lunes, 7 de septiembre de 2020

CUATRO MIL CIENTO NUEVE









Al final siempre tengo suerte y se me arreglan los problemas, asuntos o caprichos, cada uno elige la palabra según el humor.
Casi todo reside en el humor.
Considero que tener buen humor es una de las características más importante para relacionarme con mis coetáneos.
Estaba empezando a ponerme nerviosa porque mi profesor de Escritura, Íñigo Larroque daba pocas señales de vida y ya empecé a interesarme por otros cursos que se anuncian en Facebook, sin ninguna gana de cambiar porque con Íñigo estoy encantada, todos online como es de suponer dadas las circunstancias y por fin me ha llegado la confirmación de que empezamos el próximo jueves día diez de septiembre.
Solo seis personas, echaré de menos a mis compañeros y a los plancitos que hacíamos a veces después de la clase pero en tiempos de pandemia hay que adaptarse a las circunstancias.
Decía Einstein que La inteligencia consiste en saber adaptarse al cambio, así que haré lo que toca y me comportaré como se comporta un ser humano inteligente y además, en mi caso, agradecida porque nada me apetece menos que ponerme la mascarilla cada vez que salgo de casa.
Por diferentes motivos suelo tener webinars y me arreglo muy bien, tengo la sensación de que no me quedo rezagada.
Solamente echo en falta las conversaciones, me estoy acostumbrando a estar callada por lo que cuando hablo por teléfono me canso, prefiero escribir.
A pesar de que podría parecer que el mundo se ha parado yo tengo la sensación de que todo va deprisa, la vida sigue y como dicen los clásicos Cada día tiene su afán*




*“A cada día le basta su afán” (Mt 6,24)


















No hay comentarios:

Publicar un comentario