jueves, 15 de agosto de 2019

DOS MIL SETECIENTOS NOVENTA








Las personas que siguen mi diario me animan a que escriba y yo también lo considero importante, no obstante hay momentos en que no me encuentro bien y tengo tanto interés en no quejarme, que me cuesta decidirme a contar algo que no sea positivo.
Todo tiene las dos partes de la moneda, el yin y el yang, el blanco y el negro y así hasta el infinito, por lo que lo único que debo hacer es el pequeño esfuerzo de concentrarme en todo lo que está a mi favor, empezando por la maravilla de que exista un tratamiento específico para mi enfermedad.
Además de vivir en un país en el que la atención médica es gratuita.
Viví casi tres años en California y era duro ver que algunas personas a las que conocí, tenían que pedir créditos para poder pagar el hospital, con las graves consecuencias que eso lleva consigo.

Doy gracias al cielo por todo lo que tengo.
Incluso en los momentos más oscuros quiero mantener el sentimiento de gratitud, es lo que me salva.









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