sábado, 21 de mayo de 2022

CUATRO MIL QUINIENTOS NOVENTA Y NUEVE

 




Atravieso unos días difíciles, por un lado la idea de tener cita con ese traumatólogo tan bueno de quien me cuentan que hace milagros me ha animado y me ha dado algunas esperanzas pero no quiero tener expectativas porque sé por experiencia propia y ajena que son causa de sufrimiento.

Además no sé en qué consistirá lo que me vaya a hacer pero si es el tratamiento famoso que consiste en que te saquen sangre y la mezclan con algo que luego te lo inyectan, ya me lo hicieron en la cínica de la virgen Blanca de Begoña y no me hizo absolutamente nada de nada, excepto dolor, pérdida de tiempo y de dinero.

Aún así estoy deseando que llegue el día y saber, lo importante es saber, siempre, para todo, saber es fundamental.

Una operación está descartada porque ya me han hecho bastantes de Cruces y todas, excepto la primera, han sido desastrosas, mis huesos no sueldan y ya no quiero ser conejo de Indias, tengo sesenta y seis años y osteoporosis, además de haber pasado una leucemia que me ha dejado débil.

En cualquier caso siempre podré sacar algo en limpio, por ejemplo si pudiera dejar de tomar analgésicos ya estaría mejor.




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