miércoles, 13 de abril de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS SESENTA Y SEIS

 




Me dolía tanto la rodilla que no podía andar, gracias a que tengo dos muletas pude levantarme de la cama y prepararme el desayuno.

Tuve fuerza para llamar al ambulatorio y dejar un recado para que me llamara el médico, aunque no tenía demasiadas esperanzas, a veces eso funciona pero no siempre y yo quería pedir cortisona que es lo que me quita el dolor.

Me llamó el doctor y mi hija me trajo la medicina, así que me tomé una pastilla entera y se me quitó el dolor, pude andar por la casa con una muleta y a veces hasta me olvidaba de cogerla, una maravilla, pero con la alegría de no tener dolor me olvidé de poner la calefacción y me enfrié, así que cuando llegué a la cama por la noche estaba resfriada, tosiendo y con mocos y agua que me salía por la nariz, una sensación muy desagradable, por fin, tarde, muy tarde conseguí dormir y estar a gusto.

Hoy he hablado con la farmacia y me han dicho que seguro que es un resfriado, que tome un Paracetamol.

Como me viene a la cabeza todo el tiempo el libro de Isra Bravo y del copywriter, lo he comprado y he empezado a leerlo y ya estoy muy animada, creo que me va a gustar y sobre todo que voy a aprender muchas cosas que me pueden venir muy bien porque se nota que Isra es listo, rápido, nada pesado y sabe cómo animar a las personas incluso a mí que estoy congestionada y que, si no fuera porque tengo que organizar la casa hasta el martes que abrirán las tiendas me iría a la cama y no saldría de allí.

Justo ahora que puedo andar, nada me apetece menos que salir de casa.

Prefiero quedarme tranquila leyendo el libro de Isra Bravo y aprender lo que enseña un copywriter a una storytebler, esa soy yo y como escribí en el diario ayer, ambas cosas se complementan.

No quiero adelantarme a los acontecimientos , no obstante confieso que tengo la sensación de que Isra puede enseñarme muchas cosas desconocidas para mí hasta ahora y muy interesantes.




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