miércoles, 25 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y SEIS

 





Creo que lo que me resulta más difícil de todo lo que hago es intentar estudiar los tutoriales de Blogger.

Me encantaría ser capaz de manejar Google analytics y saber así las personas que ven mis blogs pero no les entiendo, mi cabeza no funciona a todo gas, antes de la leucemia me arreglaba para esas cositas que en principio no son demasiado difíciles, pero ha llegado un momento en que no consigo ni siquiera entender lo que dicen. 

La mayoría de los tutoriales, por lo menos los que yo encuentro, están hechos por personas jóvenes latinas y me cuesta entenderles, en cambio en el soporte técnico de Apple me suelen atender latinos y no solo les entiendo estupendamente sino que me encanta la paciencia que tienen y lo educados que son.

Creo que yo tengo un problema generacional, a mi nieta que tiene once años no le entiendo absolutamente nada cuando me habla de informática, es como hablar con Nicolas Negroponte, fundador y director de MIT*

Es grande la dificultad de los que no hemos nacido con un ratón en la mano sino con un lápiz, por más que me esfuerzo mis adelantos dejan mucho que desear.

Tengo que conformarme con ir dando pasos pequeños y la mayoría de los días ni siquiera doy un pasito, aunque sigo empeñada en aprender.

He preguntado a varias personas a ver cómo puedo sabe los MP* de una foto y nadie me da razón.

Ahora he llamado al soporte técnico de Apple y estoy esperando a que el agente se informe sobre los píxeles.

Imposible, nadie me ayuda, tendrá que deja de lado la empresa de los megapixeles y dedicarme a otros asuntos que me resultan más convenientes. 


Ayer me llamó mi hermano Javier para invitarme a comer con él y su mujer y mis hijos en el golf y no se confirmó el día ni la hora.

En principio dije que sí pero me quedé incómoda por varias razones, ambas de peso, la primera porque estoy muy metida en la macrobiótica, me sienta muy bien y ya he comprobado que cada vez que me salgo me encuentro peor.

Por otro lado a mí me echaron del golf hace muchos años dos veces, la primera para un año y la segunda para toda la vida.

Algunas veces he ido a comer con mi familia y nadie me ha dicho nada, no creo que alguien me vaya a decir algo sobre todo ahora que mi sobrino Guillermo es el presidente, no me sentiría cómoda, así que hoy cuando me ha llamado Javier le he dicho que no voy a ir debido al régimen macrobiótico que estoy haciendo y que tan bien me sienta.

Me he quedado tranquila, me cuesta decir que no, no obstante cada vez lo hago más a menudo y raras son las ocasiones que tengo para hacerlo, ante la enfermedad la gente suele entenderlo.


*Instituto Tecnológico de Massachusetts

*Megapíxeles





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