martes, 20 de julio de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y TRES

 





Hace varios días que no escribo el diario y lo echo de menos, he estado demasiado ocupada, no me viene bien dejarlo de lado, es como si perdiera una parte importante del contacto conmigo misma. 

Han pasado muchas cosas que requerían mi atención y poco a poco las voy resolviendo.

El proyecto de publicar Reflexiones de una mujer casada se ha convertido en definitivo.

Es el primer libro que escribí y mi arrogancia me hizo pensar que no era gran cosa, no obstante gracias a la leucemia he adquirido un poco de humildad que falta me hacía y he vuelto a leerlo y lo considero interesante, creo que está muy bien para ser mi primer libro, he aprendido cositas que había olvidado y sobre todo he recordado lo valiente que fui cuando lo escribí ya que introduzco personas con nombres verdaderos y considero que es un libro de autoficción, así llaman an Francia a los libros autobiográficos con ciertos adornos.

Tengo mucho trabajo entre manos porque lo escribí en Pages y ahora tengo que pasarlo a Word, gracias a que los de Apple me ayudan.

Por otro lado están en casa mi hijo el pequeño y su hija Odita, mi nieta de once años, lo cual hace que mis distracciones hayan aumentado porque son una pareja encantadora con quienes tengo muchas cosas en común y hablamos bastante.




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