jueves, 29 de agosto de 2019

DOS MIL OCHOCIENTOS TRES









La ventaja de vivir una situación desconocida, es que no me queda más remedio que afrontarla.
No sé nada, excepto que tengo que obedecer a los hematólogos que llevan mi caso. 
Confío en el hospital de Cruces cuyo equipo de Oncología tiene fama de ser unos de los mejores.
Mañana tengo una cita para extracción de sangre, tendré que ir temprano.
Estoy tranquila ya que me pusieron un reservorio cuando estuve ingresada, gracias al cual tengo resuelto el problema de las venas. 
Algunas personas me dicen que soy luchadora y yo me pregunto:

¿qué podría hacer si no aceptara la situación en la que me encuentro?

No me permito dejarme llevar por pensamientos negativos. 

Solo con pensar en todo lo bueno que tengo a mi favor, consigo dar la vuelta a mi cabeza y conseguir que surja el agradecimiento. 







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