domingo, 14 de abril de 2019

DOS MIL SETECIENTOS CUARENTA Y NUEVE







Un domingo perfecto.
Me habían invitado a un evento de Prem Rawat y a pesar de haber confirmado mi asistencia, tenía dudas. Pensaba que iba a cansarme demasiado y dijeron en la radio que la mayoría de los accidentes suelen ser después de comer, por lo que hasta el último momento no he tomado la decisión de meterme en el coche y emprender el camino a San Sebastián.
En cuanto he llegado, he comprendido que he hecho lo correcto.
Han pasado varios videos que me han encantado y ayudado a reconocer que lo que Prem Rawat me ofrece es oro.
A las 13:30 ha terminado pero la comida empezaba a las 14:15 por lo que me he ido a dar un paseo encantador por la calle Árbol de Guernica que bordea el río Urumea y al llegar al puente de María Cristina, he visto que Esther Ferrer expone en Tabakalera por lo que es posible que tenga que volver a Donostia, porque todo lo que hace esa mujer me interesa.

La comida en el hotel Amara ha estado bien por la compañía pero ha bajado la calidad.
He comido muchas veces ahí y siempre me ha gustado pero hoy no he salido contenta, no me apetece volver.

Corroboro lo que ya he experimentado en otros sitios, no suben el precio pero bajan la calidad. Mal asunto.






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