CUATRO MIL SEISCIENTOS CUATRO

 

Por fin ya está mi libro en Amazon, he pedido uno de papel y uno digital para ver qué efecto me hacen y cómo funcionan.

Tenía muchas ganas de que llegara este momento y de ponerme a promocionarlo como una loca pero ahora me siento parada, tiesa, como si no pudiera ni siquiera comentar lo imprescindible.

Lo primero que me han recomendado es que mande una reseña a todos los amigos de WhatsApp y justo eso es lo que menos me apetece, me da vergüenza, además no han quitado de Amazon el libro que publiqué hace cuatro años que es el mismo, solo que ahora lo he corregido y he sido ayudada por Triunfa con tu libro que son los que me ayudan en todo excepto en lo que me dicen que tengo que hacer yo y eso es justo lo que más me cuesta, creo que de momento voy a descansar y ya iré viendo lo que va saliendo cada día.

Me recuerda a cuando estudiaba Bellas Artes, estaba casada y tenía tres hijos y empezaba la escuela a las ocho de la mañana por lo que tenía que madrugar muchísimo, solía estar muy cansada y una prima mía, Merche Delclaux me preguntó:

Blanca, cuando termines la carrera ¿qué vas a hacer?

Y le contesté sin dudarlo:

Descansar.

Me salió del alma.

Ahora siento algo parecido, mi idea era seguir escribiendo, no obstante ahora lo único que me apetece es descansar, ver alguna serie entretenido, leer un libro, cosas así, todo menos trabajar, aunque la verdad es que estar sentada delante del ordenador y escribir no me parece un trabajo, sino algo realmente encantador. supongo que he tenido suerte de tener que estar quita porque veo que las personas que no pueden moverse se aburren y a mi es justo lo que me gusta, me encantan las pantallas.

No me preocupo por los ojos porque antes o después me tendrán que operar de cataratas y me pondrán un cristalino, mi madre me decía que veía mejor que antes, que en realidad veía demasiado, hasta una gota de polvo.