martes, 3 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y SEIS

 





En mi segunda novela de autobiografía ficción que publiqué en Amazon llamada "El esfuerzo precede a la satisfacción" traté el tema de las adicciones, era un tema fuerte, se podía llegar a la conclusión de que para que una persona pudiera dejar su adicción y llevar una vida limpia y satisfactoria, no lo quedaba más remedio que abandonar a las personas tóxicas con las que trataba.

Me inspiré en mi propia experiencia, había hecho Proyecto Hombre para dejar la heroína y aprendí todo lo que sé sobre el tema de las adicciones.

Reconozco que no es fácil vivir de acuerdo con los principios personales, en un mundo en donde el tabaco, el alcohol y las drogas están a la vuelta de la esquina invitando al consumo.

Pues bien, ahora estoy en una tesitura difícil que no sé cómo se solucionará.

Como ya sabéis, Pizca Rivière es íntima amiga mía desde hace más de cincuenta años.

Ambas hemos hecho el camino de la vida casi de la mano, me la presentó su marido, el arquitecto Moncho Lecea que había estudiado en los Jesuitas con el mío y eran amigos. 

Desde el primer momento en que nos conocimos notamos que teníamos algo importante en común y poco a poco fuimos desarrollando una amistad que se hizo más profunda cuando conocimos a Prem Rawat.

Pizca le reconoció enseguida, yo tardé unos años hasta que fui a París y al verle en persona me despertó.

El problema actual es que Pizca vive con su hija Rosalía que tiene problemas con su pareja y Pizca intenta contarme todo lo que sucede en esa casa, lo cual me impide concentrarme cuando medito.

No estoy dispuesta a escuchar esas historias de terror que me impiden mantener mi paz interior, así que ayer le dije a Pizca que por favor no me hablara de su hija y ella pensó que tal vez sea conveniente que dejemos de hablarnos durante unos días.

Supongo que resultará duro para ambas, no obstante lo que más defiendo en mi vida es la práctica del conocimiento que Prem Rawat me reveló, es lo más importante que existe en mi vida ya que es inseparable de mi propia vida, es mi vida.





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