ve, lo que se lee o lo que se escucha!.

He recordado la primera vez que fui a Nueva York, era joven y aunque me habían hablado bastante y había visto muchas películas, me pilló de sorpresa, sentí que tenía un peso enorme sobre mi espalda a causa de la cultura europea, una carga muy pesada, desde entonces intento aligerarla y no darle tanta importancia.

He estado unas cuantas veces en Nueva York y siempre me ha fascinado, nunca he vivido allí, siempre he disfrutado y es el lugar en donde he visto muy buenas obras de arte, creo que allí se encuentra lo mejor de cada lugar, me refiero a las artes visuales.

Creo que se aprende bastante escuchando a Levowitz, me gusta su inglés aunque no se puede comparar con el francés de Auteuil, aún así tengo intención de seguirla aunque a veces me aburra un poco, me interesa por lo que cuenta.





domingo, 10 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS CATORCE

 




Parece mentira que me cueste tanto todo lo relacionado con la informática, dicen que es por la edad y no lo pongo en duda, pero también hay personas a mi alrededor que empezaron sus vidas con un papel y una pluma y no obstante han sido capaces de acoplarse a las nuevas tecnologías sin que les haya costado demasiado. 

Yo empecé en Los Ángeles, tanto en las clases colectivas de la Pepperdine University de Malibu, al mismo tiempo que por las tardes tenía una clase privada con una profesora que tuvo que enseñarme todo desde el principio, también era de mi edad pero dedicaba su tiempo desde hacía muchos años a la informática y su hija estudiaba en la MIT*, consideraba que la inteligencia artificial superaba a la humana, esto sucedía hace más de veinte años.

Lo único que realmente saqué en limpio y me sigue sirviendo, es que tuve muy claro que Apple es lo mío, me va todo excepto lo difícil que me resulta la técnica, lo cual tiene difícil solución pero estoy empeñada en conseguirlo poco a poco, por lo menos lo fundamental.

Lo primero que hice al volver a Bilbao fue buscar una academia en donde me enseñaran a hacer mi propia web, me costó mucho pero lo conseguí, en aquella época tuve que aprender código, ahora todo es más fácil.

Ni siquiera sé escribir en el teclado con todos los dedos a pesar de que lo he intentado, tanto en Santa Mónica como en una academia de Algorta que ya no existe, además del ordenador con un programa que me preparó mi hijo Mattin. 

He ido a varias academias de informática en donde la media de edad de los alumnos era de veintitantos años, puse todo mi interés, mi tiempo y mi esfuerzo, aún así conseguí muy poco, con la desventaja de que una de las secuelas de la leucemia es que he perdido memoria y ahora no me acuerdo de casi nada, ni siquiera de lo imprescindible.

Oscar Ciencia, mi actual profesor a quien llamo cuando tengo problemas concretos, es un lince y no se le resiste nada, lo malo es que yo voy a paso de tortuga y él va como un águila, tengo la sensación de que le pongo nervioso pero yo no puedo hacer más esfuerzo del que hago, no doy más de mí, es una lástima porque es un tema que me encanta. 


*Instituto Tecnológico de Massachusetts 



sábado, 9 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS TRECE

 




Hace un mes estaba viendo una conferencia de Prem Rawat en streaming y de repente se paró y me salió una ventana diciendo que si quería seguir, tenía que comprar Adobe, un mes de prueba y luego si no me interesaba lo cancelaba, dado que me interesaba muchísimo y que no quería perder ni un segundo del evento, me suscribí al plan de prueba con la intención de cancelarlo, pero cuando lo intenté no me dieron facilidades sino todo lo contrario.

Ha pasado un mes y me han cobrado otros treinta euros correspondientes a enero.

A pesar de haber pagado con PayPal que se supone que es de toda confianza, he intentado arreglarlo por la mañana y no lo he conseguido, acabo de recibir un mail en el que me anuncian que PayPal no encuentra nada que arreglar en ese asunto.

He pedido sopitas a Oscar Ciencia, mi profesor de informática, una de las pocas personas que sabe trabajar con Apple y he quedado con él mañana por la mañana aunque sea domingo, espero que me lo solucione porque una cosa es que me timen sesenta euros lo cual, aunque no me haga gracia lo puedo aceptar, pero tener que pagar treinta euros cada mes porque sí, me molesta bastante.

Ma pregunto por qué soy capaz de estar todo el día metida en internet cuando no sé ni hacer la O con un canuto, nunca he sabido a pesar de haber tomado muchas clases particulares y de haber ido a varias academias, no obstante lo peor fue cuando volví a casa del hospital después de la leucemia, me di cuenta de que había perdido la memoria además del sentido del gusto que todavía no he recuperado.

