sábado, 28 de enero de 2017

CIENTO SETENTA Y DOS








Tengo dos chats de grupo, ambos familiares.
Uno corresponde a mi familia cercana, es decir, mis hijos.
En el otro están mis hermanos y sobrinos con sus esposas.

A veces me mandan cosas que realmente me disgustan y me callo, porque sería idiota por mi parte enfrentarme a un batallón de gente, cuya ideología es opuesta a la mía.
Ejemplo:
Para felicitarnos por el año nuevo, mi hermano Javier envió el himno de España, con un escudo que se iba formando poco a poco, hasta que salía el águila.
Yo detesto las banderas, los escudos, los himnos, los nacionalismos y en general todo lo que separa.
Incluso no sé si soy blanca o negra, ni hombre o mujer.
Solo me considero un ser humano.


Por otro lado, hoy mi hijo el pequeño ha mandado una foto de la portada del Zeit, en la que está Karl Marx y él añade:

“Para ser portada del Zeit Marx no debe estar tan pasado de moda”

Yo estoy de acuerdo con Mattin, más que nada porque sé que él ha estudiado “El Capital” a fondo y una vez que organizó unas conferencias en Bilbao, vino un chico que estudiaba Investigación de estudios marxistas en Madrid.
Le escuché con atención, porque se veía que sabía muchas cosas, en las que yo nunca había pensado.
Me dio la sensación de que no le interesaba el arte.
Dijo que si un trabajo no está remunerado, no se considera trabajo.


Hasta que Mattin llegó a mi vida, es decir a mis 31 años, nunca me había preocupado por la política.
Mi padre me había suscrito a Fuerza Nueva y en cuanto llegaba a mi casa se iba directamente a la basura.

¡Ay amigo! 
Mattin vino a este mundo muy despierto y pronto empezó a leer a Nietzsche y a interesarse por Marx.
Yo había leído “Más allá del bien y del mal” y “Así habló Zaratustra” y Mattin me instó a que conociera a Marx, por lo que me pasó un libro de “El Capital” resumido, pero aunque lo intenté, no conseguí que me interesara.

De todas maneras si sé que todavía no se ha superado “El Capital”, hasta ahí ya llego y eso que hace poco vi una entrevista que le hicieron a Escohotado y le ponía verde, diciendo que había dejado morir a tres de sus hijos de frío.

También he aprendido algo de los hombres con los que he salido:

Uno era republicano.
Otro de HB.
Otro era anarquista y me hablaba de Bakunin.
De los demás no me acuerdo.

No obstante los que más han influido en mi actual ideología, han sido mi hijo pequeño y Pablo Manuel Iglesias Turrión, aunque éste último me gustaba más al principio.
Creo que ha perdido el carisma que le caracterizaba cuando todavía no tenía un partido.

Ahora no tengo a nadie que despierte mi interés.
No les entiendo.
No estoy hecha para los entresijos de la política.






No hay comentarios:

Publicar un comentario