sábado, 29 de febrero de 2020

TRES MIL CUARENTA Y CINCO

He visto ala trinchera infinita.
Sabía que me iba a impresionar pero no tanto.
Casi me duele la cabeza.
Y esta basada en hechos reales.
Por mucho que haya oído hablar de la guerra civil y que haya leído a Baroja, me cuesta asimilar lo que pasó.
Mi madre me contaba su versión de los hechos y en Guernica me cuentan otra.
Me duele el alma.
Nos comportamos como animalitos dejándonos llevar por las pasiones, el orgullo y queremos tener la razón, en vez de ser felices solamente como si no fuera suficiente.
Me afectan todas las guerras pero la de aquí, tan cercana, me rompe el corazón.

La película es buena, muy buena y está bien hecha, no me extraña que tuviera unas críticas tan buenas en San Sebastián y Antonio de la Torre borda su papel pero no nos quedemos ahí, Belen Cuesta está a la altura y no es tan fácil.
Es un películon.
Me ha costado verla, he tenido que esforzarme, más bien necesitaba una comedia ligera pero a veces hay que hacer un esfuerzo y ver cosas serias que me acercan a la realidad y me inspiran para sé mejor persona.

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