Confío en resolver este asunto mañana por la mañana, Oscar Ciencia es un genio y sabe mucho.





viernes, 8 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS DOCE

 




Me sorprende que me esté gustando tanto el libro de Knausgård, Un hombre enamorado porque en principio no me atraen las descripciones y en este libro se describe todo, incluso hacía donde mira un niño que va en un carrito, hasta trata de adivinar en qué estará pensando y no solo eso sino que doy por hecho que no me divierte nada que me cuenten lo que hacen los niños, no obstante este escritor tiene un don especial, obliga a que todo lo que cuenta acapare mi atención.

Además de bien escrito creo que está muy bien traducido, no veo nada que me moleste en el castellano, lo cual no es fácil porque soy una terrible tiquismiquis con mi propia lengua.

Recuerdo que una vez que Ramón Irigoyen, escritor al que adoro escribió algo, lo leí con tanto entusiasmo que no me di cuenta de que se trataba de fútbol, tema que no me interesa en absoluto y al comprobar el tema que trataba, se lo comenté al autor y me dijo que le alegraba que le dijera eso, porque significa que estaba bien escrito, creo que me pasa algo parecido con Karl Ove Knausgård porque estoy entusiasmada desde que empecé a meterme en su cerrado mundo, que también en cierta medida es el mío ya que tengo una nieta sueca y mi hijo pequeño ha vivido en ese país muchos años, lo describía tan bien que nada de lo que se cuenta en Un hombre enamorado me pilla de sorpresa.

En lo referente a Noruega, aunque sé muy poco, Lisa ha trabajado allí desde que viven en Berlín y aunque me ha hablado poco, lo fundamental que es lo referente al idioma, coincide exactamnte con lo que describe el libro.

De momento estoy muy contenta con esta lectura, ya veré lo que hago más adelante porque la obra Mi lucha consta de seis tomos y no todos han tenido el mismo éxito, el último tiene más de mil páginas, algo que para mi carece de importancia porque lo leo en mi iPhone, así que no me importa que pese mucho y si hace que lo pase bien ¿que más puedo pedir?








jueves, 7 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS ONCE

 




 Leí hace tiempo que Borges decía que le gustaba más leer que escribir, me costó creérmelo y de vez en cuando me viene a la cabeza, sobre todo cuando disfruto mucho leyendo, que es lo que me está pasando ahora con Un hombre enamorado de Knausgard, el famoso escritor noruego que antes vivía en Suecia y he llegado a la conclusión de que tal vez a mí me suceda lo mismo que a Borges, me encanta leer algo que me guste y me interese, no obstante me produce más satisfacción escribir y si pasan varios días y no he escrito, noto que me falta algo y en el momento en que me siento delante del ordenador, empiezo a sentir esa sensación especial que me proporciona el acto de escribir, parecido a lo que me pasaba cuando pintaba, ambas tareas tienen mucho en común.

Lo que sale de mi propio esfuerzo tiene más riqueza disfrutable que lo que solo requiere una actitud pasiva por mi parte.

Además, lo que escribe Knausgard me resulta familiar por varios motivos, el más importante porque es una especie de diario o autobiografía, el tipo de lectura que más me interesa y el segundo, porque habla del modo de vivir en Suecia y me hace pensar en lo que comentaba Mattin cuando vivía allí y en lo que sigue contando Unai Aranzadi, periodista de guerra que vive en Estocolmo y publica en Facebook, todo ello colabora a que me encuentre a gusto en un medio que no me resulta desconocido a pesar de tener una cultura tan diferente de la española, que es la que más conozco.

No me sorprende que los hombre hagan las tareas que aquí suelen corresponder a las mujeres, ya me había contado Lisa que en su país son las propias madres las que enseñan a sus hijas a poner en manos de los hombre los cuidados de la casa y de los hijos, algo que aquí no se estila demasiado, más bien las madres aconsejan a las hijas que aprendan a cocinar bien y que se sacrifiquen por sus maridos. 

Tenía y tango tan pocas ganas de cocinar que recuerdo un día que mi madre me dijo:

No olvides Blanca que al hombre se le conquista por el estómago.

Una vez conocí a un hombre bastante culto e interesante, estaba casado y había pasado siete años sin beber, no obstante recayó y entre otras cosas, me contó que su mujer cocinaba muy bien y que seguía casado con ella sobre todo por ese motivo.






lunes, 4 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS DIEZ

 




Hoy sí puedo decir sin temor a equivocarme que he visto una película maravillosa y que he pasado un día excepcional, ya que he aprendido un poco más a apreciar la vida tal cual, como viene, sin querer cambiar nada, solo disfrutar y agradecer.

Empezando por la mañana, cuando me he despertado he sentido esa especie de medio temor que me acompaña desde hace días, como una sombra que me obliga a superar una especie de miedo a no poder ir a las citas que tengo en el hospital de Cruces los días 7 y 13 de enero.

Son controles rutinarios que he hecho otras veces casi sin problemas, pero esta vez las molestias del lumbago me impedían tomarlos con naturalidad, pensaba si podría ir conduciendo o si debería llamar a Edwin, el chófer que tuve cuando todavía no podía conducir y menudencias por el estilo, así que tras una breve reflexión, he decidido posponer la cita para lo cual he tenido que llamar muchas veces, hoy en día debido a la pandemia rara vez atienden el teléfono a la primera.

