viernes, 31 de diciembre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y OCHO

 





No sé a qué se debe que desde hace varios días tengo pesadillas por la noche y aunque no son fuertes, resultan desagradables, ayer por ejemplo soñé que había ido a París en un autobús con un grupo de gente que teníamos algo en común y al volver a Bilbao entramos por una parte vieja que no conocía y de repente me di cuenta de que me había olvidado las muletas en París por lo que no podía andar, pasé un mal rato, me sentí impotente, menos mal que vi unas muletas de una chica muy alta y pensé que me las dejaría, en ese momento me desperté y vi que todo estaba en orden y que no tenía que preocuparme de nada, es lo bueno de vivir despierta.

No me gusta soñar y tampoco me interesa mucho que me descifren los sueños, alguna vez lo han intentado y me he quedado en blanco, no es un tema que me llame la atención.

Por lo demás, todo lo que puedo decir es que ya está casi terminado el año y me sorprende que con todo lo que está pasando todavía la gente tenga tantas ganas de fiesta, no me identifico con eso, más bien prefiero estar tranquila en mi casa sin que nada ni nadie me perturbe, dando gracias al cielo por estar viva y contenta.









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