jueves, 26 de julio de 2018

DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y NUEVE







Sigo en mi proceso de conquista y parece que funciona, claro que siempre teniendo en cuenta que ¨por el interés te quiero Andrés¨ ya que Odita es una artista y me necesitas para hacer sus trabajos.

Voy comprendiendo cómo trabaja su cabeza.
Ella piensa que yo soy la abuela y que si desaparezco no pasa nada, puesto que en Berlín, vive sin mi y tiene todo lo que quiere.

A Beatriz le adora por múltiples razones:

_Le lleva a la piscina y la enseña a tirarse de cabeza y también se ocupó de llevarle a clases de natación en otras ocasiones que estuvo aquí.
_Le compra toda clase de golosinas, helados, patatas fritas y otras chucherías que yo desconozco.
-Beatriz tiene amigas con hijas de su edad que le invitan a pasar la tarde, aunque ahora, en verano, a Odita solo le interesa la piscina.
_Me ha contado Beatriz que ayer le dio una clase de golf.
 Al principio no le apetecía pero insistió y Odita accedió por complacerla y luego le encantó.
_Además, Beatriz le deja estar en su cuarto todo el tiempo y tiene una televisión futurista, puro espectáculo, que le regalaron sus amigas cuando cumplió cincuenta años.

Respecto a mi, solo viene cuando necesita artículos de dibujo o hacer videos con mi ordenador y poco más.
Además, sabe que no me gusta que coma azúcar ni porquerías ni que ponga los codos en la mesa cuando comemos.

Hoy tengo todo el día para mi solita aunque sin coche, ya que he animado a sus padres a que vayan a ver la falsa cueva de Altamira.






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