He dedicado la mañana a esta gestión que ha resultado fructuosa, a las dos y cinco he recibido la última llamada en la que me confirmaban que las citas serían los días 20 y 27, esta última a las 12:15.

Misión cumplida.

También he llamado al ambulatorio para que mi doctora de cabecera me llamara y me recetara una medicina más fuerte de la que tomo para aplacar las molestias del lumbago, han prometido que me llamarían por la tarde, lo cual ha quedado en el olvido, insistiré mañana, no obstante eso carece de importancia, en cambio, saber que hasta dentro de más de dos semanas no tengo que ir a Cruces me ha tranquilizado muchísimo.

Y por la tarde, en mi tiempo de relajarme, he visto un documental que me ha encantado: Oliver Sacks, my Life, exactamente lo que necesitaba, me ha dado alas para aceptar mi actual situación y eso es el mejor regalo.





sábado, 2 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS NUEVE

 




Ha visto una película canadiense, no diría que muy buena, más bien interesante, se llama Profesor Lazhar y me ha llevado a recordar algo en lo que nunca pienso.

Estudié Bellas Artes porque quería ser pintora, solo por eso, jamás se me pasó por la cabeza nada que tuviera que ver con la docencia, no obstante al terminar el grado, la mayoría de mis compañeros se dedicaron a la enseñanza, incluso los que se prepararon para el doctorado, algo que tampoco me interesó, yo solo pensaba en pintar y exponer.

En un momento dado Manolo Gandía, gran artista y amigo, que impartía clases de dibujo en el instituto de Erandio, Bizkaia, me pidió que le sustituyera durante unas semanas porque no se encontraba bien.

Accedí, llegué al instituto y me encontré en una clase frente a unos treinta adolescentes que solo gritaban.

A pesar de que había estudiado pedagogía, nadie me había enseñado qué se hace en esos casos, nunca había estado en un instituto ni en una escuela pública, todo era nuevo para mí, educada en colegios de monjas en los que los modales tienen tanta importancia como la ortografía.

Una diferencia fundamental entre el estudio de las Bellas Artes y las demás carreras es que la mayoría, si no todos los que la elegimos, lo hacemos con una ilusión extraordinaria, no solo nadie nos obligaba sino que incluso había muchas personas que tuvieron que luchar para conseguirlo, ya que no es fácil que los padres permitan que sus hijos estudien algo con tan pocas posibilidades de un futuro prometedor.

Al cabo de un rato en el que estuve callada mirando a todos los chicos y chicas que vociferaban y se movían como si estuvieran en las barracas, decidieron callarse y empecé la clase.

Pasé unos días espantosos, no me gustaba enseñar, no sabía hacerlo en aquel entorno que me pareció hostil, a nadie le interesaba aprender a dibujar, así que duré lo estrictamente necesario y me marché.

Más tarde, durante unos cuantos meses trabajé como profesora de dibujo y pintura en una academia de Las Arenas, municipio de Getxo, en donde todos las personas que asistían lo hacían a gusto, lo cual impulsaba a que me sintiera inspirada y pudiera enseñarles a sacar lo mejor de sí mismos, aún así tuve que dejarlo, no era feliz, no me gusta enseñar, soy la eterna aprendiz.





viernes, 1 de enero de 2021

CUATRO MIL DOSCIENTOS OCHO

 




Me pregunto por qué tengo tanto interés en leer las críticas de las películas sabiendo que yo no soy una intelectual, sino una persona que escucha al corazón, una y otra vez tropiezo con la misma piedra, soy un zoquete ¿cuando aprenderá a dejar de ser tan terca y confiar en mi intuición que nunca me ha fallado? Paciencia, paciencia infinita es lo que necesito conmigo misma, me doy una nueva oportunidad, todo se puede aprender poquito a poco, cada cosa a su tiempo. 

Practice makes perfect. Prem Rawat*

Lo que me ha pasado hoy no es sino una prueba más de que tengo que hacer más caso a lo que siento, a mis emociones, me puedo equivocar y me equivocaré mil veces, no obstante cuando acierto ¡qué felicidad!.

Quería ver una buena película, he encontrado La clase de piano que intenté verla hace tiempo pero no la encontré, se me quedó grabada, pensé: 

No importa, esperaré.

Ha tardado pero ha aparecido, aún así, con esa desconfianza que me caracteriza, he leído las críticas y no eran buenas, no me ha importado, me compensaba intentarlo y no puedo negar que tenían razón, está llena de los topicazos que determinan las películas de superación, lo cual no ha sido óbice para pasar  un rato magnífico, escuchando unos conciertos de piano maravillosos ¡Dios, cómo me gusta el piano!.

Todo lo relacionado con el arte eleva mi espíritu y es en ese estado en el que deseo estar, no puedo permitir que las miserias del cuerpo destruyan mi ánimo. 


*La práctica hace la perfección