jueves, 25 de noviembre de 2021

CUATRO MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y UNO

 





No era mi intención pero por motivos ajenos a mi voluntad, he pasado media tarde en París y en Londres.

He puesto la televisión y cuando he intentado apagarla no he podido, he pensado que sería un asunto de baterías, antes llamadas pilas, así que las he cambiado, pero no ha dado resultado, después de varias pruebas he decidido que el mando no estaba coordinado con el aparato y he pedido un mando que me traerán mañana de Amazon.

Debido a que no había sido capaz de apagar la televisión me he sentado en vez de desenchufarla y justo estaban mostrando París, ante lo cual he decidido que era una buena ciudad para entretenerme un rato y de ahí han pasado a Londres en donde he aprendido algunas cosillas divertidas, la chica que hacía de guía parlanchina, trabaja de au pair, al hablar de Chelsea ha comentado que hace unos días se cruzó con Claudia Shiffer, también ha mostrado las casas de varios futbolistas cuyos coches estaban aparcados en sus jardincitos privados, que realmente me han impresionado, siento no ser una entendida y no poder especificar las marcas de los coches ni los nombres de los futbolistas, pero puedo asegurar que eran muy exclusivos, palabra muy utilizada cuando hablan de lugares y objetos carísimos.

Dado que casi no salgo de casa me viene muy bien ver este tipo de documentales de vez en cuando, por lo menos me doy cuenta de que Bilbao no es el centro del universo como me quieren hacer creer a veces y mucho menos Getxo.









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