Supongo que ahora parecerá que toda mi vida está enfocada en el libro pero no es así, aunque reconozco que es un tema prioritario, le verdad es que el protagonismo de mi vida lo sigue teniendo el conocimiento de mí misma, al que dedico tiempo y atención y no permite que nada ni nadie perturbe mi ocupación constante, es así como consigo conectar con La Paz que está en mi interior, eso es lo más grande que existe.
Me permito mucha lectura, no solo me entretiene sino que me obliga a ver defectos y lo contrario y aunque nunca seré Borges, por lo menos iré dando pasitos y prefiero que mi escritura sea sencilla y correcta, no tengo grandes pretensiones, lo que de verdad deseo con toda mi alma es no cometer errores garrafales, no hacer faltas de ortografía, no repetir palabras, cosas sencillas que requieren atención.
Estoy leyendo mi propio libro y me encuentro tantos defectos que necesitaría mucho tiempo para corregir todo lo que me molesta y volverlo a publicar y eso teniendo en cuenta que es la segunda vez que lo publico después de haberlo corregido, reconozco que al final llegó un momento en el que di el visto bueno sabiendo que necesitaba otra lectura pero no fui capaz de desarrollar la paciencia, sabiendo que necesitaba otro repaso por lo menos.
Una vez más la precipitación me pudo, estoy más tranquila pero me falta ejercitar mi voluntad.
He hecho un buen trabajo, no me quejo, he cambiado mucho y doy gracias al cielo porque ¡quién me ha visto y quién me ve! no obstante necesito hacer más esfuerzo.
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