domingo, 17 de marzo de 2019

DOS MIL SETECIENTOS VEINTIOCHO









Ante todo lo que está saliendo a la luz sobre los desmanes que hacemos con nuestro querido y maravilloso planeta, me entran toda clase de emociones variadas.
No quiero ponerme de mal humor pero me sorprende la estulticia de las personas que habiendo pasado por la universidad, todavía son capaces de manifestarse como no feministas.
¿Acaso han pensado en que si no fuera por las sufragistas que tanto lucharon en su día, hoy ni siquiera tendríamos derecho al voto?

Respecto al cambio climático, otro tanto de lo mismo.
El dirigente de VOX ha contradicho las palabras de Pedro Arrojo, doctor y profesor titulado en física, sobre las consecuencias del cambio climático. Según Abascal, el calentamiento global es un invento.

La verdad es que no sé por qué me sorprendo todavía, porque mi hijo Mattin me ha comentado que tiene un amigo que insiste en que la tierra es plana.

Varias personas a mi alrededor, si menciono el maltrato a las mujeres, con la voz baja dicen que peor todavía es el maltrato a los hombres, porque además ni siquiera se le da la importancia que tiene, aseguran que se mantiene en el anonimato.

El viernes pasado mi nieta Odita que tiene ocho años, hizo huelga para unirse a Greta Thunberg y parar el cambio climático y el calentamiento global.

Greta Thunberg, una de las personas a las que admiro, tiene síndrome de Asperger, lo que implica que sus niveles de inteligencia superan a los normales.








No hay comentarios:

Publicar un comentario