Magnífica entrevista de Ana Nieto a Valeria Schapira, periodista y escritora argentina, me ha encantado, entretenido y divertido, deseando meterme un poco en sus libros.
También ha interrogado a Andrea Golden, informática murciana, interesante y sabedora de muchos recursos para la auto publicación.
Me siento desbordada por todo lo que estoy aprendiendo desde que pertenezco al grupo de autores de Triunfa con tu libro.
Por fin, a estas alturas de la vida, cuando parece que las mujeres se retiran para dedicarse a cuidar nietos o a viajar o a lo que les apetezca, en mí ha nacido la necesidad de estrenar el hemisferio izquierdo de mi cerebro y me está costando, me canso muchísimo al escuchar las técnicas comerciales para promocionar los libros y lo que supone darse a conocer, ahora no me extraña que yo no triunfara con mis cuadros cuando era pintora, hacía todo lo contrario de lo que aconsejan los que saben.
Lo primero y fundamental es ser humilde y al mismo tiempo el autobombo.
Parecen dos cosas contradictoria pero no lo son.
En cuanto a la humildad hay que tener en cuenta que se refiere a obedecer y acatar los consejos que dan los profesionales y en mi caso concreto dedicarme a escribir mi texto y dejarlo en sus manos para que hagan lo que consideren oportuno.
Es como si tuviera que dar la vuelta al calcetín de mi rebeldía.
No importa, estoy dispuesta a hacerlo.
De momento creo que lo que estoy haciendo es correcto porque aunque me dijeron que no publicara el diario cada día, es decir que no regalara mi trabajo, no lo estoy haciendo porque no considero que ese texto sea la base de un libro, lo considero la transición de un artista que está pasando de pintora a escritora.
Por lo demás hago lo que Dios me da a entender y es tanto el cambio que está sufriendo mi cabeza que a veces hasta me duele el cuello porque no sabe cómo sujetarla.
En muy poco tiempo me encontré con que me echaban del curso de lectura, me invitan a Triunfa con tu libro que es justo lo que necesitaba y cuando me doy cuenta de lo difícil que me resulta lo que me enseñan, conozco a Ramón y Cajal, de quien solo había oido hablar y me anima a esculpir mi cerebro.
Hasta ahora me sentía orgullosa de mi propia intuición hasta tal punto que hasta titularon una entrevista que me hicieron en El Correo cuando hice el homenaje al Athletic en Arteder 84 con el siguiente título:
No diga intuición, diga Blanca Oraa.
Ahora todo ha cambiado, no me queda más remedio que obedecer y discurrir.
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