miércoles, 24 de noviembre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA

 





Esperaba con auténtico entusiasmo el mail para empezar el curso Exprés de Escritura y grande ha sido mi desilusión al comprobar que no entendía nada de nada, eran unos papeles que, aunque escritos en castellano utilizaban un lenguaje desconocido para mí.

Lo intenté por la mañana, por la tarde y por la noche, solo fui capaz de hacer un pequeño ejercicio de escritura, lo cargué, simplemente antes de ir a la cama escribí al profesor diciéndole que lo más probable es que necesitase un cursillo de aprendizaje para poder descifrar los papeles y por lo menos he dormido tranquila, si no lo puedo hacer me aguanto, "androcanto y sigo" como diría Oteiza.

No obstante grande ha sido mi alegría cuando hoy, al sentirme delante del ordenador he encontrado un mail del profesor tranquilizándome y dándome alguna pauta para que pudiera seguir adelante, así que ya por lo menos he puesto mi nombre, me he presentado y ahora descanso. 

Hay cosas que son bastante más difíciles que escribir, sobre todo cuando el bloqueo se hace dueño de la situación.

He recordado la frase de Prem Rawat que tanto me ha ayudado a lo largo de la vida:

"Todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles".

Así que he tomado la decisión de tomarme el asunto con calma.

Volveré a leer los papeles e intentaré seguir siendo feliz confiando en que, antes o después, entenderé lo que tengo que hacer.

De hecho ya no estoy bloqueada puesto que he sido capaz de presentarme y ya estoy en la lista con los demás alumnos aunque todavía no he tenido tiempo para conocer a todos, algunos sudamericanos.

Hasta que no consiga dar los pasos que me tocan ahora no puedo seguir adelante, no obstante lo que más me apetece es escribir.





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