viernes, 10 de diciembre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y UNO

 




Escribir es una maravilla, me encanta y estoy dispuesta a franquear todos los obstáculos que se interpongan en mi camino, solo me falta publicar de la manera correcta, no pretendo triunfar de una manera exagerada, hice mucho esfuerzo para ser capaz de escribir un libro basado en una experiencia personal y me gustaría que las personas que lo lean lo disfruten, de hecho cuando lo publiqué en Amazon, varias personas me felicitaron e incluso me llegaron a decir que era una obra maestra, reconozco que es fuerte y no creo que sea del gusto de todos, pero es suficientemente interesante como para que yo me esté molestando en hacer todo lo que me piden en Triunfa con tu libro, que no es baladí.

También le he cambiado el nombre, ahora se llama "Esfuerzo y Satisfacción".

Me consta que no es fácil encontrar personas que hablen de su vida con sinceridad y sin remilgos, yo lo hago porque soy así y es lo que me hace disfrutar, estoy harta de mentiras y de novelas rosas, la vida me ha enseñado a hablar sin rodeos y a confiar en mi intuición.

Ayer, sin ir más lejos, vi un documental que me pareció muy interesante sobre todo por el tema que trataba.*

Me pareció muy interesante ver de cerca cómo se siente una persona adoptada, por muy feliz que haya sido su vida y le hayan tratado con amor y se encuentre en una situación privilegiada.

Nunca he tenido ninguna persona cercana que se encontrara en una situación semejante, excepto un amigo americano con el que nunca llegué a tener confianza como para tocar ese tema, del que he estado tan alejada.

Siempre me ha parecido natural que mis padres sean los biológicos y parecerme tanto a mi madre que me reconocían como su hija por la calle, y así con mis hermanos y mis hijos, todo ha sido muy fácil en ese sentido, nunca he puesto en duda mi procedencia biológica por lo que la vida de Oliver Routeing y el modo en que se llevan a cabo las pesquisas para saber su origen me resultó muy interesante.


*A la edad de 25 años, Olivier Rousteing se convirtió en el director artístico de la casa de moda francesa Balmain y en uno de los más influyentes del momento después de años difíciles. Olivier, fue un niño negro, adoptado por una familia blanca de Burdeos a la edad de un mes y no conoce a sus padres biológicos. Hoy, no puede vivir sin saber de dónde viene y decide indagar su orígenes.




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