viernes, 16 de julio de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y UNO

 





Parece que se han puesto de acuerdo todos los publicadores de libros para ofrecerme sus servicios. 

Yo ya he optado por Triunfa con tu libro que fueron los primeros y aunque he tardado en llegar a un entendimiento, ha sido positivo porque he tenido tiempo para cambiar de idea respecto al libro que voy a publicar, definitivamente el primero que va a salir va a ser Reflexiones de una mujer casada que lo estoy leyendo y me está interesando mucho, bastante más que cuando lo escribí, se nota que he adquirido seguridad en mi misma.

Debido a que soy una atolondrada enseguida opino sobre todo, tanto lo propio como lo ajeno y cuando pasa el tiempo me doy cuenta de que todo necesita reposo, es imprescindible dejar que pase el tiempo, me pasa lo mismo con los cuadros, ganan al cabo de los años, no solo los que están en los museos sino también los míos aunque todavía no sé cuando colgarán en el museo de San Telmo los que compraron hace meses.

Estoy contenta porque no tengo prisa, se me ha quitado ese estado alterado que me hacía dudar y me impedía ser feliz.

Ahora estoy en paz, me siento conectada con el ritmo de la vida y siento que mi paz interior guía mi vida.

Estuve a punto de pedir a mi doctora algún medicamento que me ayudara a sobrellevar los nervios que me impedían disfrutar de todo lo que la vida me ofrece.

Ahora tengo mucho trabajo, más que antes, no obstante no me asusta, voy haciendo lo que tengo que hacer poco a poco, un paso detrás de otro y así avanzo sin preocuparme. 

Por encima de todo, el propósito de mi vida es mantener mi paz interior, eso es lo que me satisface y gracias a Dios y a la paciencia lo estoy consiguiendo.

Estoy contenta.

Es bueno terminar el diario con la frase Estoy contenta, ojalá pudiera escribirla todos los días, sería maravilloso.





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