martes, 22 de octubre de 2019

DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y SIETE









Ayer me lancé yo sola al cine. 
Eso es señal de que empiezo a recuperar mi autonomía. 
Vi "Retrato de una mujer en llamas" film francés de Céline Sciamma que ganó el premio al mejor guión en el último festival de Cannes.
Es una película preciosista cuyo objetivo principal es rendir culto a una estética muy depurada desde varios ángulos, incluidos los sonidos, sobre todo el crepitar del fuego.
Es lenta, diálogos precisos e inteligentes.
No podría decir lo que me pareció porque estoy en un momento de mi vida en el que de la misma manera que no tengo el sentido del gusto en su sitio, tampoco tengo el de la apreciación para disfrutar de una buena película.
No importa, poco a poco voy recuperando mis gustos, mi estilo, mi modo.
Eso es buena señal.
Todo va despacio, pero va, que es de lo que se trata.








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