miércoles, 7 de agosto de 2019

DOS MIL SETECIENTOS OCHENTA Y TRES








Leo lo que cuento y casi me sorprende la naturalidad con la que hablo de Prem Rawat.
Recuerdo que al principio también lo hacía pero un día mi hijo Jaime que me seguía, me comentó que no le gustaba que hiciera proselitismo.
Me sorprendí, ya que no era eso lo que pretendía al contar mi vida, solamente quería no esconder lo que para mí es tan importante.
No obstante, tomé nota y dejé de hablar de Prem Rawat excepto en ocasiones en las que mencionaba que había viajado para asistir a sus conferencias.

Ahora he cambiado. 
Leo lo que escribí ayer y me doy cuenta de que no me importa lo que pueda pensar la gente.
Escribo sobre mí, sobre mi vida y mis circunstancias. 
Hasta ahora todo lo que he contado estaba basado en la realidad.
He omitido lo que he considerado oportuno.

Solamente me he censurado en lo concerniente a Prem Rawat, pero ya no me apetece.






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