viernes, 13 de enero de 2017

CINTO CINCUENTA Y SIETE







Estoy viendo Borgen, una magnífica serie de culto, a través de la cual aprendo no solo sobre la alta política danesa e internacional, sino también la historia de los países del norte de Europa, que no la tenía clara.
A través de lecturas y películas, he sabido que Groenlandia es un lugar inhóspito y de difícil supervivencia, mas ahora que estoy viendo cómo y por qué ha llegado a la situación actual, empiezo a entender algo más.

Hace tiempo leí la historia de ese país y me impresionó de tal manera que casi me cuesta escribirlo.
Se me quedó grabada la historia de una mujer a la que le resultaba imposible alimentar a su hija, por lo que no tuvo más remedio que matarla para que no sufriera, muriendo de inanición.

Hay escenas que rompen el corazón.

Otra escena que me produce vértigo cuando la recuerdo, es la de la película “La decisión de Sophie”.
Me gustaría borrarla de mi cabeza.

Me pregunto por qué antes de que los daneses les impusieran la obligación de construir ciudades, educar a los niños y dejar de vivir como salvajes, los inuits eran más felices.
Ahora el índice de suicidios y alcoholismo es uno de los más altos del mundo.

Para mi sería muy difícil vivir en un lugar tan frío a pesar de su gran belleza.
Tanto el calor como el frío extremos me producen un malestar difícil de superar.






He dejado un momento el diario para despejarme la cabeza tras lo que he escrito y he entrado en FB.
Por un lado ha sido encantador, porque tengo tantos amigos artistas, que rara es la vez que no encuentre algo que eleve mi espíritu.
Por otro lado, cuentan que viene un frío aterrador.
Nos espera un invierno duro.
En Álava ya está nevando y los coches se salen de la carretera.

Yo que soy una blanda desde que me rompí la pierna, he cancelado el plan que tenía a las 18:30.
Me preparo un té de tres años y me lo tomo mientras veo otro capítulo de Borgen.

La nieve es muy bonita vista desde la ventana pero hay algo en mi que prefiere que no dure mucho.


Dorita Castresana que era una mujer sabia, me dijo que solo el hecho de estar en la nieve, purifica a las personas.






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