jueves, 4 de abril de 2019

DOS MIL SETECIENTOS TREINTA Y NUEVE








Decido ordenar mis papeles.
Los tengo en un archivo que tiene carpetas y en cada una se supone que solo guardo lo relacionado con un tema.
Intenté hacerlo de la mejor manera posible porque sé que se puede desordenar con facilidad.
Efectivamente, lo primero que me encuentro es lo relativo a los asuntos médicos. 
Ni corta ni perezosa y sin dudarlo, tiro todo a la papelera. 
No me interesa mi historial.
De momento me encuentro bien y pretendo seguir así, practicando la macrobiótica es difícil enfermar.

Un marido ha ayudado a suicidarse a su esposa que padecía ELA (esclerósis lateral amiotrófica).
Padecía dolores insoportables, deseaba morir.
Le han detenido.

En una carpeta tengo solo un papel correspondiente a mi Testamento Vital.
Lo hice hace tiempo con mi amiga Rosa “sin espinas” y me proporciona cierta seguridad de que no me dejarán morir como lo hicieron con mi madre.

Desde que murió Salvador Pániker, defensor acérrimo de la Eutanasia, casi no se habla del tema, no obstante tan necesario.











No hay comentarios:

Publicar un comentario