miércoles, 10 de noviembre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS TREINTA Y NUEVE

 





Estoy un poco alterada porque las pesquisas que hice ayer para encontrar un taller de Escritura han dado frutos, Ramón Irigoyen, magnífico escritor navarro me ha recomendado sin dudarlo que vaya directamente a la Escuela de Escritores en donde él fue profesor y guarda un magnífico recuerdo.

Me ha costado tomar la decisión porque me asusta empezar un curso nuevo sin tener referencia de cómo funciona, ya que lo voy a hacer virtual, así que a pesar de saber que lo que más me interesa es la Autobiografía, he seguido leyendo e informándome hasta que al final he encontrado exactamente lo que deseaba, un curso Express de tres semanas al que ya me he suscrito, sin ni siquiera saber bien el horario y las condiciones, de lo único que estoy segura es de que se trata de escribir porque aseguran que "a escribir se aprende escribiendo" a pesar de que la mayoría de los escritores suelen decir que a escribir se aprende leyendo.

Me gusta tanto leer como escribir por lo que de momento estoy contenta, todo lo que ofrecen es muy apetecible y los profesores son buenísimos.

Creo que es justo lo que yo andaba buscando porque me ha recordado a la Escuela de Escritores de Estocolmo a la que acudía Karl Ove Knausgard, el autor de Mi lucha que tanto me gustó y con el que me sentí tan identificada.

Así que de momento estoy satisfecha, ya estaba cansada de no encontrarme en forma y sentir esa especie de vagancia que me produce el malestar físico.





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