lunes, 24 de febrero de 2020

TRES MIL CUARENTA









Una vez más en mi vida he empezado la casa por el tejado.
En vez de conocer a una escritora, leer sus libros y verlos después en cine, he comenzado por ver el documental de Joan Didion, El centro cederá, que me ha parecido magnífico y estoy deseando profundizar en su obra literaria.
De momento todo lo que estoy sabiendo de ella me fascina y me inspira, empezando por el movimiento de sus manos, que me recuerda a mi amiga Cristina López Tapia.
Me encanta la gente que se expresa con las manos haciendo gestos personales, siempre que sean refinados y no las copias italianas que me resultan bastante vulgares.
No puedo decir gran cosa sobre Didion excepto que ha despertado mi interés.
Además, después de haber pasado tres maravillosos años de mi vida en Malibu, California, he podido acercarme a Joan sin temor, conociendo ese estilo de los artistas americanos que reparten su tiempo entre Nueva York y Los Ángeles.
De Nueva York solo puedo hablar como visitante, aunque he estado en varias ocasiones y me lo he merendado, nunca he tenido la oportunidad de vivir allí, tampoco sé si me atraería tanto como lo hizo California en donde tenía un propósito definido y cuyo clima parecía una continuación de mi propio cuerpo.


Por otro lado, sabiendo que ya tengo todo el tiempo del mundo para dedicarlo a lo que me plazca, he decidido retirar ropa de mi armario para llevarla a Zara en donde ahora la recogen y hacen con ella lo que les parece conveniente.
Es como si todo estuviera conectado.
Beatriz ha aparecido con unas bolsas grandes de material reciclado que le han dado en el BBVA y he aprovechado para que Norma me ayudara a meter en ella todo lo que ya no me hace feliz, siguiendo las enseñanzas de Marie Kondo y mis propias ideas.
Estoy contenta.
Mi armario, de por sí bastante pequeño, ahora casi parece el de un hotel, cuatro pantalones, dos faldas, un vestido, un abrigo, un plumas y un par de chalecos oversize.
Casi demasiado.
Me sobran algunos bolsos y/o bolsas.
No es fácil deshacerse de todo lo que sé que no necesito.
A veces dudo.





















































No hay comentarios:

Publicar un comentario