He decidido parar en seco, de momento solo me permito escribir mi querido diario que es mi aliado.
Mi actual estado de nervios no me permite hacer nada excepto tratar de controlarlos.
Me cuesta vivir con tanta gente, no sé donde meterme, solo me queda mi cuarto y no tengo ideas, la cabeza ha dejado de trabajar, ni siquiera sé lo que tengo que comprar para que haya comida.
Ayer se fueron todos a cenar a caso de sus primas y al quedarme sola ordené un poco la casa, puse lavadoras y secadoras, me sentí vida otra vez, me entró el hambree , más que nada recobré las fuerzas que se me habían agotado.
La verdad es que agradezco que Mattin haya venido con Odita, es un placer tenerles en casa aunque la convivencia no sea fácil porque la casa es pequeña, gracias a Dios hay un buen humor ambiental que compensa todo.
Odita está encantadora, más que nunca.
Intento adaptarme a la circunstancia que me ofrece la vida.
Y sobretodo disfrutarla, luego se irán y les echaré de menos.
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