sábado, 21 de agosto de 2021

CUATRO MIL TRESCIENTOS SETENTA Y DOS

 





Entre ayer y hoy he visto los tres capítulos de una serie australiana fascinante que desde hace tiempo la venía anunciando Nicole Kidman en Instagram.

Me ha impresionado bastante porque me recordaba a la terapia que hice yo para dejar la heroína, me refiero al fondo de la transformación, no al lujo del entorno.

Se trataba de enderezar el árbol caído para lo cual se intentaba llevar al individuo al lado opuesto para que al terminar estuviera enderezado y firme, dispuesto a emprender una nueva vida.

Me ha afectado tanto que hasta he tenido experiencias físicas de tipo térmico en mi cuerpo, a veces hasta creo que me ha dolido la cabeza, la serie se llama "Nueve perfectos desconocidos" y de momento se puede ver en Prime Amazon.

Es fuerte, no sé si en todas las personas que la vean causará el mismo efecto.

Cuando yo hice Proyecto Hombre recuerdo que pensaba que jamás había imaginado una terapia similar ni la había visto en el cine, todo me sorprendió y me parecía extraño, no obstante reconozco que funcionaba, de hecho muchos de los que hemos salido hemos recuperado nuestras vidas aunque algunos han recaído y otros han muerto, ese es el destino de los toxicómanos, ya lo sabían los que habían vivido en Amsterdam y nos lo advertían.

El resultado del proceso de mi toxicomanía lo considero infernal. 

Solo recordarlo me produce angustia y un gran agradecimiento a todos los que me ayudaron a salir del averno, sobre todo a Prem Rawat que me enseñó a experimentar la belleza de la vida y el regalo que supone cada respiración.







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