jueves, 28 de junio de 2018

DOS MIL DOSCIENTOS SESENTA Y UNO








Hace tres o cuatro semanas me caí por unas escaleras en la plaza de la reina Maria Cristina de Algorta y conseguí terminar sentada, por lo que me quedé encantada por haberme caído tan bien, puesto que me había librado de lo que podía haber sido una caída mortal o casi.
Me ayudaron a levantarme y parecía que no me dolía nada.
Así pasaron unos días hasta que un día, por la mañana, casi no podía tenerme de pie porque las piernas me dolían.
Poco a poco, con una muleta conseguí moverme.
El médico me dijo que tomara tres paracetamoles cada día.
Así lo hice pero las piernas me seguían doliendo al estar de pie y al andar.
Solo me encontraba bien sentada o tumbada.

Pasaron los días y el dolor persistía.
Hablé con el dueño de Sagar, que es la tienda de dietética donde compro todos los productos ecológicos y me recomendó una crema de marihuana.
Tuvo que pedirla y ayer la recogí.

Desde el momento en que me hice un masaje con Cannabidol, me entró un gran calor en las piernas.
Aguanté estoicamente ¿qué otra cosa podía hacer? hasta que pasada una media hora se pasó y me quedé tranquila.
Por la noche volví a darme la crema y otra vez el calor.
Recomiendan que lo haga dos o tres veces al día.
Hoy me siguen doliendo las piernas pero de una manera más ordenada.
La pierna buena casi no me duele y la que me rompí, me duele en lugares concretos, sobre todo los popliteos.

No tengo ganas de andar ni de salir de casa.








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