DOS MIL QUINIENTOS CUATRO

Decidí ponerme Aloe Vera natural en una eccema que me ha salido en la cara, por dejar de tomar una medicina que tiene cortisona.

Como no estoy segura de que mi cactus sea de Aloe Vera y tenga más de cinco años, fui a un vivero de plantas que me recomendó Ana Artola que está escondido en Getxo y al que es difícil acceder si no se conoce.

Soy clienta, por lo que me regalaron unas pencas del cactus que tienen ellos muy antiguo y en un tiesto grande, lleno de hijos que no se atreven a separar por temor a que se sequen.
Paseando entre las plantas vi un fresal y me lo llevé, así que ahora podré comer mis propias fresas recién cogidas en mi pequeña terraza.

Al llegar a casa vi un video en el que explicaban cómo se hace el Aloe Vera casero.

Ha salido bastante, así que he congelado más de la mitad y el resto solo dura tres días en la nevera, 

Tengo esperanzas de que se me quite el eccema y respecto al resto de manchas que tengo en brazos y piernas, ya veremos.

Lo que más me interesa es la cara.

Ayer fue un día de novedades.

Visité Mercadona.

Lo han abierto en un centro comercial en Berango, pueblo pegado a Getxo.

Tiene buena pinta, es grande, limpio y una atención inmejorable.

Muchos productos sin gluten.

Me sentía perdida, pero poco a poco fui metiendo en el carro lo que me pareció apropiado y pedí servicio a domicilio.

Me preguntaron si me venía bien la franja de seis a ocho.
Dije que sí.

Guardaron los congelados en neveras especiales y cuando llegaron a mi casa todo estaba perfecto.

Me encantó la sensación de que ellos hicieran todo.

No me gusta llevar paquetes.

Suelo pedir casi todo en Amazon pero no lo controlo.

De repente me aparecen seis productos que no recuerdo haber pedido y las devoluciones son complicadas.

Prefiero saber lo que tengo.

Mi casa no es grande y no me gusta almacenar.

Ya veremos lo que hago de ahora en adelante.

Todo cambia constantemente.

Ya estoy acostumbrada y lo acepto con alegría.