domingo, 26 de diciembre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y TRES

 




Supongo que habrá que hacer un esfuerzo fuera de lo común para conseguir que el espíritu navideño no traspase las barreras que le pongo, hago todo lo que puedo, no obstante no lo consigo.

Me sorprende que la mayoría de las personas con la que hablo comentan que estos días son un horror y que están deseando que todo vuelva a la normalidad, sin embargo siguen poniendo el nacimiento, disfrazándose de papá Noel, comprando regalos, turrones y polvorones como si fueran a celebrar la fiesta del siglo.

Gracias a Dios este año, en mi casa nada ha cambiado, creo que la pandemia me ha favorecido, aún así, solo pensando que mañana es un lunes cualquiera hace que me sienta feliz aunque viene acompañado de la sombra de la nochevieja y los reyes magos, me consta que lo peor ya pasó, ahora solo necesito recuperarme y centrarme en mi quehacer cotidiano, tengo pendientes dos videos para los cuales tengo que arreglarme, maquillarme, escribir el guión y esperar a que llegue el momento oportuno.

Tanto yo como mi vida hemos cambiado.

Hace años, antes de que la enfermedad hiciera mella en mi cabeza tenía un programa de radio que actualizaba cada día con un video en el que hablaba de lo que me apeteciera, me filmaba con efectos para no tenerme que maquillar y en un santiamén ofrecía a la audiencia mis últimas novedades, tenía muchos seguidores y me divertía.

Sabía hacer películas con presentación, música, fotos y todo lo que me apeteciera, hoy en día todo eso se me ha olvidado y lo peor es que nada me puede apetecer menos que ponerme a aprender otra vez, prefiero seguir con lo poco que se y ocuparme de la escritura, la ortografía y hacer lo que me recomienda Ana Nieto Churruca, directora de Triunfa con tu libro.

He medio leído un libro de Lucia Etxebarría a quien consideraba una buena escritora y ha sido horroroso, lo he tenido que dejar, está mal escrito, algunos párrafos, muchos, están plagiados, es un verdadero desastre y ella misma reconoce que es autoeditado, aunque no explica el motivo.

Me ha defraudado.

Voy a tener que volver a "El infinito en un junco" de Irene Vallejo que lo dejé cuando me operaron del tumor, guardo buen recuerdo, era serio, no aguanto la basura literaria, cada vez menos.





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