lunes, 7 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS TREINTA Y DOS









Sé por experiencia que la causa del sufrimiento son las expectativas, por lo que no quiero hacerme ilusiones ni de que estoy bien ni de que el tratamiento va a ser como creo que me lo han planteado.
No quiero pensar que estoy muy fuerte y que me voy a quedar así para siempre, pero tampoco quiero lo contrario.
Resumiendo, que no me queda más remedio que vivir en el presente y aceptarlo, es lo único que tiene sentido común y que me puede ayudar a seguir adelante.
Hoy he estado hablando con unos colegas que tienen una leucemia con el mismo nombre que la mía, no obstante los tratamientos varían por lo que estoy deseando hablar con mi hematólogo mañana en consulta y que me aclare las ideas, porque tal vez yo no haya entendido bien.
De momento todo está en orden. 
Estoy en casa, Jaime me ha comprado una bandeja de sushi, así que me haré una sopa de miso y comeré en plan japonés mientras veo las noticias de la Sexta.

Ayer vi a Jon Rahm cuando jugaba y ganaba el Open de España y me encantó.
















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